Re: Léxico de Palabras Helénicas-Griegas
Estoy totalmente de acuerdo con el análisis de la palabra "apocalipsis". Kalyptein es el verbo cubrir o tapar, y el preverbio "apo" transforma su significado a lo contrario, es decir, destapar, retirar el velo. Por eso la mejor traducción a las lenguas latinas es revelar o desvelar. La apocalipsis es una revelación que parte de Dios y se hace visible a Juan (visible en un sentido amplio) de tal forma que no tiene nada que ver con "deducciones" o "inducciones" de la mente de Juan. La apocalipsis es "res data" (es decir, entregada o dada) no parte de Juan, sino que Juan la recibe y es hecho testigo de esta visión. Lo interesante es el matiz que aporta el greigo al hablar de algo que es "develado" (como quien retira un paño que cubre algo oculto). Este matiz hace que también se pueda entender no sólo como una revelación de hechos futuros (que es lo que a los occidentales más les interesó) sino como un acto por el cual la voluntad de Dios, sus planes, su Verdad y en definitiva Cristo, se da a conocer, en asuntos o caracteres que aún estaban ocultos y que al revelarse completan definitivamente la "Palabra de Dios" entendida como su "Evangelio" para los hombres.
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Otro tema. Ciertamente en occidente, por el vulgo, se acabó por dar un sentido peyorativo a la palabra griega apocalipsis, porque era el nombre del libro en el que además de cosas maravillosas y de gran felicidad y consuelo, se revelan otras que semejan duras (por ejemplo, el anticristo o la persecución de la Iglesia). Parece que aquí le dimos una connotación más centrada en lo negativo (aparente) que en lo verdaderamente positivo.
Me gusta abrir la cuestión occidente-oriente. Yo soy un cristiano protestante (histórico/episcopal) occidental; y eso significa matriz romana (además de la que todos los cristianos tenemos también, que es obviamente la judía). Lo somos todos los cristianos que hemos nacido en el ámbito católico-romano o protestante (aunque curiosamente entre algunos evangélicos parece que se vuelve a los planteamientos judaizantes, que son más bien un restauracionismo mal planteado).
Por eso, de entrada, un protestante y un católico, para ciertas cuestiones (como debatir sobre la salvación...), se van a entender mejor entre ellos (si están bien formados) que con un cristiano ortodoxo. En oriente el énfasis se pone en otros puntos, los debates "bizantinos" se plantean sobre otras cuestiones que para los cristianos occidentales no nos han despertado tanto interés. Además su liturgia, vocabulario e interpretación a veces nos resulta muy difícil de comprender y eso nos puede llevar a juicios precipitados y poco reflexivos. Hay que entenderlos primero y luego ya se puede debatir.
Se suele decir que cristianos occidentales somos prácticos y analíticos y los orientales son mucho más teóricos y prefieren ser menos racionalistas. Pero no es del todo cierto. Realmente los cristianos también hemos sido muy deductivos y teóricos (la escolástica medieval) y también nos ha suscitado mucho interés los debates teóricos y bizantinos (como todos los que giran sobre cuestiones como los sacramentos o la cristología, por ejemplo). Yo creo que más bien la diferencia ha sido sobre las cuestiones en las que hemos enfocado nuestro interés (muchas veces la agenda la maracaban las herejías a las que había que reponder) y muy probablemente el hecho de que en occidente la dependencia de la filosofía y el racionalismo a la hora de hacer teología fue incrementándose hasta el punto de que invadimos incluso los misterios de la fe, sedientos de hacer racional (en mal sentido) toda una serie de realidades espirituales o dogmas de fe, y con ello reduciendo su verdadero ontos a nuestro método epistemológico. Los orientales suelen ser más respetuosos con el misterio y tienen una mente más abierta a formas de religiosidad contemplativa.
Desgraciadamente el cristianismo oriental sufrió grandes padecimientos, que han hecho que vivamos separados. En primer lugar la mutua incomprensión y la rivalidad entre cristianos (El papado y el Patriarcado, la Europa feudal y el Imperio Bizantino), en segundo lugar la expansión del Islam sobre el territorio cristiano de la antigüedad, en este caso mayoritariamente ortodoxo; (primero de los árabes y luego de los turcos). También fue decisiva la tardía incorporación de Rusia a las relaciones internacionales en la Edad Moderna y poco más de dos siglos después el telón de acero que separó europa, por el comunismo, y que dividió nuevamente a ambas cristiandades, quedando la mayoría de los países ortodoxos integrados en la URSS o bajo el pacto de Varsovia o análogos. Hoy día hay una ortodoxia oficial, la que tiene relación con el Patriarcado Ecuménico con dos polos claros: el que forman los de cultura eslava y el de cultura griega, y desde nuestro punto de vista, otras iglesias que también nos parecerían ortodoxas como los coptos, asirios, etc...
Estoy totalmente de acuerdo con el análisis de la palabra "apocalipsis". Kalyptein es el verbo cubrir o tapar, y el preverbio "apo" transforma su significado a lo contrario, es decir, destapar, retirar el velo. Por eso la mejor traducción a las lenguas latinas es revelar o desvelar. La apocalipsis es una revelación que parte de Dios y se hace visible a Juan (visible en un sentido amplio) de tal forma que no tiene nada que ver con "deducciones" o "inducciones" de la mente de Juan. La apocalipsis es "res data" (es decir, entregada o dada) no parte de Juan, sino que Juan la recibe y es hecho testigo de esta visión. Lo interesante es el matiz que aporta el greigo al hablar de algo que es "develado" (como quien retira un paño que cubre algo oculto). Este matiz hace que también se pueda entender no sólo como una revelación de hechos futuros (que es lo que a los occidentales más les interesó) sino como un acto por el cual la voluntad de Dios, sus planes, su Verdad y en definitiva Cristo, se da a conocer, en asuntos o caracteres que aún estaban ocultos y que al revelarse completan definitivamente la "Palabra de Dios" entendida como su "Evangelio" para los hombres.
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Otro tema. Ciertamente en occidente, por el vulgo, se acabó por dar un sentido peyorativo a la palabra griega apocalipsis, porque era el nombre del libro en el que además de cosas maravillosas y de gran felicidad y consuelo, se revelan otras que semejan duras (por ejemplo, el anticristo o la persecución de la Iglesia). Parece que aquí le dimos una connotación más centrada en lo negativo (aparente) que en lo verdaderamente positivo.
Me gusta abrir la cuestión occidente-oriente. Yo soy un cristiano protestante (histórico/episcopal) occidental; y eso significa matriz romana (además de la que todos los cristianos tenemos también, que es obviamente la judía). Lo somos todos los cristianos que hemos nacido en el ámbito católico-romano o protestante (aunque curiosamente entre algunos evangélicos parece que se vuelve a los planteamientos judaizantes, que son más bien un restauracionismo mal planteado).
Por eso, de entrada, un protestante y un católico, para ciertas cuestiones (como debatir sobre la salvación...), se van a entender mejor entre ellos (si están bien formados) que con un cristiano ortodoxo. En oriente el énfasis se pone en otros puntos, los debates "bizantinos" se plantean sobre otras cuestiones que para los cristianos occidentales no nos han despertado tanto interés. Además su liturgia, vocabulario e interpretación a veces nos resulta muy difícil de comprender y eso nos puede llevar a juicios precipitados y poco reflexivos. Hay que entenderlos primero y luego ya se puede debatir.
Se suele decir que cristianos occidentales somos prácticos y analíticos y los orientales son mucho más teóricos y prefieren ser menos racionalistas. Pero no es del todo cierto. Realmente los cristianos también hemos sido muy deductivos y teóricos (la escolástica medieval) y también nos ha suscitado mucho interés los debates teóricos y bizantinos (como todos los que giran sobre cuestiones como los sacramentos o la cristología, por ejemplo). Yo creo que más bien la diferencia ha sido sobre las cuestiones en las que hemos enfocado nuestro interés (muchas veces la agenda la maracaban las herejías a las que había que reponder) y muy probablemente el hecho de que en occidente la dependencia de la filosofía y el racionalismo a la hora de hacer teología fue incrementándose hasta el punto de que invadimos incluso los misterios de la fe, sedientos de hacer racional (en mal sentido) toda una serie de realidades espirituales o dogmas de fe, y con ello reduciendo su verdadero ontos a nuestro método epistemológico. Los orientales suelen ser más respetuosos con el misterio y tienen una mente más abierta a formas de religiosidad contemplativa.
Desgraciadamente el cristianismo oriental sufrió grandes padecimientos, que han hecho que vivamos separados. En primer lugar la mutua incomprensión y la rivalidad entre cristianos (El papado y el Patriarcado, la Europa feudal y el Imperio Bizantino), en segundo lugar la expansión del Islam sobre el territorio cristiano de la antigüedad, en este caso mayoritariamente ortodoxo; (primero de los árabes y luego de los turcos). También fue decisiva la tardía incorporación de Rusia a las relaciones internacionales en la Edad Moderna y poco más de dos siglos después el telón de acero que separó europa, por el comunismo, y que dividió nuevamente a ambas cristiandades, quedando la mayoría de los países ortodoxos integrados en la URSS o bajo el pacto de Varsovia o análogos. Hoy día hay una ortodoxia oficial, la que tiene relación con el Patriarcado Ecuménico con dos polos claros: el que forman los de cultura eslava y el de cultura griega, y desde nuestro punto de vista, otras iglesias que también nos parecerían ortodoxas como los coptos, asirios, etc...