Re: Hebreos y el santuario: El velo
Continuacion
Significado del velo rasgado
No hay mucha divergencia en cuanto al significado simbólico del rasgamiento del velo. La siguiente lámina puede mostrar una verdad innegable:
Nos dice el Comentario Biblico adventista:
“Es bueno notar que éste es uno de los varios pasajes donde el autor de Hebreos recalca que, mediante Cristo Jesús, el hombre tiene acceso directo a Dios. Este parece ser el pensamiento central de todo el mensaje del libro de Hebreos. Debido al sacrifico de Cristo en favor de nosotros, ya no existe un velo entre nosotros y nuestro Dios”. 7CBA:477-478.
Además esta otra cita nos aclara el asunto:
“En el momento que Cristo murió, el velo que correspondía a éste en el templo de Herodes se rasgó de arriba abajo (Mat. 27:51; etc.). Como en la LXX el velo que separaba los 2 compartimentos del antiguo santuario (katapétasma) también se aplicaba a la cortina que hacía de puerta del tabernáculo, entonces surgió la expresión "segundo velo" (He. 9:3) para referirse al del interior”. DBA:1190.
Entre otras citas, la conclusión es clara: el autor nos quiere llevar al rasgamiento del velo (los velos en general, pero específicamente el último velo) como una prueba de que tenemos acceso directo a Dios, y todo el sistema sacerdotal quedó sin significado. Antes no podíamos ni siquiera mirar el lugar santísimo, ahora simbólicamente podemos llegar a su presencia por el rasgamiento del velo. Es importante llevar esto en mente para que no caigamos en preconceptos erróneos del significado del velo en el libro de Hebreos.
“Este había sido el propósito del sacerdocio levítico, pero debido a una instrucción y una administración defectuosas los hombres creían que Dios estaba muy lejos de ellos. Ahora Jesucristo, el Sumo Sacerdote, ha entrado "dentro del velo" (cap. 6:19). Está sentado "a la diestra de la Majestad en las alturas" (cap. 1:3). Por eso los seres humanos pueden acercarse "confiadamente al trono de la gracia" (cap. 4:16), pueden allegarse a Dios con plena confianza”. 7CBA:756.
El contexto histórico del libro de Hebreos
En los manuscritos griegos más antiguos, el nombre es Pros Hebraious (“A los hebreos”). El título cuadra con su contexto histórico, en el cual los primeros cristianos primitivos eran de origen hebreo y judíos. Con respecto al autor del libro, ha habido cientos de debates, pero tradicionalmente es atribuido al apostol Pablo. Para propósitos de este estudio, no tomaremos tiempo en discutir quien fue su autor. La siguiente cita es apropiada: “Quien la haya escrito es sólo conocido por Dios” (citado por Eusebio Historia eclesiástica vi, 25, 14).
El tema discordante para los primeros cristianos era sin duda el tema de la ley ceremonial y su respectiva observancia por los nuevos cristianos. Esto trajo debates de todas clases (como por ejemplo se puede apreciar en la carta a los Colosenses y a Gálatas) gracias a ciertos hermanos “judaizantes”. De la misma manera, el libro de Hebreos trata de exponer las verdades relativas al santuario con una perspectiva cumplida por Jesús en la cruz, su muerte y ascensión al cielo para comenzar su ministerio sacerdotal. Además el libro presentas los símbolos del Antiguo Testamento (pricipalmente ligados al Israel terrenal y su santuario terrenal) para presentar el plan de salvación a la luz de la cruz.
Es con este marco histórico que el autor nos presenta el tema del santuario o Ton hagion y su katapetasma. Con todo esto en mente, podemos comenzar nuestro estudio del “velo” en el libro de Hebreos.
El “velo” en el libro de Hebreos
La palabra “velo” aparece tres veces en el libro de Hebreos. La palabra usada en el original es katapetasma, la cual vimos su significado anteriormente al empezar nuestro estudio del velo en el Nuevo Testamento. Nuestro primer caso es en Hebreos capítulo 6:
Heb 6:19 La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo,
Heb 6:20 donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho Sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.
Coincidiendo con el contexto del libro, y luego el contexto del capítulo 6, podemos llegar a la conclusión de que el “velo” referido en el versículo puede tener una aplicación simbólica. El capítulo comienza con la “confianza de que sus lectores crecerán en entendimiento (6:1-12). Luego nos muestra la certeza de la esperanza cristiana (6:13-20).
El original griego nos dice: esoteros tóu katapetásmatos. Como mencionamos anteriormente, la LXX usa estas mismas palabras para referirse siempre al tercer velo que daba acceso al lugar santísimo (Exo. 26:33; Lev. 16:2, 12, 15), pero también vimos que en el original hebreo las palabras bayith (detrás) pôreketh (velo) que se usan en Exodo 26:33, también se usan para referirse al segundo velo (Num. 18:7).
Por otro lado tenemos que el autor de Hebreos esta citando a la LXX, porque usa citas casi textualmente iguales. ¿Contradice esto nuestra posición teológica del santuario? ¡En ninguna manera! Tal como señala Eduardo Martinez Rancaño, pero lo aplica erróneamente:
“La referencia es transparente: el autor de Hebreos está citando el relato evangélico del desgarro del segundo velo del templo en el momento de la muerte de Cristo (Mat.27:50,51; Mar.15:37,38; Luc.23:45,46), donde tampoco aparece el ordinal”.
Es claro que el autor cita el desgarro del katapetasma en dos, pero como vimos anteriormente, el desgarro tiene su significado simbólico. Por otra parte, el contexto habla de la esperanza de los cristianos y su contexto es espiritual. En ninguna parte habla de que Dios ascendió directamente al lugar santísimo ni siquiera si lo tomamos como literal. Con el significado espiritual y simbólico nos respaldan las siguientes citas:
“En Cristo se centraliza nuestra esperanza de vida eterna...Nuestra esperanza es un ancla para el alma, segura y firme, cuando entra dentro del velo, pues el alma zamarreada por la tempestad se convierte en participante de la naturaleza divina (Carta 10, 1895)”. A Fin de Conocerle:81.
“Están fundamentados en las doctrinas bíblicas los que saben la verdad para este tiempo? ¿Son sus armas, "así dice Jehová", "escrito está"? ¿Hemos arrojado nuestra ancla dentro del velo? ¿Estamos individualmente arraigados y fundados en la verdad del Evangelio, de modo que podamos ser establecidos, fortalecidos y fundados en la fe? Como quienes conocen los misterios de Dios, aquellos a quienes Dios ha confiado los oráculos vivientes, ¿somos leales y fieles a nuestra mayordomía? Los que están verdaderamente convertidos, como misioneros de Dios, revelarán lo que significa para ellos la verdad, en su eficiencia transformadora y poder santificador” (Carta 178, 1899). A Fin de Conocerle:131.
“Este había sido el propósito del sacerdocio levítico, pero debido a una instrucción y una administración defectuosas los hombres creían que Dios estaba muy lejos de ellos. Ahora Jesucristo, el Sumo Sacerdote, ha entrado "dentro del velo" (cap. 6:19). Está sentado "a la diestra de la Majestad en las alturas" (cap. 1:3). Por eso los seres humanos pueden acercarse "confiadamente al trono de la gracia" (cap. 4:16), pueden allegarse a Dios con plena confianza”. 7CBA:756.
“Es bueno notar que éste es uno de los varios pasajes donde el autor de Hebreos recalca que, mediante Cristo Jesús, el hombre tiene acceso directo a Dios. Este parece ser el pensamiento central de todo el mensaje del libro de Hebreos. Debido al sacrifico de Cristo en favor de nosotros, ya no existe un velo entre nosotros y nuestro Dios. Nuestra esperanza "penetra hasta dentro del velo, donde Jesús entró por nosotros como precursor" (cap. 6:19-20). "No entro Cristo en el santuario hecho de mano..., sino en el cielo mismo para presentarte ahora por nosotros ante Dios" (cap. 9:24). El autor de Hebreos procura establecer la superioridad del ministerio celestial de nuestro Señor sobre el ministerio celestial de nuestro Señor sobre el ministerio terrenal cumplido por sacerdotes terrenales. Y como una de las mejores pruebas cita el glorioso hecho de que no hay un velo o barrera entre nosotros y nuestro Dios”. 7CBA:477-478.
Es “transparente” como dice Eduardo, que el autor no se está fijando en establecer si Cristo entro “aquí o allí”, sino que ya no existe una “barrera o un velo” para acercarnos a la presencia de Dios, como ocurría en el tiempo del santuario terrenal israelita. Luego complementando con esta posición, el autor utiliza las palabras exactas de la LXX, para establecer una relación con la cruz del calvario y el desgarro del velo en dos. De esta manera obtenemos una visión amplia del significado del velo en Hebreos 6 a la luz de su propio contexto.
Continuacion
Significado del velo rasgado
No hay mucha divergencia en cuanto al significado simbólico del rasgamiento del velo. La siguiente lámina puede mostrar una verdad innegable:

Nos dice el Comentario Biblico adventista:
“Es bueno notar que éste es uno de los varios pasajes donde el autor de Hebreos recalca que, mediante Cristo Jesús, el hombre tiene acceso directo a Dios. Este parece ser el pensamiento central de todo el mensaje del libro de Hebreos. Debido al sacrifico de Cristo en favor de nosotros, ya no existe un velo entre nosotros y nuestro Dios”. 7CBA:477-478.
Además esta otra cita nos aclara el asunto:
“En el momento que Cristo murió, el velo que correspondía a éste en el templo de Herodes se rasgó de arriba abajo (Mat. 27:51; etc.). Como en la LXX el velo que separaba los 2 compartimentos del antiguo santuario (katapétasma) también se aplicaba a la cortina que hacía de puerta del tabernáculo, entonces surgió la expresión "segundo velo" (He. 9:3) para referirse al del interior”. DBA:1190.
Entre otras citas, la conclusión es clara: el autor nos quiere llevar al rasgamiento del velo (los velos en general, pero específicamente el último velo) como una prueba de que tenemos acceso directo a Dios, y todo el sistema sacerdotal quedó sin significado. Antes no podíamos ni siquiera mirar el lugar santísimo, ahora simbólicamente podemos llegar a su presencia por el rasgamiento del velo. Es importante llevar esto en mente para que no caigamos en preconceptos erróneos del significado del velo en el libro de Hebreos.
“Este había sido el propósito del sacerdocio levítico, pero debido a una instrucción y una administración defectuosas los hombres creían que Dios estaba muy lejos de ellos. Ahora Jesucristo, el Sumo Sacerdote, ha entrado "dentro del velo" (cap. 6:19). Está sentado "a la diestra de la Majestad en las alturas" (cap. 1:3). Por eso los seres humanos pueden acercarse "confiadamente al trono de la gracia" (cap. 4:16), pueden allegarse a Dios con plena confianza”. 7CBA:756.
El contexto histórico del libro de Hebreos
En los manuscritos griegos más antiguos, el nombre es Pros Hebraious (“A los hebreos”). El título cuadra con su contexto histórico, en el cual los primeros cristianos primitivos eran de origen hebreo y judíos. Con respecto al autor del libro, ha habido cientos de debates, pero tradicionalmente es atribuido al apostol Pablo. Para propósitos de este estudio, no tomaremos tiempo en discutir quien fue su autor. La siguiente cita es apropiada: “Quien la haya escrito es sólo conocido por Dios” (citado por Eusebio Historia eclesiástica vi, 25, 14).
El tema discordante para los primeros cristianos era sin duda el tema de la ley ceremonial y su respectiva observancia por los nuevos cristianos. Esto trajo debates de todas clases (como por ejemplo se puede apreciar en la carta a los Colosenses y a Gálatas) gracias a ciertos hermanos “judaizantes”. De la misma manera, el libro de Hebreos trata de exponer las verdades relativas al santuario con una perspectiva cumplida por Jesús en la cruz, su muerte y ascensión al cielo para comenzar su ministerio sacerdotal. Además el libro presentas los símbolos del Antiguo Testamento (pricipalmente ligados al Israel terrenal y su santuario terrenal) para presentar el plan de salvación a la luz de la cruz.
Es con este marco histórico que el autor nos presenta el tema del santuario o Ton hagion y su katapetasma. Con todo esto en mente, podemos comenzar nuestro estudio del “velo” en el libro de Hebreos.
El “velo” en el libro de Hebreos
La palabra “velo” aparece tres veces en el libro de Hebreos. La palabra usada en el original es katapetasma, la cual vimos su significado anteriormente al empezar nuestro estudio del velo en el Nuevo Testamento. Nuestro primer caso es en Hebreos capítulo 6:
Heb 6:19 La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo,
Heb 6:20 donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho Sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.
Coincidiendo con el contexto del libro, y luego el contexto del capítulo 6, podemos llegar a la conclusión de que el “velo” referido en el versículo puede tener una aplicación simbólica. El capítulo comienza con la “confianza de que sus lectores crecerán en entendimiento (6:1-12). Luego nos muestra la certeza de la esperanza cristiana (6:13-20).
El original griego nos dice: esoteros tóu katapetásmatos. Como mencionamos anteriormente, la LXX usa estas mismas palabras para referirse siempre al tercer velo que daba acceso al lugar santísimo (Exo. 26:33; Lev. 16:2, 12, 15), pero también vimos que en el original hebreo las palabras bayith (detrás) pôreketh (velo) que se usan en Exodo 26:33, también se usan para referirse al segundo velo (Num. 18:7).
Por otro lado tenemos que el autor de Hebreos esta citando a la LXX, porque usa citas casi textualmente iguales. ¿Contradice esto nuestra posición teológica del santuario? ¡En ninguna manera! Tal como señala Eduardo Martinez Rancaño, pero lo aplica erróneamente:
“La referencia es transparente: el autor de Hebreos está citando el relato evangélico del desgarro del segundo velo del templo en el momento de la muerte de Cristo (Mat.27:50,51; Mar.15:37,38; Luc.23:45,46), donde tampoco aparece el ordinal”.
Es claro que el autor cita el desgarro del katapetasma en dos, pero como vimos anteriormente, el desgarro tiene su significado simbólico. Por otra parte, el contexto habla de la esperanza de los cristianos y su contexto es espiritual. En ninguna parte habla de que Dios ascendió directamente al lugar santísimo ni siquiera si lo tomamos como literal. Con el significado espiritual y simbólico nos respaldan las siguientes citas:
“En Cristo se centraliza nuestra esperanza de vida eterna...Nuestra esperanza es un ancla para el alma, segura y firme, cuando entra dentro del velo, pues el alma zamarreada por la tempestad se convierte en participante de la naturaleza divina (Carta 10, 1895)”. A Fin de Conocerle:81.
“Están fundamentados en las doctrinas bíblicas los que saben la verdad para este tiempo? ¿Son sus armas, "así dice Jehová", "escrito está"? ¿Hemos arrojado nuestra ancla dentro del velo? ¿Estamos individualmente arraigados y fundados en la verdad del Evangelio, de modo que podamos ser establecidos, fortalecidos y fundados en la fe? Como quienes conocen los misterios de Dios, aquellos a quienes Dios ha confiado los oráculos vivientes, ¿somos leales y fieles a nuestra mayordomía? Los que están verdaderamente convertidos, como misioneros de Dios, revelarán lo que significa para ellos la verdad, en su eficiencia transformadora y poder santificador” (Carta 178, 1899). A Fin de Conocerle:131.
“Este había sido el propósito del sacerdocio levítico, pero debido a una instrucción y una administración defectuosas los hombres creían que Dios estaba muy lejos de ellos. Ahora Jesucristo, el Sumo Sacerdote, ha entrado "dentro del velo" (cap. 6:19). Está sentado "a la diestra de la Majestad en las alturas" (cap. 1:3). Por eso los seres humanos pueden acercarse "confiadamente al trono de la gracia" (cap. 4:16), pueden allegarse a Dios con plena confianza”. 7CBA:756.
“Es bueno notar que éste es uno de los varios pasajes donde el autor de Hebreos recalca que, mediante Cristo Jesús, el hombre tiene acceso directo a Dios. Este parece ser el pensamiento central de todo el mensaje del libro de Hebreos. Debido al sacrifico de Cristo en favor de nosotros, ya no existe un velo entre nosotros y nuestro Dios. Nuestra esperanza "penetra hasta dentro del velo, donde Jesús entró por nosotros como precursor" (cap. 6:19-20). "No entro Cristo en el santuario hecho de mano..., sino en el cielo mismo para presentarte ahora por nosotros ante Dios" (cap. 9:24). El autor de Hebreos procura establecer la superioridad del ministerio celestial de nuestro Señor sobre el ministerio celestial de nuestro Señor sobre el ministerio terrenal cumplido por sacerdotes terrenales. Y como una de las mejores pruebas cita el glorioso hecho de que no hay un velo o barrera entre nosotros y nuestro Dios”. 7CBA:477-478.
Es “transparente” como dice Eduardo, que el autor no se está fijando en establecer si Cristo entro “aquí o allí”, sino que ya no existe una “barrera o un velo” para acercarnos a la presencia de Dios, como ocurría en el tiempo del santuario terrenal israelita. Luego complementando con esta posición, el autor utiliza las palabras exactas de la LXX, para establecer una relación con la cruz del calvario y el desgarro del velo en dos. De esta manera obtenemos una visión amplia del significado del velo en Hebreos 6 a la luz de su propio contexto.