Los catòlicos romanos han hecho lo que dijo Jesucristo, han invalidado la Palabra de Dios por sus doctrinas y tradicciones de hombres antibìblicas, como hicieron los lìderes religiosos judìos en su tiempo (Mateo 15:8,9,14,18,19; Marcos 7:8,9,13). Los "papas" y la alta jerarquìa eclesiàstica, al afirmar que estàn inspirados por Dios, al mismo tiempo que enseñan doctrinas de hombres contrarias a la Biblia, se han puesto por encima de la Ley de Dios y de su Palabra, hacièndose èllos mismos dioses, son los apòstatas que la Biblia ya estaba prediciendo, que entrarìan despuès de morir los apòstoles, y que se extenderìan como la cizaña o la gangrena, sobre todo despuès de unirse Iglesia y Estado, en los siglos IV/V, y asì ha sido, sòlo hay que leer, ademàs de la Biblia, buenos libros de Historia.
Precisamente el mandamiento que màs se repite en la Biblia, hasta el ùltimo libro, Apocalipsis, es el que tiene que ver con los primeros mandamientos, de los 10 mandamientos que se mencionan en Exodo capìtulo 20, que es de donde està citando Jesucristo en Mateo 4:10. Y hay que notar que lo que Dios condena es que uno se haga un ìdolo de las imàgenes o estatuas, es decir, que uno las considere sagradas, con poder sobrenatural, postràndose ante esas estatuas, llevàndolas en procesiòn, llevàndoles flores o comida, igual que hacen los paganos, como por ej., los hindùes, con sus dioses/as de piedra, madera, metal, escayola, etc...., y èllos razonan de la misma forma torcida que algunos catòlicos romanos, al decir que lo que adoran es al dios/a que representan dichas estatuas; y fuè, principalmente por esa razòn, que Dios tuvo que castigar a su pueblo Israelita en màs de una ocasiòn, como bien menciona el mismo apòstol Pablo en 1ªCorintios 10:7-22 (Nùmeros 25:2-5), incluso permitiendo que otras naciones destruyesen Israel, principalmente por coger las costumbres de esas naciones paganas y hacerse dioses de piedra, madera, metal, etc..., e inclinarse ante èllos (Josuè 23:16; 24:14,15; 2ºCrònicas 7:17-22; Isaias 2:8,9,20, 40:18-20; 42:8; 44:9-20; Jeremìas 10:1-5; etc...).
A Dios no le gusta que lo comparen con algo material ante lo cual postrarse, como indican los textos bìblicos anteriores, y como tambièn indica la orden que Dios diò a su pueblo israelita con referencia a los dioses fabricados por manos humanas, como por ej.,
en Isaias 44:12-20
"El herrero trabaja el ìdolo con la lima; en la fragua y a golpes de martillo lo forja......El escultor extiende la regla, forma el ìdolo con el làpiz .... y saca la imàgen de un hombre bien parecido.......Cortò cedros, trajo el roble......, se sirve de àrboles para el hogar, toma parte de èllos, y con su fuego, se calienta y cuece pan; pero lo restante (del àrbol) fabrica un dios y lo adora, hace una estatua y se postra delante de èllo........Son unos ignorantes, sin entendimiento, tienen embarrados los ojos para no ver, ni ser cuerdos".
en Deuteronomio 7:25:
"Quemaràs en el fuego sus ìdolos, no codiciaràs ni la plata ni el oro de que fueron fraguados, ni tomaràs ni poco ni mucho de esas cosas, no sea que te ocasione ruina, siendo como son, cosa abominable a Jehovà (Yahveh) tu Dios".
En el Nuevo Testamento, de nuevo, el apòstol Pablo, predicando a los paganos, vuelve a repetir el mismo mandamiento (Hechos 17:16, 24, 29-31; 19:23-40; Romanos 1:18-23, etc...).