Son of Epafrodite:
Jamas pense sentirme tan mal. Me he sentido mal pero no tanto, gracias a Dios ayer "estalle" en llanto pero no sola, Dios proveyo un ministro suyo solo para mi, pude hablar y desahogar mis penas. Pongo esto aqui, porque aun no me siento bien... creo que va a tardar mas en sanar y te ruego ores por mi. Creo que estoy cerca de una depresion, es un milagro que este en mi oficina hoy.
Ya veo.
Céntrate en el Señor, Lulis. Sólo Él. Sólo Él.
Cultiva unos momentos al día de silencio. Silencia tu alma. Silencia tu espíritu. Silenciate a ti misma. Aunque sólo sean 3 minutos.
Durante esos 3 minutos, tan sólo tenle a Él presente. Luego, Lulis, sé valiente y haz de esos 3 minutos una experiencia continua en tu vida.. Hablar con Él es tan sólo exponer tu corazón ante Él desnudo, sin ropas de ninguna clase. No se trata de letanías. Es relación de amor.
La depresión es el ropaje del Yo, del pobrecito de mí, de “qué desgraciada que soy”, de “Dios no es suficiente para mí.” La depresión es algo almático, es carnal. Proviene de tu amor propio, de tu angustia vital, de tus problemas externos... PERO no toca a tu espíritu si tu no quieres que lo toque. ¿Me entiendes? Si te aferras al Señor, aunque estés inmersa en depresión, o tristeza o desesperación, o orfundo abatimiento... tu espíritu no sufrirá daño alguno , sino que crecerá de forma paulatina (para no volver atrás), y esto es algo que nunca se detiene, aunque tú no te percates del crecimiento, y creas que vas marcha atrás.
Tienes una buena porción de discernimiento, Lulis. Usa ese discernimiento y conocimiento de Dios para serle fiel. Esa es tu parcela de terreno. Esa es tu misión. Serle fiel significa abandonarte a Él aunque no entiendas, aunque tu alma desfallezca hasta el punto de querer morir.
Él, Lulis. Sólo Él es importante.
¿Porque te digo esto? Pues porque tu mensaje fue por demas edificante hermano, justo lo que necesitaba, un consejo. Dios te bendiga. Es más hoy voy a leer el articulo de los "pavos" a ver que tal.
Bien, ya contarás de tus impresiones.
Mi refugio es Dios, tan solo El. Eso es lo que nos separa de los catolicos, sabemos a quien recurrir y lo hacemos.
Lulis, no seas burra mujer. Entre los católicos, al igual que entre los evangélicos, hay amados de Dios.
Pero Él les llama a salir afuera, esto es, a salir
a su encuentro, y abandonar la muerte.
Hemos sido llenos de su Espiritu para que sea manifiesta la gloria de Dios en este mundo. El nos da poder, somos poderosos por cuanto el nos da el poder de predicar a las naciones.
¿Sabes qué?
En la mentalidad evangélica hay muchos agujeros (un verdadero colador, aunque ellos crean que no), y desgraciadamente hay demasiado parche para parchear los agujeros (esto pasa igual en la mentalidad católica, pero a una escala mayor). No somos poderosos por el poder que se nos da, sino por el origen del que extraemos ese poder. Pues el poder es un dádiva, y no es de nuestra propiedad. Y creo que no es el poder de predicar “a las naciones”, sino el poder de ser hechos Hijos de Dios. Ese es nuestro poder. Nuestra prédica no ha de superar nuestra práctica y nuestra vivencia. (Hay dos tipos de práctica: la práctica interior, libre y santa... y la práctica exterior, sujeta a la primera.) Así, antes de “predicar a las naciones”, tenemos que llevar algún mensaje “a las naciones”. Si somos portadores del mensaje, el mensaje se difundirá por muchos medios, que no incluyen necesariamente la prédica verbal.
Francisco de Asís decía algo maravilloso. Decía esto: “Predica el evangelio a toda criatura, y si fuera necesario, usa palabras.”
Ese hermano lo captó bien, ¿no te parece?
Si hicieramos una lista de que nos separa seria muy larga y lo que nos une? esa si no la puedo contestar, aun no encuentro nada, excepto que estamos en el mundo (aun).
A los católicos y a los evangélicos les une muchas cosas, pero ambos están ciegos a ellas, sobre todo a las cosas que debería unirles. Por ello, invalidan el Evangelio, y aquello de “amáos unos a los otros como yo os he amado.”
Pues son muchas más las cosas que les unen y que no deberían unirles.
Salud en Cristo
Sam