Originalmente enviado por Marsuar:
Originalmente enviado por Jetonius:
Por más respeto que tengamos por Lutero, no le atribuimos la infalibilidad que le negamos al papa. Como cualquier otro escritor cristiano, dijo muchas cosas correctas y algunas erróneas o no conformes a la Escritura.
Bendiciones en Cristo,
Jetonius
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Marsuar:
Ni tu tampoco la tienes amigo Jetonius caes en errores constantes en tus deliberaciones. Entre otros afirmas que Maria estaba con los hermanos de Jesucristo cuando no es cierto. En la lengua original de Jesucristo no existia distingo alguno entre hermanos y familiares. La Iglesia para ser fiel al texto de la Vulgata usa la palabra hermanos pero en realidad significa ambas cosas y que deberias traducir por familiares si hubieras profundizado en el estudio de estas lenguas antiguas.
Un fuerte abrazo en Cristo.
Estimado Marsuar:
Le puedo asegurar que jamas ha pasado por mi mente la idea de ser infalible.
Sin embargo, no hay ninguna razon para pensar que los que iban con Maria eran otra cosa que hermanos y hermanas de Jesus nacidos de la misma madre de Jesus que los acompaña.
"La Iglesia" no traduce «hermanos» solo ni primariamente para ser fiel a la Vulgata. Todas las traducciones modernas, catolicas y protestantes por igual, se basan primariamente en el Nuevo Testamento griego, no en la Vulgata.
Reproduzco aqui una parte de un breve articulo mio sobre la Bienaventurada Maria que aparece en el mensaje 001208 de este foro.
"Lo que la Biblia claramente enseña es que ella era virgen al concebir, y que permaneció en tal condición hasta el nacimiento de Jesús (Mateo 1:25). Aunque la concepción de Jesús fue un milagro obrado por el poder del Espíritu Santo, parece claro que el embarazo y el parto fueron completamente normales. No se menciona ningún milagro en conexión con ellos (Mateo 1:25; Lucas 2: 6-7).
Nada hay en las Escrituras que afirme, implique o exija la perpetua virginidad de María. Por el contrario, el NT menciona en varias ocasiones a los “hermanos y hermanas” de Jesús (Mateo 12:46-47; 13:56; Marcos 3:31-32; Lucas 8:19-20; Juan 2:12; 7:3-10; Hechos 1:14; 1 Corintios 9:5). ¿Quiénes eran ellos?
Antes de considerar diversas explicaciones, recordemos que la palabra griega
adelphos, hermano, se refiere primariamente a hijos de la misma madre o padre; por ejemplo, Mateo 1:2, 11; 4:18; Lucas 3: 1, 19; Juan 1: 40.
Secundariamente puede aludir a parientes cercanos [Génesis 13:8] , a vínculos raciales o nacionales (Hechos 2: 29,37; Romanos 9:3), o espirituales y religiosos (Mateo 18:15; Romanos 1:13). Ahora bien, entender la expresión “los hermanos” de Jesús en este último sentido es imposible, pues ellos son claramente distinguidos de los discípulos: “Después de esto, [Jesús] se fue a Capernaum, acompañado de su madre, sus hermanos y sus discípulos” (Juan 2:12). Por otra parte, durante el ministerio terrenal de Jesús sus hermanos no creían en Él (Juan 7:5). Consideremos pues otras explicaciones.
A) Los hermanos y hermanas de Jesús eran hijos de un matrimonio anterior de José.
Según esta noción, que es la explicación oficial de la Iglesia Ortodoxa Griega, José era un anciano viudo cuando se casó con María. Sin embargo, estos presuntos hermanos mayores no se mencionan jamás en las narraciones de la infancia de Jesús, y por otra parte Lucas 2:23 dice que Jesús fue el primogénito de la familia, es decir, el hijo mayor.
B) Los hermanos eran parientes cercanos, por ejemplo, primos.
Esta es la explicación corriente de la Iglesia Católica Romana, y tiene en su favor el uso habitual del vocablo hebreo
ah (y su correspondiente arameo
aha), hermano, en el sentido de pariente. Sin embargo, esta opinión tiene varios puntos débiles.
En primer lugar,
no hay ningún ejemplo claro de este uso en el Nuevo Testamento.
En segundo lugar, ninguna de las listas de hermanos que incluyen nombres propios mencionan al pariente más famoso de Jesús, es decir su
primo Juan el Bautista.
En tercer lugar, parece decisivo que los Evangelistas, que escribieron en griego, hacen
siempre una cuidadosa distinción entre un pariente y un hermano en sentido propio.
Así, el ángel Gabriel llama a Isabel, la prima de María, su “parienta” [griego
syngenis] y no su “hermana” (Lucas 1:36). Según Marcos 6:4, Jesús dijo: “En todas partes se honra a un profeta, menos en su propia tierra, entre sus parientes [griego
syngeneus] y en su propia casa [el núcleo familiar, padres y hermanos].” También puede verse Lucas 14:12 y 21:16.
Si los Evangelistas hubiesen querido referirse a los familiares de Jesús y no a sus hermanos y hermanas carnales, con toda probabilidad hubiesen empleado el término griego usual, como hace Lucas en 1:58 y 2:44. En lugar de esto, y sin ninguna aclaración, escribieron uniformemente “hermanos” [
adelphoi].
C) Los hermanos y hermanas de Jesús eran hijos de la misma madre.
Esta es la explicación más natural y evidente, y quienes la rechazan lo hacen por consideraciones dogmáticas más que por los datos escriturales. Contra lo que a veces se insinúa, esta opinión no menoscaba en absoluto a la bienaventurada María, ya que para los hebreos la fertilidad era un signo de bendición divina.
Esta obvia explicación ha sido objetada con el argumento de que los hermanos de Jesús citados por nombre en Mateo 13:55 y Marcos 6:3 , es decir Jacobo (Santiago), José, Judas y Simón, eran hijos de otras mujeres .
Tal objeción se basa en el hecho de que otras mujeres que se mencionan en el NT tenían hijos con los mismos nombres; ver por ejemplo Mateo 27: 56; 28:1; Marcos 10:35 con Mateo 20:20; Lucas 24:10. Sin embargo, en tiempos de Jesús todos estos nombres eran muy comunes, lo que torna imposible probar que se trate de las mismas personas.
Otra objeción es que Jacobo, el hermano del Señor (ver Hechos 12:7; 15:13) habría sido la misma persona que Jacobo el Menor, uno de los Doce Apóstoles, y por tanto no un hijo de María. Esta idea se basa en que en Gálatas 1:19 Pablo llama “apóstol” a Jacobo, el hermano del Señor (en esta opinión quizá un primo). Sin embargo, es un hecho que Pablo llamó “apóstoles” a cristianos que ciertamente no pertenecían al grupo de los Doce, como por ejemplo Andrónico y Junias (Romanos 16:7). La palabra griega apostolos significa “enviado” y al parecer San Pablo la utilizó en un sentido más amplio. En 1 Corintios 15: 5-7, Pablo nombra primero a Cefas (Pedro) y los Doce, y luego, como si fuese un grupo diferente de cristianos, a “Jacobo y todos los apóstoles”.
El hecho de que a uno de los Jacobos que se mencionan en el Evangelio se lo llamase “el Menor” (o “el Chico”, o “el Bajito”) no implica en absoluto que sólo hubiese dos Jacobos.
De todos modos, lo que resulta definitivo y concluyente es que los llamados “hermanos del Señor” no eran discípulos suyos antes de la Resurrección: Compárese Juan 7:5, “Y es que ni siquiera sus hermanos creían en él” con Hechos 1:14, “Todos ellos se reunían siempre para orar con algunas mujeres, con María, la madre de Jesús, y con sus hermanos.”
Otra objeción a la opinión que sostenemos es que si Jesús hubiera tenido hermanos, les hubiese encomendado a ellos el cuidado de su madre. Un momento de reflexión nos permitirá darnos cuenta de que
lo mismo se aplica a sus otros supuestos parientes: podría haber encomendado el cuidado de María a alguno de sus primos.
Sin embargo, para Jesús el parentesco más importante era el espiritual. “Cualquiera que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, y mi hermana y mi madre” (Marcos 3:35). “Una mujer entre la gente gritó: ¡Dichosa la mujer que te dio a luz y te crió! Él contestó: ¡Dichosos más bien los que escuchan lo que Dios dice, y le obedecen!” (Lucas 11: 27-28). Obviamente, Jesús tuvo más confianza en su discípulo que en sus hermanos carnales.
Bendiciones en Cristo,
Jetonius
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