Re: Las 70 semanas
Estimado eduardo martínez r (EMR). Saludos cordiales.
Continuación:
“Año 536”.- “Veneramos, dice Justiniano, los Cuatro Concilios, como las Santas Escrituras, siguiendo sus decretos “queremos que él Santísimo Papa de la Antigua Roma sea el primero de los Sacerdotes”. "El bienaventurado Arzobispo de la Nueva Constantinopla, no tendrá el primer lugar, sino después de la Santa Sede Apostólica”.
“Causara sin duda admiración el ver a Justiniano disponer sobre el derecho de entronización de los Sumos Pontífices como sobre el de los Patriarcas de Oriente. Las razones, que este emperador como soberano temporal entonces en Roma y de Italia, ejercía allí el mismo poder de legislación que en lo restante del Imperio.” (Historia General de la Iglesia. Henrión, pág 113 Tomo II)
Conrtinuará...
Estimado eduardo martínez r (EMR). Saludos cordiales.
"Y se levantarán de su parte tropas que profanarán el santuario y la fortaleza, y quitarán el continuo sacrificio, y pondrán la abominación desoladora" Daniel 11: 31.
Continuación... (El decreto del emperador Justiniano)
Además el imperio de Oriente reconocía el cetro del obispo de Roma bajo el reinado de Justino I y de su sobrino Justiniano. El 1ero de Septiembre de 518 llegó un enviado con cartas del emperador, de su sobrino y del patriarca al papa Hormisidas, en las cuales se le pedía a éste que viniera él mismo o que mandara un delegado con plenos poderes, pues en lo que se refería al patriarca Acacio, había aún que oír al papa. Mandó éste entonces en 519 por conducto de su apoderado una confesión de fe para ser firmada, la Formula Hormisdae que se ha hecho famosa desde el concilio del Vaticano, en la cual se habla de la infalibilidad de la sede papal en los siguientes términos: "Por conservarse la verdad siempre sin mancha en la sede apostólica" y "por descansar verdaderamente y por completo en la misma la unidad de la religión cristiana" Hefele II, 673. Esta profesión de fe fue firmada sin más ni más, y en marzo de 533 mandó Justiniano al papa Juan una extensa carta.
Estos pasajes seleccionados de ella son significativos:
"En prueba del honor que tributamos a la sede apostólica y a vuestra santidad (tal como fue siempre y sigue siéndolo nuestro deseo) y en prueba de la bendición vuestra que honramos como procedente de un padre, nos hemos apresurado en presentar a vuestra santidad todo lo concerniente a la situación de las iglesias, por haber sido siempre nuestro sincero esfuerzo velar por la unidad de vuestra sede apostólica y por la situación de las santas iglesias de Dios, unidad que hasta hoy día está en vigor y permanece inmutable, sin encontrar oposición... Por lo tanto nos hemos apresurado en someter a todos los sacerdotes del imperio de Oriente a la sede de vuestra santidad y a unirlos con ella. Pues no podemos sufrir que nada de lo que se refiere a la situación de las iglesias por muy claro que se presente, y por escaso lugar que dé a dudas, suceda sin que de ello se entere también vuestra santidad, cabeza de todas las iglesias. Pues de todo nos valemos (como ya lo hemos dicho) para aumentar con diligencia la honra y la autoridad de vuestra sede".
Continuará...
Continuación:
“Año 536”.- “Veneramos, dice Justiniano, los Cuatro Concilios, como las Santas Escrituras, siguiendo sus decretos “queremos que él Santísimo Papa de la Antigua Roma sea el primero de los Sacerdotes”. "El bienaventurado Arzobispo de la Nueva Constantinopla, no tendrá el primer lugar, sino después de la Santa Sede Apostólica”.
“Causara sin duda admiración el ver a Justiniano disponer sobre el derecho de entronización de los Sumos Pontífices como sobre el de los Patriarcas de Oriente. Las razones, que este emperador como soberano temporal entonces en Roma y de Italia, ejercía allí el mismo poder de legislación que en lo restante del Imperio.” (Historia General de la Iglesia. Henrión, pág 113 Tomo II)
Conrtinuará...