Re: "HOY MISMO ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAISO"
Salud Miguel:
La verdad, no sé si Caifás pudo ver a Jesucristo sentado a la derecha del Padre, pero te puedo asegurar que Esteban si lo vió y por dar testimonio de ello lo mataron, según está escrito:
Este pasaje es muy dicente porque nos aclara lo que sucede con el verdadero discípulo de Cristo en el momento de su muerte carnal:
1.- El cuerpo va a la sepultura.
2.- El alma duerme hasta el momento de la resurrección.
3.- El espíritu va al cielo a encontrarse con su creador.
Creo que demos entender que así como el cuerpo sin alma está muerto, el alma sin espíritu está muerta, por esta razón hay que nacer de nuevo. Al nacer de nuevo, el Espíritu Santo le da VIDA a nuestro espíritu y llegamos a ser conocidos por Dios. Esto es la vida eterna.
Cuando Jesucristo le dijo al ladrón, "de cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso", por el poder que el Padre le había dado a través del Espíritu Santo, le dió vida al espíritu del ladrón, de tal manera que cuando el ladrón murió a su vida carnal, su cuerpo fue bajado al sepulcro, su alma duerme esperando la resurrección, y su espíritu VIVO se reunió con Jesucristo y con el Padre, en el paraíso, a fín de disfrutar de la vida eterna, cumpliéndose así las palabras de Jesucristo.
Gracia y paz.
Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo. Mt 26.64
El sumo sacerdote desde ese "ahora" ya debió ver a Jesús vivniendo en las nubes, de la misma manera el "hoy" del ladrón debe entenderse que ya está en el cielo.
Circonbrillante, ¿ya vio el sacerdote a Jesús sentado en el cielo y viniendo en las nubes?......ahora era ahora, en ese día; hoy era hoy, en ese día.
Salud Miguel:
La verdad, no sé si Caifás pudo ver a Jesucristo sentado a la derecha del Padre, pero te puedo asegurar que Esteban si lo vió y por dar testimonio de ello lo mataron, según está escrito:
Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, y dijo:
-He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios.
Entonces ellos, dando grandes voces, se taparon los oídos, y arremetieron a una contra él. Y echándole fuera de la ciudad, le apedrearon; y los testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo. Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía:
-Señor Jesús, recibe mi espíritu.
Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.
Este pasaje es muy dicente porque nos aclara lo que sucede con el verdadero discípulo de Cristo en el momento de su muerte carnal:
1.- El cuerpo va a la sepultura.
2.- El alma duerme hasta el momento de la resurrección.
3.- El espíritu va al cielo a encontrarse con su creador.
Creo que demos entender que así como el cuerpo sin alma está muerto, el alma sin espíritu está muerta, por esta razón hay que nacer de nuevo. Al nacer de nuevo, el Espíritu Santo le da VIDA a nuestro espíritu y llegamos a ser conocidos por Dios. Esto es la vida eterna.
Cuando Jesucristo le dijo al ladrón, "de cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso", por el poder que el Padre le había dado a través del Espíritu Santo, le dió vida al espíritu del ladrón, de tal manera que cuando el ladrón murió a su vida carnal, su cuerpo fue bajado al sepulcro, su alma duerme esperando la resurrección, y su espíritu VIVO se reunió con Jesucristo y con el Padre, en el paraíso, a fín de disfrutar de la vida eterna, cumpliéndose así las palabras de Jesucristo.
Gracia y paz.