Re: MATRIMONIO HOMOSEXUAL, COMO EVITARLO....
Buenas.
Injusticias hay muchas en este mundo, y, puestos a elegir el luchar contra alguna, no sería mi primera elección las uniones entre personas de igual sexo (si es que acaso pensase que tales uniones lo son).
No estoy en contra de que los homosexuales tengan su unión civil, su regularización era algo que parecía necesario, o al menos así fue planteado (no sé hasta qué punto era tal, ya que existía la figura legal de la pareja de hecho, aunque no tengo conocimiento de hasta donde llegaba en derechos y obligaciones, ni si realmente sustituía a las uniones civiles previstas en el código legal). Lo que no me parece correcto es que se llame a esa unión matrimonio, principalmente por el significado tanto etimológico como histórico de la susodicha palabra. Además, fue elegida con el único objeto de molestar, y ello, ya de por sí, descalifica tal elección. De hecho, seguramente si en vez de llamar matrimonio a este contrato, se le llama unión civil, o cualquier otro término, el debate habría sido menos encendido… Posiblemente tanto PP como PSOE habrían terminado por aprobarlo sin los acalorados enfrentamientos que tuvimos ocasión de ver en el congreso (y la numerosa lista de expertos, y algunos no tan expertos, que nos instruyeron, o en ocasiones desinformaron, durante días en el senado).
Por supuesto, el no llamarlo matrimonio habría ofendido a parte de de los del otro lado, igual a algunas asociaciones de gays y lesbianas y a unos cuantos exaltados, con las consecuentes críticas a la Iglesia, a los Cristianos en general y al PP en particular. No obstante, visto que estos mismos grupos o grupúsculos también criticaron a la Iglesia, a los Cristianos, al PP, y a todo el que opinaba diferente, con una enorme, por lo escasa, consideración y talante democrático, pues no encuentro la diferencia…
Dicho lo cual, no trato de ofender a nadie con lo que expongo: Hubo (y hay) gente que de verdad consideraba que debía llamarse matrimonio, y que lo defendía con respeto y sin denigrar a los otros. No voy a meterme en si tenían o tienen más o menos razón, por lo menos lo exponían sin considerar al contrario un criminal, algo, que de hecho, se agradece… Por ambas partes.
Porque, ocurrió que hubo una serie de personas que se sintieron atacadas y, en cierto modo discriminadas, cuando algunos sectores, principalmente de la Iglesia Católica, o vinculados de algún modo a ella, pero también de otras denominaciones, comenzaron a demonizarles (en general, no particularmente). Algo que, creo yo, también es criticable. Sería interesante saber qué cantidad de homosexuales apoyaron las protestas exaltadas de algunas asociaciones y los furibundos ataques a la Iglesia, simplemente por las furiosas críticas previas de algunos, representantes o no, pero identificados de algún modo con la Iglesia Católica, o con la derecha o el PP.
Por mi parte, considero que ni la Iglesia, ni nadie, tiene derecho a decir a dos personas adultas si pueden o no pueden compartir su vida… Si quieren hacerlo, pues que lo hagan ¿qué daño puede hacer a la Iglesia, o a cualquier denominación cristiana, o a una persona cualquiera que dos hombres o dos mujeres sean pareja o tengan una “unión civil”, llamada legalmente en este país matrimonio? No creo que tengamos derecho ninguno a decirle a dos adultos si pueden o no pueden tener sexo, o cuando sí y cuando no, o cómo debe ser éste, o si pueden o no ser pareja.
Por supuesto, usted, o cualquiera, puede opinar distinto, y yo la respeto, coincida o no con la mía, o lo haga parcialmente. Además, si en algo le ha ofendido, a usted, o a cualquier otro, lo por mí expresado, le pido disculpas por ello, pero, le reitero, que es una simple opinión, y que el mero hecho de que ello le ofendiese, no puede hacer que cambie mi parecer. No obstante sí que podría, llegado el caso, tratar de expresarlo de una forma que le resultase mas cordial.
Un cordial saludo.
Atentamente, Cthulhu.
Es lo que digo, que menos mal que siempre existiremos quienes nos opongamos, y no necesariamente por derecho metafisico. Aun Ud. solo que Ud. se opone a una aberracion menos que nosotros.
Tal vez no haya vuelta atras, eso no lo hace correcto, ni justo.
Buenas.
Injusticias hay muchas en este mundo, y, puestos a elegir el luchar contra alguna, no sería mi primera elección las uniones entre personas de igual sexo (si es que acaso pensase que tales uniones lo son).
No estoy en contra de que los homosexuales tengan su unión civil, su regularización era algo que parecía necesario, o al menos así fue planteado (no sé hasta qué punto era tal, ya que existía la figura legal de la pareja de hecho, aunque no tengo conocimiento de hasta donde llegaba en derechos y obligaciones, ni si realmente sustituía a las uniones civiles previstas en el código legal). Lo que no me parece correcto es que se llame a esa unión matrimonio, principalmente por el significado tanto etimológico como histórico de la susodicha palabra. Además, fue elegida con el único objeto de molestar, y ello, ya de por sí, descalifica tal elección. De hecho, seguramente si en vez de llamar matrimonio a este contrato, se le llama unión civil, o cualquier otro término, el debate habría sido menos encendido… Posiblemente tanto PP como PSOE habrían terminado por aprobarlo sin los acalorados enfrentamientos que tuvimos ocasión de ver en el congreso (y la numerosa lista de expertos, y algunos no tan expertos, que nos instruyeron, o en ocasiones desinformaron, durante días en el senado).
Por supuesto, el no llamarlo matrimonio habría ofendido a parte de de los del otro lado, igual a algunas asociaciones de gays y lesbianas y a unos cuantos exaltados, con las consecuentes críticas a la Iglesia, a los Cristianos en general y al PP en particular. No obstante, visto que estos mismos grupos o grupúsculos también criticaron a la Iglesia, a los Cristianos, al PP, y a todo el que opinaba diferente, con una enorme, por lo escasa, consideración y talante democrático, pues no encuentro la diferencia…
Dicho lo cual, no trato de ofender a nadie con lo que expongo: Hubo (y hay) gente que de verdad consideraba que debía llamarse matrimonio, y que lo defendía con respeto y sin denigrar a los otros. No voy a meterme en si tenían o tienen más o menos razón, por lo menos lo exponían sin considerar al contrario un criminal, algo, que de hecho, se agradece… Por ambas partes.
Porque, ocurrió que hubo una serie de personas que se sintieron atacadas y, en cierto modo discriminadas, cuando algunos sectores, principalmente de la Iglesia Católica, o vinculados de algún modo a ella, pero también de otras denominaciones, comenzaron a demonizarles (en general, no particularmente). Algo que, creo yo, también es criticable. Sería interesante saber qué cantidad de homosexuales apoyaron las protestas exaltadas de algunas asociaciones y los furibundos ataques a la Iglesia, simplemente por las furiosas críticas previas de algunos, representantes o no, pero identificados de algún modo con la Iglesia Católica, o con la derecha o el PP.
Por mi parte, considero que ni la Iglesia, ni nadie, tiene derecho a decir a dos personas adultas si pueden o no pueden compartir su vida… Si quieren hacerlo, pues que lo hagan ¿qué daño puede hacer a la Iglesia, o a cualquier denominación cristiana, o a una persona cualquiera que dos hombres o dos mujeres sean pareja o tengan una “unión civil”, llamada legalmente en este país matrimonio? No creo que tengamos derecho ninguno a decirle a dos adultos si pueden o no pueden tener sexo, o cuando sí y cuando no, o cómo debe ser éste, o si pueden o no ser pareja.
Por supuesto, usted, o cualquiera, puede opinar distinto, y yo la respeto, coincida o no con la mía, o lo haga parcialmente. Además, si en algo le ha ofendido, a usted, o a cualquier otro, lo por mí expresado, le pido disculpas por ello, pero, le reitero, que es una simple opinión, y que el mero hecho de que ello le ofendiese, no puede hacer que cambie mi parecer. No obstante sí que podría, llegado el caso, tratar de expresarlo de una forma que le resultase mas cordial.
Un cordial saludo.
Atentamente, Cthulhu.