Re: Gabriel47 y el 22 de Octubre del 1844
Estimado Ernesto Gil. Saludos cordiales.
No comentaré tus tonterías, que como muchos sabrán las manejas a tu antojo, ese método ya no resulta creíble por que los que te leen, se han dado cuenta de tus manipulaciones, tergiversaciones y las preguntas capciosas que emites entre otras cosas que no mencionaré para no caer en tu juego.
Lo interesante y valioso es aprender como el Señor ha dirigido y conduce a su pueblo, y le ha aportado muchas evidencias en su camino a la Canaán Celestial, las que por terquedad y obcecación, has decidido rechazar e ignorar.
En mi respuesta es necesario dar a conocer, a los lectores que están recién entendiendo este debate, los argumentos que se esgrimen.
¡Porque es importante Abib y la Cosecha?
El mes del Abib es el mes que comienza después de que la cebada haya alcanzado la fase de Abib. 2-3 semanas después del comienzo del mes la cebada ha superado la fase de Abib y está lista para ser traída como la "
ofrenda de la gavilla mecida" (Hanafat HaOmer). La "ofrenda de la gavilla mecida" es un sacrificio de las primeras espigas cortadas de la cosecha y se lleva el domingo que cae durante la Pascua (Hag HaMatzot). Esto está descrito en Lev 23,10-11:
"
Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla como primicia de los primeros frutos de vuestra siega. El sacerdote mecerá la gavilla delante de YHWH, para que seáis aceptados. El día siguiente al Sabát la mecerá".
De esto se deduce que la cebada, que estaba Abib al principio del mes estará lista para ser cosechada después de 15-21 días (es decir en el domingo durante la Pascua).
Por consiguiente, el mes de Abib no puede empezar a menos que la cebada haya alcanzado una fase en la que después de 2-3 semanas esté lista para la cosecha.
Que la cebada deba estar lista para la cosecha dentro de 2-3 semanas, en el mes de Abib, también está claro en Dt 16,9 qué afirma:
"
Siete semanas contarás; desde que comience a meterse la hoz en las mieses."
Por Lev 23,15 sabemos que las siete semanas entre Pascua (Hag Hamatzot) y Pentecostés (Shavuot) empiezan en el día en que se trae la gavilla mecida para la ofrenda (es decir el domingo que resulta durante Pascua):
"
Contaréis siete Sabát cumplidos desde el día que sigue al Sabát, desde el día en que ofrecisteis la gavilla de la ofrenda mecida".
En consecuencia, la "
hoz comienza a meterse en la mies"
el domingo durante Pascua, es decir 2-3 semanas después del comienzo del mes de Abib. Si la cebada no se ha desarrollado lo suficiente como para que pueda estar lista para la cosecha después de 2-3 semanas, entonces el mes del Abib no puede empezar y debemos esperar hasta el mes siguiente.
Hay que hacer notar que no toda la cebada madura al mismo tiempo en Tierra de Israel. La ofrenda de la gavilla mecida es un sacrificio nacional traído de los primeros campos listos para ser cosechados. Sin embargo, las ofrendas de los primeros frutos traídos por cada granjero pueden variar en cuanto a madurez, de "Abib tostado al fuego" a grano totalmente maduro que puede ofrecerse "aplastado" o "desmenuzado". Esto es lo que quiere decir Lev 2,14:
"
Si presentas a YHWH una ofrenda de primicias, tostarás al fuego las espigas verdes y ofrecerás el grano Carmel desmenuzado como ofrenda de tus primicias. (Carmel es el grano que ha endurecido más allá de Abib hasta el punto en que puede "aplastarse" o "desmenuzarse").
Todos los pasajes anteriores han sido traducidos directamente del Hebreo y hay que hacer notar que los diferentes traductores parecen haber entendido muy pobremente las variadas condiciones agrícolas Hebreas. ¡En Lev 2,14 traducen Carmel como "espigas frescas" y "Abib" como "espigas verdes" mientras que en Lev 23,14 traducen Carmel como "espigas tiernas"!
En suma, la cebada que está en estado de Abib cumple 3 características:
1.
Es suficientemente quebradiza como para ser destruida por el granizo y ha empezado a lucir su color ("no es oscura").
2.
Las semillas han producido bastante materia seca como para que puedan comerse tostadas.
3.
Se ha desarrollado lo suficiente como para que después de 2-3 semanas esta lista para ser cosechada.
Ahora viene la pregunta:
¿
Cómo se calculaba el tiempo en la Biblia? La instrucción divina establecía que el año empezaba con el mes de Abib (Éx. 12:2). “
Abib no es propiamente el nombre de un mes, sino una parte de la frase «el mes de las espigas nuevas de grano». Esto puede indicar la manera en que los israelitas determinaban el año nuevo…, comenzando el año con la nueva luna más próxima o previa a este estado del crecimiento de la cebada. El año indicado así era prácticamente el mismo que el año Babilónico, y presumiblemente llegó con Abrahán” (“Abib”, James Orr, ed., International Standard Bible Encyclopedia).
En la Biblia se dan las siguientes instrucciones para el establecimiento del calendario:
1. El primer mes del año debía ser el mes en el cual los israelitas salieron de Egipto (Ex. 12:2; equinoccio de primavera; Abib o Nisán).
2. La ceremonia de la gavilla mecida en relación con la fiesta de los Panes sin Levadura, que seguía a la Pascua a mediados de Abib (Éx. 23:15; Lev. 23:5, 6; Deut. 16:1-8), debía señalar el comienzo de la cosecha de cebada (Lev. 23:5-14) y tenía que preceder por 49 días (50 contando ambos extremos); a la fiesta de los primeros frutos de la cosecha del trigo (Lev. 23:15-21; Deut. 16:9, 10), fiesta llamada de las Semanas (Éx. 34:22; equinoccio de otoño), más tarde conocida como Pentecostés (Hec. 2:1; 20:16; 1 Cor. 16:8 ).
Si en el decimosegundo mes (Adar) era evidente, por las condiciones de las siembras de cebada cerca de Jerusalén, que a mediados del siguiente mes sería demasiado temprano para ofrecer la gavilla mecida de cebada madura, se anunciaba que el mes que seguía a Adar se llamaría Segundo Adar (Veadar); en ese caso, el primer mes (Abib o Nisán) se postergaba hasta la siguiente luna nueva.
Puesto que la luna nueva tarda aproximadamente 29 días y medio en dar la vuelta a la tierra, los judíos determinaban los meses a partir de las observaciones lunares: cuando aparecía la luna nueva, se establecía el inicio del nuevo mes. En cambio, el calendario rabínico, que se introdujo siglos después de los tiempos bíblicos, empleó otro método para computar el tiempo.
El calendario hebreo o judío tuvo tres etapas de desarrollo: el preexílico o bíblico, el post-exílico o talmúdico y el post-talmúdico. El primero se basaba meramente en la observación, el segundo en la observación junto con el cálculo, y el tercero solamente en el cálculo. En el primer periodo los sacerdotes determinaban el principio de cada mes por la aparición de la luna nueva y la recurrencia de las fiestas prescritas entre los equinoccios vernal y otoñal. Así, el mes de Abib ('ābhībh), el primer mes del año de acuerdo con la ley levítica, en la que debía celebrarse la Pascua, se determinaba por observación (Éx. 12:2; Deut. 16). Después del exilio se pusieron en boga métodos más precisos para determinar los meses y las estaciones, y el cálculo se empleaba para suplir y corregir las observaciones, y el calendario era regulado de acuerdo con el sistema babilónico, como se evidencia por los nombres de los meses que se derivaron de él.
En tiempos más tardes el calendario se fijó por métodos matemáticos (“Calendar”, James Orr, ed., International Standard Bible Encyclopedia).
La razón de esto es obvia: tras la destrucción de Jerusalén por los romanos en el 70, el pueblo judío fue esparcido por el mundo antiguo. Muchos judíos que habían sido llevados a Roma como prisioneros de guerra emigraron a Francia, Alemania, Inglaterra, Escandinavia y Europa Oriental. A estos judíos se les hacía imposible cumplir con el calendario para la celebración de las fiestas, pues no tenían acceso la información del estado de la cosecha en Jerusalén. Para suplir esta deficiencia, el judaísmo rabínico diseñó un calendario general que permitiera a los expatriados la observancia de las fiestas en cualquier lugar que estuvieran, independientemente de lo que ocurriera con la cosecha en Jerusalén. Al hacer esto, se introducían cambios en la cuenta del tiempo y en las fechas en que debían caer las fiestas judías.
La Jewish Encyclopedia explica que Hillel II (330/365) fue quien adelantó el diseño del año lunisolar para sustituir el año bíblico, con el objeto de garantizar a todos los judíos expatriados la celebración de las fiestas. Esto ocurrió hacia el año 359 de nuestra era.
La reforma de Hillel tomó en consideración lo que se conoce como el “ciclo metónico de 19 años”, diseñado por el matemático griego Metón (siglo –V).
Según este principio, cada 19 años la luna nueva y la luna llena vuelven a caer en los mismos días del año solar. Sin embargo, para respetar esta coincidencia debían añadirse días y meses al calendario bíblico. “Para igualar el año lunar con el año solar, y así dar posibilidad a la celebración universal de las fiestas en los días designados en la Biblia, se requerían intercalaciones ocasionales de un día al mes y de un mes al año… Estas intercalaciones se determinaron en reuniones de una comisión especial del Sanedrín” (Singer, Isidore; Mendelsohn, S., “Hillel II”, en Jewish Encyclopedia,
http://www.jewishencyclopedia.com/view.jsp?artid=731&letter=H).
Según esta obra, Hillel fue quien ordenó a Huna b. Abin hacer el ajuste en el calendario. Hillel se propuso proveer un calendario oficial que fuera observado a partir de ese momento, permitiendo así unificar a todas las comunidades judías de la Diáspora con su madre patria.
Desde luego, un intento así exigía una transformación sustancial del calendario judío tal y como se venía observando desde los tiempos bíblicos. Y eso fue precisamente lo que hizo Hillel.
El calendario de Hillel “destruyó lo que mantenían los patriarcas y los judíos esparcidos”, pero los rabinos lo justificaron en razón de la necesidad que había de ofrecer a todos los judíos del mundo un calendario que les permitiera celebrar las fiestas de manera simultánea en cualquier parte que estuvieran (Jacobs, Joseph; Adler, Cyrus, “Calendar, History of”, en Jewish Encycloepdia,
http://www.jewishencyclopedia.com/view.jsp?artid=43&letter=C).
Hacia el siglo IX de nuestra era, los judíos del mundo comenzaron a observar este calendario general, llamado también “rabínico”, “post-talmúdico” o “lunisolar”. Para 1844 este calendario señaló el 23 de septiembre como el día de Yom Kippur. Así, esta fecha no se marcó de acuerdo con el cómputo que se hacía en tiempos bíblicos, sino con el método rabínico posterior.
El inicio del año es fundamental para la determinación del Día de la Expiación, ya que esta fiesta debía celebrarse el día 10 del séptimo mes
(Lev. 16:28).
Es obvio que, si el año se iniciaba con un mes de antelación, todas las fiestas quedaban también adelantadas.
El calendario rabínico estaba adelantado por un mes en relación con el caraíta. Esto quiere decir que las fiestas anuales se adelantaban por un mes, y por eso los caraítas exigían que fueran ubicadas en el momento exacto en que estipula la Biblia.
Es evidente, entonces, que los adventistas estaban al tanto del calendario basado en las Escrituras, y eso explica por qué sus contrincantes no los corrigieran en este sentido. Sólo si fuera erróneo el calendario asumido por los adventistas podían sus adversarios criticar algo al respecto. Pero ellos nunca comentaron nada. Además, si el año judío de 1844 comenzaba con la luna nueva en Abib, el décimo día del séptimo mes estaríamos en el 22 de octubre, y no en el 23 de septiembre.
La Biblia especifica que la Pascua debe celebrarse durante el primer mes (Lev. 23:5). También especifica que al día siguiente después del sábado posterior a la Pascua (diferentes interpretaciones identifican esto como un domingo o como el 16 de Nisán), sería mecido un haz de cebada madura delante el Señor (Lev. 23:10-12).
El adventismo no está proponiendo aquí el calendario de Hillel, sino el calendario lunar que se usa en la Biblia. Al contrario, el calendario de Hillel (rabínico) es lo que el adventismo rechaza para el cómputo bíblico del Día de la Expiación, por ser un calendario de tardía elaboración y de probada imprecisión.
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.