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IGLESIA ORTODOXA CATÓLICA, ECUMÉNICA Y APOSTÓLICA DE HELADE-GRECIA
De parte de Jristos Jrisoulas, de [url]http://www.logosortodoxo.com[/URL]
, soy un laico cristiano heleno-griego que lucha para hacerse ortodoxo y que está en la catarsis, el primer estadio, por mi libre voluntad bajo obediencia guía espiritual del sabio y anciano iluminado Yérontas o Starets, Fotios, del monasterio Grigoriu, del Santo Monte Athos, Helas-Grecia.
De diccionario teológico recopilado y traducido por nosotros, “ALFA OMEGA GRAN LÉXICO ORTODOXO HELÉNICO-ESPAÑOL”
- Αγάπη (agapi) amor, cariño: “Ὁ θεός ἀγάπη ἐστίν” “Dios es agapi-amor… Porque la agapi proviene de Dios” (1 Jn 4,7-8).
La Αγάπη (agapi) cristiana en su faceta divina y como término teológico ortodoxo es la primera y superior energía increada de las energías de Dios. Se aproxima más a la misericordia increada y el perdón de Dios que enseñaba Cristo Dios. La
agapi está vinculada y unida rigurosamente a la
libertad y a la
verdad. Cada una depende y se enlaza con la otra, sin esta simbiosis ninguna es auténtica.
La
agapi cristiana, en su faceta mundana se refiere al amor desinteresado o altruista, amor al cónyuge, a los padres, a los amigos, a los jefes y trabajadores, como también a las comunidades sociales.
Una cosa es el mandamiento efectuado por obra de “filadelfia” (amor al hermano), y otra cosa es la energía increada que es la divina
agapi. El primero todos los hombres pueden realizarlo si quieren y se esfuerzan por ello. El segundo radica de la fuente de la
agapi que es nuestro dulcísimo Jesús Cristo, donde Él es quien nos da si quiere, tal y como quiere, y cuando quiere. La
agapi es la superior energía increada de la
Jaris.
“Porque la agapi proviene de Dios” (1Jn 4,7).
En principio, el hombre no es fuente de la
agapi ni tampoco fuente de otras cosas. El hombre no tiene luz propia, es como la luna que toma su luz del sol. Y así lo mismo, el hombre toma de Dios todas estas cualidades importantes y estas son las que llamamos energías increadas de Dios. La fuente de la
agapi (energía increada) es el Dios. El Dios creó al mundo de la nada, libremente sin ninguna necesidad, por
agapi. No sólo crea al mundo, sino que lo mantiene con sus energías increadas. Para los ortodoxos, Dios es el gran presente, en cambio para los occidentales es el gran ausente, ya que ignoran la existencia de las increadas energías, “la más grande de ellas la
agapi” (Cor. 12´13).
A continuación aclararemos lo que es la
Agapi, ya que los occidentales malinterpretan este término y lo confunden con la palabra “ágape” del latín tardío y esta del griego αγάπη (agapi), según dice el diccionario de la RAE ; donde ésta ha sido traducida como “caridad” o “banquete”.
Y para demostrarlo, nos basaremos en el estudio realizado por la facultad de Teología de la Universidad Aristotélica de Salónica sobre el origen del término
Agapi; que es muy interesante y os sugiero que la leáis , continúa en
http://www.logosortodoxo.com/teologia-ortodoxa/la-agapi-cristiana-ortodoxa/
Dicen los Santos Padres Ortodoxos: Nadie puede conocer la increada
agapi de Dios si no es a través de la energía increada
Jaris del Espíritu Santo. Éste es el propósito de la psicoterapia de la Iglesia Ortodoxa, convertir mediante la continua μετάνοια (
metania, conversión, confesión y arrepentimiento), la φιλαυτία (
filaftía) que es la creada, interesada, egocéntrica, enfermiza y excesiva
agapi-amor a uno mismo, en la desinteresada divina
agapi increada de Dios, a través de los tres estadios: Catarsis, Iluminación y Zéosis o Glorificación.
San Diádoco de Fótica, Filocalía, 34- Una es la
agapi natural que tiene la
psique y otra es la que viene de la energía increada del Espíritu Santo. La primera se mueve cuando queremos, según nuestra voluntad; y por eso, es saqueada y arrebatada fácilmente de los malos astutos espíritus, cuando no sujetamos con fuerza a nuestra predisposición agapítica. Pero la otra, la que se realiza a través el Espíritu Santo empuja a la
psique hacia la
agapi de Dios, de modo que todas las partes de la
psique se apegan de manera inexpresable a la bondad del divino anhelo, con inmensa y sencilla disposición. Porque entonces en el
nus, lleno de la energía increada espiritual, como si fuera un parto, se convierte en una fuente de
agapi que brota, emana gozo y alegría.
Del libro “Dios Logos y el logos humano”, Monasterio san Dionisio de Athos: «La inenarrable
agapi endotriádica no sucumbe a ninguna percepción intelectual, sino que se apocalipta-revela por el perfeccionamiento del Espíritu Santo a través de las divinas Energías increadas. La
Agapi como término no significa esencia sino energía, puesto que es la plenitud de la revelación de las tres Personas... La divina
Agapi es el
logos más universal que significa la plenitud de las energías increadas. La culminación de la acción de la Providencia es la kénosis- vaciamiento de los santos Padecimientos de Cristo. El perfeccionamiento de la vida en Cristo consiste en la comunión de los “inefables
logos” del corazón de Cristo y sobre todo de la humilde
Agapi, la cual se apocaliptó-reveló con Su sacrificio en la Cruz. “Mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros, como yo os he amado (Jn 13,34) y “...mayor que éste
agapi nadie tiene, que exponga su vida por los amigos” (Jn 15,13). La kenótica-vaciadora
Agapi condujo a los Mártires al sacrificio de sus sangres por Cristo; y ésta inspira al sacrificio diacrónico, el cual sugiere espiritualmente la sangre de la
áskisis (ascesis, ejercicio, práctica) y la oración por toda la tierra de los Santos. La sufridora
Agapi constituye el perfeccionamiento de la
agapi hacia el prójimo, según los Santos: “Cuando oras hacia el Señor con recogimiento, contrición y dulce sufrimiento del corazón lo mismo para ti que como para todo hombre, enemigo y amigo, entonces sabrás que has amado desde el fondo de tu
psique a tu prójimo” (S. Gregorio Palamás). “Aquel que adquirió la
agapi, adquirió a Dios, porque Dios es
agapi” (1Jn 4,8)».
San Juan el Clímaco dice: Aquel que quiere hablar sobre la
agapi es como si intentara hablar con el mismo Dios. Hablar de Dios es tarea peligrosa para los que no presten especial atención. Sobre el conocimiento de la
agapi hablan los Ángeles, pero ellos lo hacen según el grado de su divino esplendor.
Agapi es Dios y el que intenta definir a Dios es como el ciego que cuenta los granos de arena del mar; y en cuanto a su naturaleza, es similar a Dios, tanto como es posible a los mortales parecerse a Él; su energía (increada) es la embriaguez de la psique-alma; en cuanto a su propia virtud, es la fuente de la fe, un abismo de paciencia y un océano de humildad. La
agapi, ante todo, es la expulsión de todo pensamiento de enemistad porque “la
agapi no piensa ni tiene en cuenta el mal” (1 Cor 13,5). La
agapi, la
apazia (
sin pazos, impasibilidad) y la adopción filial sólo se distinguen por el nombre. El que no siente temor está en plenitud de
agapi o está muerto psíquicamente. La
agapi concede el don de la profecía y otorga la fuerza milagrosa; es abismo de divino esplendor y fuente de divino fuego; cuanto más fuego brota, tanto más abrasa al sediento. La
Agapi es principio de constante humildad, consolidación del estado de los Ángeles y progreso eterno de los distinguidos de Dios.
San Máximo el Confesor:
Agapi es una disposición buena de la
psique la que hace que no prefiera ninguna cosa más que la gnosis-conocimiento de Dios. Pero es imposible que uno pueda llegar a conseguir esta
agapi permanente si prefiere estar apegado apasionadamente en algo terrenal. Aquel que ama a Dios, por encima de Sus creaciones prefiere Su gnosis (conocimiento increado) y con anhelo incesante espera la
agapi. Aquel que tiene fijado su
nus a la
agapi de Dios, desprecia todas las cosas visibles y su cuerpo como si fuera ajeno a él. Bienaventurado el hombre que puede amar a cada hombre en el mismo grado. Tal y como la memoria del fuego no calienta el cuerpo, así la fe sin
agapi no trae en la
psique la iluminación de la gnosis. Aquel que adquirió los frutos de la
agapi con su celo no se separa de ella, aunque sufra miríadas de males. Pues que te convenza sobre esto Esteban, el discípulo de Cristo y sus iguales, que oraban por aquellos que los mataban y pedían que les perdonase Dios porque actuaban así por ignorancia (Hechos 7,60). No tiene perfecta
agapi aquél que cambia de ánimo y disposición hacia los hombres en relación con su carácter; por ejemplo, a uno le ama y a otro le odia, o la misma persona otras veces le ama y otras le odia por las mismas causas. Si a unos los odias y a otros no los amas ni los odias, otros los amas a medias en cambio a otros los amas demasiado, de esta desigualdad aprende que estás muy lejos de la perfecta
agapi, la cual enseña que ames cada persona por igual. No seas fácil en omitir y rechazar la
agapi espiritual, porque no ha quedado otro camino para la sanación y salvación de los hombres. Procura a medida que puedas amar cada hombre, si esto aún no lo puedes hacer por lo menos no odies a nadie. Pero esto tampoco lo puedes hacer si no desprecias las cosas mundanas y terrenales. Muchos han dicho mucho sobre la
agapi, pero si la buscas la encontrarás sólo en los discípulos de Cristo, porque sólo ellos tuvieron la verdadera
Agapi como maestro, por la cual decían: “Si tengo el carisma de profecía y conozco los misterios de Dios, más si tengo toda la gnosis y no tengo
agapi no me beneficio en nada” (1Cor 13,2-3).
Dimitri Panagópulos: “Αγαπήσεις (agapísis) amarás al Kirios-Señor tu Dios con toda tu
psique, con todo tu corazón, con toda tu fuerza y con toda tu
diania (mente, intelecto), este es el primero y el más grande mandamiento y segundo igual, amarás a tu prójimo como a ti mismo, en estos dos mandamientos de
agapi depende toda la Ley y los Profetas”. Si no tienes ésta
agapi hacia Dios y tu prójimo, no haces nada. No se necesita ninguna matemática, ciencia o filosofía para entender que el primer y mayor pecado es el incumplimiento de la 1ª ley, no son mayores pecados el asesinato, ni el robo o el adulterio etc. Sí preguntásemos a nosotros mismos o cualquier otro heterodoxo, ¿cuál es el pecado más grande? tendríamos infinidad de opiniones, menos ésta. En el Misterio de la
Metania ¿quién de nosotros se ha confesado alguna vez que ha incumplido el primero y más grande de los mandamientos?
Además, decimos que el Señor Jesús Cristo es el A (alfa) y el Ω (omega) de nuestra fe. Como la letra A alfa es la primera del verbo
ΑΓΑΠ
Ω (
agapó, amo) y el Ω omega la última, por eso decimos que el Dios Trinitario es
agapi y ama excesivamente al hombre con sacrificio hasta la Cruz.
Dios Padre, dentro de los padecimientos de Su Hijo, desea místicamente estremecer la paranoia mundial con Su sufridora y humilde
Agapi y desde ésta sacrificadora
Agapi de Cristo, el hombre finalmente puede constituirse “uno” con el Dios, el cual no tiene, sino que “es
agapi, ἀγάπη ἐστίν” (1Jn 4,8).
Ver también sobre este término en nuestro libro “12 Léxis apocalípticas” en el blog en español:
www.logosortodoxo.com
Traducido por Χρῆστος Χρυσούλας Jristos Jrisulas
¡!!Agapi, Gnosis y Jaris increadas de CristoDios para todos!!!