LAS SALVA CRISTO. REPITO:
No tienes corazón ♥. Todos tus aportes son para condenar a alguien, hasta al mismo San Agustín. Menos mal que no dependemos de ti, sino de la Misericordia de Dios, y de la Sangre de Su Hijo que nos limpia.
Respeta el dolor y la esperanza de Edil.
No voy a juzgar a los que me oyen
pero no me obedecen,
porque he venido para salvar al mundo
y no para juzgarlo.
Juan 12:47 NTV
Es por eso que trabajamos con esmero
y seguimos luchando,
porque nuestra esperanza
está puesta en el Dios viviente,
quien es el Salvador
de toda la humanidad y,
en especial,
de todos los creyentes.
Enseña esas cosas e insiste
en que todos las aprendan.
1 Timoteo 4:10-11 NTV
ES CLARO
CREE LO QUE ESTÁ ESCRITO, Y NO HAGAS MAS DAÑO:
Porque el esposo que no cree en Cristo
puede ser aceptado por Dios,
si está unido a una mujer cristiana.
Del mismo modo,
una esposa que no cree en Cristo
puede ser aceptada por Dios,
si está unida a un hombre
que sí cree en Cristo.
Además, los hijos de ellos
serán aceptados por Dios
como parte de su pueblo,
y Dios no los rechazará
como si fueran algo sucio.
1 Corintios 7:14 TLA
***
[...]
“Ahora bien, hay tal cosa como una falsa conversión. Jesús advirtió a los Fariseos, “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, Porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito y, cuando lo conseguís, lo hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros.” (Mateo 23:15).
Estas son palabras fuertes, pero vienen del Señor mismo. Y Jesús dirigió esas palabras a judíos celosos y prosélitos. Estos eran estudiosos de la Biblia, hombres quienes conocían las Escrituras.
Puedes pensar, “¿Cómo puede ser que lo que Jesús dijo sea posible? ¿Cómo puede ser que aquellos que buscan convertir hagan que los perdidos pasen a una condición peor?” Jesús contesta esto. Cuándo él gritó, “¡Hipócritas!”; él estaba declarándoles a los Fariseos, “Su fruto es malo.” Y él les advirtió, “por esto recibiréis mayor condenación.” (23:14).
Los Fariseos a los cuales Jesús se dirigió estaban más preocupados con los números en vez de ver una verdadera obra de conversión, tomar lugar en los corazones de la gente. Jesús les dijo, en efecto:
“Ustedes les están cerrando los cielos a sus tales llamados ‘convertidos.’ Y está sucediendo porque ustedes no tienen palabra de Dios en su propia vida. Ustedes van a tal extremadas labores planeando hacer convertidos. Pero, en realidad, están cerrándoles los cielos a la gente que alcanzan.”
Cristo despreciaba la hipocresía de líderes eclesiásticos quienes estaban más preocupados en contar cabezas que en conversiones verdaderas.
Trágicamente, vemos el mismo espíritu dividiendo a muchos en la iglesia hoy. Me pregunto si Jesús diría algo similar a muchos pastores encargados sobre la casa de Dios: “Ustedes recorren mar y tierra por nuevos conceptos, ideas, y programas. Y todo es para que la gente entre a la iglesia. Han sido mordidos por la hipocresía de los números. Ustedes miden el éxito por él número de cuerpos que llenan sus asientos.”
Puedo decirles que en nuestra iglesia no todo el que se llama cristiano es un verdadero convertido, un creyente salvo. Al mismo tiempo, puedo asegurarles que si tales personas vienen aquí y terminan siendo doblemente un hijo del infierno, no será por lo que escucharon del púlpito. No será a causa de un mensaje evangelio incompleto. No, será porque ellos rechazaron la verdad convencedora del Espíritu Santo.”
[...]
DAVID WILKERSON
https://worldchallenge.org/es/content/por-que-el-mundo-odia-los-cristianos
***
Si no tengo amor,
de nada me sirve hablar
todos los idiomas del mundo,
y hasta el idioma de los ángeles .
Si no tengo amor,
soy como un pedazo de metal ruidoso;
¡soy como una campana desafinada!
Si no tengo amor,
de nada me sirve hablar
de parte de Dios
y conocer sus planes secretos.
De nada me sirve
que mi confianza en Dios
me haga mover montañas.
[...]
Ahora conocemos a Dios
de manera no muy clara,
como cuando vemos
nuestra imagen reflejada
en un espejo a oscuras.
Pero, cuando todo sea perfecto,
veremos a Dios cara a cara.
Ahora lo conozco de manera imperfecta;
pero cuando todo sea perfecto,
podré conocerlo como él me conoce a mí.
Hay tres cosas que son permanentes:
la confianza en Dios,
la seguridad de que él
cumplirá sus promesas,
y el amor.
De estas tres cosas,
la más importante es el amor.
1 Corintios 13:1-2, 12-13 TLA
><>