-Yo diría que la muerte no es más que una puerta que se cierra a nuestras espaldas dejando atrás esta breve existencia terrenal, mientras otra se nos abre por delante comenzando una vida eterna y bienaventurada.
Suena bien, y comparto en gran parte, pero que parte tangible de nuestro ser seria el que continua esa vida eterna?
Nuestro ser físico esta claro que llega hasta el cajón y de ahí vuelve al polvo literalmente...
Mi propósito es solo entender tu forma de entender lo que seria en si nuestro ser.
@Adrikup
Listo, aquí se puede discutir lo relativo a la muerte...
Que no es el fin de la existencia, aclaro.
la muerte...Que no es el fin de la existencia, aclaro.
-Con la muerte, nuestro cuerpo físico queda separado del alma y espíritu que asciende a la presencia del Señor. Allí nos presentamos con nuestro cuerpo celestial (1Co 15:40, 49) hasta que con la primera resurrección seamos reincorporados a nuestro cuerpo original, aunque entonces, espiritual (v. 44). Si así no fuera, no podríamos reconocer en el cielo a cuantos seres queridos nos han precedido hasta allí. Tampoco el hombre rico de la historia de Jesús (Lc 16) podría haber reconocido de lejos a Lázaro en el Seno de Abraham, si fuese solo alma y espíritu invisibles, ni él mismo tener ojos para ver, oídos que escuchaban y piel sensible al ser lamida por las llamas.
Saludos cordiales
Todo.Suena bien, y comparto en gran parte, pero que parte tangible de nuestro ser seria el que continua esa vida eterna?
Nuestro ser físico esta claro que llega hasta el cajón y de ahí vuelve al polvo literalmente...
Mi propósito es solo entender tu forma de entender lo que seria en si nuestro ser.
No vamos a tener nuestro cuerpo original.-Con la muerte, nuestro cuerpo físico queda separado del alma y espíritu que asciende a la presencia del Señor. Allí nos presentamos con nuestro cuerpo celestial (1Co 15:40, 49) hasta que con la primera resurrección seamos reincorporados a nuestro cuerpo original, aunque entonces, espiritual (v. 44). Si así no fuera, no podríamos reconocer en el cielo a cuantos seres queridos nos han precedido hasta allí. Tampoco el hombre rico de la historia de Jesús (Lc 16) podría haber reconocido de lejos a Lázaro en el Seno de Abraham, si fuese solo alma y espíritu invisibles, ni él mismo tener ojos para ver, oídos que escuchaban y piel sensible al ser lamida por las llamas.
Saludos cordiales
No vamos a tener nuestro cuerpo original.
Claro que seremos nosotros mismos y seremos reconocibles, pero no tendremos la misma sangre y la misma carne.-Con sus defectos no, pero sí en perfección. No tendría sentido que en la eternidad nosotros ya no seamos nosotros mismos. Seremos reconocibles.
Claro ejemplo de no saber leer bien y redactar mal. TRES muertes, no que haya una tercera muerte.HUHH?????
Este chio escribe "cosas inentendibles"!..Pero no hay TRES muertes. La Escritura jamas habla de la muerte TERCERA, solo de la muerte SEGUNDA.
Luis Alberto42
Seremos reconocibles.
Todo.
Nosotros.
Lo que somos.
Estábamos destinados a morir pero Jesús vino en carne a gustar la muerte por nosotros.
Lo que sigue está en las manos de Dios.
No moriremos.
Dios nos resucitará.
Aunque nuestra carne y sangre no pueden heredar lo que viene.
Pero no hay TRES muertes...
No vamos a tener nuestro cuerpo original.
¿Que es "Nosotros"?Me refería al texto de ricardo que habla sobre una parte de nosotros no material que seguiría existiendo, hasta volver a la carne en un proceso de resurrección según el entiende si no me equivoco.
Entonces que piensas tu que seria esa parte nuestra que sigue? Si crees que algo nuestro sigue claro?
Algo mas definido no tan general como expresas cuando dices todo, ya que cuando morimos el cuerpo literalmente no sigue solo se transforma literalmente en polvo. Entonces que parte nuestra seria esa que describe ricardo que continua?
De hecho, seremos levantados con el mismo cuerpo corruptible, revestido de una Cosa incorruptible... Aún desde nuestro nacimiento, la composición química de las células se renueva conforme se produce la multiplicación celular. Este proceso no se detiene hasta el día de nuestro fallecimiento.
Algo más cambia en nosotros, y es nuestra capacidad de comprensión, aunque nuestras experiencias son como una prisión porque solamente nos sirven para nuestra realidad presente. Al cruzar el umbral, todo lo aprendido aquí será nada frente a la realidad eterna sobre la que habremos de ser enseñados como cuando nacimos acá abajo.