Re: "HOY MISMO ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAISO"
Jesús no está dando una lección de teología, le está dando consuelo a un ladrón sufriendo en la cruz. Para entender qué quisi decirle Jesús, debemos invertigar qué era capaz de entender ese ladrón.
"La palabra paraíso procede del griego παράδεισος, paradeisos (en latín paradisus), usado en la Septuaginta para aludir al Jardín del Edén. El término griego procede a su vez del persa پرديس paerdís, ‘cercado’, que es un compuesto de paer-, ‘alrededor’ (un cognado del griego peri-) y -dis, ‘crear’, ‘hacer’. Fuentes tan antiguas como Jenofonte en su Anábasis (siglo IV a. C.) aluden al famoso jardín «paraíso» persa. Así, su significado original hace referencia a un jardín extenso y bien arreglado, que se presenta como un lugar bello y agradable, donde además de árboles y flores se ven animales enjaulados o en libertad".
"En la Persia Aqueménida (y posiblemente antes, en Mesopotamia) el término no sólo se aplicaba a jardines «paisajísticos» sino especialmente a tierras de caza real, la forma más primitiva de reserva salvaje.
En la Biblia, el paraíso designa originalmente al vergel donde Dios coloca a Adán tras crearlo"
"El Edén (en hebreo עדן) es, según el relato bíblico del libro del Génesis, el lugar donde habría puesto Dios al hombre después de haberlo creado a partir del polvo de la tierra".
"La palabra Edén suele ser utilizada como sinónimo de Paraíso, sin embargo la palabra Paraíso originalmente se refiere a un bello jardín extenso; mientras que Edén, es una palabra de origén acadio (un pueblo de estirpe semita), cuyo significado se refiere a un lugar que es puro y natural. Así, Edén se refiere más bien a una región geográfica, mientras que el Paraíso se refiere a un lugar más específico (un huerto o jardín situado en la parte oriental de dicha región)".
"En la Biblia se indica que el Edén es un huerto o jardín que habría existido (al oriente), indicando su existencia en una región que se hallaría en el Cercano Oriente. Igualmente se dice que de él salía un río que se dividía en cuatro, llamados: río Pisón, que se dice, rodeó toda la tierra de Havila; el río Gihón, que habría rodeado toda la tierra de Cus (Etiopía); el río Hidekel (río Tigris); que iría al oriente de Asiria; y el río Éufrates".
"En el jardín del edén Dios habría colocado dos árboles especiales, llamados el árbol de la ciencia del bien y del mal y el árbol de la vida; y, además, en este huerto, Dios habría colocado a Adán y Eva, para que vivieran.
En este lugar, Dios le otorgaría al hombre todo aquello que necesitase para tener gozo, placer y armonía, de este modo no le faltaría nada".
"La Versión de los Setenta tradujo la palabra hebrea para “jardín” (gan) por la palabra griega pa‧rá‧dei‧sos. A este hecho se debe la asociación de la palabra española “paraíso” con el jardín de Edén".
"Cuando en la Biblia se lo define como huerto, algunos grupos de personas y eruditos creen que se estaría aludiendo posiblemente a un lugar real, y no a una simple alegoría; ya que también se menciona un lugar geográfico, donde habría existido (al oriente), indicando una región que se hallaría en Cercano Oriente, al este del actual Israel, situándose de este modo en algún lugar de Mesopotamia o de Arabia. Sin embargo hay que tener en cuenta que a nivel científico e histórico, no existen pruebas que indiquen que haya existido realmente el Edén en esa zona geográfica, por lo menos, tal como esta descrito en el Génesis.
Por otra parte resulta contradictorio que, estando el Eden ubicado hacia el Oriente, sea precisamente en la puerta oriental de éste donde Dios pusiese un querubín guardián, lo que alimenta las tesis de que el jardín del Edén bien pudiera ser una adopción semita del mito del Jardín de las Hespérides, situado al Occidente y donde un dragón de cien cabezas llamado Ladón (de evidente homofonía con Eden), actúa de guardián del árbol de la inmortalidad, el robo de cuyos frutos también es considerado sacrilegio por Hera".
"En la mitología griega las Hespérides (en griego antiguo Έσπεριδες, ‘hijas del atardecer’) eran las ninfas que cuidaban un maravilloso jardín en un lejano rincón del occidente, situado según diversas fuentes en las montañas de Arcadia en Grecia, cerca de la cordillera del Atlas en Marruecos, o en una distante isla del borde del océano".
"El Jardín de las Hespérides es el huerto de Hera en el oeste, donde un único árbol o bien toda una arboleda daban manzanas doradas que proporcionaban la inmortalidad. Los manzanos fueron plantados de las ramas con fruta que Gea había dado a Hera como regalo de su boda con Zeus. A las hespérides se les encomendó la tarea de cuidar de la arboleda, pero ocasionalmente recolectaban la fruta para sí mismas. Como no confiaba en ellas, Hera también dejó en el jardín un dragón de cien cabezas llamado Ladón que nunca dormía, como custodio añadido".