¿ERES BUENO O MALO?¿EN QUÊ GE BASAS PARA DECIRLO?

Apreciada Luquitas

Apreciada Luquitas

No estoy de acuerdo contigo, Ricardo...

¡Claro que nos queda opciòn!!...


No vayas a pensar que tengo un espíritu de contradicción o que disfruto con llevarte la contraria, pero si no discernimos lo real de lo parecido ¿cómo aprenderíamos?

Así, el Foro es una escuela interactiva donde todos aprendemos unos de otros.

En lo que ambos tenemos que estar de acuerdo es en mantenernos dentro del asunto que tú has propuesto, y te recuerdo que el ser bueno no equivale a ser salvo, regenerado, justificado, santificado, perfecto, etc.

Aquí en el Foro hay personas no creyentes como nosotros (Martamaría y Karina Moreno, por ejemplo) que yo no dudaría en calificar como “buenas”.

El ser “bueno” es una condición más moral que espiritual, ya que un ateo o agnóstico puede ser un hijo, hermano, esposo, padre, vecino y ciudadano ejemplar, trabajador, íntegro y bondadoso, cuyo carácter y conducta avergonzaría a muchos llamados “creyentes”.

Yo he tenido que conocer y tratar “creyentes” malos y muy malos. No era evidente en ellos la obra de la gracia y el Espíritu de Dios, pues vivían en la carne y para el mundo.

Ahora, volviendo al caso de los verdaderos hijos de Dios ¡claro que no nos queda otra opción que la de ser buenos! No podemos ser distintos a nuestro Padre ya que desde nuestra regeneración llegamos a ser participantes de la naturaleza divina (2Pe 1:4). Tampoco podemos ser diferentes a nuestro Señor, Salvador y Maestro porque el Espíritu Santo trabaja en nosotros hasta ser conformados a su misma imagen (2Co 3:18).

De ningún modo quiere esto decir que seamos impecables; de ahí todas las exhortaciones bíblicas que tú recordabas a dejar de hacer lo malo.

Todos podemos descuidarnos, equivocarnos, pecar y fracasar.

Pero sabemos también que debemos arrepentirnos, confesar y buscar el perdón de Dios con la limpieza por la sangre de Jesucristo (1Jn 1:5-2:1).

El estado normal del cristiano es el de ser bueno; pero incidentalmente puede ser malo, de forma excepcional y esporádica mas nunca habitual.

Resumiendo: que incrédulos puedan ser buenos es sorprendente ¡pero que los hay los hay!

Los creyentes (no los meramente profesantes) necesariamente han de ser buenos, no sólo porque no querrían ser malos, sino porque tampoco podrían.

Que un creyente verdadero confiese ser malo, no es señal de franqueza y humildad, sino de alarma y peligro pues está expuesto a claudicar.


Cordiales saludos
 
Re: Apreciada Luquitas

Re: Apreciada Luquitas



Que un creyente verdadero confiese ser malo, no es señal de franqueza y humildad, sino de alarma y peligro pues está expuesto a claudicar.


Cordiales saludos

14 Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado.
15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago.

18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.

19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.



21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.

22 Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios;
23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.
24 ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?

------------------------------------------------------------------------------------------------------


17 De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí.
20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.


-------------------------------------------------------------------------------------------------------

ROMANOS 8
1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están EN Cristo Jesús...
 
Re: Apreciada Luquitas

Re: Apreciada Luquitas

Precisamente, aunque Pablo usa del tiempo presente como recurso didáctico, esta del cap. 7 no era su experiencia actual sino la anterior cuando no conocía a Cristo.

Su experiencia actual es la que comienza con ese versículo del cap. 8:1.


Saludos cordiales
 
Re: ¿ERES BUENO O MALO?¿EN QUÊ GE BASAS PARA DECIRLO?

Hasta que nacemos de nuevo por medio de la palabra solo hay en nosotros un hombre malo vendido al pecado.
Es el hombre natural y descendiente de Adán por voluntad de varón y de sangre y carne.

Pero si obedeciendo al llamado de Dios, nos arrepentimos de vivir de espaldas a el y con su beneplácito y su permiso, por medio de la fe, hacemos morir a este hombre malo EN Cristo, también EN Cristo seremos resucitados a una vida completamente nueva.

El hombre natural, también llamado viejo hombre es aquel cuerpo de muerte.

¿Quien nos librará de este cuerpo de muerte?
¿De este viejo hombre, de este hombre natural?

La cruz.

La muerte real de Jesús.

El bendito cordero de Dios.

Porque a Dios se le antojó determinar que pudiéramos apropiarnos de aquella muerte real, como si fuera la muerte real de nuestro viejo hombre.

En la muerte de Jesús, Dios ha decidido ver muertos a todos los culpables.
En aquella cruz Dios ve crucificada la vieja creación y el viejo hombre.
Allí quedó sepultada para siempre la desobediencia y la independencia de Dios.

De modo que...
si alguno está EN Cristo, nueva criatura es.
Las cosas viejas pasaron.
Todo es hecho nuevo EN el.
 
Re: Apreciada Luquitas

Re: Apreciada Luquitas

Precisamente, aunque Pablo usa del tiempo presente como recurso didáctico, esta del cap. 7 no era su experiencia actual sino la anterior cuando no conocía a Cristo.

Su experiencia actual es la que comienza con ese versículo del cap. 8:1.


Saludos cordiales

Seguro...
Pero para llegar al 8 hay que pasar si o si por el capítulo 7.

Y yo me pregunto...

¿Vos nunca pecás?

¿Y cuando lo hacés, lo hacés guiado por el espíritu de Dios?
¿Acaso pecás EN Cristo?

Porque mientras que el viejo hombre está vendido al pecado y no sabe hacer otra cosa que pecar, el nuevo no puede pecar porque es nacido de Dios y se deleita en hacer su voluntad siempre.

Pablo no está hablando del pasado sino de una realidad que se solo se materializa en la vida de un creyente nacido de nuevo.
Porque el creyente que en verdad nace de nuevo lleva consigo dos vidas.

¿Porque?
¿Porque hay dos vidas en una persona nacida de nuevo?

Porque en verdad el creyente aún no ha experimentado la verdadera muerte y tampoco ha sido ya resucitado.

Dios, en amor, nos permite adelantar por la fe aquellos hechos que en Cristo si fueron reales y verdaderos, hasta que por fin lleguemos a la tan esperada redención completa.
Donde ya no apoyaremos nuestra fe en los hechos de Jesús, sino que seremos resucitados por el de verdad.

Pero la muerte del viejo hombre, la resurrección y el nuevo hombre son solo artículos de fe y sin fe todo esto se desvanece y solo nos queda un hombre malo tratando de llegar a Dios y de santificarse, aunque jamás lo logrará hacer.

De nuevo podemos decir entonces que sin fe es imposible agradar a Dios y vivir EN Cristo una vida nueva.

Y el asiento de la fe es la palabra viva de Dios, y solo en ella el cristiano construye su "realidad".
 
Re: Apreciada Luquitas

Re: Apreciada Luquitas



No vayas a pensar que tengo un espíritu de contradicción o que disfruto con llevarte la contraria, pero si no discernimos lo real de lo parecido ¿cómo aprenderíamos?

En absoluto pienso eso de ti. No has dado ninguna señal de ser, en este foro, de tal manera.

Así, el Foro es una escuela interactiva donde todos aprendemos unos de otros.

O eso deberìa ser... sì.

En lo que ambos tenemos que estar de acuerdo es en mantenernos dentro del asunto que tú has propuesto, y te recuerdo que el ser bueno no equivale a ser salvo, regenerado, justificado, santificado, perfecto, etc.

Pienso que es al contrario, solo en el sentido espiritual: Ser salvo, justificado, regenerado, perfecto deberìa equivaler a ser bueno, pero no equivale, en efecto.

Aquí en el Foro hay personas no creyentes como nosotros (Martamaría y Karina Moreno, por ejemplo) que yo no dudaría en calificar como “buenas”.

En cuanto a su acepciòn social, quizà.
Aunque para mi hay una gran diferencia entre la bondad espiritual (condiciòn, identidad en Cristo) que comprehende a la bondad moral (actuaciòn), que a esta ùltima por sì misma, que existe sin necesidad de la otra.

El ser “bueno” es una condición más moral que espiritual, ya que un ateo o agnóstico puede ser un hijo, hermano, esposo, padre, vecino y ciudadano ejemplar, trabajador, íntegro y bondadoso, cuyo carácter y conducta avergonzaría a muchos llamados “creyentes”.

De acuerdo.

Yo he tenido que conocer y tratar “creyentes” malos y muy malos. No era evidente en ellos la obra de la gracia y el Espíritu de Dios, pues vivían en la carne y para el mundo.

Cierto. creo que todos conocemos a alguno y quizà a veces hemos sido uno.

Ahora, volviendo al caso de los verdaderos hijos de Dios ¡claro que no nos queda otra opción que la de ser buenos! No podemos ser distintos a nuestro Padre ya que desde nuestra regeneración llegamos a ser participantes de la naturaleza divina (2Pe 1:4).

Pero sì podemos (de capacidad y libertad)
No debemos (de obligaciòn y compromiso)
Pero queremos con toda el alma (estamos dispuestos)

Tampoco podemos ser diferentes a nuestro Señor, Salvador y Maestro porque el Espíritu Santo trabaja en nosotros hasta ser conformados a su misma imagen (2Co 3:18).

La clave, para mì es esta palabra que escribiste: hasta... es un proceso.

De ningún modo quiere esto decir que seamos impecables; de ahí todas las exhortaciones bíblicas que tú recordabas a dejar de hacer lo malo.

Todos podemos descuidarnos, equivocarnos, pecar y fracasar.

Y eso es porque naturalmente, originalmente, carnalmente somos malos...

Pero sabemos también que debemos arrepentirnos, confesar y buscar el perdón de Dios con la limpieza por la sangre de Jesucristo (1Jn 1:5-2:1).

Me parece que ESA es LA DIFERENCIA!!! entre cristianos (no denominacionalmente hablando, sino espiritualmente hablando) y no cristianos (aplicandolo a quienes solo se han puesto el nombre "cristianos").

El estado normal del cristiano es el de ser bueno; pero incidentalmente puede ser malo, de forma excepcional y esporádica mas nunca habitual.

De acuerdo, el cristiano, es cristiano en su espìritu, no en su carne. Y entonces sì, ser bueno es la norma...
Pecaremos siempre, es inevitable, pero no practicamos el pecado.

Resumiendo: que incrédulos puedan ser buenos es sorprendente ¡pero que los hay los hay!

Los creyentes (no los meramente profesantes) necesariamente han de ser buenos, no sólo porque no querrían ser malos, sino porque tampoco podrían.

Cuestiòn de enfoques eso de no poder...

Que un creyente verdadero confiese ser malo, no es señal de franqueza y humildad, sino de alarma y peligro pues está expuesto a claudicar
.

Ricardo: Cuando recièn reconocì a Cristo como Salvador, quise actuar conforme mi nueva condiciòn espiritual, y me vi representando un papel de buena, bastante chocante, falso y frustrante.
Y de verdad me creìa buena, a pesar de estar hacièndolo en mis propias fuerzas a tal punto que resultaba hipòcrita aun ante mi misma, pues los pensamientos que pasaban fugazmente y a veces no tanto, y mis reacciones emocionales a acciones eran incontrolables. Entonces caìa en frustraciòn y depresiòn, como PAblo en esa que tu dices que fue una etapa: Miserable de mì!!! ¿Quien me librarà de este cuerpo de muerte?

De a poco Dios me ha mostrado que, de tenga paz porque no puedo, en mis fuerzas y mientras viva, librarme de esta naturaleza pecaminosa, que, si bien me avergûenza cuando sale a la superficie (lo cual, aunque cada vez menos, es màs seguido de lo que quisiera confesar) y me lleva corriendo a arrepentimiento; no me quita hoy la paz porque confìo en Quien està haciendo la obra en mì, y que ya no soy yo representando un papel.

No pretendo, pues, ser humilde, pero sì sincera con Dios, conmigo y con todos. Es una lìnea delgada en la que el cristiano debe caminar siempre, asì que no solo comprendo los riesgos de estar en esta verdad (sinceridad) sino que los veo y de pronto podrìa desviarme a la derecha o a la izquierda. Pero ¿No es esta la vida que debemos vivir?
 
Re: Apreciada Luquitas

Re: Apreciada Luquitas

Precisamente, aunque Pablo usa del tiempo presente como recurso didáctico, esta del cap. 7 no era su experiencia actual sino la anterior cuando no conocía a Cristo.

Su experiencia actual es la que comienza con ese versículo del cap. 8:1.


Saludos cordiales

¿Còmo llegas a esta conclusiòn??
 
Re: Apreciada Luquitas

Re: Apreciada Luquitas

[h=2]
icon1.png
Re: Apreciada Luquitas[/h]

quote_icon.png
Originalmente enviado por Ricardo
Precisamente, aunque Pablo usa del tiempo presente como recurso didáctico, esta del cap. 7 no era su experiencia actual sino la anterior cuando no conocía a Cristo.

Su experiencia actual es la que comienza con ese versículo del cap. 8:1.


Saludos cordiales




¿Còmo llegas a esta conclusiòn??

Le voy a ayudar a Ricardo porque estoy de acuerdo con su entendimiento de lo que Pablo esta hablando en el capitulo 7 y 8 de romanos. La pregunta que haces es: como llegas a esa conclusión? Intentare explicar lo mas claro posible:</SPAN></SPAN>

El capitulo 7 (vv.1-6) comienza con Pablo y su analogia tomada del matrimonio para dar a los lectores el entender de que somos libres de la ley (pues a muerto a nosotros) y somos libres para unirnos a Cristo. </SPAN>[SUP]4 </SPAN>[/SUP]Así mismo, hermanos míos, ustedes murieron a la ley mediante el cuerpo crucificado de Cristo, a fin de pertenecer al que fue *levantado de entre los muertos.</SPAN></SPAN> </SPAN>Al haber muerto a la ley podemos – v6. …servir a Dios con el nuevo poder que nos da el Espíritu, y no por medio del antiguo mandamiento escrito.</SPAN></SPAN>
Los versículos claves para entender que Pablo hace referencia a quien el era antes en la ley comienzan en el v.9: </SPAN></SPAN></SPAN>[SUP]9 </SPAN></SPAN>[/SUP]</SPAN>En otro tiempo yo tenía vida aparte de la ley; pero cuando vino el mandamiento, cobró vida el pecado y yo morí. </SPAN></SPAN></SPAN></SPAN>[SUP]10 </SPAN>[/SUP]</SPAN>Se me hizo evidente que el mismo mandamiento que debía haberme dado vida me llevó a la muerte; </SPAN></SPAN></SPAN></SPAN></SPAN>[SUP]11 </SPAN>[/SUP]</SPAN>porque el pecado se aprovechó del mandamiento, me engañó, y por medio de él me mató</SPAN></SPAN>.</SPAN></SPAN></SPAN></SPAN>
El continua: </SPAN></SPAN></SPAN>[SUP]14 </SPAN></SPAN>[/SUP]</SPAN>Sabemos, en efecto, que la ley es espiritual. Pero yo soy meramente *humano, y estoy vendido como esclavo al pecado. </SPAN></SPAN></SPAN></SPAN>[SUP]15 </SPAN>[/SUP]</SPAN>No entiendo lo que me pasa, pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco</SPAN></SPAN>.</SPAN> Hay que notar que todo este tiempo el viene hablando acerca de la ley. Puede Pablo decir ya estando en Cristo que el ha sido vendido como esclavo al pecado? NO! En los vv. 9-11 el nos dice que el conocimiento de la ley fue lo que lo esclavizo al pecado. Y aunque el desea cumplir con la ley para obedecer a Dios “no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco” porque bajo la ley el pecado todavía reinaba en su cuerpo. El continua contando su experiencia bajo la ley hasta que hace la pregunta en el verso 24 – Quien me librara de este cuerpo mortal (esta maldita situación)? En el v.25 (“</SPAN></SPAN></SPAN>[SUP]25 </SPAN></SPAN>[/SUP]</SPAN>¡Gracias a Dios por medio de Jesucristo nuestro Señor!</SPAN>”)</SPAN></SPAN></SPAN> el da a ver quien fue el que lo libro de todo lo que nos dio a entender de los vv. 9-23. </SPAN></SPAN></SPAN>
El capitulo 8 comienza con la palabras “Por lo tanto” que da a entender que el pensamiento continua con lo que termino diciendo en el capitulo 7. </SPAN></SPAN></SPAN>
Y la clave aquí que hace un gran contraste con todo lo que el era bajo la ley en los vv.9-23 es lo siguiente: </SPAN></SPAN></SPAN>[SUP]2 </SPAN></SPAN>[/SUP]</SPAN>pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me</SPAN>[SUP]]</SPAN>[/SUP] ha liberado de la ley del pecado y de la muerte</SPAN></SPAN></SPAN>.</SPAN> Es muy claro que si Pablo en el Espíritu ha sido liberado de la ley del pecado, no puede a la misma vez decir “</SPAN>estoy vendido como esclavo al pecado. </SPAN></SPAN></SPAN>[SUP]15 </SPAN>[/SUP]</SPAN>No entiendo lo que me pasa, pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco"</SPAN></SPAN></SPAN></SPAN></SPAN>
En conclusión uso las palabras de Ricardo – “</SPAN></SPAN>aunque Pablo usa del tiempo presente como recurso didáctico, esta del cap. 7 no era su experiencia actual sino la anterior cuando no conocía a Cristo.

Su experiencia actual es la que comienza con ese versículo del cap. 8:1.”</SPAN>
</SPAN></SPAN>
 
Re: Apreciada Luquitas

Re: Apreciada Luquitas

A mi ultimo post le agrego lo siguiente para que sea mas facil de entender el contexto (que lindo es el Espiritu Santo como acaba de dar a ver) :

Los versiculos 1-6 del capitulo 7 es Pablo enseñando lo que es estar bajo la ley, como morimos a ella, y despues vivir en el Espiritu.

Los versiculos 7-24 es Pablo contando su testimonio de quien era el bajo la ley. El versiculo 25 explica como murio a la ley y se unio a Cristo. Y el capitulo 8 es el viviendo en el Espiritu!
 
Re: Apreciada Luquitas

Re: Apreciada Luquitas

A Salmo, Luquitas y Dan:

Totalmente de acuerdo con lo expuesto por Dan y ahora agregaré algo lo más sencillamente que me sea posible:

Todos los que han llegado a ser hijos de Dios por la fe, recibieron el evangelio que les es predicado a los pecadores: Cristo fue muerto por nuestros pecados (1Co 15:3).

Ahora, la mayoría de los salvos ignoran el evangelio dado a los creyentes: Nosotros mismos también morimos con Cristo cuando él murió.

No solamente nuestros pecados fueron puestos sobre el cuerpo de nuestro substituto en la cruz, sino que Él también cargó con nosotros mismos.

Si ustedes leen atentamente Romanos 6 y buscan otros pasajes paralelos en la epístolas paulinas, quizás sean iluminados y terminen cantando victoria.

El problema con nosotros, es que nos iniciamos en la vida cristiana, por gracia, en el Espíritu y por la fe; luego proseguimos por la ley, en la carne y por obras.

Así, el fracaso es inminente, y la mayoría de los creyentes (como Salmo) llegan a imaginar que Pablo todavía seguía experimentando lo que recuerda al final del cap. 7 de Romanos.

Vean donde está el error: los cristianos pretenden crucificar y matar su viejo hombre, sin caer en cuenta todavía que ya fue crucificado, muerto y sepultado.

Si leen detenidamente Romanos 6 con oración, seguramente se les va a hacer la luz de que ustedes no tienen que hacer nada sino descansar en lo que ya está definitivamente hecho.
,
Por ejemplo, pocos maestros se gastan en predicar sobre Ro 6:11:

" Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro".

Este es el punto: miran a su carne y siente la fuerza y atracción del pecado. Si miraran a Cristo, su cruz, la tumba vacía y su venida en gloria, edificarían su espíritu sin alimentar su carne.

Cuando yo era joven, teníamos en la congregación un hermano anciano muy temperamental. Así que frecuentemente ofendía a alguno, aunque luego se arrepentía y le pedía perdón.

Entonces solía excusarse conmigo diciéndome:

-¡Es mi viejo hombre!

Vez tras vez escuchaba yo el mismo pretexto y sufría por no atreverme a hablar a un hermano mucho mayor.

Al final, tras venirme nuevamente con su: "No puedo con mi viejo hombre" me armé de valor y le dije frontalmente:

-¡No don Juan, no es su viejo hombre el culpable sino Vd.!

-¡Pero hermano, la Biblia dice...! -intentó explicarse pero lo interrumpí:

-La Biblia dice que su viejo hombre fue crucificado y muerto con Cristo, y al bautizarse Vd. dio testimonio público de haberlo sepultado y andar ahora en novedad de vida habiendo resucitado espiritualmente con Él, y sentado en los lugares celestiales juntamente con Él.

Don Juan abrió tremendos ojos sorprendido porque le hablase en tono tan alto y firme, pero todavía intentó defenderse:

-Pero hermano...mi viejo hombre tiene que estar todavía vivito y coleando porque al menor descuido ya meto la pata y la embarro.

-No, no es así -proseguí con valor y entusiasmo-, lo que ocurre es que Vd. se baja del sitial que tiene junto con Cristo, camina hasta el cementerio, hunde sus uñas en la tierra, extrae su podrida osamenta y se la lleva con su fétido olor sobre sus hombros. ¡Entonces no se maraville que tropiece y peque!

Por gracia de Dios don Juan finalmente entendió que su viejo hombre había quedado definitivamente sepultado y nunca más debía de recuperarlo.

Comprendo que con estas pocas palabras difícilmente pueda explicar tremenda realidad espiritual como esta.

Ahora nuestro espíritu podrá luchar con la carne ya que sus apetencias son opuestas ¡pero lo del viejo hombre quedó en el pasado!


Saludos cordiales
 
Re: Apreciada Luquitas

Re: Apreciada Luquitas

A Salmo, Luquitas y Dan:

Totalmente de acuerdo con lo expuesto por Dan y ahora agregaré algo lo más sencillamente que me sea posible:

Todos los que han llegado a ser hijos de Dios por la fe, recibieron el evangelio que les es predicado a los pecadores: Cristo fue muerto por nuestros pecados (1Co 15:3).

Ahora, la mayoría de los salvos ignoran el evangelio dado a los creyentes: Nosotros mismos también morimos con Cristo cuando él murió.

No solamente nuestros pecados fueron puestos sobre el cuerpo de nuestro substituto en la cruz, sino que Él también cargó con nosotros mismos.

Si ustedes leen atentamente Romanos 6 y buscan otros pasajes paralelos en la epístolas paulinas, quizás sean iluminados y terminen cantando victoria.

El problema con nosotros, es que nos iniciamos en la vida cristiana, por gracia, en el Espíritu y por la fe; luego proseguimos por la ley, en la carne y por obras.

Así, el fracaso es inminente, y la mayoría de los creyentes (como Salmo) llegan a imaginar que Pablo todavía seguía experimentando lo que recuerda al final del cap. 7 de Romanos.

Vean donde está el error: los cristianos pretenden crucificar y matar su viejo hombre, sin caer en cuenta todavía que ya fue crucificado, muerto y sepultado.

Si leen detenidamente Romanos 6 con oración, seguramente se les va a hacer la luz de que ustedes no tienen que hacer nada sino descansar en lo que ya está definitivamente hecho.
,
Por ejemplo, pocos maestros se gastan en predicar sobre Ro 6:11:

" Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro".

Este es el punto: miran a su carne y siente la fuerza y atracción del pecado. Si miraran a Cristo, su cruz, la tumba vacía y su venida en gloria, edificarían su espíritu sin alimentar su carne.

Cuando yo era joven, teníamos en la congregación un hermano anciano muy temperamental. Así que frecuentemente ofendía a alguno, aunque luego se arrepentía y le pedía perdón.

Entonces solía excusarse conmigo diciéndome:

-¡Es mi viejo hombre!

Vez tras vez escuchaba yo el mismo pretexto y sufría por no atreverme a hablar a un hermano mucho mayor.

Al final, tras venirme nuevamente con su: "No puedo con mi viejo hombre" me armé de valor y le dije frontalmente:

-¡No don Juan, no es su viejo hombre el culpable sino Vd.!

-¡Pero hermano, la Biblia dice...! -intentó explicarse pero lo interrumpí:

-La Biblia dice que su viejo hombre fue crucificado y muerto con Cristo, y al bautizarse Vd. dio testimonio público de haberlo sepultado y andar ahora en novedad de vida habiendo resucitado espiritualmente con Él, y sentado en los lugares celestiales juntamente con Él.

Don Juan abrió tremendos ojos sorprendido porque le hablase en tono tan alto y firme, pero todavía intentó defenderse:

-Pero hermano...mi viejo hombre tiene que estar todavía vivito y coleando porque al menor descuido ya meto la pata y la embarro.

-No, no es así -proseguí con valor y entusiasmo-, lo que ocurre es que Vd. se baja del sitial que tiene junto con Cristo, camina hasta el cementerio, hunde sus uñas en la tierra, extrae su podrida osamenta y se la lleva con su fétido olor sobre sus hombros. ¡Entonces no se maraville que tropiece y peque!

Por gracia de Dios don Juan finalmente entendió que su viejo hombre había quedado definitivamente sepultado y nunca más debía de recuperarlo.

Comprendo que con estas pocas palabras difícilmente pueda explicar tremenda realidad espiritual como esta.

Ahora nuestro espíritu podrá luchar con la carne ya que sus apetencias son opuestas ¡pero lo del viejo hombre quedó en el pasado!


Saludos cordiales


Yo entiendo perfectamente todo lo que expresas y citas y estoy de acuerdo.
Sin embargo no creo que estos sucesos (morir al viejo hombre, etc) sean eventos inmediatos y de una sola vez, sino que, como dije en otro post, son procesos que implican tiempo, madurez espiritual, etc.
Lo que cita la Biblia, en muchos casos, es la meta para el hombre y en la medida que nuestra fe es ejercitada va tomando lugar esa meta.

La cuestiòn, Ricardo, y el tema del epìgrafe es si eres bueno o malo, no desde un punto de vista teològico (aunque real), sino desde el tema meramente pràctico y cotidiano, tomando en cuenta que maldad es pecado o pecado es maldad. ¿Existe alguien que nunca peca? Esa persona serìa "buena".

¿Sì me explico?
 
Re: Apreciada Luquitas

Re: Apreciada Luquitas

A Salmo, Luquitas y Dan:

Totalmente de acuerdo con lo expuesto por Dan y ahora agregaré algo lo más sencillamente que me sea posible:

Todos los que han llegado a ser hijos de Dios por la fe, recibieron el evangelio que les es predicado a los pecadores: Cristo fue muerto por nuestros pecados (1Co 15:3).

Ahora, la mayoría de los salvos ignoran el evangelio dado a los creyentes: Nosotros mismos también morimos con Cristo cuando él murió.

No solamente nuestros pecados fueron puestos sobre el cuerpo de nuestro substituto en la cruz, sino que Él también cargó con nosotros mismos.

Si ustedes leen atentamente Romanos 6 y buscan otros pasajes paralelos en la epístolas paulinas, quizás sean iluminados y terminen cantando victoria.

El problema con nosotros, es que nos iniciamos en la vida cristiana, por gracia, en el Espíritu y por la fe; luego proseguimos por la ley, en la carne y por obras.

Así, el fracaso es inminente, y la mayoría de los creyentes (como Salmo) llegan a imaginar que Pablo todavía seguía experimentando lo que recuerda al final del cap. 7 de Romanos.

Vean donde está el error: los cristianos pretenden crucificar y matar su viejo hombre, sin caer en cuenta todavía que ya fue crucificado, muerto y sepultado.

Si leen detenidamente Romanos 6 con oración, seguramente se les va a hacer la luz de que ustedes no tienen que hacer nada sino descansar en lo que ya está definitivamente hecho.
,
Por ejemplo, pocos maestros se gastan en predicar sobre Ro 6:11:

" Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro".

Este es el punto: miran a su carne y siente la fuerza y atracción del pecado. Si miraran a Cristo, su cruz, la tumba vacía y su venida en gloria, edificarían su espíritu sin alimentar su carne.

Cuando yo era joven, teníamos en la congregación un hermano anciano muy temperamental. Así que frecuentemente ofendía a alguno, aunque luego se arrepentía y le pedía perdón.

Entonces solía excusarse conmigo diciéndome:

-¡Es mi viejo hombre!

Vez tras vez escuchaba yo el mismo pretexto y sufría por no atreverme a hablar a un hermano mucho mayor.

Al final, tras venirme nuevamente con su: "No puedo con mi viejo hombre" me armé de valor y le dije frontalmente:

-¡No don Juan, no es su viejo hombre el culpable sino Vd.!

-¡Pero hermano, la Biblia dice...! -intentó explicarse pero lo interrumpí:

-La Biblia dice que su viejo hombre fue crucificado y muerto con Cristo, y al bautizarse Vd. dio testimonio público de haberlo sepultado y andar ahora en novedad de vida habiendo resucitado espiritualmente con Él, y sentado en los lugares celestiales juntamente con Él.

Don Juan abrió tremendos ojos sorprendido porque le hablase en tono tan alto y firme, pero todavía intentó defenderse:

-Pero hermano...mi viejo hombre tiene que estar todavía vivito y coleando porque al menor descuido ya meto la pata y la embarro.

-No, no es así -proseguí con valor y entusiasmo-, lo que ocurre es que Vd. se baja del sitial que tiene junto con Cristo, camina hasta el cementerio, hunde sus uñas en la tierra, extrae su podrida osamenta y se la lleva con su fétido olor sobre sus hombros. ¡Entonces no se maraville que tropiece y peque!

Por gracia de Dios don Juan finalmente entendió que su viejo hombre había quedado definitivamente sepultado y nunca más debía de recuperarlo.

Comprendo que con estas pocas palabras difícilmente pueda explicar tremenda realidad espiritual como esta.

Ahora nuestro espíritu podrá luchar con la carne ya que sus apetencias son opuestas ¡pero lo del viejo hombre quedó en el pasado!


Saludos cordiales
Completamente de acuerdo. No se que te hace pensar de lo que digo que tengo una manera de pensar diferente.
Romanos 6 es claro al decir que somos sepultados al comienzo de nuestra vida cristiana.
 
Re: Apreciada Luquitas

Re: Apreciada Luquitas

Una cosa es la verdad y otra cosa es lo que yo creo.
Cuando los negros fueron liberados por ley en EEUU, a muchos les costó mucho asimilarlo.
Aún hoy pueden arrastrar vestigios de esa esclavitud que soportaron.
A muchos creyentes nos pasa lo mismo. Sabemos que nuestro viejo está muerto pero no lo creemos del todo.
Así entonces sucede lo que dice luquitas.
Vamos aprendiendo a creerle a Dios y a no dudar.
No es que sepultamos al viejo hombre hoy, sino que es hoy el dia que creemos en verdad que el tipo ya estaba muerto.
 
Re: Apreciada Luquitas

Re: Apreciada Luquitas

Yo entiendo perfectamente todo lo que expresas y citas y estoy de acuerdo.
Sin embargo no creo que estos sucesos (morir al viejo hombre, etc) sean eventos inmediatos y de una sola vez, sino que, como dije en otro post, son procesos que implican tiempo, madurez espiritual, etc.
El discipulado, la santificación y perfección cristiana, el discernimiento espiritual y el ejercicio de los dones espirituales, son todos procesos de crecimiento que pueden ser largos.

La muerte del moribundo que agoniza y su posterior sepultura ni siquiera son vistos como procesos, ya que el desenlace de la primera y el entierro que sigue no se dilatan ni postergan por mucho tiempo. Lo que sí puede demorar muchísimo es que un cristiano logre enterarse lo que nunca supo porque tampoco fue instruido.

El pecar mucho, poquito o nada no es lo que hace mala o buena a una persona.

Por supuesto, cuanto más pecadora, difícilmente luzca como buena.

Siendo que todos pecamos -y quien lo niegue dice Juan que es mentiroso-, todos serían malos en el mundo, incluidos los cristianos más fieles y santos.

No va por ahí la cosa.

Un religioso puede ser malo y un incrédulo puede ser bueno.

El bueno lo es no para su propia satisfacción sino por su abierta disposición en prodigarse a los demás.

El malo lo es porque no quiere ni puede ser bueno, y no repara en el mal que hace a otros buscando su propio beneficio.


Saludos cordiales
 
Re: Apreciada Luquitas

Re: Apreciada Luquitas

Romanos 6 es claro al decir que somos sepultados al comienzo de nuestra vida cristiana.
Perdón... se me chispotearon los cables.
Estoy haciendo el piso de mi casa, el segundo, y no solo está toda la casa alborotada, sino que tengo la espalda rota... jeje
Y recién coloqué el tercer tirante...
Retiro la barbaridad que dije... jeje
 
Re: Apreciada Luquitas

Re: Apreciada Luquitas

Luquitas:
La vida del cristiano es una vida de fe desde su mismo comienzo.
Sabemos que debemos creerle a Dios pero desconocemos su palabra.
El crecimiento se remontaría a conocer esa verdades que no hacen libres de las mentiras y de su poder.
Mientras que en muchos aspectos se nos va haciendo la luz, en otros campea nuestra ignorancia.

Por un lado tenemos lo que hizo Cristo en favor nuestro.
En esas cosas no solo no hay proceso alguno sino que ya ocurrieron aún antes de siquiera haber nacido nosotros.

Fuimos incluidos en aquella cruz hace 1981 años aún sin haber nacido.
Entonces fuimos muertos allá y allá fuimos resucitados.

Cuando nos arrepentimos y nos bautizamos, nos apropiamos por medio de la fe de hechos que ya ocurrieron en aquel lejano pasado.

¿Entonces si todo ya fue hecho porque crecemos?
De hecho no porque vayamos clavando mas profundamente a Jesús en aquella cruz.
Ya fue clavado, sepultado y resucitado.

Pero el problema está en nuestra mente.
Es la mente la que debe acusar el impacto de la nueva forma de vida y sus nuevas reglas.

Al ir estudiando la palabra, mentiras anidadas profundamente van perdiendo su poder y fortalezas son desintegradas por la verdad de Dios.
 
Re: Apreciada Luquitas

Re: Apreciada Luquitas



La muerte del moribundo que agoniza y su posterior sepultura ni siquiera son vistos como procesos, ya que el desenlace de la primera y el entierro que sigue no se dilatan ni postergan por mucho tiempo. Lo que sí puede demorar muchísimo es que un cristiano logre enterarse lo que nunca supo porque tampoco fue instruido.

Eso o porque no termina de creerlo, como dice Salmo.

El pecar mucho, poquito o nada no es lo que hace mala o buena a una persona.

Yo pienso que sì, intrìnsecamente. Como dije, el malo ¿no lo es por cuànto peca? "el bueno" ¿No es "bueno" por cuanto no peca?
¿No dice la BIblia que NO hay justo ni aùn uno, no hay quien haga lo bueno? y ¿no dice que el que falta en un solo punto, falta a todo?
Pero explìcame. Te leo.

Por supuesto, cuanto más pecadora, difícilmente luzca como buena.

No solo que cuànto màs pecadora.... Leème bien: Puede existir un asesino "menos pecador" (no segùn la BIblia, obviamente) que una monja, que una viejita... Porque la maldad radica en lo profundo de los pensamientos, llevarlo a la pràctica solo es cuestiòn de circunstancias y oportunidades.

Siendo que todos pecamos -y quien lo niegue dice Juan que es mentiroso-, todos serían malos en el mundo, incluidos los cristianos más fieles y santos.

Y lo son, en ese sentido...

No va por ahí la cosa.

Un religioso puede ser malo y un incrédulo puede ser bueno.

El bueno lo es no para su propia satisfacción sino por su abierta disposición en prodigarse a los demás.

El malo lo es porque no quiere ni puede ser bueno, y no repara en el mal que hace a otros buscando su propio beneficio.

En la concepciòn del mundo de maldad o bondad, concuerdo con tu primera premisa. Arriba puse un ejemplo del asesino y la monja.
La bondad no solo se mida en esos tèrminos morales y sentimentales, sino en lo que habita de continuo dentro de sì (mente y corazòn), por ejemplo: Alguien que ve pornografìa todo el tiempo (aunque nadie màs lo sabe) pero ayuda huèrfanos, viudas, pobres....
A ese ¿de què lo calificarìas??
 
Re: Apreciada Luquitas

Re: Apreciada Luquitas

Luquitas:
La vida del cristiano es una vida de fe desde su mismo comienzo.
Sabemos que debemos creerle a Dios pero desconocemos su palabra.

O la conocemos pero no hay revelaciòn...

El crecimiento se remontaría a conocer esa verdades que no hacen libres de las mentiras y de su poder.
Mientras que en muchos aspectos se nos va haciendo la luz, en otros campea nuestra ignorancia.

Cierto!! Vamos de gloria en gloria.

Por un lado tenemos lo que hizo Cristo en favor nuestro.
En esas cosas no solo no hay proceso alguno sino que ya ocurrieron aún antes de siquiera haber nacido nosotros.

Fuimos incluidos en aquella cruz hace 1981 años aún sin haber nacido.
Entonces fuimos muertos allá y allá fuimos resucitados.

Què maravilla!! ¿no?

Cuando nos arrepentimos y nos bautizamos, nos apropiamos por medio de la fe de hechos que ya ocurrieron en aquel lejano pasado.

¿Entonces si todo ya fue hecho porque crecemos?
De hecho no porque vayamos clavando mas profundamente a Jesús en aquella cruz.
Ya fue clavado, sepultado y resucitado.

Pero el problema está en nuestra mente.
Es la mente la que debe acusar el impacto de la nueva forma de vida y sus nuevas reglas.

Cierto.

Al ir estudiando la palabra, mentiras anidadas profundamente van perdiendo su poder y fortalezas son desintegradas por la verdad de Dios.

Estudiando la Palabra pero en comunòn con Èl ¿Right? de lo contrario, es pura informaciòn intelectual que no germina ni transforma.
 
Re: Apreciada Luquitas

Re: Apreciada Luquitas

Luquitas:
Sabemos que debemos creerle a Dios pero desconocemos su palabra.
Sobre este punto, a lo que me refería es al comienzo de nuestra vida cristiana, cuando de repente se nos hace la luz y su palabra nos parece completamente nueva y verdadera.
Cuando somo recién naciditos y bebitos espirituales.
El mensaje es claro.
Dios nos ama y todo lo que el tenía que hacer por nosotros ya lo hizo al encarnarse.
Ahora nos toca a nosotros conocer todo ese amor que nos fue derramado y regalado desde el cielo.
Dios te bendiga hermanita y a los tuyos.
 
Re: Apreciada Luquitas

Re: Apreciada Luquitas

Estudiando la Palabra pero en comunión con Él ¿Right? de lo contrario, es pura información intelectual que no germina ni transforma.
Amén...
El secreto pasa por creer y entender que el está tan vivo como lo estás vos o lo estoy yo.
Su palabra está viva porque el está vivo y la respalda.
Decimos que lo nuestro no es una religión sino una relación y esa relación es minuto a minuto.
El está con vos todo el tiempo.
Tan cerca que puede escuchar los latidos de nuestro corazón.
No hay puerta que no traspase.
Aunque nos aislemos del mundo y nos encerremos profundo, allí estará el dispuesto a escucharnos.
Jesús vino del mismo cielo a golpear a la puerta de nuestro corazón.
Entonces le abrimos la puerta y lo hacemos pasar para siempre.
Es nuestro puerto seguro y toda nuestra estabilidad.
Nuestro futuro es el o no tenemos futuro.
El es nuestro socorro siempre oportuno.
La piedra dura donde podemos pararnos.
Jesús es el deseado de los corazones rotos y lastimados.
Y es aceite fresco para nuestras heridas.
Salud plena y sanidad real para nuestra emociones.
Cosas reales de todos los días.
Temores que nos de golpe. Temores de madre y temores de padre. Temores de los que aman.
Porque cuando arrancamos el día, nuestros pies se llenan de polvo.
Pero cuando al fin paramos un momento, el se ciñe la tolla y los lava con amor eterno para volver a dejarnos limpios.
Jesús es el amor en su máxima expresión.
Y no le amamos porque somos buenos sino porque el nos amo primero.
Ya nos amó al crearnos y nunca dejó de hacerlo.
¿Acaso no lo merece todo?
El estabiliza nuestros sentimientos porque cuando le amamos por sobre todas la cosas, todo nuestro entorno se acomoda solo.
Algunos piensan que Dios es un ególatra que busca ser amado en primer lugar y en completa exclusividad, pero es totalmente lo contrario.
El sabe bien que la idolatría nos acuesta y nos deja completamente desarmados y vulnerables.
Y nos debilita de tal forma que no vuelve completamente esclavos.
Pero cuando amamos a Dios por sobre todas las cosas, nuestro hombre interior se para erguido y camina como un señor sobre la tierra y no hay nada que pueda derribarlo.