Jesús usó en la parábola imágenes conocidas por los fariseos, como Hades, seno de Abraham y ángeles, pero su propósito no era enseñar literalmente el estado de los muertos.
La Biblia menciona Hades como lugar de los muertos (Salmos 16:10; Hechos 2:27) o ángeles en la segunda venida (Mateo 24:31), no inmediatamente después de que una persona muere.
Nunca enseña conciencia tras la muerte (aparte de las almas simbólicas en Apocalipsis 6:9 o la invocación de espíritus de la bruja de endor), ni que alguien sea llevado al seno de Abraham; de hecho, seno de Abraham solo está en la parábola de Lucas. Si fuera doctrina, aparecería en otros textos, pero no ocurre.
Interpretar literalmente las imágenes o elementos a mi conveniencia descartando el contexto escritural es contradecir Eclesiastés 9:5 y Salmos 146:4, que niegan conocimiento en la muerte, y Juan 5:28-29, que ubica la esperanza en la resurrección, o el juicio final que será en el gran trono blanco (Apocalipsis 20), no inmediatamente cuando alguien muere, y los impíos completos serán destruidos, no solo un “alma” incorpórea, porque el hombre es un alma (Génesis 2:7), no que tenga una.
La parábola confronta incredulidad y orgullo fariseo, no revela el más allá, que es algo que ya sabían los fariseos.
Ahora, los elementos que tú crees que son literales, tienes que darles prueba escritural de que realmente son literales pero en armonía con la escritura que los valide como literales.