Re: Las 70 semanas
No conviene confundir los conceptos. Yo no me dirijo personalmente a los trolls. Me refiero a su ralea de forma lo más impersonal posible, y las palabras citadas por el troll "humillado" no iban dirigidas a él, sino, en general a los lectores de este foro.
Como es habitual en la condición mental del referido sujeto, confunde los términos:
¿Entonces? ¿Dónde está ese decreto? Muestren los señores trolls (les recuerdo que su sola palabra o sus solos gritos no valen) que el decreto que a ellos se les antoje se emitió en la fecha que ellos dicen, y muestren también que el decreto autoriza expresamente la reconstrucción de Jerusalén. Yo digo que es mentira y que, como es mentira, no podrán mostrar el decreto. ¿Quieren los señores trolls dejarme por embustero? Lo tienen fácil. ¡Presenten el inexistente decreto!
Pues entonces prueba que el decreto de Darío es el mencionado en las setenta semanas y sus números y como este se ajusta; ya que dices que para el tiempo de Ageo estaba listo la plaza y el foso cuando la profecía que citas dice: "sesenta y dos semanas, plaza y foso serán reconstruidos"
Así me gusta que escribas poco y al punto.
No conviene confundir los conceptos. Yo no me dirijo personalmente a los trolls. Me refiero a su ralea de forma lo más impersonal posible, y las palabras citadas por el troll "humillado" no iban dirigidas a él, sino, en general a los lectores de este foro.
Como es habitual en la condición mental del referido sujeto, confunde los términos:
- Yo escribo lo que estimo oportuno, con la extensión que crea oportuna y en el momento que estime oportuno.
- Lo que a ese troll le guste o le deje de gustar me resulta indiferente.
- La exposición de las setenta semanas la estoy haciendo metódicamente, y ni él ni los demás trolls (y no me importa en lo más mínimo que pidan ayuda externa; por ejemplo, al Dr. Treiyer) podrán hacer mella en ella.
- Lo del decreto de Darío es una de las empanadas mentales de este troll, y no representa en grado alguno ningún planteamiento que yo haya hecho ni piense hacer. Que, según el testimonio de Hageo, la ciudad estuviera reconstruida al comienzo del reinado de Darío (Hag. 1:1-4) no implica que yo me imagine que Darío ordenó la reconstrucción de Jerusalén. Quien sí lo hizo, según el testimonio del mismísimo Dios, fue Ciro (Isa. 44:28).
- Puesto que yo no creo que las setenta hebdómadas sean un tratado de aritmética más preciso que las tres series de 14 generaciones de las genealogías de Mateo, no necesito en lo más mínimo hacer juegos malabares que las cifras de las setenta semanas, pero se expondrán las explicaciones oportunas. Quienes sí pretenden cosas extraordinarias con respecto a esas setenta semanas son los propios trolls. Por lo tanto, les corresponde a ellos, y no a mí, demostrar que hubo un decreto en el otoño de 457 a.C. que permitiera reconstruir la ciudad arruinada de Jerusalén.
¿Entonces? ¿Dónde está ese decreto? Muestren los señores trolls (les recuerdo que su sola palabra o sus solos gritos no valen) que el decreto que a ellos se les antoje se emitió en la fecha que ellos dicen, y muestren también que el decreto autoriza expresamente la reconstrucción de Jerusalén. Yo digo que es mentira y que, como es mentira, no podrán mostrar el decreto. ¿Quieren los señores trolls dejarme por embustero? Lo tienen fácil. ¡Presenten el inexistente decreto!