Más falacias
Me parece importante corregir una imprecisión fundamental en tu afirmación. Cuando hago referencia a más de 500 versículos no me estoy basando en las reflexiones personales de Salomón ni limitándome al libro de Eclesiastés. Ese es un malentendido, o peor aún, una simplificación injusta de un argumento mucho más amplio y textual.
Lo que he señalado y puedes verificarlo fácilmente es que en más de 500 ocasiones las Escrituras, tanto en el Tanaj como en el Nuevo Testamento, utilizan el término alma (néfesh en hebreo, psujé en griego) para describir a la persona completa, como un ser viviente, corporal, integral. No como una parte inmaterial, flotante o consciente separada del cuerpo.
Por ejemplo:
Génesis 2:7 dice que el hombre fue hecho alma viviente (נֶפֶשׁ חַיָּה néfesh jayáh), no que recibió un alma separada.
Levítico 17:11 afirma que la néfesh está en la sangre, lo que la vincula directamente con la vida física, no con una entidad inmaterial separada.
En Números 6:6, se ordena no acercarse a una néfesh muerta (נֶפֶשׁ מֵת), es decir, un cadáver. La alma ahí es la persona entera, incluso cuando está muerta.
En el griego del Nuevo Testamento, psujé también se usa para designar la vida o la persona total. Por ejemplo, Hechos 2:41 dice que fueron añadidas unas tres mil almas, refiriéndose a personas completas, no espíritus flotantes.
El uso bíblico del término alma no respalda la idea de una entidad consciente e inmortal separada del cuerpo, como enseña la filosofía griega, sino que describe a la persona entera como un ser vivo que necesita resurrección para volver a vivir tras la muerte.
Reducir todo este conjunto de datos a “las elucubraciones de Salomón” es una falacia evidente. El uso de alma en la Biblia es consistente, extenso y coherente con la visión hebrea de la persona. Si vamos a debatir en términos bíblicos, necesitamos hacerlo con precisión léxica y sin caricaturas, como acostumbras hacerlo tú y también algunos de tus hermanos.