Re: Por que los catolicos afirman que Pedro fue el primerl vicario de Cristo?
La Iglesia NO RECONOCE ningún otro libro, ningún otro escrito, ninguna otra enseñanza COMO VERDAD DE DIOS Y SIN ERROR, más allá de la Escritura.
Y todo escrito que pretende ser Palabra de Dios, y que no está incluido en la Escritura, todo él se ha de fundamentar en y conforme a la Escritura.
Nadie puede pretender mostrar verdad alguna, sin disponer de fundamento en la Escritura.
Los que presumen de disponer de otras enseñanzas que según ellos la Escritura no contiene, cuando les reclamas que les den sustento TODOS Y POR IGUAL ACUDEN A LA ESCRITURA PARA INTENTAR JUSTIFICARLAS. Lo cual muestra que incluso la mentira pretende hallar en la Escritura una base y fundamento para presentarse como verdad.
No nos engañemos, ni nos dejemos engañar. Presumen de tener y disponer de una tradición orar QUE NO EXISTE DE MODO ALGUNO, pues cuando les reclamas que la sustenten, siempre y TODOS acuden a la Escritura, por tanto que no hay verdad ninguna que logre ser justificada sin la aprovación de la Escritura, del canon bíblico por el cual la Iglesia se mide a si misma y sus enseñanzas.
La Iglesia NO RECONOCE ningún otro libro, ningún otro escrito, ninguna otra enseñanza COMO VERDAD DE DIOS Y SIN ERROR, más allá de la Escritura.
Y todo escrito que pretende ser Palabra de Dios, y que no está incluido en la Escritura, todo él se ha de fundamentar en y conforme a la Escritura.
Nadie puede pretender mostrar verdad alguna, sin disponer de fundamento en la Escritura.
Los que presumen de disponer de otras enseñanzas que según ellos la Escritura no contiene, cuando les reclamas que les den sustento TODOS Y POR IGUAL ACUDEN A LA ESCRITURA PARA INTENTAR JUSTIFICARLAS. Lo cual muestra que incluso la mentira pretende hallar en la Escritura una base y fundamento para presentarse como verdad.
No nos engañemos, ni nos dejemos engañar. Presumen de tener y disponer de una tradición orar QUE NO EXISTE DE MODO ALGUNO, pues cuando les reclamas que la sustenten, siempre y TODOS acuden a la Escritura, por tanto que no hay verdad ninguna que logre ser justificada sin la aprovación de la Escritura, del canon bíblico por el cual la Iglesia se mide a si misma y sus enseñanzas.