De nuevo tengo que pedirle que no tergiverse ni saque del contexto, ya sean los escritos de los demàs, o de la misma Biblia, y en este ùltimo caso, tampoco saque nada de la propia Biblia, que es un "todo" y se explica por sì misma desde Gènesis hasta Apocalipsis, coherentemente y sin contradicciones.
Como ya le dije, y que vd. ha tergiversado, Dios le dijo a Noè que podìa comer carne pero sin su sangre (su vida), la cual Dios reclamarà de todo ser vivo (Gènesis 9:4,5), algo que vuelve a enfatizar, hablando a los israelitas, en Levìtico 17:11-14, cuando dice que la vida està en la sangre, es decir, la sangre es la que alimenta cada una de las cèlulas del cuerpo, por tanto, sin sangre ningùn ser vivo (fìsico) podrìa vivir, asì que, no es de extrañar que Dios diga que la vida està en la sangre, por èso, por ej. en el caso de Abel, Dios dijo a Caìn que la sangre de su hermano le estaba clamando desde el suelo (Gènesis 4:10), osea, la vida, quitada violentamente, de su hermano Abel, requerìa que se hiciese justicia, ya que para Dios la vida de todo ser vivo es sagrada, pero sobre todo de los seres que estàn hecho a su imàgen y semejanza, que en la Tierra, son los seres humanos (Gènesis 1:27), y es Dios, el Creador, el ùnico quien tiene derecho a quitar esa vida que Èl mismo diò (Gènesis 9:5,6); y en el caso de la sangre de animales, en tiempos del antiguo Israel, habìa de derramarse sobre el altar para hacer expiaciòn por los pecados de los israelitas.
Pero como dice el apòstol Pablo, la sangre de animales no podìa quitar de forma perpetua los pecados (Hebreos 10:4), ya que lo que se perdiò fuè una vida humana perfecta, la de Adàn, por tanto, se exigìa otra vida humana perfecta, la del Hijo de Dios, Jesucristo, a quien el apòstol Pablo llama "el ùltimo Adàn" (1ªCorintios 15:45). Asì que, es el mismo apòstol Pablo quien hace la comparaciòn de los sacrificios de animales, que los israelitas hacìan para perdòn de sus pecados, con el sacrificio que hizo Jesucristo para perdòn de pecados de toda la humanidad (Hebreos 7:20-25; 9:11-14, 24-28; 10:4,11-14), de hecho, a Jesucristo se le llama tambièn "el cordero que quita los pecados del mundo" (Juan 1:29).
Asì que, obviamente, segùn palabras de Dios mismo, si la vida del animal està en la sangre, la vida del ser humano tambièn està en la sangre; como asì confirma Levìtico 17:14, cuando dice que la vida de toda carne està en la sangre, que en el caso de los animales, en tiempos de los israelitas, habìa que derramarla para hacer expiaciòn por los pecados de los israelitas, una razòn màs para considerar, ademàs, la sangre de animales sagrada (Levìtico 17:11-14), que, ademàs, prefigurò lo que despuès iba a hacer el Hijo de Dios, Jesucristo, cuando derramò su sangre preciosa para perdòn de pecados de toda la humanidad (1ªPedro 1:18,19); por tanto, aquì està la conexiòn entre la sangre de animales que debìa derramarse sobre el altar para perdòn de pecados de los israelitas, y la sangre que derramò Jesucristo, en el suelo, para perdòn de pecados de la humanidad, comparaciòn que la misma Biblia hace (Hebreos 9:11-14); otra razòn para considerar la sangre humana sagrada, puesto que tuvo que venir el mismo Hijo de Dios para dar su sangre, su vida, por toda la humanidad (Mateo 20:28; Juan 3:16).
Por tanto, lo que Jesucristo aboliò, al dar su vida por todos los seres humanos, fuè los sacrificios de animales que hacìan los israelitas para perdòn de sus pecados, y por ende, con su muerte y posterior resurreciòn, aboliò tambièn el antiguo pacto mosaico, estableciendo un Nuevo Pacto, en virtud de su sangre derramada, como dice el mismo Jesucristo, en Lucas 22:20: "esta copa significa el Nuevo Pacto en virtud de mi sangre, que ha de ser derramada en favor vuestro", algo que ratifica el apòstol Pablo (Lucas 22:19,20,28-30; Hebreos 8:6-13; 9:11-28).
Y fìjese bien que las palabras de Jesucristo en Lucas 22:19,20, no quiere decir que los cristianos tengamos que beber literalmente la sangre de Jesucristo, de igual forma que, cuando dice de comer el pan, no quiere decir que literalmente se tenga que tomar el cuerpo de Jesucristo, lo cual serìa canibalismo, algo que pensaron los judìos de su tiempo, y tropezaron por èllo (Juan 6:48-65); sino que tanto el pan como el vino representa el cuerpo y sangre del Hijo de Dios que èl diò a favor nuestro. Porque, ademàs, la sangre, segùn la Ley, debìa de ser derramada en el suelo (Deuteronomio 12:16).
Asì que, no es de extrañar que se vuelva a enfatizar la misma Ley que se diò a Noè y a los israelitas, a los cristianos, en Hechos 15:28,29 y 21:25, donde menciona la palabra "abstenerse... de sangre".
En cuanto a las transfusiones de sangre, incluso hoy dìa, que suele examinarse la sangre màs concienzudamente, pueden ser peligrosas, pues hay enfermedades, como la hepatitis C y D, el Sida y algunas enfermedades tìpicas de los Tròpicos, que no son fàciles de detectar, hasta varios meses despuès de contagiarse la persona, por lo que, si en ese intermedio, la persona dona sangre, podrìa contagiar a otros sin saberlo. Asì que, ese tipo de negligencias mèdicas, con referencia a las transfuiones de sangre, se dan aùn hoy dìa, sobre todo, en algunos paìses del mundo; ademàs de otras negligencias mèdicas, las cuales no suelen aparecer publicadas ni se les da mucha publicidad.
Con referencia al texto de Gàlatas 6:5, donde dice que cada cual llevarà su carga de responsabilidad, es sobre todo, para las personas que conocen lo que Dios dice en su Palabra, la Biblia (Santiago 4:17), sobre todo para los cristianos, pues en Gàlatas 6:2, menciona que cada uno debe llevar la carga del otro y viceversa, y asì cumplir con la Ley de Jesucristo, que es la misma que la de su Padre (Dios) (Juan 15:10).