RER:
No estoy de acuerdo. Usted parte de que el "no sé" nos lleva a la incompletud. Sin embargo es la postura más real respecto al contacto con la realidad. Muchos creen que la teoría del Big Bang es la última palabra respecto al inicio del universo, pero hay allà fuera un montón de teorías poniendola en jaque. ¿Sabemos el origen del universo? No. Tenemos teorías. Está la del Big Bang, está la de la creación divina y hay otras tantas. Pero ninguna se ha demostrado a cabalidad. Lo que usted dice: "no se debe quedar en la búsqueda" es, justamente, lo que para mí es la más rica postura humana. Si no estuviéramos en la búsqueda constante ya nos hubiéramos conformado hace mucho con un montón de respuestas equivocadas o llenas de huecos que han quedado invalidadas por la necesidad de seguir buscando.
Yo no puedo presumir, ni a golpes, que tengo la última y más precisa respuesta a todo. Y ese sentimiento de seguir buscando hace mi vida no sòlo más interesante sino más completa y me da la capacidad de cambio que creo que es muy valiosa entre los seres humanos, capacidad de cambio que me lleva a modificar mi opinion y mi postura cuando nueva información entra en mi campo de visión. Si ya tuviera una respuesta fija y/o dogmàtica, rechazaría esa nueva informaciòn porque ya estoy "completa" y ya no estoy en la búsqueda. En resumen creo que lo que usted llama "incompletud" es, en realidad, la postura más sana y lo que propone como "completud" es tomar de manera dogmática respuestas limitadas o incompletas.
Pero en ese sentido estamos perdidos todos, porque no hay manera de comprobar a ciencia cierta que Dios existe. Y aun si lo pudièsemos comprobar, tampoco se puede comprobar a ciencia cierta que sea el Dios cristiano. Entonces, bajo esa luz, yo sufrirè las consecuencias del cristianismo tanto como usted puede sufrir las consecuencias del Islam, y ninguno de los dos tendrà tiempos para ajustes. Pero, si Dios es omniptente, padre perfecto y misericordioso creador, entonces dudo que nos castigue o nos premie basado en si creìmos en él o no. Y, entonces, no hay consecuencias de nuestras divergencias filosóficas actuales.
Gracias,
K.