Re: Todas las cosas POR ÉL fueron hechas (Dios tiene un compañero)
carlos3477;1069261]¿Cómo de elevados? ¿Irse a misiones? ¿Irse a vivir a los campos de refugiados?
Porque si yo vivo sin hacer daño a nadie, compartiemdo mi tiempo, mis conocimientos, mis cosas materiales, ayudando en lo que puedo...¿De verfdad crees que estoy violando algún mandato divino?
Yo no lo creo.
Martamaría[/QUOTE]
Martamaría, me impactaste un poco con la historia de tu vida.
Sólo te falta fe.
Cuándo perdiste la fe...la tuviste alguna vez?
Dios te bendiga.[/QUOTE]
Pues claro que la tuve, ¿cómo si no la estaría buscando sin rendirme?
Uan persona puede ser incrédula porque nunca haya oído hablar de Dios y no desear conocerlo, no por nada, sino porque se haya acostumbrado a vivir sin él.
Puede que otros al escuchar hablar de Dios deseen conocerlo por lo que le cuenta.
Pero no es ni parecido a lo que sucede con quien ha tenido fe y la ha perdido, como es mi caso.
Yo la tuve hasta que empecé a estudiar.
Mi fe era un fe ciega. Creía porque mi madre creía, y mi escuela era católica y mi parroquia también. Y todo a mi alrededor era católico sin la menor duda. Y yo tampoco las tenía, vamos, ni se me pasaba por la mente que la religión católica no fuera la única verdadera. Es más, decía que a mí nadie me convencería de lo contrario. Pensaba que era cuestión de decirlo más fuerte que los de las otra religiones. Ya.
Pero en cuanto empecé a estudiar, ya con 28 años, la cosa cambió. Entonces empecé a preguntarme sobre lo que creía y la existencia de Dios. Y empezaron las dudas. Y aunque seguía creyendo, porque me parecía que no podía dejar de creer, porque aún pensaba que yo no podía ir contra lo que decía el Papá y la Iglesia, pues mi razón ya no podía admitirlo.
¿Te imaginas lo que es pasar años, mientras estudiaba y cuidaba de mis padres, entre dos "fuerzas" que tiraban de mí en sentido contrario? Una mi razón, que ya no me dejaba creer y la otra, que no se atrevía a "dejar" de creer porque ¿cómo iba a ir en contra de la Iglesia? Sólo Dios sabe, si es que lo sabe, las lágrimas que derramé intentando volover a creer. Entonces sí que recé y pedí que desaparecieran todas mis dudas para poder creer de nuevo. Pero Dios, no me hizo caso. Ni escuchó mi petición, ni enjugó mis lágrimas.
Al fin, puede "soltarme" de la idea de que no podía pensar diferente que la Iglesia, y recobré la paz.
Pero no he olvidado lo bien que me sentía cuando creía que Dios me escuchaba en cualquier momento, y por eso le habla lo mismo en la iglesia, que a la noche, y podía aceptar que todo lo que me ocurriera era por mi bien y sobre todo, que que en la eternidad nos reuniríamos todos y le "veríamos".
O sea, que cuando hablo de fe, sé lo que digo, porque la he vivido con el corazón. Y por eso deseo volver a encontrarla y por eso busco a Dios, pero el Dios de la biblia no puede existir. Un Dios no puede actuar como actúa el de la biblia. Y no sé como lo puede creer nadie.
Quizá exista Dios, yo lo deseo, pero no actuará como el de la biblia.
Por eso no puedo pensar que la biblia es su palabra. Un Dios no puede ser así.
Pero eso no quiere decir que sea a mi medida para poder hacer lo que me dé la gana. Busco un Dios que actúe como un Dios, no como un soberano dictador.
Y mientras lo encuentro vivo como dice el evangelio que nos mandó Jesús: amando a los demás y confiando en que más allá encuentre por fin al Dios que busco y buscaré hasta el último aliento.
Un saludo y gracias por tu interés.
Martamaría
carlos3477;1069261]¿Cómo de elevados? ¿Irse a misiones? ¿Irse a vivir a los campos de refugiados?
Porque si yo vivo sin hacer daño a nadie, compartiemdo mi tiempo, mis conocimientos, mis cosas materiales, ayudando en lo que puedo...¿De verfdad crees que estoy violando algún mandato divino?
Yo no lo creo.
Martamaría[/QUOTE]
Martamaría, me impactaste un poco con la historia de tu vida.
Sólo te falta fe.
Cuándo perdiste la fe...la tuviste alguna vez?
Dios te bendiga.[/QUOTE]
Pues claro que la tuve, ¿cómo si no la estaría buscando sin rendirme?
Uan persona puede ser incrédula porque nunca haya oído hablar de Dios y no desear conocerlo, no por nada, sino porque se haya acostumbrado a vivir sin él.
Puede que otros al escuchar hablar de Dios deseen conocerlo por lo que le cuenta.
Pero no es ni parecido a lo que sucede con quien ha tenido fe y la ha perdido, como es mi caso.
Yo la tuve hasta que empecé a estudiar.
Mi fe era un fe ciega. Creía porque mi madre creía, y mi escuela era católica y mi parroquia también. Y todo a mi alrededor era católico sin la menor duda. Y yo tampoco las tenía, vamos, ni se me pasaba por la mente que la religión católica no fuera la única verdadera. Es más, decía que a mí nadie me convencería de lo contrario. Pensaba que era cuestión de decirlo más fuerte que los de las otra religiones. Ya.
Pero en cuanto empecé a estudiar, ya con 28 años, la cosa cambió. Entonces empecé a preguntarme sobre lo que creía y la existencia de Dios. Y empezaron las dudas. Y aunque seguía creyendo, porque me parecía que no podía dejar de creer, porque aún pensaba que yo no podía ir contra lo que decía el Papá y la Iglesia, pues mi razón ya no podía admitirlo.
¿Te imaginas lo que es pasar años, mientras estudiaba y cuidaba de mis padres, entre dos "fuerzas" que tiraban de mí en sentido contrario? Una mi razón, que ya no me dejaba creer y la otra, que no se atrevía a "dejar" de creer porque ¿cómo iba a ir en contra de la Iglesia? Sólo Dios sabe, si es que lo sabe, las lágrimas que derramé intentando volover a creer. Entonces sí que recé y pedí que desaparecieran todas mis dudas para poder creer de nuevo. Pero Dios, no me hizo caso. Ni escuchó mi petición, ni enjugó mis lágrimas.
Al fin, puede "soltarme" de la idea de que no podía pensar diferente que la Iglesia, y recobré la paz.
Pero no he olvidado lo bien que me sentía cuando creía que Dios me escuchaba en cualquier momento, y por eso le habla lo mismo en la iglesia, que a la noche, y podía aceptar que todo lo que me ocurriera era por mi bien y sobre todo, que que en la eternidad nos reuniríamos todos y le "veríamos".
O sea, que cuando hablo de fe, sé lo que digo, porque la he vivido con el corazón. Y por eso deseo volver a encontrarla y por eso busco a Dios, pero el Dios de la biblia no puede existir. Un Dios no puede actuar como actúa el de la biblia. Y no sé como lo puede creer nadie.
Quizá exista Dios, yo lo deseo, pero no actuará como el de la biblia.
Por eso no puedo pensar que la biblia es su palabra. Un Dios no puede ser así.
Pero eso no quiere decir que sea a mi medida para poder hacer lo que me dé la gana. Busco un Dios que actúe como un Dios, no como un soberano dictador.
Y mientras lo encuentro vivo como dice el evangelio que nos mandó Jesús: amando a los demás y confiando en que más allá encuentre por fin al Dios que busco y buscaré hasta el último aliento.
Un saludo y gracias por tu interés.
Martamaría