Re: Vindicando a Nestorio y los nestorianos de sus herejes perseguidores
Yo lo veo así...Una sola naturaleza...Celestial:
"Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual. El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales."
Dios te bendice!
Greivin.
A ver, lo intentaré de nuevo, pero de otro modo. Vamos a tomarnos como ejemplo tú y yo, Ok? Y lee con paciencia, pues me resulta complicadillo explicarlo en palabras y expresiones que no estoy acostumbrado.
Cuando creímos en el Señor, y le aceptamos como nuestro Salvador, fuimos bautizados en el Espíritu, y recibimos una nueva vida, la espiritual, en nosotros. Esta vida espiritual en nosotros, bien sabemos, y escrito está, continuamente está luchando contra otra vida, la carnal. ¿Es así?
Bien, en nosotros ya se están dando dos vidas que luchan entre sí, día tras día. La carnal contra la espiritual, y se llevan muy mal.
Pero ambas vidas somos nosotros. Somos la misma persona en lo carnal, que en lo espiritual. Tan Greivin y Raúl lo somos en la carne, como tan Greivin y Raúl lo somos en el espíritu.
Y esta vida que de Dios hemos recibido por su gracia, no nació de nosotros, ni fue engendrada por nosotros, sino que nos fue dada por Dios mismo, es Cristo mismo viviendo en nosotros, al punto que Pablo pudo pronunciar: YA NO SOY YO QUIEN VIVE, SINO CRISTO QUIEN VIVVE EN MI.
Bien, pero en Jesús no es así, en Jesús su vida espiritual ES EL MISMO. Jesús no recibió, como nosotros recibimos, una vida nueva y espiritual, sino que él mismo era su vida, su otra naturaleza.
Es decir: El Verbo de Dios, que estaba con Dios, y era Dios, se hizo hombre, sin dejar de ser la persona que estaba con Dios y era Dios. Él, como hombre, no recibió una vida nueva, como nosotros sí recibimos, sino que Él, que es la vida se hizo hombre, adquirió una naturaleza que no poseía, pero siendo siempre la misma persona que estaba con Dios, y era Dios.
Qué, logré llegar a puerto alguno ahora?
Bendiciones