Repetir frases, palabras o expresiones
no significa lo que tú estás haciendo.
Que es decir "Jesús es Dios".
Yo tengo la explicación para el
verso 8 y el verso de Ap 22.
Hay una gran diferencia en significado.
Del porqué en un caso es sólo Dios el que habla en uno. Y que sólo es Jesús en el otro caso.
Si prestas suficiente atención, te darás cuenta que todo el contexto a partir del versículo 5 hasta el 18 es sobre
Jesucristo:
Apocalipsis 1
5 Y de
Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra.
Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,
6
y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre;
a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.
7
He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén.
8
Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
9 Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia
de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio
de Jesucristo.
10 Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta,
11 que decía:
Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.
12 Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro,
13 y en medio de los siete candeleros, a uno semejante
al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.
14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego;
15 y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas.
16 Tenía en su diestra siete estrellas;
de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.
17 Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas;
yo soy el primero y el último;
18
y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.