Mi espíritu no es mio, es De Dios.
El espíritu te fué dado. El dador es Dios. Y a él le pertenecen todas las cosas.
Pero una vez dado, es tu espíritu.
Por otro lado. No te puedes amparar en una expresión tan coloquial como "Dios mío" para de ahí formar una doctrina:
Esa fué la expresión y cara que usó y puso Tomás
Tercero:
Pablo dijo en Romanos 3:30
DIOS ES UNO.
TITAN.
EX-FUTURISTA Y EX-CREYENTE EN ESPECULACIONES