La admiración que tenemos todos aquellos que pertenecemos a la IdDMdJI por la Hna Maria Luisa surge en razón a su gran sabiduría y maestría.
En lo que llevo de vida, no había conocido a nadie que de manera tan sencilla y clara le hablara a uno de Dios, le enseñara a conocerle, a amarle, a respetarle y agradecerle todo lo que Él diariamente aporta a nuestra vida cotidiana.
La labor que ella desempeña es absolutamente hermosa, y eso hace que todos le tengamos gran cariño, respeto, y que por eso, le reconozcamos como la cabeza de nuestra Iglesia en este mundo. Nunca la miramos como un dios, simplemente ella brilla por su honestidad y claridad, y eso a todos nosotros sin excepción nos deslumbra.
Ahora bien, nosotros en nuestra Iglesia, todos los días de cada semana, le cantamos y oramos a nuestro Dios en congregación, ya bien sea cuando estamos recibiendo enseñanzas de la Biblia -tres veces a la semana-, ó cuando vemos nuestros Estudios Biblicos, -proyecciones de nuestra Hna Maria Luisa enseñando por todas las sedes de nuestra Iglesia en el mundo, 2 veces a la semana- , ó cuando hacemos alabanza y glorificación a nuestro Dios -2 veces a la semana- ó cuando le alabamos y glorificamos buscándo que el Espíritu Santo nos bautice. -1 vez a la semana-.
En nuestra Iglesia nos han enseñado cómo alabar y orar a Dios. En la alabanza tratamos de dar libertad a nuestro espíritu para que a través de él cumplamos con el objetivo para el cual Dios nos creo, cual es el de ser elementos de alabanza y glorificación para Él.
La Biblia nos enseña cómo alabar a Dios, y nuestra Iglesia lo que hace es mostrarnos de acuerdo a ella cómo hacerlo. Aplaudimos, glorificamos a voz fuerte con nuestras gargantas, damos libertad a nuestro espíritu el cual se alegra, y todo nuestro ser vibra bajo las diferentes clases de manifestaciones que cada uno de nosotros realiza alabando, glorificando y agradeciendo, entre otras a nuestro Dios.
Muchos de nosotros en este grado de éxtasis..., porque a éso llegamos, sentimos dentro de nuestro ser la presencia de Dios, y eso..., nos hace saltar, llorar, gritar, y en general, hacer muchas cosas que una persona que no conozca esta clase de experiencia dificilmente puede llegar a entender.
Es que así sucedió el día de Pentecostés... -Hechos 2- ..., recuerde hermano que la Biblia nos indica cómo a aquellos que alababan a nuestro Dios y sobre los cuales descendió el Espíritu Santo, hablaban en lenguas y efectuaban diferentes actos, que aquellos que no participaban de ésa gran bendición, les llevó a concluir que estaban borrachos o locos -Hechos 2: 13-.
Pues éso mismo sucede hoy en nuestra Iglesia..., todos nosotros llenos de gozo glorificamos a nuestro Dios, y aquellos que no participan de ello, no nos entienden, y piensan que estamos locos.
Y tienen razón..., estamos locos de amor por nuestro Dios, y con orgullo todos demostramos nuestra emoción y sentimiento, a lo cual sólo se puede llegar una vez nos vamos acercándo a nuestro Dios a través de nuestra Iglesia.
Que hermosa bendición tenemos! Somos unos privilegiados en nuestra IdDMdJI ... imaginese lo que le estoy diciendo..., hablar cada uno de nosotros directamente con nuestro Dios..., con un Dios vivo, con el Dios que creó el mundo, el que sacó a su pueblo Israel de servidumbre en Egipto y lo llevó a través del desierto, con el Señor Jesucristo nuestro Salvador y Rey, y con su Espíritu Santo, nuestro Consolador. Que gran bendición la que tenemos!
Comprendemos que para usted o para cualquiera que no haya vivido nuestra experiencia sea dicifil de entender lo que le estamos diciendo, pero para nosotros no. Y somos muchos..., creyentes guiados directamente por Dios en más de 500 sedes de nuestra Iglesia en todo el mundo, todos pensando igual, todos felices y con la misma "locura".
Le invitamos a que dé usted una mirada a la webpage de nuestra Iglesia,
www.webiglesia.com, observe la gran cantidad de bendición que en ella existe ... créanos ... somos unos privilegiados , y usted también lo puede ser, lo único que tiene que hacer es ir a uno de nuestros oficios de enseñanza, a la sede de nuestra Iglesia que usted determine, en el lugar del mundo que quiera, y allí va a encontrar al mismo Dios que a mi me ha hablado, y que le ha hablado a todos nuestros hermanos en la Iglesia, el cual le enseñara directamente cómo es Él.
Él le llevará de su mano por un camino hermoso, le dará gozo, paz y felicidad en este mundo..., mientras usted se prepara para ser parte de su redil. Tendrá así posibilidad de lograr llegar a ésa nueva Jerusalen que Él tiene destinada para todos sus hijos en el más allá.
Cordial saludo