Las 70 semanas

Re: Las 70 semanas

Exacto!!!

esa es la postura de la Iglesia Adventista, aunque Jerusalem estuvo rodeada de otros ejercitos y ninguno se llamó "abominación asoladora"...

Entiendes...?

La biblia solo llama 'abominación asoladora" cuando se trata de ROMA, en este caso "el ejercito romano".

Sigue el hilo, que por aquí vendré.

Vamos a ver quien dá mas lástima, pues vengo en el nombre de Jehová.

¡Mira que descaro el tuyo! Entonces demando que expliques lo que escribiste:


"Estoy dispuesto a contestar las preguntas que haces, siempre y cuando cooperes al contestar las que hago.
NO HAZ CONTESTADO.
QUIEN ES la abominación asoladora de Daniel 9:27...?
Pregunta que tú ni tu "diosito" EMR quieren contestar.
A que tu no contestas para dejar que Martinez lo haga...?
Simple y sencillo, NO TIENES INTERPRETACION."

Primero, sí contesté así que debes disculparte por todas las bobadas que dijiste. Segundo, dijiste que estás dispuesto a contestar pero hasta ahora no he visto tu respuesta. :Rulz:
 
Re: Las 70 semanas

¡Mira que descaro el tuyo! Entonces demando que expliques lo que escribiste:


"Estoy dispuesto a contestar las preguntas que haces, siempre y cuando cooperes al contestar las que hago.
NO HAZ CONTESTADO.
QUIEN ES la abominación asoladora de Daniel 9:27...?
Pregunta que tú ni tu "diosito" EMR quieren contestar.
A que tu no contestas para dejar que Martinez lo haga...?
Simple y sencillo, NO TIENES INTERPRETACION."

Me disculpo ELG, pues realmente no se entiende tu contestación, parece abstracta, pero si dices que esa, pues es esa. vuelvo y repito "Me disculpo"

Primero, sí contesté así que debes disculparte por todas las bobadas que dijiste. Segundo, dijiste que estás dispuesto a contestar pero hasta ahora no he visto tu respuesta. :Rulz:

yo dije: La biblia solo llama 'abominación asoladora" cuando se trata de ROMA, en este caso "el ejercito romano".

Ahora te toca disculparte :Rulz:
 
Re: Las 70 semanas

EL CUMPLIMIENTO DE LAS SETENTA SEMANAS (CUARTA PARTE)
En el planteamiento adventista, existe una íntima conexión entre los capítulos 8 y 9 de Daniel. Según tal planteamiento, Daniel queda, basándose en Dan. 8:27, Daniel no entendió algo de lo que se le había mostrado (aunque el texto bíblico no dice qué era ese supuesto “algo”), los adventistas se apresuran a acudir en “auxilio” del neófito y aseguran que lo que no entendió era lo de las “2300 tardes y mañanas”, porque, “claro”, según ellos, Daniel habría interpretado que eso quería decir 2300 años y tal lapso le parecía prolongadísimo. Por supuesto, este escenario es puramente imaginario, y no tiene nada que ver con la exégesis ni de Daniel 8 ni de Daniel 9. Prosigamos con el cuento. Entonces, dada la tremenda preocupación de Daniel, algún tiempo después (los adventistas son reacios a especificar que el tiempo transcurrido es de aproximadamente una docena de años [!]), Daniel, recuperado de su desmayo del capítulo 8 (no debía de haber muy buenos médicos por entonces, porque, ¡caramba!, estar desmayado tanto tiempo podría incluso haber perjudicado la carrera funcionarial del Daniel historicista), eleva a Dios una oración para poder entender tan hondos misterios (aunque la Biblia no dice que estuviese preocupado por las “2300 tardes y mañanas” (eso es un puro invento adventista), sino por la profecía de los setenta años de Jeremías. Y entonces, según toda esa confusa explicación historicista, aparece Gabriel, raudo y veloz, para explicarle lo de las “2300 tardes y mañanas”. ¿Y cómo se lo explica? ¿Hablando de las “2300 tardes y mañanas”? No, en absoluto. Esa deducción quedó suspendida en el éter para que algunos individuos dotados de poderes extrasensoriales pudieran proponer que las setenta semanas están “cortadas” (aunque lo de “cortadas” solo es cierto en hebreo medieval, no en hebreo antiguo) de algo. Y, ¿qué puede ser ese “algo”? “Naturalmente”, una “profecía temporal”. Y, ¿qué “profecía temporal” puede ser esa? ¿La de las “2300 tardes y mañanas”? ¡Bingo!, dice el historicista embelesado, sin percatarse siquiera que todo su escenario es una cadena de despropósitos, del primero al último. Nada de ello tiene el más leve apoyo exegético. Todo el escenario es una superestructura ajena inyectada en la Biblia pervirtiendo su mensaje.
En primer lugar, no dice que las setenta semanas estén “cortadas” de nada, pero, aun en el supuesto caso de que los historicistas pudieran probar que lo de “cortadas” era más antiguo que el hebreo medieval, podrían estar “cortadas” de los eones de la historia y punto, porque no se puede ir más allá con el texto sagrado que tenemos. Que no significa “cortadas” se intuye hasta con el texto de las propias setenta semanas, pues se dice que un ungido iba a ser “cortado” tras 62 semanas, y son palabras distintas en hebreo.
En segundo lugar, la relación existente entre las “2300 tardes y mañanas” y las setenta semanas es imposible que sea la de un comienzo simultáneo. ¿Por qué? Muy sencillo. Las setenta semanas comienzan con una orden para restaurar Jerusalén (Dan. 9:25), lo cual es motivo de alegría para un judío. En cambio, las “2300 tardes y mañanas” comienzan con un sacrilegio en el santuario y con la matanza de personas inocentes (Dan. 8:11 y siguientes).
En la entrega anterior ya vimos que el adventismo recurre al subterfugio de decir que ellos lo interpretan así porque quieren respetar lo de 8:13, que habla de la visión. Ello es un subterfugio por el siguiente motivo. Si de verdad quisieran afirmar que las “2300 tardes y mañanas” empiezan a contar en el momento representado por el inicio de la visión del capítulo 8, no dirían luego que empieza el séptimo año de Artajerjes, porque 8:2 habla de una época en que del carnero “persa” se dice que “tenía dos cuernos; y aunque los cuernos eran altos, uno era más alto que el otro, y el más alto creció después”. Dado que la visión se inicia con anterioridad a ese crecimiento posterior del cuerno persa sobre el medo, cosa que ocurrió, precisamente, al comienzo mismo del gobierno de Ciro. Así que es totalmente falsa la excusa historicista al respecto.
Y, ¿qué decir del enlace que propugnan los historicistas entre Daniel 8 y 9, la historia esa de que hubo cosas que Daniel no entendió de la visión del capítulo 8 y que fue necesario un apéndice doce años después para supuestamente aclararle lo que no entendió (el tiempo)? Bueno, eso es otro cuento muy chusco. Resulta que las traducciones habituales de 8:27 ponen algo así como: “Yo Daniel, me sentí agotado y enfermo algunos días. Después me levanté y atendí los asuntos del rey; pero yo estaba espantado a causa de la visión, y no había nadie que la interpretara” (LBA). Ahora bien, según tal traducción, Daniel habría estado comentando el contenido de esa visión con varias personas que su confianza, que, como él, no la habrían comprendido. ¿Puede ser válida esa interpretación? Si lo fuera, entonces habría que concluir que Daniel DESOBEDECIÓ la orden divina que le dijo: “Y la visión de las tardes y de las mañanas que ha sido relatada, es verdadera; pero tú, guarda en secreto la visión, porque se refiere a muchos días aún lejanos” (8:26, LBA). Entonces, si Daniel cumplió la orden, la tuvo que guardar en secreto, y no tendría sentido que dijese que no había quien la entendiese. ¿Qué dice realmente el texto hebreo en 8:27? Dice esto: we´en mebin (transcripción aproximada). Significa “y nadie sabiendo”, es decir, “sin saber[lo] nadie”. Entonces, ¿cuál es el único significado real de 8:27 que no contradice la orden de 8:26? Es este: “Yo Daniel, me sentí agotado y enfermo algunos días. Después me levanté y atendí los asuntos del rey; pero yo estaba espantado a causa de la visión, sin saberlo nadie”. Lo más probable es que lo que diga Daniel es que su enfermedad y malestar pasó desapercibido para todo el mundo, no que fuera por ahí proclamando lo que se dijo que guardase porque era para tiempos lejanos. Grave, muy grave se pone esto para las pretensiones historicistas.
Lo que ya es demencial es la noción de que Daniel 9 “explique” Daniel 8, porque a Daniel se le había dicho, como acabamos de ver que lo de las “2300 tardes y mañanas” había de guardarse “en secreto” (LBA) porque era para “muchos días aún lejanos”. ¿Es que esos “muchos días aún lejanos” llegaron en vida del profeta? Entonces, ¿qué credibilidad tiene que llegase un ángel a explicar algo que, por decreto divino, había de permanecer oculto hasta “muchos días aún lejanos”? Señores historicistas, su credibilidad está bajo mínimos.
Pese a lo anterior, sí es cierto es que las setenta semanas y las “2300 tardes y mañanas” tienen una relación, porque acaban a la vez. ¿Por qué? Muy sencillo. Las “2300 tardes y mañanas” acaban con la purificación del santuario (8:14), mientras que tras las setenta semanas se produce la unción del santo de los santos, es decir, del lugar santísimo del santuario (completamente terrenal, desde luego) (9:24). Las “2300 tardes y mañanas” o 1150 días de sacrilegio, son el lapso final de las setenta hebdómadas.
Y ahora, señores, vamos al jueguecito del troll “humillado”. Ese sujeto, que JAMÁS responde una sola pregunta de los demás, y que es totalmente incapaz de refutar nada, me hizo la DOBLEMENTE imprecisa pregunta de “quién es la abominación asoladora de Daniel 9:27”. La primera imprecisión es usar el interrogativo personal “quién”, pues la “abominación desoladora” no es una persona, sino una cosa. La segunda es que la expresión “abominación desoladora” no aparece, como tal, en las traducciones habituales de 9:27. Donde sí lo hace es en 11:31: “Se levantarán sus tropas, que profanarán el santuario y la fortaleza, quitarán el sacrificio continuo y pondrán la abominación desoladora”, dice el texto, hablando del malvado rey del norte (que, según el ángel intérprete, NO es Roma). No obstante, el parecido de las tres expresiones hebreas que aparecen en 9:27; 11:31 y 12:11 permite aceptar que se habla de lo mismo: un sacrilegio puesto en el santuario por las fuerzas militares del cuerno pequeño o rey del norte.
Desveladas, pues, las dos imprecisiones del troll “humillado”, queda por mencionar la intencionalidad de su torpe pregunta. Él contaba con que, al declarar yo la respuesta lógica a su pregunta según lo que vengo exponiendo, él contaría con el supuesto “as en la manga” del texto referido por ELG (Mat. 24:15) en el sentido de que tal abominación fuese aún futura en los días de Cristo. Ahora bien, como yo no nací ayer, la pueril intencionalidad del troll no pasó desapercibida para mí, le respondí esto:
Me comprometo a contestártela cuando tú me contestes a esta otra:

¿A quiénes se refería Dios cuando, al encomendar el oficio profético a Isaías, dijo las siguientes palabras?
"Y dijo: -- Anda, y dile a este pueblo: 'Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, pero no comprendáis". Embota el corazón de este pueblo, endurece sus oídos y ciega sus ojos, para que no vea con sus ojos ni oiga con sus oídos ni su corazón entienda, ni se convierta y haya para él sanidad'" (Isa. 6:9, 10).

Me interesa sobremanera que especifiques lo mejor que puedas el momento histórico por el que pasaban los individuos que escucharon ese encargo de Isaías y, a poder ser, alguna fecha orientativa.

Posiblemente esté valorando en exceso la capacidad cognitiva del troll “humillado”, pero sospecho que cuando le hice esa pregunta captó perfectamente que yo no me iba a dejar enredar por sus sofismas. Resulta que las palabras citadas de Isa. 6:9, 10 son el mensaje inicial que Dios encomendó a Isaías para que se lo transmitiese a sus paisanos, “en el año que murió el rey Uzías” (Isa. 6:1), hacia mediados del siglo VIII a.C. Ahora bien, nuestro Señor Jesucristo afirmó sobre sus incrédulos contemporáneos lo siguiente: “Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden. De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dijo: ‘De oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no percibiréis, porque el corazón de este pueblo se ha entorpecido, y con los oídos oyen pesadamente, y han cerrado sus ojos; para que no vean con los ojos, ni oigan con los oídos, ni con el corazón entiendan, ni se conviertan y yo los sane’” (Mat. 13:13-15).
Entonces, señores, ocurre algo bien sencillo aquí, que sabe cualquiera que haya leído mínimamente el Nuevo Testamento con una pizca de sentido común: los autores neotestamentarios y el propio Jesucristo APLICAN a sus propios días pasajes del Antiguo Testamento sin que ello tenga que constituir exégesis. Una aplicación NO es una explicación. Por eso, si Jesucristo pudo decir que lo ya cumplido antaño en los días de Isaías se aplicaba a sus propios días (de hecho, él dice que “se cumple en ellos la profecía de Isaías”), entonces lo que él dijera sobre una futura “abominación desoladora” aplicada al ejército romano NO NIEGA que tal abominación desoladora haya tenido un cumplimiento totalmente literal ANTES de los días del propio Cristo. El torpe plan del troll humillado queda efectivamente desenmascarado y reducido a ceniza, pues era paja.
Pero las cositas no quedan ahí para esta pandilla de ineptos tergiversadores de la Biblia. Resulta que, según los historicistas, dado que el libro de Daniel no se iba a entender hasta el “tiempo del fin” (Dan. 12:9), y ellos, gracias a su imaginario “principio” día-año, ya han “determinado” que el “tiempo del fin” empezó en 1798 (!), entonces el libro de Daniel no se pudo entender hasta que, tras 1798, gracias a la acción de “brillantes” expositores de la talla de William Miller, Joseph Bates, John N. Andrews, James White o Uriah Smith, ha podido ser, por fin un libro abierto para las masas. ¡Qué disparate! En primer lugar, el Apocalipsis de Juan, que expande ciertos motivos daniélicos, jamás fue cerrado (22:10), pues, a diferencia del de Daniel, que era una predicción para tiempos lejanos, el Apocalipsis era una predicción para tiempos cercanos (versículo citado y pássim). Entonces, si el Apocalipsis, que está basado en parte en Daniel, no se cerró jamás, ¿cómo puede decir alguien que el de Daniel permaneció cerrado diecisiete siglos más? Además, los descerebrados historicistas ni siquiera se dan cuenta de lo que implican las palabras de Jesucristo de Mat. 24:15: “… cuando veáis en el Lugar santo la abominación desoladora de la que habló el profeta Daniel —el que lee, entienda—…” ¿Hemos leído bien? En el siglo I de nuestra era ya era perfectamente posible leer, y entender el libro de Daniel. No estaba cerrado, como afirman ilusamente los historicistas. No era necesario esperar a que el adventismo desentrañase sus secretos. Cualquiera lo podía entender perfectamente. Y, en efecto, sabemos que Flavio Josefo lo interpretaba muy bien.
Históricamente, la abominación desoladora fue el sacrilegio obrado por Antíoco Epífanes en el templo de Jerusalén, al que convirtió en un burdel, con una estatua que lo representaba a él como a Zeus Olímpico, con la prohibición de adorar a Dios bajo pena de muerte, sacrificando cerdas en el altar del templo de Jerusalén y masacrando a la población fiel a Dios y a las costumbres patrias (a los observadores del sábado, de la circuncisión, etc.). La purificación del santuario fue la limpieza (hecha con una carretilla) y la reconsagración del templo para su uso sagrado. Los judíos de todo el mundo (incluido Jesucristo) han celebrado desde entonces la fiesta de Hanukkah o de la Dedicación desde aquel 14 de diciembre de 164 a.C.
(CONTINUARÁ).
 
Re: Las 70 semanas

Me disculpo ELG, pues realmente no se entiende tu contestación, parece abstracta, pero si dices que esa, pues es esa. vuelvo y repito "Me disculpo"

Cuando uno pide desculpas no incluye el infame "PERO"... así que no acepto tus disculpas a menos que tengas alguna evidencia que afirme lo "abstracto" de mi respuesta. La respuesta es clara así que si a ti te pareció "abstracta" ese es otro error que debes corregir.

yo dije: La biblia solo llama 'abominación asoladora" cuando se trata de ROMA, en este caso "el ejercito romano".
Ahora te toca disculparte :Rulz:

¡De ninguna manera! ¡Tú no respondiste mis preguntas así que no vengas con cuentos! Lee detenidamente el mensaje y verás cuales son las preguntas que debes responder.
 
Re: Las 70 semanas

EL CUMPLIMIENTO DE LAS SETENTA SEMANAS (CUARTA PARTE)
En el planteamiento adventista, existe una íntima conexión entre los capítulos 8 y 9 de Daniel. Según tal planteamiento, Daniel queda, basándose en Dan. 8:27, Daniel no entendió algo de lo que se le había mostrado (aunque el texto bíblico no dice qué era ese supuesto “algo”), los adventistas se apresuran a acudir en “auxilio” del neófito y aseguran que lo que no entendió era lo de las “2300 tardes y mañanas”, porque, “claro”, según ellos, Daniel habría interpretado que eso quería decir 2300 años y tal lapso le parecía prolongadísimo. Por supuesto, este escenario es puramente imaginario, y no tiene nada que ver con la exégesis ni de Daniel 8 ni de Daniel 9. Prosigamos con el cuento. Entonces, dada la tremenda preocupación de Daniel, algún tiempo después (los adventistas son reacios a especificar que el tiempo transcurrido es de aproximadamente una docena de años [!]), Daniel, recuperado de su desmayo del capítulo 8 (no debía de haber muy buenos médicos por entonces, porque, ¡caramba!, estar desmayado tanto tiempo podría incluso haber perjudicado la carrera funcionarial del Daniel historicista), eleva a Dios una oración para poder entender tan hondos misterios (aunque la Biblia no dice que estuviese preocupado por las “2300 tardes y mañanas” (eso es un puro invento adventista), sino por la profecía de los setenta años de Jeremías. Y entonces, según toda esa confusa explicación historicista, aparece Gabriel, raudo y veloz, para explicarle lo de las “2300 tardes y mañanas”. ¿Y cómo se lo explica? ¿Hablando de las “2300 tardes y mañanas”? No, en absoluto. Esa deducción quedó suspendida en el éter para que algunos individuos dotados de poderes extrasensoriales pudieran proponer que las setenta semanas están “cortadas” (aunque lo de “cortadas” solo es cierto en hebreo medieval, no en hebreo antiguo) de algo. Y, ¿qué puede ser ese “algo”? “Naturalmente”, una “profecía temporal”. Y, ¿qué “profecía temporal” puede ser esa? ¿La de las “2300 tardes y mañanas”? ¡Bingo!, dice el historicista embelesado, sin percatarse siquiera que todo su escenario es una cadena de despropósitos, del primero al último. Nada de ello tiene el más leve apoyo exegético. Todo el escenario es una superestructura ajena inyectada en la Biblia pervirtiendo su mensaje.
En primer lugar, no dice que las setenta semanas estén “cortadas” de nada, pero, aun en el supuesto caso de que los historicistas pudieran probar que lo de “cortadas” era más antiguo que el hebreo medieval, podrían estar “cortadas” de los eones de la historia y punto, porque no se puede ir más allá con el texto sagrado que tenemos. Que no significa “cortadas” se intuye hasta con el texto de las propias setenta semanas, pues se dice que un ungido iba a ser “cortado” tras 62 semanas, y son palabras distintas en hebreo.
En segundo lugar, la relación existente entre las “2300 tardes y mañanas” y las setenta semanas es imposible que sea la de un comienzo simultáneo. ¿Por qué? Muy sencillo. Las setenta semanas comienzan con una orden para restaurar Jerusalén (Dan. 9:25), lo cual es motivo de alegría para un judío. En cambio, las “2300 tardes y mañanas” comienzan con un sacrilegio en el santuario y con la matanza de personas inocentes (Dan. 8:11 y siguientes).
En la entrega anterior ya vimos que el adventismo recurre al subterfugio de decir que ellos lo interpretan así porque quieren respetar lo de 8:13, que habla de la visión. Ello es un subterfugio por el siguiente motivo. Si de verdad quisieran afirmar que las “2300 tardes y mañanas” empiezan a contar en el momento representado por el inicio de la visión del capítulo 8, no dirían luego que empieza el séptimo año de Artajerjes, porque 8:2 habla de una época en que del carnero “persa” se dice que “tenía dos cuernos; y aunque los cuernos eran altos, uno era más alto que el otro, y el más alto creció después”. Dado que la visión se inicia con anterioridad a ese crecimiento posterior del cuerno persa sobre el medo, cosa que ocurrió, precisamente, al comienzo mismo del gobierno de Ciro. Así que es totalmente falsa la excusa historicista al respecto.
Y, ¿qué decir del enlace que propugnan los historicistas entre Daniel 8 y 9, la historia esa de que hubo cosas que Daniel no entendió de la visión del capítulo 8 y que fue necesario un apéndice doce años después para supuestamente aclararle lo que no entendió (el tiempo)? Bueno, eso es otro cuento muy chusco. Resulta que las traducciones habituales de 8:27 ponen algo así como: “Yo Daniel, me sentí agotado y enfermo algunos días. Después me levanté y atendí los asuntos del rey; pero yo estaba espantado a causa de la visión, y no había nadie que la interpretara” (LBA). Ahora bien, según tal traducción, Daniel habría estado comentando el contenido de esa visión con varias personas que su confianza, que, como él, no la habrían comprendido. ¿Puede ser válida esa interpretación? Si lo fuera, entonces habría que concluir que Daniel DESOBEDECIÓ la orden divina que le dijo: “Y la visión de las tardes y de las mañanas que ha sido relatada, es verdadera; pero tú, guarda en secreto la visión, porque se refiere a muchos días aún lejanos” (8:26, LBA). Entonces, si Daniel cumplió la orden, la tuvo que guardar en secreto, y no tendría sentido que dijese que no había quien la entendiese. ¿Qué dice realmente el texto hebreo en 8:27? Dice esto: we´en mebin (transcripción aproximada). Significa “y nadie sabiendo”, es decir, “sin saber[lo] nadie”. Entonces, ¿cuál es el único significado real de 8:27 que no contradice la orden de 8:26? Es este: “Yo Daniel, me sentí agotado y enfermo algunos días. Después me levanté y atendí los asuntos del rey; pero yo estaba espantado a causa de la visión, sin saberlo nadie”. Lo más probable es que lo que diga Daniel es que su enfermedad y malestar pasó desapercibido para todo el mundo, no que fuera por ahí proclamando lo que se dijo que guardase porque era para tiempos lejanos. Grave, muy grave se pone esto para las pretensiones historicistas.
Lo que ya es demencial es la noción de que Daniel 9 “explique” Daniel 8, porque a Daniel se le había dicho, como acabamos de ver que lo de las “2300 tardes y mañanas” había de guardarse “en secreto” (LBA) porque era para “muchos días aún lejanos”. ¿Es que esos “muchos días aún lejanos” llegaron en vida del profeta? Entonces, ¿qué credibilidad tiene que llegase un ángel a explicar algo que, por decreto divino, había de permanecer oculto hasta “muchos días aún lejanos”? Señores historicistas, su credibilidad está bajo mínimos.
Pese a lo anterior, sí es cierto es que las setenta semanas y las “2300 tardes y mañanas” tienen una relación, porque acaban a la vez. ¿Por qué? Muy sencillo. Las “2300 tardes y mañanas” acaban con la purificación del santuario (8:14), mientras que tras las setenta semanas se produce la unción del santo de los santos, es decir, del lugar santísimo del santuario (completamente terrenal, desde luego) (9:24). Las “2300 tardes y mañanas” o 1150 días de sacrilegio, son el lapso final de las setenta hebdómadas.
Y ahora, señores, vamos al jueguecito del troll “humillado”. Ese sujeto, que JAMÁS responde una sola pregunta de los demás, y que es totalmente incapaz de refutar nada, me hizo la DOBLEMENTE imprecisa pregunta de “quién es la abominación asoladora de Daniel 9:27”. La primera imprecisión es usar el interrogativo personal “quién”, pues la “abominación desoladora” no es una persona, sino una cosa. La segunda es que la expresión “abominación desoladora” no aparece, como tal, en las traducciones habituales de 9:27. Donde sí lo hace es en 11:31: “Se levantarán sus tropas, que profanarán el santuario y la fortaleza, quitarán el sacrificio continuo y pondrán la abominación desoladora”, dice el texto, hablando del malvado rey del norte (que, según el ángel intérprete, NO es Roma). No obstante, el parecido de las tres expresiones hebreas que aparecen en 9:27; 11:31 y 12:11 permite aceptar que se habla de lo mismo: un sacrilegio puesto en el santuario por las fuerzas militares del cuerno pequeño o rey del norte.
Desveladas, pues, las dos imprecisiones del troll “humillado”, queda por mencionar la intencionalidad de su torpe pregunta. Él contaba con que, al declarar yo la respuesta lógica a su pregunta según lo que vengo exponiendo, él contaría con el supuesto “as en la manga” del texto referido por ELG (Mat. 24:15) en el sentido de que tal abominación fuese aún futura en los días de Cristo. Ahora bien, como yo no nací ayer, la pueril intencionalidad del troll no pasó desapercibida para mí, le respondí esto:


Posiblemente esté valorando en exceso la capacidad cognitiva del troll “humillado”, pero sospecho que cuando le hice esa pregunta captó perfectamente que yo no me iba a dejar enredar por sus sofismas. Resulta que las palabras citadas de Isa. 6:9, 10 son el mensaje inicial que Dios encomendó a Isaías para que se lo transmitiese a sus paisanos, “en el año que murió el rey Uzías” (Isa. 6:1), hacia mediados del siglo VIII a.C. Ahora bien, nuestro Señor Jesucristo afirmó sobre sus incrédulos contemporáneos lo siguiente: “Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden. De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dijo: ‘De oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no percibiréis, porque el corazón de este pueblo se ha entorpecido, y con los oídos oyen pesadamente, y han cerrado sus ojos; para que no vean con los ojos, ni oigan con los oídos, ni con el corazón entiendan, ni se conviertan y yo los sane’” (Mat. 13:13-15).
Entonces, señores, ocurre algo bien sencillo aquí, que sabe cualquiera que haya leído mínimamente el Nuevo Testamento con una pizca de sentido común: los autores neotestamentarios y el propio Jesucristo APLICAN a sus propios días pasajes del Antiguo Testamento sin que ello tenga que constituir exégesis. Una aplicación NO es una explicación. Por eso, si Jesucristo pudo decir que lo ya cumplido antaño en los días de Isaías se aplicaba a sus propios días (de hecho, él dice que “se cumple en ellos la profecía de Isaías”), entonces lo que él dijera sobre una futura “abominación desoladora” aplicada al ejército romano NO NIEGA que tal abominación desoladora haya tenido un cumplimiento totalmente literal ANTES de los días del propio Cristo. El torpe plan del troll humillado queda efectivamente desenmascarado y reducido a ceniza, pues era paja.
Pero las cositas no quedan ahí para esta pandilla de ineptos tergiversadores de la Biblia. Resulta que, según los historicistas, dado que el libro de Daniel no se iba a entender hasta el “tiempo del fin” (Dan. 12:9), y ellos, gracias a su imaginario “principio” día-año, ya han “determinado” que el “tiempo del fin” empezó en 1798 (!), entonces el libro de Daniel no se pudo entender hasta que, tras 1798, gracias a la acción de “brillantes” expositores de la talla de William Miller, Joseph Bates, John N. Andrews, James White o Uriah Smith, ha podido ser, por fin un libro abierto para las masas. ¡Qué disparate! En primer lugar, el Apocalipsis de Juan, que expande ciertos motivos daniélicos, jamás fue cerrado (22:10), pues, a diferencia del de Daniel, que era una predicción para tiempos lejanos, el Apocalipsis era una predicción para tiempos cercanos (versículo citado y pássim). Entonces, si el Apocalipsis, que está basado en parte en Daniel, no se cerró jamás, ¿cómo puede decir alguien que el de Daniel permaneció cerrado diecisiete siglos más? Además, los descerebrados historicistas ni siquiera se dan cuenta de lo que implican las palabras de Jesucristo de Mat. 24:15: “… cuando veáis en el Lugar santo la abominación desoladora de la que habló el profeta Daniel —el que lee, entienda—…” ¿Hemos leído bien? En el siglo I de nuestra era ya era perfectamente posible leer, y entender el libro de Daniel. No estaba cerrado, como afirman ilusamente los historicistas. No era necesario esperar a que el adventismo desentrañase sus secretos. Cualquiera lo podía entender perfectamente. Y, en efecto, sabemos que Flavio Josefo lo interpretaba muy bien.
Históricamente, la abominación desoladora fue el sacrilegio obrado por Antíoco Epífanes en el templo de Jerusalén, al que convirtió en un burdel, con una estatua que lo representaba a él como a Zeus Olímpico, con la prohibición de adorar a Dios bajo pena de muerte, sacrificando cerdas en el altar del templo de Jerusalén y masacrando a la población fiel a Dios y a las costumbres patrias (a los observadores del sábado, de la circuncisión, etc.). La purificación del santuario fue la limpieza (hecha con una carretilla) y la reconsagración del templo para su uso sagrado. Los judíos de todo el mundo (incluido Jesucristo) han celebrado desde entonces la fiesta de Hanukkah o de la Dedicación desde aquel 14 de diciembre de 164 a.C.
(CONTINUARÁ).

Gracias por tan valioso mensaje. La verdad es que Dios te ha dado un don muy especial para desenmascarar las artimañas de los enemigos de la verdad.

Dios te bendiga.
 
Re: Las 70 semanas

Estimado ernesto gil. Saludos cordiales.

Tú dices:
Gracias por tan valioso mensaje. La verdad es que Dios te ha dado un don muy especial para desenmascarar las artimañas de los enemigos de la verdad.

Dios te bendiga.

Respondo: Como cuentero, tu admirado es digno de elogio, pero de tu parte, ¡¡¡mira señalar que la abominación desoladora fue el sacrilegio obrado por Antíoco Epífanes!!!, nada más falto a la verdad, ¿no te parece?
Las palabras de nuestro Salvador son claras: ""Por tanto cuando viereis la abominación de asolamiento, que fue dicha por Daniel el profeta (véase Daniel 9: 26, 27), que estará en el lugar santo, el que lea entienda. Entonces los que estuvieren en Judea, huyan a los montes; y el que sobre la techumbre, no descienda a tomar algo de su casa; y el que en el campo, no vuelva atrás a tomar sus ropas" Mateo 24: 15-18.

Lucas refiere la misma profecía del modo siguiente: "Y cuando viereis a Jesrusalén cercada de ejércitos, sabes entonces que su destrucción ha llegado. Entonces los que estuvieren en Jerusalén huyan a los montes; y los que estuvieren en medio de ella, váyanse; y los que en otras regiones, no entren en ella." Lucas 21: 20, 21. Esta cita demuestra de una manera concluyente que la "abominación de asolamiento" de que hablan Daniel y Mateo se refiere a un ejército hostil que iba a cincunvalar, sitiar y destruir la ciudad.

El Dr. Adán Clarke escribe lo siguiente: "Esta abominación de asolamiento se refiere al ejército romano, y en cuanto a lo de "estar en lugar santo" quiere decir que sitiará a Jerusalén. Nuestro Señor dice que esto es lo que fue dicho por el profeta Daniel en los capítulos nueve y once de su profecía. Así deben entenderlo los que leen estas profecías; y así lo entienden los Rabinos. Llámase al ejército romano "una abominación", a causa de sus enseñas e imágenes que eran tal para los judíos" Comentario Mateo 24: 15.

Además, todos los esfuerzos realizados para lograr que su profanación del templo judío calce con las "dos mil trescientas tardes y mañanas" han fallado sistemática*mente. El informe más cercano a la época de los hechos, que encontramos en 1 Macabeos 1:54-59; 4:52-54, es abrumadoramente exacto cuando declara que los servicios del templo fueron interrumpidos por espacio de tres años y diez días (del 15 de Kisléu del año 168 AC, al 25 de Kisléu del año 165).

Ahora bien, en 1 Macabeos 1: 54 se aplica la frase "abominación de la desolación" (bdelugma eremoseos, Daniel 9:27, en griego) a lo que hizo Antíoco Epífanes en el altar del templo judío. (Evidentemente levantó un ídolo en él, y sacrificó un cerdo, para horror de todos los devotos judíos, para quienes los cerdos fueron siempre animales que ni siquiera se debían tocar). Pero Jesús en su discurso del Monte de los Olivos dijo que la "abominación de la desolación" mencionada por Daniel todavía se hallaba en el futuro (Mateo 24:15). Y añadió: "El que lea, que lo entienda". De manera que si realmente queremos entender el significado del cuerno pequeño de Daniel 8, tendremos que llegar a la conclusión, con Jesús, de que no pudo haber sido Antíoco Epífanes, que murió en el año 164 a.C., casi doscientos años antes del discurso del Monte de los Olivos.

El cuerno pequeño de Daniel 8 es Roma. El verdadero cumplimiento de la profecía del cuerno pequeño de Daniel 8 sólo puede ser el Imperio Romano y su sucesora, la Iglesia Romana, considerados a propósito, como en Daniel 7,

Entonces como piropero y adulador de tu maestro, ernesto gil vas en pos de él; y con esto tras de sus mentiras y engaños: Proverbios 14:12 dice: “Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte.”

"El impío es enredado en la prevaricación de sus labios; mas el justo saldrá de la tribulación. El hombre será saciado de bien del fruto de su boca; y le será pagado según la obra de sus manos". (Proverbios 12:13-14)

"Porque los tales falsos apóstoles son obreros engañosos, que se transfiguran en Apóstoles de Cristo." (2 Corintios 11: 13)

En el año 1733 se publicó un libro de Sir Isaac Newton, el célebre hombre de ciencia que descubrió la ley de la gravedad, en el que había escrito unos años antes lo siguiente acerca de Daniel 9 y Antíoco Epífanes:
“Algunos consideran que el último cuerno es ANTÍOCO EPÍFANES, pero no con buen juicio. Un cuerno de una bestia nunca representa a una sola persona: siempre representa un nuevo reino, y el de ANTÍOCO ya era antiguo. ANTÍOCO fue rey de uno de los cuatro cuernos, y el cuerno pequeño era un quinto, que tenía sus propios reyes. Este cuerno al principio era pequeño, pero creció mucho, lo que no ocurrió con ANTÍOCO. Se lo presenta como mayor que todos los cuernos anteriores, pero eso no pasó con ANTÍOCO. Su reino por el contrario era débil, tributario de los ROMANOS, y él no le añadió territorios. El cuerno era un rey fiero de rostro, que destruía maravillosamente, y que prosperaba y actuaba; es decir, prosperaba en sus actividades en contra del pueblo de los santos: en cambio ANTÍOCO salió asustado de EGIPTO por un mero mensaje de los ROMANOS, y después atropello y maltrató a los JUDÍOS. El cuerno era poderoso gracias a un poder ajeno; ANTÍOCO actuaba por cuenta pro*pia. El cuerno se levantó contra el Príncipe de las Huestes del cielo, el Príncipe de los príncipes; y ésta es una característica, no de ANTÍOCO, sino del ANTICRISTO. El cuerno derribó el Santuario, lo que no hizo ANTÍOCO, puesto que lo dejó en pie. El San*tuario y la Hueste fueron pisoteados por 2.300 días; y los días de las profecías de DANIEL son años; en cambio, la profanación del Templo durante el reinado de ANTÍOCO no duró tantos días normales. Debían durar hasta el tiempo del fin, hasta el fin mismo de la indignación contra los JUDÍOS; y esa indignación todavía no ha con*cluido. Debían durar hasta que el Santuario derribado fuera purificado, y el Santuario todavía no ha sido purificado”.[5]
Este comentario de Sir Isaac Newton establece un agudo contraste con la nota acerca de Daniel 1 que aparece al pie de la página de algunas versiones de las Escrituras, y que se refieren a las "notablemente precisas predicciones de los capítulos 8 y 11 de Daniel acerca del reino, el carácter y los antecedentes de Antíoco Epífanes" (El Misterio del Futuro Revelado; pp. 159-161, 190-192).

Bendiciones.

Luego todo Isral será salvo.

 
Re: Las 70 semanas

La pretensión historicista de que Roma desempeñe algún papel protagonista en el libro de Daniel carece por completo de justificación exegética en el propio libro, y es totalmente incompatible con la detallada explicación angélica del capítulo 11, que los esbirros del adventismo se niegan a comentar honradamente.

Tal como ya dije hace tiempo, los argumentos de Newton y de otros en contra de la obvia identidad entre el cuerno pequeño y Antíoco podemos analizarlos, uno a uno, cuando termine la exposición que vengo haciendo. Todos, absolutamente todos, son una pura falacia, y quienes los fomentan saben que son un fraude de principio a fin.

El descerebrado troll Gabriel47 no parece haberse dado cuenta de que mi observación acerca de Isaías 6:9, 10 y Mateo 13:13-15 ha hundido en el cieno el argumento que pretenden extraer de Mateo 24:15. No, señores trolls ustedes no pueden, si saben, probar nada con ese pasaje. Yo, en cambio, he demostrado con él que eso del "tiempo del fin" en 1798 es una perfecta tontería. Vayan a llorarle a quien aguante sus memeces y su falta de cordura.
 
Re: Las 70 semanas

Estimado Eduardo Martínez R. Saludos cordiales.

Leo tus tonterías y absurdos:

La pretensión historicista de que Roma desempeñe algún papel protagonista en el libro de Daniel carece por completo de justificación exegética en el propio libro, y es totalmente incompatible con la detallada explicación angélica del capítulo 11, que los esbirros del adventismo se niegan a comentar honradamente.
Tal como ya dije hace tiempo, los argumentos de Newton y de otros en contra de la obvia identidad entre el cuerno pequeño y Antíoco podemos analizarlos, uno a uno, cuando termine la exposición que vengo haciendo. Todos, absolutamente todos, son una pura falacia, y quienes los fomentan saben que son un fraude de principio a fin.

El descerebrado troll Gabriel47 no parece haberse dado cuenta de que mi observación acerca de Isaías 6:9, 10 y Mateo 13:13-15 ha hundido en el cieno el argumento que pretenden extraer de Mateo 24:15. No, señores trolls ustedes no pueden, si saben, probar nada con ese pasaje. Yo, en cambio, he demostrado con él que eso del "tiempo del fin" en 1798 es una perfecta tontería. Vayan a llorarle a quien aguante sus memeces y su falta de cordura.

Respondo ante tu lastimero argumento: Ya desde el capítulo 2 vemos la actuación del imperio romano al que tú quieres hechar a un lado porque tus intereses están en contra de la verdad, este versículo habla por si solo: "Y el cuarto reino será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará todo.", entonces queda completamente detectado que eres un terjiversdor de la verdad con un oscuro compromiso con la "Roma espiritual" a la que sirves descaradamente,

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: Las 70 semanas

Respondo ante tu lastimero argumento: Ya desde el capítulo 2 vemos la actuación del imperio romano al que tú quieres hechar a un lado porque tus intereses están en contra de la verdad, este versículo habla por si solo: "Y el cuarto reino será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará todo.", entonces queda completamente detectado que eres un terjiversdor de la verdad con un oscuro compromiso con la "Roma espiritual" a la que sirves descaradamente,

El ignorante y descerebrado troll parece no entender bien el concepto de exégesis. Literalmente, 'exégesis' significa "interpretación", pero no se llama "exégesis" a una interpretación hecha a tontas y a locas. Exégesis es la interpretación que es posible deducir del propio texto, no mediante ocurrencias basadas en ideas ajenas al texto. Por ejemplo, cuando se dice que lo representado por la cabeza de oro de la estatua es el Imperio neobabilónico de Nabucodonosor, eso, aunque no se llegue a recurrir al idioma original, es exégesis, porque hay un versículo que dice "Tú eres aquella cabeza de oro". Cuando se dice que el carnero del capítulo 8 representa el Imperio persa, eso es exégesis, porque hay un versículo que dice que ese animal y los cuernos que porta representan a "los reyes de los medos y los persas". Cuando se dice que el macho cabrío y el cuerno eminente en su frente representan al Imperio macedónico y a Alejandro Magno, eso es exégesis, porque hay un versículo que dice que el animal en cuestión representa a "Javán" y que el cuerno era su "rey primero". Pero, resulta, señor troll, que no hay NINGÚN versículo que diga que las piernas de hierro, ni la bestia indescriptible del capítulo 7 representen a una nación del occidente europeo. Daniel no dice nada de eso, y, por lo tanto, afirmarlo NO es exégesis. Además, puesto que en los pasajes paralelos de Daniel 11 el intérprete angélico atribuye a los sucesores de Alejandro las mismas acciones que en capítulos anteriores se atribuyen a las piernas y los pies, a la bestia indescriptible y al cuerno pequeño, y puesto que el ángel no habla del occidente europeo ni de Roma en papel protagonista en ningún sitio, el enorme problema que tiene el historicismo entre sus manos no es solo que la identificación romana NO sea deducible mediante exégesis, sino que es pura EISÉGESIS (tergiversación).

¿Cómo deduce el historicismo que es Roma? Indefectiblemente, recurre a libros de historia, a enciclopedias y a recortes de periódico, metodología que está bien como complemento de un estudio exegético, pero que jamás puede ocupar el lugar del mismo. Pero el historicismo hace algo más, que la mayoría de lectores no llega a captar. Los autores historicistas hacen esto: Al explicar al catecúmeno la supuesta identificación de los metales de la estatua o de las bestias del capítulo 7 de Daniel, suelen presentar un gráfico muy bonito que contiene unas fechas. Suelen decir que el Imperio neobabilónico empezó en 625 a.C. (con Nabopolasar) y que terminó en 539 a.C. (con la llegada de Ciro). Ambas fechas son correctas. El periodo siguiente estuvo ocupado por lo que ellos llaman "Medopersia" (complicación innecesaria; es más fácil, y más preciso, hablar de Imperio persa a secas), que se hundió en 330 a.C. tras la muerte de su último rey después de la conquista macedónica. La fecha en cuestión también es correcta. Luego, según los historicistas, viene lo que ellos llaman "Grecia" o "Imperio griego", que, según ellos, acaba en el año 168 a.C., y, a partir de esa fecha, se supone que empieza la época del hierro, que asignan a “Roma”. Suponen que con la sola mención del hierro, la persona adoctrinada aceptará con facilidad la identificación que ellos hacen por ella. Resulta que el gran fraude está en la fecha de 168 a.C.

¿Qué pasó en 168 a.C.? En esa fecha tuvo lugar una importantísima batalla en el territorio de la propia Macedonia que ha sido una de las más decisivas de la historia de la humanidad. Las tropa romanas ya habían derrotado con anterioridad en Magnesia, cerca de Pérgamo (en la actual Turquía) a las falanges comandadas por Antíoco III, pero en Pidna el cuerpo expedicionario romano enviado "en auxilio" de las polis griegas sometidas por el rey macedónico Perseo, infligieron una derrota sin paliativos a las falanges macedonias, que usaban su típica formación con larguísimas lanzas. Los romanos simplemente usaron maniobras envolventes para atacar los flancos de las formaciones macedónicas y causaron una auténtica masacre con sus armas cortas, nunca antes vistas en aquel territorio. Macedonia cayó, y la República romana (faltaban 138 años para el imperio) se la anexionó. Poco después, también se anexionó todo el territorio de la península helénica, propiedad anteriormente de Macedonia. ¿Es verdad, entonces, el cuento historicista? ¡En absoluto! Son muy astutos identificando el tercer reino de la estatua con "Grecia", porque, en efecto, tanto Grecia y Macedonia perdieron su independencia a partir de la batalla de Pidna, pero es que, señores, lo que los historicistas llaman interesadamente "Grecia" nunca fue una unidad política en la antigüedad hasta los tiempos de Filipo (el padre de Alejandro) y del propio Alejandro, y, tras la muerte de este, el imperio se quebró, tal como pronosticaba Daniel, en varios reinos independientes y que a menudo se hicieron la guerra entre sí. Sí, todos ellos hablaban griego, y tenían muchos elementos culturales comunes, pero ello no prueba que fueran lo mismo. Pretender lo contrario es igual de insensato que decir que, puesto que en Estados Unidos se habla inglés, Estados Unidos y el Reino Unido son la misma cosa. No, no lo son, y las naciones helenísticas tampoco eran la misma cosa.

Y ahora viene lo sabroso de verdad. ¿Quién dominaba la tierra de Israel en el momento de la batalla de Pidna? Pues, ¡lo que son las cosas!, nada más y nada menos que Antíoco IV Epífanes. Los historicistas aseguran que "Grecia" cayó entonces y que Roma la suplantó a partir de ese año. ¿Es cierto? En suelo griego sí, no cabe duda. Pero, ¿qué tal en Jerusalén? No, en Jerusalén Roma no entró hasta el año 64 a.C. Entonces, en ese siglo y pico, la tierra de Israel (objeto de preocupación preeminente en el libro de Daniel) estuvo controlada por poderes que no eran ni "Grecia" ni Roma. Esos poderes dominaron ese territorio tras la desaparición del Imperio macedónico unificado, pero eso no lo sabremos nunca gracias a los historicistas. Es injustificable que el historicismo quiera escamotear esta información histórica tan relevante, haciendo creer a sus ignorantes adeptos que lo de Pidna se trasladó a todos los antiguos dominios de Alejandro, cuando ello no es cierto en absoluto. Y luego los historicistas se quejan, mintiendo, de que los preteristas queramos hacer desaparecer a Roma, cuando son ellos los únicos que han intentado escamotear un reino de la historia y de sus fraudulentos comentarios. En síntesis, esto es lo que hacen los historicistas para el cuentecito de Roma y de su división.
  1. Desinformar a sus adeptos acerca de los detalles políticos del helenismo, convirtiendo a este en un mero apéndice de Alejandro, carente de personalidad propia, de reyes independientes propios, y de luchas por mayor dominio territorial en las que la tierra de Israel desempeñó un papel fundamental.
  2. Presentar la ficción de una sustitución global de lo que ellos llaman “Grecia” por el poder romano a partir de 168 a.C., lo que es cierto únicamente para los antiguos dominios europeos de Alejandro, no para los africanos ni para los asiáticos (se exceptúa de esto la provincia de Asia, en la costa occidental de la actual Turquía, que fueron romanas tras la batalla de Magnesia y la paz de Apamea). Con esta ficción, el historicismo disuelve en el éter un reino independiente, conocido como Reino o Imperio seléucida que procuró, en la persona de Antíoco IV Epífanes, hacer desaparecer de la existencia al pueblo de Israel. He ahí el hierro (y, por supuesto, también el barro).
  3. Presentar sin la menor justificación exegética un corrimiento geográfico desde las tierras dominadas por Nabucodonosor hasta las de la Europa occidental, pues, con total desparpajo asumen sin más que el catecúmeno se tragará que los dedos de los pies y los cuernos de la bestia indescriptible han de representar “la división de Roma”, y no sospechan que pueda haber quien les exija una explicación de la pintoresca noción de que Daniel haya hablado implícitamente de España, Francia, Gran Bretaña, etc. ¡Por favor! Daniel no menciona ningún lugar de Europa occidental nunca. Menciona implícitamente a los romanos en un único versículo: Dan. 11:30, donde solo se menciona la procedencia de las naves: Quitim, que aquí no es otra cosa que Macedonia. Las naves que impidieron al infame rey del norte su segunda invasión de Egipto eran naves romanas procedentes de Macedonia que estaban prestas a intervenir en favor de Egipto después del resonante triunfo de Pidna, recién conseguido.
Ahora, señores trolls, cuéntenle a alguien que yo no entiendo de historia. ¡Ah! Y, a diferencia de ustedes, yo no corto ni pego. Pienso por mí mismo, sé estas cosas, sé exponerlas, y sé elaborar un discurso que es perfectamente inasequible a sus enclenques descalificaciones. ¿Ahora qué? ¿Algún insultito? ¿No ven que cuanto más despotriquen contra la realidad, peor van a quedar?
 
Re: Las 70 semanas

Estimado ernesto gil. Saludos cordiales.

Tú dices:


Respondo: Como cuentero, tu admirado es digno de elogio, pero de tu parte, ¡¡¡mira señalar que la abominación desoladora fue el sacrilegio obrado por Antíoco Epífanes!!!, nada más falto a la verdad, ¿no te parece?
Las palabras de nuestro Salvador son claras: ""Por tanto cuando viereis la abominación de asolamiento, que fue dicha por Daniel el profeta (véase Daniel 9: 26, 27), que estará en el lugar santo, el que lea entienda. Entonces los que estuvieren en Judea, huyan a los montes; y el que sobre la techumbre, no descienda a tomar algo de su casa; y el que en el campo, no vuelva atrás a tomar sus ropas" Mateo 24: 15-18.

Lucas refiere la misma profecía del modo siguiente: "Y cuando viereis a Jesrusalén cercada de ejércitos, sabes entonces que su destrucción ha llegado. Entonces los que estuvieren en Jerusalén huyan a los montes; y los que estuvieren en medio de ella, váyanse; y los que en otras regiones, no entren en ella." Lucas 21: 20, 21. Esta cita demuestra de una manera concluyente que la "abominación de asolamiento" de que hablan Daniel y Mateo se refiere a un ejército hostil que iba a cincunvalar, sitiar y destruir la ciudad.

El Dr. Adán Clarke escribe lo siguiente: "Esta abominación de asolamiento se refiere al ejército romano, y en cuanto a lo de "estar en lugar santo" quiere decir que sitiará a Jerusalén. Nuestro Señor dice que esto es lo que fue dicho por el profeta Daniel en los capítulos nueve y once de su profecía. Así deben entenderlo los que leen estas profecías; y así lo entienden los Rabinos. Llámase al ejército romano "una abominación", a causa de sus enseñas e imágenes que eran tal para los judíos" Comentario Mateo 24: 15.

Además, todos los esfuerzos realizados para lograr que su profanación del templo judío calce con las "dos mil trescientas tardes y mañanas" han fallado sistemática*mente. El informe más cercano a la época de los hechos, que encontramos en 1 Macabeos 1:54-59; 4:52-54, es abrumadoramente exacto cuando declara que los servicios del templo fueron interrumpidos por espacio de tres años y diez días (del 15 de Kisléu del año 168 AC, al 25 de Kisléu del año 165).

Ahora bien, en 1 Macabeos 1: 54 se aplica la frase "abominación de la desolación" (bdelugma eremoseos, Daniel 9:27, en griego) a lo que hizo Antíoco Epífanes en el altar del templo judío. (Evidentemente levantó un ídolo en él, y sacrificó un cerdo, para horror de todos los devotos judíos, para quienes los cerdos fueron siempre animales que ni siquiera se debían tocar). Pero Jesús en su discurso del Monte de los Olivos dijo que la "abominación de la desolación" mencionada por Daniel todavía se hallaba en el futuro (Mateo 24:15). Y añadió: "El que lea, que lo entienda". De manera que si realmente queremos entender el significado del cuerno pequeño de Daniel 8, tendremos que llegar a la conclusión, con Jesús, de que no pudo haber sido Antíoco Epífanes, que murió en el año 164 a.C., casi doscientos años antes del discurso del Monte de los Olivos.

El cuerno pequeño de Daniel 8 es Roma. El verdadero cumplimiento de la profecía del cuerno pequeño de Daniel 8 sólo puede ser el Imperio Romano y su sucesora, la Iglesia Romana, considerados a propósito, como en Daniel 7,

Entonces como piropero y adulador de tu maestro, ernesto gil vas en pos de él; y con esto tras de sus mentiras y engaños: Proverbios 14:12 dice: “Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte.”

"El impío es enredado en la prevaricación de sus labios; mas el justo saldrá de la tribulación. El hombre será saciado de bien del fruto de su boca; y le será pagado según la obra de sus manos". (Proverbios 12:13-14)

"Porque los tales falsos apóstoles son obreros engañosos, que se transfiguran en Apóstoles de Cristo." (2 Corintios 11: 13)

En el año 1733 se publicó un libro de Sir Isaac Newton, el célebre hombre de ciencia que descubrió la ley de la gravedad, en el que había escrito unos años antes lo siguiente acerca de Daniel 9 y Antíoco Epífanes:
“Algunos consideran que el último cuerno es ANTÍOCO EPÍFANES, pero no con buen juicio. Un cuerno de una bestia nunca representa a una sola persona: siempre representa un nuevo reino, y el de ANTÍOCO ya era antiguo. ANTÍOCO fue rey de uno de los cuatro cuernos, y el cuerno pequeño era un quinto, que tenía sus propios reyes. Este cuerno al principio era pequeño, pero creció mucho, lo que no ocurrió con ANTÍOCO. Se lo presenta como mayor que todos los cuernos anteriores, pero eso no pasó con ANTÍOCO. Su reino por el contrario era débil, tributario de los ROMANOS, y él no le añadió territorios. El cuerno era un rey fiero de rostro, que destruía maravillosamente, y que prosperaba y actuaba; es decir, prosperaba en sus actividades en contra del pueblo de los santos: en cambio ANTÍOCO salió asustado de EGIPTO por un mero mensaje de los ROMANOS, y después atropello y maltrató a los JUDÍOS. El cuerno era poderoso gracias a un poder ajeno; ANTÍOCO actuaba por cuenta pro*pia. El cuerno se levantó contra el Príncipe de las Huestes del cielo, el Príncipe de los príncipes; y ésta es una característica, no de ANTÍOCO, sino del ANTICRISTO. El cuerno derribó el Santuario, lo que no hizo ANTÍOCO, puesto que lo dejó en pie. El San*tuario y la Hueste fueron pisoteados por 2.300 días; y los días de las profecías de DANIEL son años; en cambio, la profanación del Templo durante el reinado de ANTÍOCO no duró tantos días normales. Debían durar hasta el tiempo del fin, hasta el fin mismo de la indignación contra los JUDÍOS; y esa indignación todavía no ha con*cluido. Debían durar hasta que el Santuario derribado fuera purificado, y el Santuario todavía no ha sido purificado”.[5]
Este comentario de Sir Isaac Newton establece un agudo contraste con la nota acerca de Daniel 1 que aparece al pie de la página de algunas versiones de las Escrituras, y que se refieren a las "notablemente precisas predicciones de los capítulos 8 y 11 de Daniel acerca del reino, el carácter y los antecedentes de Antíoco Epífanes" (El Misterio del Futuro Revelado; pp. 159-161, 190-192).

Bendiciones.

Luego todo Isral será salvo.


Muy interesante todo esto Gabriel. Gracias por presentarlo.

Saludos.
 
Re: Las 70 semanas

Buenas Tardes hermanos.

Presentaré a continuación los grandes errores del señor Martinez Rancaño. Este señor como todos saben, humilla mas de lo que expone sobre el tema y ataca a la Iglesia Adventista mas de lo que habla. A todos los que piensan diferente a él, se ganan un enemigo, pues este así lo quiere. Referente a los estudios que aparcenen en su curriculum realmente a perdido el tiempo.

Veamos a continuación los puntos que hasta ahora ha escrito:

EMR dice: Una aplicación NO es una explicación. Por eso, si Jesucristo pudo decir que lo ya cumplido antaño en los días de Isaías se aplicaba a sus propios días (de hecho, él dice que “se cumple en ellos la profecía de Isaías”), entonces lo que él dijera sobre una futura “abominación desoladora” aplicada al ejército romano NO NIEGA que tal abominación desoladora haya tenido un cumplimiento totalmente literal ANTES de los días del propio Cristo.

Esa es su conclusión sobre la "abominación asoladora" que aparece en Daniel 9:27. EMR dice que la pregunta que le formulé no niega su conclusión, al contrario, lo niega totalmente.

La biblia dice: Isa 6:9 Y dijo: Anda, y di a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis.

Y se refiere a: Joh 1:11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.

O sea, nada que ver.
Ademas, noten estos versos que Martinez Rancaño esta ignorando:

Mateo 8:29 Y clamaron: "¿Qué tienes que ver con nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido a torturarnos antes de tiempo?"

Mateo 26:18 El dijo: "Id a la ciudad, a cierto hombre, y decidle: 'El Maestro dice: Mi tiempo está cerca. En tu casa celebraré la Pascua con mis discípulos"'.

Marcos 1:15 Decía: "El tiempo se ha cumplido, el reino de Dios está cerca. ¡Arrepentíos, y creed al evangelio!"

O sea, sin duda alguna hay un tiempo a seguir, un orden y este orden es sin duda encontrado en las Setenta semanas de Daniel 9:24-27.

Hermanos, no se dejen engañar, pues para todo había un tiempo que cumplir.

Juan 7:8
8
"Subid vosotros a esta fiesta. Yo no subo todavía, porque mi tiempo no se ha cumplido aún".

(continuaré)
 
Re: Las 70 semanas

EL CUMPLIMIENTO DE LAS SETENTA SEMANAS (TERCERA PARTE)
Por razones fáciles de entender, el adventismo quiere que las “2300 tardes y mañanas” de Daniel 8:14 empiecen a la vez que las setenta semanas y, sin prueba ninguna, afirma alegremente que ambos periodos comienzan en el otoño del año 457 a.C. Ya ha quedado acreditada la incapacidad de los adventistas de presentar ese supuesto decreto que autorizase la reconstrucción de la ciudad arruinada de Jerusalén en el otoño del año 457 a.C., de modo que todo el invento de 1844 se hunde en la ignominia, igual que la fraudulenta estructura de las setenta semanas historicistas. No obstante, y dada la insistencia con la que el adventismo insiste en unir el comienzo de los dos periodos, probablemente este sea un buen lugar para hablar de lo que significan las “2300 tardes y mañanas”.
En primer lugar, deben destacarse dos cosas que, aunque parezcan triviales, distan de serlo. La primera es que, aunque algunas traducciones lo hayan hecho, el texto hebreo no utiliza la palabra yom (día) para hablar de este periodo. En realidad, hasta en 8:26, donde se alude al mismo periodo, se habla de “la visión de las tardes y mañanas”, NO “la visión de los días”. La palabra yom es la que utilizan los famosos pasajes de Números y Ezequiel que usan los historicistas para intentar apuntalar el espurio “principio” día-año. Curiosamente, los historicistas se sienten justificados en hacer el siguiente silogismo: “Una tarde y una mañana forman un día completo, porque en Génesis 1 se repite varias veces que la tarde y la mañana formaban un día. Por otra parte, según Números, un día profético es un año. Por lo tanto, una tarde y una mañana proféticas son un año”. Naturalmente, estos sofistas se rascan la cabeza y se ofenden si se les pregunta qué es una tarde “profética”, o dónde habla la Biblia de tal concepto, o si se les pide que justifiquen bíblicamente que una tarde más una mañana “proféticas” constituyen un año. Para ellos, lo de Génesis 1 es su coartada perfecta, pero resulta sorprendente que insistan tanto, entonces, que los días de Genesis 1 fueran de 24 horas. Son muy poco honestos cuando pretenden convertir primero 2300 tardes y mañanas en “2300 días” para acabar contándonos que, después de todo, no son días en absoluto, sino “2300 años”. O sea, para hacer esa jugada necesitan hacer DOS “conversiones”. ¡La figura de una figura! ¡No está mal la patraña!
El segundo detalle digno de ser tenido en cuenta es que la sintaxis de Dan. 8:14 tiene una anomalía. La anomalía es que la expresión hebrea `ereb boqer ́alpayim ushelosh méot (transcripción aproximada), que hemos dado en traducir “2300 tardes y mañanas” no pone eso exactamente. La traducción literal es algo así como “tarde mañana mil tres cientos”, es decir, lo de “tarde mañana” no está en plural, como cabría esperar, ni está unido por la conjunción we (no es inglés, sino hebreo; se lee “ue”, y significa “y”). En 8:26, en cambio, se hace referencia a maŕeh ha`ereb wehabboqer, literalmente, “visión de la tarde y la mañana”. La preposición “de” no aparece como tal en esa expresión en hebreo, pero hay que suplirla porque maŕeh está en el estado “constructo”. En 8:26 `ereb y boqer van unidas por la conjunción we, y ambas palabras van precedidas por el artículo definido ha (en este caso, “la”). Es decir, salta a la vista que la sintaxis de ambos versículos es distinta, siendo normal la de 8:26 y anormal la de 8:14. Ahora bien, cuando digo “anormal” no estoy hablando de ningún error ni cosa por el estilo. Simplemente estoy diciendo que en 8:14 `ereb boqer hace el papel de un adjetivo técnico que califica a un sustantivo implícito ausente. Es decir, el sentido de `ereb boqer ́alpayim ushelosh méot es este: “2300 X de tarde [y] mañana”, siendo X el sustantivo ausente. La gracia está en saber qué es esa equis. ¿Podemos saberlo con algún grado de certeza?
Por supuesto, a los adventistas les interesaría la noción de que dijese “2300 días de tarde y mañana”, aunque, en realidad, ellos no desean en absoluto que el lector interprete que se trate de 2300 días de 24 horas cada uno (y esos, señores, son los únicos días “de tarde y mañana” de los que tenemos noticia, al menos en este planeta). Ellos prenden embaucar a sus catecúmenos, primero, con que son “días de tarde y mañana”, y luego, en que las tardes y las mañanas no importan en absoluto, pues se trata, aseguran, de días “proféticos”, o sea, años, que no tienen ni tardes ni mañanas.
Descartado, pues, el embuste adventista, ¿qué sustantivo podrá ser el que falta? Un análisis de la presencia conjunta de `ereb y de boqer en la Biblia refleja que, casi siempre, esos dos vocablos están directamente relacionados con el santuario israelita. Ocurre lo mismo con el adjetivo “continuo” (tamid[/D], que va solo a menudo y que designa el culto que se rendía a Dios continuamente mediante los holocaustos matutinos y vespertinos. Por supuesto, aunque sus libros más técnicos (como Questions on Doctrine, que ha sido reeditado recientemente por la Universidad de Andrews), reconocen que tamid[/D] se refiere a los holocaustos o al culto que se ofrecía en el santuario; solo los trolls y a los adventistas históricos más ignorantes y más recalcitrantes les atrae la memez de que el “continuo” sea el “paganismo” [!!!!], que, según ellos, acabó en 508 d.C. [!!!!]).
La típica defensa de los adventistas históricos ante lo que se les viene encima es que siempre que la Biblia habla de los holocaustos se utiliza el orden mañana-tarde (Exo 29:38-46; Num 28:1-8; 2 R 16:15; 1 Cr 16:40; 2 Cr 2:3; 13:11; 31:3; Esd 3:3), no el orden tarde-mañana (curiosamente, esos mismos sujetos dice que lo de un año por un día o un día por un año es indiferente, con lo cual dejan en evidencia el doble rasero que emplean y su profunda deshonestidad intelectual). En todo caso, quienes recurren a este tipo de argumentación parecen olvidar que el orden mañana-tarde no se emplea sólo para holocaustos, sino para otras actividades cotidianas (Gen 49:27; Exo 18:13, 14; Lev 6:20; 1 R 17:6; 1 Cr 23:30; Job 4:20; Sal 65:8; 90:6; Ecl 11:6), mientras que otros pasajes presentan el orden inverso (Gen 1:5, 8, 13, 19, 23, 31; Exo 16:8, 13; 27:21; Lev 24:3; Num 9:15, 21; Deu 16:4; Est 2:14; Sal 30:5; 55:18; Isa 17:14; Eze 33:22; Sof 3:3). A la postre, el orden depende del punto de vista de la frase: “Por la mañana dirás: ¡Quién diera que fuese la tarde!; y a la tarde dirás: ¡Quién diera que fuese la mañana!” (Deu 28:67; cf. Eze 24:18). Con estos antecedentes, pretender que la expresión adjetiva `ereb boqer en Dan 8:14 se refiera a otra cosa que lo indicado por el contexto, o sea, holocaustos abolidos, debería requerir una argumentación menos equívoca. El orden tarde-mañana se ve confirmado por las precisas instrucciones en cuanto al aceite del candelabro y su ignición en Exo 27:21 y Lev 24:3,4, pasajes en los que aparece la expresión, en singular como en Daniel, “desde la tarde hasta la mañana”), expresión que viene a significar un ciclo completo de culto. Sin embargo, el orden mañana-tarde también se da para el candelabro en Exo 30:7, 8. En todo caso, el orden tarde-mañana se ve confirmado también para los sacrificios, aunque con la expresión equivalente noche-mañana (“toda la noche hasta la mañana”, [Lev 6:9]). Estas consideraciones muestran que la relación de la expresión daniélica `ereb boqer y el culto continuo que se rendía en el santuario hebreo es incontrovertible.
Entonces, ¿qué anuncia Dan 8:14? Muy sencillo. Anuncia la supresión de 2300 holocaustos. ¿Son eso 2300 días o 2300 años? Ni lo uno ni lo otro. Dos mil trescientos holocaustos requerían un total teórico de solamente 1150 días, puesto que había un holocausto por las tardes y otro por las mañanas. Sin embargo, debe señalarse que los sábados y en otras fiestas nacionales el número de holocaustos era mayor de lo habitual. En los cálculos mostrados en la parte anterior de esta explicación se mostró cómo es posible encontrar una armonía razonable de todos los lapsos mencionados por Daniel con la hipótesis de que todos ellos comienzan 1150 días antes de la purificación macabea del santuario, y todos ellos llevan, con un grado de redondeo mínimo, a las fiestas regulares que se celebraron después de la primera Hanukkah.
Para intentar convencer a los incautos, los adventistas proponen que, dado que la pregunta de 8:13 alude a la “visión”, la respuesta de 8:14 ha de aludir a TODA la visión, de modo que puedan justificar, a la vez, por arte de magia, un cuerno pequeño “medieval” (el papa) y que el cómputo empiece a contar en época persa, época que, por supuesto, queda por determinar hasta que Gabriel (hablo del ángel, no del troll) “explique” lo que Daniel “no entendió” de las “2300 tardes y mañanas” con la profecía de las setenta semanas. La pretensión de que las “2300 tardes y mañanas” puedan empezar en época persa (no en cualquier año de esa época, sino en el año inventado por los historicistas, claro está) no es más que una ilusión. En Dan. 12:6 hay una pregunta que se parece mucho a la de 8:13, y en Dan. 12:7 y siguientes hay una respuesta que se parece mucho a la de 8:14. Pues bien, la falaz interpretación adventista de 12:6ss no nos retrotrae, como en el capítulo 8, a la época persa, sino, más bien, a la de Clodoveo (!!!!). Y es que, cuando se quiere creer en una mentira, la bola de nieve va creciendo, y, al final, es una cadena de despropósitos.
En la próxima entrega abordaremos el jueguecito en el que manifestaba tan burdo interés el troll “humillado”.
(CONTINUARÁ).


Errores de EMR 2da Parte.

Como verán a continuación, este señor arremete contra la Iglesia Adventista de tal forma que se nota el odio repulsivo contra nosotros, no es para menos, pues escrito esta:

Mateo 24:9 "Entonces os entregarán para ser maltratados, y muertos..."

Pero dejemos eso aún lado y comencemos con lo errores.

EMR dice: La típica defensa de los adventistas históricos ante lo que se les viene encima es que siempre que la Biblia habla de los holocaustos se utiliza el orden mañana-tarde (Exo 29:38-46; Num 28:1-8; 2 R 16:15; 1 Cr 16:40; 2 Cr 2:3; 13:11; 31:3; Esd 3:3), no el orden tarde-mañana.

Sepa usted que la Biblia dice: Genesis 1:5 Y llamó Dios a la luz "día", y a las tinieblas llamó "noche". Así fue la tarde y la mañana, el primer día.

Jehová dice que los días comienzan en la tarde NO en la mañana, cuando habla de los holocaustos de mañana-tarde, JAMAS se refiere a dias, sino al orden holocaustico.

EMR dice: (curiosamente, esos mismos sujetos dice que lo de un año por un día o un día por un año es indiferente, con lo cual dejan en evidencia el doble rasero que emplean y su profunda deshonestidad intelectual)

La biblia dice: Números 14:34 "Conforme al número de los 40 días en que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestra culpa durante 40 años; un año por cada día. Y conoceréis mi desagrado.

O sea, "año por día"

La biblia dice: Ezequiel 4:6 "Cumplidos éstos, te acostarás sobre tu lado derecho, y llevarás la maldad de la casa de Judá cuarenta días. Día por año, día por año te lo he dado.

O sea, "día por año"

El inverso en ambos versos. No lo decimos nosotros, sino la Biblia.

(Continuaré)
 
Re: Las 70 semanas

Errores de EMR 3ra parte

Mientras seguimos leyendo los aportes de Martinez Rancaño nos vamos dando cuenta la peligrosa levadura que este invita a saborear. La palabra de Dios es clara en cuanto a la profecía Mesiánica de las setenta semanas.

EMR dice: Por supuesto, a los adventistas les interesaría la noción de que dijese “2300 días de tarde y mañana”, aunque, en realidad, ellos no desean en absoluto que el lector interprete que se trate de 2300 días de 24 horas cada uno (y esos, señores, son los únicos días “de tarde y mañana” de los que tenemos noticia, al menos en este planeta)

La biblia dice: Dan 8:14 Y él respondió: "Hasta 2.300 tardes y mañanas. Entonces el Santuario será purificado".

La Interpretación Adventista es la siguiente: como en el original no contiene la palabra yom, es evidente entender que se trata proféticamente y no literalmente, nuestra interpretación es que las 2300 tardes y mañanas en plural por el número 2.300 que implica pluralismo y "tarde y mañana" solo aplicable a días no se debe tomar literal por la falta de la palabra yom.

EMR dice: En Dan. 12:6 hay una pregunta que se parece mucho a la de 8:13, y en Dan. 12:7 y siguientes hay una respuesta que se parece mucho a la de 8:14. Pues bien, la falaz interpretación adventista de 12:6ss no nos retrotrae, como en el capítulo 8, a la época persa, sino, más bien, a la de Clodoveo (!!!!). Y es que, cuando se quiere creer en una mentira, la bola de nieve va creciendo, y, al final, es una cadena de despropósitos.

La biblia dice: Dan 12:8 Y yo oí, mas no entendí. Y dije: Señor mío, ¿cuál será el fin de estas cosas?

Definitivamente Daniel como todos nosotros hubiesemos querido saber, pregunta a Jesus cual era el significado de esta interesante profecía que abarca tantos capítulos del libro de Daniel y tienen que ver estrechamente con el fin de los tiempos.

Dan 12:9 El respondió: Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin.

Como veníamos diciendo, el mismo Jesus le dice a Daniel, que la interesante profecía es para el tiempo del Fin.

Dan 12:10 Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente,(G) y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán.

Dan 12:11 Y desde el tiempo que sea quitado el continuo sacrificio hasta la abominación desoladora,(H) habrá mil doscientos noventa días.

"Quitado el contínuo" hasta la "abominación asoladora" habrá 1290 y 1335 serán los bienaventurados, sería bueno preguntarle a EMR, que significa cuando en esta parte Jesus dice lo que dijo.


Dan 12:12 Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco días.

Dan 12:13 Y tú irás hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días.


Hermanos, las artimañas de este personaje no son mas que paja ante la misma palabra de Jehová.

(Continuaré)
 
Re: Las 70 semanas

Como es habitual en los trolls que por aquí circulan, estos sujetos no conocen mínimamente los escritos de cierto nivel producidos por su iglesia. Lo del orden tarde-mañana ya lo abordé adecuadamente en mi escrito, y señalé que lo del orden mañana-tarde para los sacrificios es un subterfugio de la propia "erudición" adventista (que el troll humillado parece desconocer o ignorar) para intentar neutralizar la realidad de que las "2300 tardes y mañanas" de Dan. 8:14 sean holocaustos. Como siempre, este troll tergiversa a las personas contra las que tiene algo personal.

Por otra parte, ese despreciable sujeto, que jamás ha contestado honestamente ni una sola cosa de las que le he planteado, y que siempre, sin excepción, lo cita todo fuera de contexto, mutilando las palabras de su oponente, miente descaradamente cuando afirme que yo “odie” a los adventistas. Nada más lejos de la verdad. Lo que sí odio es la mentira, y la bajeza moral de sujetos como él. La bajeza moral no tiene nada con el hecho de ser adventista o con dejar de serlo. Tiene que ver con la ruindad de la persona, y este repelente ser es probablemente el más ruin que he conocido.

Las citas que este sujeto saca de Juan o de Jonas, yo no las cité. Me limité a señalar que Jesús aplica a sus propios días algo que ya estaba completamente cumplido en los días de Isaías. Y si Jesús puede hacer eso, entonces queda pulverizado el intento del susodicho troll de utilizar Mat. 24:15 como si este pasaje excluyese un cumplimiento primario de Dan. 9:27 antes de los días de Cristo. Lo que vemos es que en Mat. 13:13-15 aplica a sus días algo ya cumplido en el siglo VIII a.C. Y que en Mat. 24:15 aplica a los días de la destrucción de Jerusalén algo que también se había cumplido antes, concretamente, en el siglo II a.C.

Por supuesto, es comprensible la frustración y la impotencia de este descerebrado troll al ver que no tiene por dónde “atacarme”, pero es un hecho que mi observación sobre Isa. 6:9, 10 y Mat. 13:13-15 ha socavado por completo el argumento que él tan ufano se imaginaba que podría elaborar. Ya dije aquello de darle cuerda para que se ahorcara él solito.

Ahora, puede ir el susodicho sujeto a llorar sus frustraciones a otro lado. Y no, no hay ningún “principio” día-año en la Biblia, porque, mientras el ruin “humillado” no demuestre lo contrario (y, desde luego, su palabra cuenta menos que la de cualquier otro), ni Números ni Ezequiel son apocalípticos, ni en ellos hay predicción alguna de que el pueblo vaya a ir errante cuarenta días ni que Ezequiel deba estar tumbado 430 años. De modo, palurdo, que principio día-día y principio año-año. No hay “principio” día-año. Como eso ya está debatido en otros hilos, y mi argumentación está presentada, si puede usted refutar uno solo de mis argumentos, inténtelo. Pero comprenda que su sola palabra tenga una credibilidad de cero, y que sus deseos sean irrelevantes e irrisorios.

El nivel de hostilidad de mí hacia usted, se lo buscó usted, caballero, con sus continuas mezquindades, su soez descortesía y su continua deshonestidad. Vaya a quejarse al maestro armero.
 
Re: Las 70 semanas

4to Error de Rancaño.

EMR dice: Históricamente, la abominación desoladora fue el sacrilegio obrado por Antíoco Epífanes en el templo de Jerusalén, al que convirtió en un burdel, con una estatua que lo representaba a él como a Zeus Olímpico, con la prohibición de adorar a Dios bajo pena de muerte, sacrificando cerdas en el altar del templo de Jerusalén y masacrando a la población fiel a Dios y a las costumbres patrias (a los observadores del sábado, de la circuncisión, etc.). La purificación del santuario fue la limpieza (hecha con una carretilla) y la reconsagración del templo para su uso sagrado. Los judíos de todo el mundo (incluido Jesucristo) han celebrado desde entonces la fiesta de Hanukkah o de la Dedicación desde aquel 14 de diciembre de 164 a.C.

La biblia dice: Mateo 24:15 15
"Cuando veáis en el lugar santo, la abominación desoladora, predicha por el profeta Daniel, —el que lee, entienda—,

"Cuando vean", o sea, en el futuro aún en la fecha de Jesus, o sea, la "abominación asoladora" es históricamente el sacrilégio que obra ROMA sobre los que profesan ser hijos de Dios, en el 70 dc y aún hasta nuestros días, pues escrito está: Mat 24:24 Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.

Este verso es parte en el tiempo de la abominación asoladora de la que habla Daniel y nos esta hablando de falsos Cristos.

Pregunto a EMR:

Cuando en la interpretación de las setenta semanas que tu dás enfatisas en esos versos...? ya que dices que se refiere a Clodoveo, ¿Cuando hubieron falsos cristos y falsos profetas...?

Sin duda es la interpretación de las setenta semanas adventista.

(continuaré)
 
Re: Las 70 semanas

Sepa usted que la Biblia dice: Genesis 1:5 Y llamó Dios a la luz "día", y a las tinieblas llamó "noche". Así fue la tarde y la mañana, el primer día.

Jehová dice que los días comienzan en la tarde NO en la mañana, cuando habla de los holocaustos de mañana-tarde, JAMAS se refiere a dias, sino al orden holocaustico.

Muy cierto... Jehová dice que los días comienzan en la tarde como también dice que terminan en la tarde y no en la mañana. De tarde a tarde. ¿Estás de acuerdo? Entonces, "humillado" (o quién quiera que seas), si tú quieres ignorar todo lo que se ha dicho en este foro sobre "tarde y mañana´"), me gustaría por lo menos que expliques el significado de "tarde y mañana" en el siguiente versículo:

Levítico 24:2 Manda a los hijos de Israel que te traigan para el alumbrado aceite puro de olivas machacadas, para hacer arder las lámparas continuamente.(tamid)
3 Fuera del velo del Testimonio, en el Tabernáculo de reunión, las dispondrá Aarón delante de Jehová desde la tarde hasta la mañana ('ereb boqer). Estatuto perpetuo (tamid) os será por vuestras generaciones.

¿Me puedes decir que significa "desde la tarde hasta la mañana" en este versículo?

La biblia dice: Números 14:34 "Conforme al número de los 40 días en que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestra culpa durante 40 años; un año por cada día. Y conoceréis mi desagrado.

O sea, "año por día"

La biblia dice: Ezequiel 4:6 "Cumplidos éstos, te acostarás sobre tu lado derecho, y llevarás la maldad de la casa de Judá cuarenta días. Día por año, día por año te lo he dado.

O sea, "día por año"

El inverso en ambos versos. No lo decimos nosotros, sino la Biblia.

(Continuaré)

Así es... "el inverso en ambos versos". En uno se "convierte" un día en un año mientras que en el otro se "convierte" un año en un día.

Entonces, si vamos a establecer (inventar) un "principio", el mismo "convertiría" días proféticos en años literales y años proféticos en días literales así que acabas de demostrar que ustedes están más perdidos que la suegra de Adán cuando, por acto de magia, convierten un año profético en 360 años literales.
 
Re: Las 70 semanas

Como es habitual en los trolls que por aquí circulan, estos sujetos no conocen mínimamente los escritos de cierto nivel producidos por su iglesia. Lo del orden tarde-mañana ya lo abordé adecuadamente en mi escrito, y señalé que lo del orden mañana-tarde para los sacrificios es un subterfugio de la propia "erudición" adventista (que el troll humillado parece desconocer o ignorar) para intentar neutralizar la realidad de que las "2300 tardes y mañanas" de Dan. 8:14 sean holocaustos. Como siempre, este troll tergiversa a las personas contra las que tiene algo personal.

Por otra parte, ese despreciable sujeto, que jamás ha contestado honestamente ni una sola cosa de las que le he planteado, y que siempre, sin excepción, lo cita todo fuera de contexto, mutilando las palabras de su oponente, miente descaradamente cuando afirme que yo “odie” a los adventistas. Nada más lejos de la verdad. Lo que sí odio es la mentira, y la bajeza moral de sujetos como él. La bajeza moral no tiene nada con el hecho de ser adventista o con dejar de serlo. Tiene que ver con la ruindad de la persona, y este repelente ser es probablemente el más ruin que he conocido.

Las expresiones vertidas sobre los adventistas que usted cariñosamente nos llama troll es evidencia del amor hacia los tales que usted reguarda, utilizando propiamente el vocablo que dejó nuestro salvador Jesus hacia nuestro prójimo es notable que usted no tiene ni pisca de amor, o sea, usted no tiene a Dios, pues Dios es amor mientras la biblia nos invita a tener cuidado contra estas personas, "por sus frutos los conoceréis".

Las citas que este sujeto saca de Juan o de Jonas, yo no las cité. Me limité a señalar que Jesús aplica a sus propios días algo que ya estaba completamente cumplido en los días de Isaías. Y si Jesús puede hacer eso, entonces queda pulverizado el intento del susodicho troll de utilizar Mat. 24:15 como si este pasaje excluyese un cumplimiento primario de Dan. 9:27 antes de los días de Cristo. Lo que vemos es que en Mat. 13:13-15 aplica a sus días algo ya cumplido en el siglo VIII a.C. Y que en Mat. 24:15 aplica a los días de la destrucción de Jerusalén algo que también se había cumplido antes, concretamente, en el siglo II a.C.

Usted esta diciendo que cuando Jesus dice: "Cuando veáis", se refiere al pasado...?

Por supuesto, es comprensible la frustración y la impotencia de este descerebrado troll al ver que no tiene por dónde “atacarme”, pero es un hecho que mi observación sobre Isa. 6:9, 10 y Mat. 13:13-15 ha socavado por completo el argumento que él tan ufano se imaginaba que podría elaborar. Ya dije aquello de darle cuerda para que se ahorcara él solito.

Vuelvo y le repito, usted no tiene la autoridad de decidir cual es la verdad de Dios, esa verdad será certificada en las personas que leen. Mientras usted dice: "al ver que no tiene por dónde “atacarme”,", o sea, su palabra contra la nuestra, usted dice que eso es blanco y nosotros amarillo, los que realmente decidirán de que color es, son los foristas.

Ahora, puede ir el susodicho sujeto a llorar sus frustraciones a otro lado. Y no, no hay ningún “principio” día-año en la Biblia, porque, mientras el ruin “humillado” no demuestre lo contrario (y, desde luego, su palabra cuenta menos que la de cualquier otro), ni Números ni Ezequiel son apocalípticos, ni en ellos hay predicción alguna de que el pueblo vaya a ir errante cuarenta días ni que Ezequiel deba estar tumbado 430 años. De modo, palurdo, que principio día-día y principio año-año. No hay “principio” día-año. Como eso ya está debatido en otros hilos, y mi argumentación está presentada, si puede usted refutar uno solo de mis argumentos, inténtelo. Pero comprenda que su sola palabra tenga una credibilidad de cero, y que sus deseos sean irrelevantes e irrisorios.

Ni Némeros ni Ezequiel son apocaíipticos, porque no se encuantran en apocalipsis.

Le pregunto: Envió Dios a que por cada año se cumpliera el mismo número de días...? Si o No...?

El nivel de hostilidad de mí hacia usted, se lo buscó usted, caballero, con sus continuas mezquindades, su soez descortesía y su continua deshonestidad. Vaya a quejarse al maestro armero.

EMR, sus ofensas son como dardos de "cotton candy" ante el manto protector de la verdad de Dios.

Tras todas estas palabras como era de esperarse, usted NO REFUTó ningún punto de los que expuse.

La biblia dice, NO YO, la biblia dice, pues yo soy un simple gusano ante la sabiduría de Dios:

Entonces Jesús les dijo: "Mi tiempo aún no ha llegado. Vuestro tiempo siempre está presto.

A que tiempo se refiere Jesús...?
 
Re: Las 70 semanas

Muy cierto... Jehová dice que los días comienzan en la tarde como también dice que terminan en la tarde y no en la mañana.

Error!!

Jehová no dice tal cosa, solo lo dice para con el Sabado. Y este es aplicado porque, "de tarde a tarde guardaréis mis Sabados" porque esta añadiendo el tiempo de la "PREPARACIóN".

Escrito esta: Era la tarde del día de la Preparación, y estaba por empezar el sábado. Lucas 23:54.

De tarde a tarde. ¿Estás de acuerdo?

Sabes que No, pues ya este tema fué refutado anteriormente.

Entonces, "humillado" (o quién quiera que seas), si tú quieres ignorar todo lo que se ha dicho en este foro sobre "tarde y mañana´"), me gustaría por lo menos que expliques el significado de "tarde y mañana" en el siguiente versículo:

Levítico 24:2 Manda a los hijos de Israel que te traigan para el alumbrado aceite puro de olivas machacadas, para hacer arder las lámparas continuamente.(tamid)
3 Fuera del velo del Testimonio, en el Tabernáculo de reunión, las dispondrá Aarón delante de Jehová desde la tarde hasta la mañana ('ereb boqer). Estatuto perpetuo (tamid) os será por vuestras generaciones.

¿Me puedes decir que significa "desde la tarde hasta la mañana" en este versículo?

Tu lo haz dicho, "desde la tarde hasta la mañana"

מִן עֶרֶב

Esta orden fué dada a Aarón para que pusiese acéite puro de oliva para alumbrar el santuario "desde la tarde hasta la mañana" aunque fué decretado para que ALUMBRARA todo el día.

Así es... "el inverso en ambos versos". En uno se "convierte" un día en un año mientras que en el otro se "convierte" un año en un día.

Entonces, si vamos a establecer (inventar) un "principio", el mismo "convertiría" días proféticos en años literales y años proféticos en días literales así que acabas de demostrar que ustedes están más perdidos que la suegra de Adán cuando, por acto de magia, convierten un año profético en 360 años literales.

Se esta hablando de año literal a día literal en este caso. Te pondré un ejemplo:

Son 1260 días proféticos, que estos días proféticos son 1260 años literales que son muchísimos días literales.

Tiene que haber un orden.
 
Re: Las 70 semanas

Hermanos, ante la inminente catastrofe del Titánico error de EMR, es preciso preguntar lo siguiente:

Jesus dijo: 21
Entonces se le acercó Pedro, y le preguntó: "Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?"
22
Respondió Jesús: "No te digo hasta siete, sino hasta setenta veces siete.
Mat 18.

El reino a los judíos les fué devuelto en su magnitud para darle la última oportunidad por el cielo, la cual también fué rechazada sin duda predicho en la profecía de las setenta semanas, pues al cumplirse esta es predicado el mensaje a los gentiles, cumpliendose "En otra semana confirmará el pacto a muchos"...

Es eso cierto EMR...?

puedo decir seguramente:

Así dice Jehová.
 
Re: Las 70 semanas

Hermanos, ante la inminente catastrofe del Titánico error de EMR, es preciso preguntar lo siguiente:

Jesus dijo: 21
Entonces se le acercó Pedro, y le preguntó: "Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?"
22
Respondió Jesús: "No te digo hasta siete, sino hasta setenta veces siete.
Mat 18.

El reino a los judíos les fué devuelto en su magnitud para darle la última oportunidad por el cielo, la cual también fué rechazada sin duda predicho en la profecía de las setenta semanas, pues al cumplirse esta es predicado el mensaje a los gentiles, cumpliendose "En otra semana confirmará el pacto a muchos"...

Es eso cierto EMR...?

puedo decir seguramente:

Así dice Jehová.

Hermano, nunca lo había visto de esa forma... gracias por tu aporte.

Feliz Sábado.