Re: Las 70 semanas
Para los lectores que no hayan leído el hilo correspondiente sobre Nínive, he aquí la evidencia objetiva (que el deshonesto troll Gabriel47 intentó esquivar con un montón de excusas), incluso después de que el diccionario bíblico de su denominación desmintiera sus delirantes afirmaciones:
Compárese lo anterior con esto
Interpretas a tu modo no solo las declaraciones de la Biblia (Interpretación privada) sino también las de Ellen White, que como vimos en lo que se refiere al "Israel dividido" no pegan para nada con tus declaraciones.
Ella al señalar el "Israel dividido" se refiere al conjunto de la nación judia, en otras palabras "al reino dividido".
He aquí entonces ¡el origen de tu confusión histórica! en este punto, o como tu lo llamas "hilo".
Para los lectores que no hayan leído el hilo correspondiente sobre Nínive, he aquí la evidencia objetiva (que el deshonesto troll Gabriel47 intentó esquivar con un montón de excusas), incluso después de que el diccionario bíblico de su denominación desmintiera sus delirantes afirmaciones:
Compárese lo anterior con esto
y con esto:Por todos es conocido el relato de Jonás. Ese profeta, que vivió en la época de Jeroboam II de Israel (2 Rey. 14:25), recibió el sorprendente encargo divino de predicar en Nínive, una de las grandes ciudades del sanguinario reino asirio, y, aunque al profeta no le gustó que así fuera, su predicación tuvo un enorme éxito.
El libro de Jonás es breve y de fácil lectura, y no hace falta una gran cultura, ni información adicional, para extraer de él todo lo necesario en lo relativo a la misión de ese profeta.
En esta ocasión vamos a analizar el valor de una singular aportación de Ellen White al estudio de ese libro y de los reinos del antiguo Oriente Próximo. Como era su costumbre, a la mujer en cuestión le pareció oportuno compartir con sus lectores su “privilegiado” conocimiento de los pormenores no relatados específicamente en la Biblia. Como evaluación de sus vislumbres, el siguiente párrafo no tiene desperdicio:
“Among the cities of the ancient world, one of the greatest was Nineveh, on the fertile bank of the Tigris, over two hundred miles to the northward of Babylon. Founded about the time of the dispersion from the tower of Babel, it had become ‘an exceeding great city of three days’ journey.’ Jonah 3:3. In the days of divided Israel it was the capital of the Assyrian realm” (Review and Herald, 4 de diciembre de 1913, párrafo 1; el énfasis no está en el original).
No se cita ninguna traducción “oficial” española, pues, que se sepa, ese sabroso párrafo no ha sido traducido por la Iglesia Adventista. Sigue una traducción literal para quienes no sepan inglés:
“Entre las ciudades del mundo antiguo, una de las mayores era Nínive, en la fértil ribera del Tigris, más de doscientas millas al norte de Babilonia. Fundada más o menos en la época de la dispersión desde la torre de Babel, había llegado a ser ‘una ciudad tan grande […] que eran necesarios tres días para recorrerla’ (Jonás 3:3). En los días del Israel dividido era la capital del reino asirio”.
Hay que insistir que el énfasis no está en el original. Por “Israel dividido” Ellen White debe de haber querido decir la época que medió entre el cisma de Jeroboam I, tras la muerte de Salomón, y la caída de Samaria, tras Oseas, el último rey de Israel. Las fechas comúnmente aceptadas para estos acontecimientos son 931/930 a.C. y 722 a.C., respectivamente, un periodo que duró poco más de dos siglos. No cabe duda de que, a lo largo de este periodo, Nínive fue una ciudad importante del reino asirio. Sin embargo, la cuestión que nos ocupa aquí es determinar la exactitud de la evaluación de Ellen White en el sentido de que en este periodo Nínive “era la capital del reino asirio”.
Los reyes asirios que gobernaron en ese marco temporal, y sus capitales, aparecen en la siguiente relación (lo siento, pero no sé crear tablas en este foro):
Tiglat-pileser II (965-933): Asur
Asur-dan II (933-910): Asur
Adad-nirari II (910-889): Asur
Tukulti-Ninurta II (889-884): Asur
Asurnasirpal II (884-859): Cala
Salmanasar III (859-824): Cala
Shamshi-Adad V (824-810): Cala
Adad-nirari III (810-782): Cala
Salmanasar IV (782-772): Cala
Asur-dan III (772-754): Cala
Asur-nirari V (754-746): Cala
Tiglat-pileser III (745-727): Cala
Salmanasar V (727-722): Cala
Sargón II (722-705): Dur-Sharrukin
Senaquerib (705-681): Ninive
Como puede comprobarse con suma facilidad, Nínive se convirtió por vez primera en la capital indiscutida del Imperio asirio durante el reinado de Senaquerib. Israel había dejado de existir unos quince años antes. La capital de Asiria estaba en Cala cuando Jonás fue a Nínive, de modo que la afirmación de Ellen White de que Nínive " that Nineveh "era la capital del reino asirio" en aquellos momentos es un completo disparate.
Naturalmente, los devotos de los escritos de esta autora, convencidos de que sus gratuitas afirmaciones son rayos de luz (menor) procedentes del “trono de la gracia” (entenderé “gracia” como si no fuese sinónimo de “chiste”), dirán que se trata de algo “accesorio”. Sin duda, lo es. Y eso es lo malo. Todo lo que dice es accesorio, porque lo cierto es que la Biblia se entiende muchísimo mejor sin tales “aportaciones”. La revelación de que Nínive fuese la capital de Asiria en los días de Jonás es, sencillamente, falsa, y nadie necesita información falsa para interpretar el libro de Jonás o cualquier otro.
¿Qué pueden hacer los devotos de esta mujer ante estos hechos innegables? Quizá a los más deshonestos se les ocurra argüir que, aunque así lo dijo, ella no quiso decir “la capital” sino “una capital” de Asiria, en el sentido de ciudad importante. Y hasta podrían decir alguna simpleza como que, dado que Nueva York es mucho mayor que Washington, D.C., Nueva York es una capital de primer orden de los Estados Unidos, y que a Ellen White hay que entenderla de la misma manera. Lo siento, pero el uso del artículo definido no permite tales juegos malabares.
Otros pueden intentar sacar a Ellen White del apuro echando mano de Jonás 3:6: “Cuando la noticia llegó al rey de Nínive, este se levantó de su silla, se despojó de su vestido, se cubrió con ropas ásperas y se sentó sobre ceniza”. Puesto que lo que aborda Ellen White en su artículo de 1913 de la Review and Herald titulado “Nínive, la gran ciudad” es fundamentalmente la misión de Jonás, podría querer decir que, puesto que el rey estaba allí, Nínive fue la capital de Asiria de modo fugaz en ese instante de la vida de Jonás? Bien, semejante explicación dista de ser satisfactoria. Algunos dicen que hablar de un “rey de Nínive”, refiriéndose a Asiria, es más o menos igual que hablar de un “rey de Samaria”, queriendo decir Israel. Puede que así sea, aunque yo nunca he oído hablar de la “reina de Londres”, queriendo decir Gran Bretaña, ni del “rey de Madrid”, queriendo decir España.
Además, el problema es que no hay evidencia alguna de que Nínive fuese capital de Asiria en ningún momento de la vida de Jonás, ya fuese allí en los días finales de Salmanasar III o en algún momento de sus débiles sucesores inmediatos. Dicho sea de paso, la hipótesis de que Jonás pudiese ir a Nínive en los años finales de Salmanasar III podría ser la que más fácilmente explique la mayoría de los datos. Mientras Salmanasar III sitiaba Tarso (ciudad cilicia que, según Flavio Josefo era conocida también como Tarsis), Asurdanapli, uno de sus hijos, se rebeló contra él y logró obtener el control de varias ciudades, Nínive entre ellas. Si Josefo tiene razón, entonces la elección de Tarsis como destino de su aventura marítima por parte de Jonás podría conllevar no un deseo de visitar la Costa del Sol, sino asegurarse de que se le impediría obedecer la orden de Dios de que fuese a Nínive. En una Tarso sitiada, y aun capturada por las tropas leales a Salmanasar III, llegar a Nínive habría requerido atravesar dos frentes militares. Esta situación podría explicar la presencia en Nínive de un “rey de Nínive”, que no era el rey asirio, sino únicamente un gobernante local de una ciudad rebelde en aquellos días.
La inmensa deshonestidad congénita de los esbirros del adventismo y trolls que infestan (e infectan) este foro puede detectarse con suma facilidad porque, a pesar de la siguiente cita, que los desmiente en cada una de sus indignas consideraciones anteriores, ninguno de ellos tendrá la hombría de reconocer su bajeza moral (por el bien de ellos, me gustaría equivocarme en esta previsión, basada en observar la catadura moral de esta ralea). He esperado hasta este momento a publicarlo porque sabía de antemano las tretas de estos despreciables tipejos, y que su perfidia quedaría desenmascarada por las propias publicaciones oficiales de la Iglesia Adventista. Simplemente, he esperado a que ellos mismos se desacreditaran para su eterna ignominia. He aquí la cita:
"Nínive (heb. Nînewêh; asir. Ninua y Ninâ; hit. Ninuwa; gr. Nineue, Ninéui; la etimología y el significado son inciertos).
"Ciudad en la orilla oriental del Tigris, junto a la desembocadura de un pequeño tributario ahora conocido como Khosr (frente a la actual ciudad de Mosul; (fig 383), fundada por Nimrod (Gn. 10:11). Mapa XI, B-5.
Las excavaciones han mostrado restos que llegan hasta épocas muy antiguas. Sin embargo, su historia temprana es oscura, porque durante el 1er milenio de Asiria parece haber desempeñado sólo un papel secundario, mientras que otras ciudades, como Assur y Cala, fueron importantes como capitales del país. La patrona de Nínive fue Ishtar, a quien Manishtusu de Acad construyó un templo en el s XXIII a.C. El culto a esta diosa llegó a ser muy popular entre los horeos y los hititas; incluso llegó a Egipto. Salmanasar I (c 1274-c 1244 a.C.) construyó el 1er palacio en Nínive, aunque mantuvo a la ciudad de Asur como sede de su gobierno, a unos 80 km al sur. Reyes posteriores le añadieron edificios públicos y, algunos, como Asurnasirpal II (884-859 a.C.) y Salmanasar III (850-824 a.C.), fijaron en ella su residencia durante partes de su reinado. Probablemente fue en tiempos de Adad-nirari III (810-782 a.C.) que Jonás predicara su mensaje de advertencia en las calles de Nínive, y como resultado del arrepentimiento temporario de sus habitantes se pospusiera la destrucción predicha de la malvada ciudad (Jon. 1-4; cf 2 R. 14:25).
"El período más glorioso de Nínive comenzó con Senaquerib (705-681 a.C.). Desde ese tiempo fue la indiscutida capital del país hasta su destrucción en el 612 a.C. Construyó una gran plataforma dentro de la ciudad y edificó su palacio sobre ella. Levantó un 2º palacio en otra parte de la misma, reconstruyó el sistema de fortificaciones y hermoseó las 15 puertas de acceso, cuyos nombres conocemos por un texto cuneiforme. Su hijo Esar-hadón (681-669 a.C.) añadió un nuevo palacio, y también lo hizo Asurbanipal (669-627? a.C.), el gran amante de los libros, que instaló en su palacio la 1ª gran biblioteca privada de la que tenemos registro (ahora conservada en el Museo Británico), y que nos dio más información acerca del mundo antiguo que cualquier otro descubrimiento individual hecho alguna vez en las tierras bíblicas.
"Los sucesores de Asurbanipal, Asur-etililani y Sin-shar-ishkun (aunque es posible que los 2 nombres pertenecieron a la misma persona), no fueron lo suficientemente fuertes como para mantener intacto el imperio, y pronto pasaron a la defensiva por el ataque de Nabopolasar, que se estableció como rey de Babilonia (626 a.C.) y de los medos. En el 614 a.C., Asur cayó ante estos, como probablemente también Cala, y 2 años más tarde (612 a.C.) las fuerzas combinadas de Babilonia y de los medos sitiaron Nínive, que no había visto ejércitos hostiles por siglos. Después de 3 meses, la ciudad cayó, y Sin-shar-ishkun murió con todo su séquito en las llamas de su propio palacio, al que, de acuerdo con las fuentes griegas, él mismo prendió fuego.
"Así comenzaron a cumplirse las profecías" (Diccionario bíblico adventista del séptimo día, p. 841).
De nuevo, ¿se equivocó la Biblia sobre Nínive? No, en absoluto. ¿Se equivocó Ellen White? Sí, completamente. ¡Hasta el diccionario bíblico publicado por su denominación reconoce que Nínive NO fue nunca capital de Asiria en la época del Israel dividido.