Las palabras absolutas no existen salvo la Palabra. Para Dios nada es imposible.
JESÚS, PERSONALMENTE, NUNCA LLAMA MADRE A MARÍA
Jua 19:26 Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo.
La explicación es muy sencilla, Dios no tiene madre.