Continuación.
De esto nos vienen dos preguntas: ¿Cómo guardó el sábado nuestro Señor?, y ¿Cómo y porque lo debemos guardar nosotros?.
Si nos vamos al primer capítulo de Génesis, leemos:”y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.”, y en el sexto día: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza;”, “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
Y los bendijo Dios”.
Ahora viene lo interesante, después de la creación: “Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.
Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.” Gén. 2: 2,3.
Si te percatas, verás que en este primer sábado, estaba la familia celestial unida, celebrando el primer sábado en nuestro planeta, y es más, Adán y Eva, recién creados, eran adultos en tamaño pero niños en experiencia, allí fueron cuidados y protegidos por la divinidad el sábado. Fue un gran día de fiesta y celebración, para todo el universo. Y así comenzó el ciclo semanal.” Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día.” Hebreos 4: 4
Dios se comunicaba oralmente con nuestros primeros padres y patriarcas y les enseñaba sus mandamientos tal como lo comprobamos en Génesis 26: 5 “por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes.”; “Y Jehová dijo: ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer,” Gén. 18: 17, “Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto.”Gén. 17:1; Del mismo modo se comunicó, en forma oral con “nuestros primeros padres”; Adán respondió:”Oí tu voz en el huerto…” (Ver Cap. 3 de Génesis), “La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.” Salmos 19: 7
Cuando vino la fase de la escritura, el Señor escribió su ley en dos tablas de piedra, las que fueron quebradas por Moisés, y vueltas a escribir más tarde. Y allí nos encontramos nuevamente con la familia celestial: El Gran Legislador y Juez, el Padre Celestial, El Hijo quién la promulgó, y El Espíritu Santo quién la escribió.
Juntamente con el Padre, Jesús creó todas las cosas: “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.” Col. 1: 16
Y quien instituyó el sábado fue nuestro Señor Jesucristo: “También les dijo: El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo.
Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.” Mr. 2: 27, 28.
Fue Él el que dio los Diez Mandamientos y todas las leyes, mandamientos, estatutos y juicios al antiguo Israel en el Monte Sinaí.
La costumbre de nuestro Señor era ir a la sinagoga los sábados: “Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer.” Lc. 4: 16.
“Descendió Jesús a Capernaum, ciudad de Galilea; y LOS SÁBADOS LES ENSEÑABA. Y se admiraban de su doctrina, porque su palabra era con autoridad” (Lucas 4:31-32).
Israel fue reprendido por el sábado: “También había en la ciudad tirios que traían pescado y toda mercadería, y vendían en día de reposo a los hijos de Judá en Jerusalén.
Y reprendí a los señores de Judá y les dije: ¿Qué mala cosa es esta que vosotros hacéis, profanando así el día de reposo?
¿No hicieron así vuestros padres, y trajo nuestro Dios todo este mal sobre nosotros y sobre esta ciudad? ¿Y vosotros añadís ira sobre Israel profanando el día de reposo?
Sucedió, pues, que cuando iba oscureciendo a las puertas de Jerusalén antes del día de reposo, dije que se cerrasen las puertas, y ordené que no las abriesen hasta después del día de reposo; y puse a las puertas algunos de mis criados, para que en día de reposo no introdujeran carga.
Y se quedaron fuera de Jerusalén una y dos veces los negociantes y los que vendían toda especie de mercancía.
Y les amonesté y les dije: ¿Por qué os quedáis vosotros delante del muro? Si lo hacéis otra vez, os echaré mano. Desde entonces no vinieron en día de reposo.” Neh. 13: 16- 17.
Todos los días debemos dar gracias a nuestro Señor, pero eso es muy distinto a lo que nos exige el Señor referente a la correcta adoración. La historia de Caín es un buen antecedente:” Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová.” “pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.” Gén. 4: 3, 5
Quienes reemplazan el día de reposo bíblico por todos los días, están siguiendo la conducta de Caín, no tienen la fe correcta, “Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella” Hebreos 11: 4.
Todos los días debemos dar gracias y tributarle alabanzas al Señor.
“y para asistir cada mañana todos los días a dar gracias y tributar alabanzas a Jehová, y asimismo por la tarde; y para ofrecer todos los holocaustos a Jehová los días de reposo, lunas nuevas y fiestas solemnes, según su número y de acuerdo con su rito, continuamente delante de Jehová;” 1 Cr. 23: 30, 31.
Los que guardan el día domingo, le rinden culto al papado.
Los discípulos de nuestro Señor, compraron especies aromáticas el primer día de la semana:” Cuando pasó el día de reposo, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle.” Mr. 16: 1
Por lo que no debemos observar este día, como día sagrado, tampoco los otros, como lo sostienes tú, Daniel oraba tres veces al día, Pablo nos dice orad sin cesar, es bueno considerar al Señor todos los días, pero debemos ser obedientes a su mandato: “Acuérdate del día de reposo para santificarlo.
Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.
Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó.” Éxodo 20: 8-11.
Jesús es el Señor del día de reposo:” porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo.” S. Mat. 12: 8 nos dio el ejemplo, de como guardarlo y nos pide que le obedezcamos y le imitemos:” Si me amáis, guardad mis mandamientos.”
El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.” Juan 14: 21
“Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.” 1 Juan 2: 3
“No penséis [que significa no lo dejes ni entrar en tu mente] que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir” (Mateo 5:17).
¡Pero aún, es declarado por la mayoría de los ministros que profesan ser cristianos que Jesucristo vino para abolir las leyes y mandamientos de Dios, cuando Jesucristo explícitamente lo hizo bastante claro que Él no vino para ese propósito!
Ahora usted necesita juzgar sus creencias en relación a las enseñanzas de Jesucristo. Pregúntese esto: “¿Voy a creer en Dios, la Palabra de Dios, Jesucristo y Sus enseñanzas, o voy a creer las enseñanzas y doctrinas de los hombres?”
Con esto en mente, lea el próximo versículo: “Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido” (versículo 18).
(Continuará)