Re: Las 70 semanas
El tergiversador e incompetente
troll Gabriel47 presenta una curiosa argumentación en su última bazofia intelectual:
Los medos eran un pueblo muy especial:
Es muy divertido que el
troll nos recuerde que a los medos de los días de Isaías no les interesaban mucho los metales preciosos, pero eso no tiene relación con el tema señalado, conocido por la Biblia de la irrevocabilidad de las leyes persas. Por cierto, cuando el
troll usa el término "medos" para el siglo VI a.C. o posteriores, hay que concederle el beneficio de la duda y entender que quiere decir, igual que lo hacían los griegos, "persas". Artajerjes no era un rey medo, sino persa. Los reyes medos
sensu stricto fueron anteriores a Ciro, no posteriores a él (y la mejor hipótesis para la identidad de "Darío el medo", pese a lo que diga Shea, es que se tratase del propio Ciro).
En el estudio y análisis de este tema, queda presente la posición de los detractores que aducen que el decreto de Artajerjes, tuvo que entrar en vigor antes de la llegada de Esdras a Jerusalén y especifican que corresponde que ocurrió en la salida de los desterrados judíos en Babilonia, también señalan que un edicto Persa no puede ser modificado, pero no señalan que otra ordenanza puede dejar anulada a aquella que perjudica al pueblo o a algún hijo de Dios.
El tergiversador
troll miente con descaro. El libro de Ester es la negación expresa de lo afirmado por el mentiroso Gabriel47, pues el rey Asuero, incapaz de anular la ley dictada de exterminio, que permaneció en vigor, tuvo que recurrir a una ley complementaria para que las personas que habían de ser masacradas pudieran defenderse. El decreto de exterminio ideado por Amán NO fue anulado. Las muertes de las que informa el capítulo 9 de Ester son el mejor testimonio de que esas personas intentaron aprovecharse del decreto de Amán. Así que la mentira de Gabriel47 queda, igual que las innumerables que ha presentado hasta ahora, totalmente desenmascarada. La afirmación de que "otra ordenanza puede dejar anulada a aquella que perjudica al pueblo o a algún hijo de Dios" está ridículamente redactada, con falsía premeditada, y, además, es mentira.
Arrogándose unos conocimientos de los que carece por completo, este indigno personaje quiere informarnos de la razón última por la que no captamos su resplandor neuronal
(Para entender esto, deberías conocer estos versículos: "Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia. He venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es para esos días." ( Daniel 10: 13,14)
Mire usted, caballerete. Algunos hemos estudiado bastante más teología que usted. No es obvio que usted conozca mejor que nosotros NINGÚN pasaje de la Biblia. Y, sí, ya habíamos leído Daniel 10:13, 14 antes. Como revela cualquier comentario bíblico decente (los sectarios no), el "principe del reino de Persia" está en la misma categoría que "el príncipe de Grecia" de Dan. 10:20 y que el propio Miguel, que era el "príncipe" del pueblo judío (y, no, no era Jesucristo, pues Miguel es solo
primus inter pares, por ser solo "
uno de los principales príncipes, 10:13; Jesucristo no es "uno de los principales príncipes", sino Rey de reyes y Señor de señores). Se trata de entes angélicos nacionales (concepto teológico desarrollado en obras intertestamentarias como el libro de Jubileos y otros). En cualquier caso, nada de estos versículos aportados por el
troll tiene relevancia alguna para el tema de la irrevocabilidad de las leyes persas. En estos versículos no se habla de ninguna ley persa, así que el pasaje es igual de relevante que si se citase el versículo que dice "Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó".
Añade luego el desorientado
troll junta su típica perfidia con su endémica torpeza mental:
Entonces entiendo que lo suyo es un error, ya que si bien ellos parten de Babilonia; es en Jerusalén donde se desarrollará la profecía
Vamos a ver, señor
troll. Aquí los únicos errores (todos garrafales) que han quedado acreditados vez tras vez son los suyos (incluido su torpe uso de Esdras 4 en contradicción de “la pluma inspirada”). Si ello le hace feliz, tiene usted el derecho de imaginarse que el resto del universo está equivocado, pero el caso es que los únicos errores que usted ha sido capaz de demostrar son los de usted mismo. Por otra parte, en la frasecita anterior tiene usted tal empanada mental que confunde un texto histórico, que habla de un decreto persa y de un viaje, con una profecía y dice que, como la profecía se desarrollaría en Jerusalén, hay que entender que el decreto entró en vigor cuando se llegó a Jerusalén. Me imagino que las estupideces de ese calibre brotan de forma espontánea de sus neuronas, pero comprenderá que las personas que tenemos más respeto por la verdad no nos creamos semejante patraña. ¿Es que hay algún comentario bíblico (incluido el adventista) que diga que el decreto de Ciro entró en vigor dos meses después de la llegada de Zorobabel a Jerusalén? No, ¿verdad? ¿Hay algún comentario bíblico (incluido el adventista) que diga que el permiso de Artajerjes a Nehemías entró en vigor dos meses después de la llegada de este a Jerusalén? No, ¿verdad? Pero ambos decretos tenían que ver con Jerusalén. Ambos cumplían los planes divinos. Entonces, dado que la novedosa (y fementida) parida del
troll Gabriel47 queda desmentida en esos casos, ¿quién, en el uso de sus facultades, puede tragarse la falsaria explicación de ese sujeto para justificar lo injustificable en el caso de Esdras 7?
No, señores, es manifiesto que el decreto de Esdras 7 entró en vigor ANTES DE LA PRIMAVERA DE 457 A.C., se pongan ustedes como se pongan, e inventen las memeces que quieran. No tienen ustedes forma de echar abajo esa verdad evidente ni de tapar el error egregio de sus pioneros. Todas sus argumentaciones han sido destrozadas con suma facilidad, y les garantizo que cuanto más intenten salir con trampas de ese entuerto en el que sus pioneros los metieron, peor quedarán.
No capto el sentido de que el
troll Gabriel47 glose el episodio de Daniel 6, o que ponga en colores eso de que Daniel orase mirando hacia Jerusalén. En principio, el pasaje habla, fundamentalmente, de la fidelidad de Daniel, de la protección divina, y de la irrevocabilidad de las leyes persas.
El rey Artajerjes, en su orden, dice que pueden ir con Esdras a Jerusalén todos los israelitas que lo deseen.
[…]2. Este permiso se cumple antes y durante el viaje de los judíos a Jerusalén.
¿A qué viene decir que se cumple “antes
y durante el viaje de los judíos a Jerusalén”? Una payasada para descerebrados. Eso es como decir que, dado que la condena divina contra Nabucodonosor se cumplió cuando se volvió loco y a lo largo del tiempo que pasó loco, que dicha condena se produjo, en realidad, cuando recuperó la cordura. Iban por ahí los tiros, ¿verdad, sofista? ¿A quién pretende engañar usted? No nacimos ayer.
Pero, con lo que viene ahora, el
troll ha puesto el huevo definitivo:
3. No obstante este mismo rey emitió este otro edicto:
“Y por mí, Artajerjes rey, es dada orden a todos los tesoreros que están al otro lado del río, que todo lo que os pida el sacerdote Esdras, escriba de la ley del Dios del cielo, se le conceda prontamente” (Esdras 7: 21)
¡Fantástico! Si Esd. 7:21 es “otro edicto” distinto al presentado en los versículos 12-20, habría que deducir que Esdras nos está intentando engañar. El versículo 11 afirma que lo que sigue es una transcripción fiel de la autorización real otorgada por Artajerjes. El pasaje no habla de “otro edicto”. Habla de un solo edicto, que tenía varios artículos, ninguno de los cuales contemplaba la reedificación de Jerusalén. En todo caso, puesto que Esdras partió de Babilonia con una copia del edicto en cuestión, es obvio que se trataba de un documento oficial que estaba en vigor antes de su partida, y resulta demencial la hipótesis de que el articulado se fuese escribiendo y aprobando según Esdras iba completando etapas de su viaje. Cuando Esdras emprendió el viaje, al comienzo de la primavera de 457 a.C., todo el documento que consigna estaba ya en vigor, y tenía fuerza de ley.
Podemos preguntarnos entonces:
Dada la falsedad de toda la línea argumental del
troll Gabriel47, nadie en su sano juicio puede preguntarse nada de lo que él dice.
1.- ¿Qué implicaba este decreto de Artajerjes dado en 457 a C. y que cosas pediría Esdras a todos los tesoreros que están al otro lado del rio, y para qué?
La pregunta es legítima, pero inyecta un elemento de falsedad interesada. Eso de hablar de un “decreto de Artajerjes dado en 457 a C.” es una pura ilusión sin prueba objetiva. Se puede dar por probado (si el calendario es judío) que el viaje de Esdras tuvo lugar durante la primavera y la primera parte del verano de 457 a.C., pero no es obvio que el decreto de Artajerjes entrase en vigor el año 457 a.C. Lo único que se sabe es que entró en vigor ANTES DE LA PRIMAVERA de ese año, pero podría haber entrado en vigor desde un par de semanas antes hasta varios meses antes.
La respuesta que da el
troll Gabriel47,
La restauración de Jerusalén, y es correcto pensar que Esdras pediría no sólo los recursos para este fin sino además cumplir con todas las ordenanzas del Señor.
es absolutamente ilegítima. El
troll no puede presentar sus propias cogitaciones como si fuesen prueba de nada. No consta que sea una “ordenanza” del Señor que Esdras tuviese que pedir permiso para reedificar una ciudad ya reedificada (Hag. 1:1-4). Y el señor
troll carece de base para afirmar lo que Artajerjes no afirma. Artajerjes no habla en ningún lugar de la reedificación de Jerusalén, y Esdras tampoco lo hace. Entonces, por mucho que al
troll le guste imaginarse eso, su imaginación al respecto resulta tan irrelevante como que le guste el queso parmesano.
2.- ¿En dónde entraría en vigor este decreto?
La única respuesta posible es “Jerusalén”
¿Quién lo dice? El decreto entró en vigor en el momento en que el rey selló el decreto y no, no estaba en Jerusalén. El decreto ya estaba en vigor cuando los judíos partieron desde Babilonia a Jerusalén, porque autorizaba su partida de Babilonia. Luego, la aseveración del
troll Gabriel47 es una de sus estúpidas memeces.
3.- El viaje duró 4 meses: “Porque el día primero del primer mes fue el principio de la partida de Babilonia, y al primero del mes quinto llegó a Jerusalén, estando con él la buena mano de Dios.” Esdras 7:9
“Y llegó a Jerusalén en el mes quinto del año séptimo del rey.” Esdras 7: 8
Ciertamente, nada que objetar. Creo que es la única verdad que le he visto decir al
troll Gabriel47, pero dudo que se repita, porque luego va y estropea lo anterior con esto:
Nota: “Teniendo en cuenta que la distancia desde la parte oriental del reino persa hasta Babilonia es por lo menos el doble de la distancia que hay desde Babilonia a Jerusalén (ver un atlas histórico del reino persa), los israelitas que vivían en la parte oriental tuvieron que tardar (desde que salió el edicto hasta que se reunieron con Esdras en Babilonia) mucho más tiempo de tres meses y medio que luego tardaron en llegar a Jerusalén, aunque "individualmente" viajaron más de prisa que todos juntos, ya que también tuvieron que preparar el viaje.”
Resulta que la primera parte de esa consideración perjudica los intereses del
troll, pues solo implica que el decreto tuvo que promulgarse MUCHO ANTES de la primavera de 457 a.C. con el fin de dar tiempo a los judíos que viviesen en los confines de la India para que se enteraran del decreto, que hiciesen los preparativos para viajar con Esdras y que llegaran a Babilonia a tiempo para la partida. En esas condiciones, el decreto tuvo que haber entrado en vigor en 458, 459 o 460 a.C. Y es que, en contra de lo que insinúa la anterior nota, los judíos no iban por libre. Iban acompañando a Esdras. Todos partieron a la vez y todos llegaron a la vez. Había visto la primera parte de este argumento usado en los “Estudios bereanos” de Pedro de Felipe. ¿Será posible que este
troll los haya leído también y que sea tal su empanada mental que no distinga entre lo que le favorece (nada) y lo que le perjudica (todo)?
4. Esta orden llevaba implícita esta sentencia: “Todo lo que es mandado por el Dios del cielo, sea hecho prontamente para la casa del Dios del cielo; pues, ¿por qué habría de ser su ira contra el reino del rey y de sus hijos?”
Ya, bonito sofisma. El Dios del cielo ordena muchas cosas. Ordenaba la circuncisión. ¿Ordena el decreto de Artajerjes la circuncisión a sus súbditos? El Dios del cielo ordenó la observancia del sábado. ¿Ordena el decreto de Artajerjes la observancia del sábado? El Dios del cielo ordena no tener ídolos. ¿Prohíbe el decreto de Artajerjes la adoración de ídolos? El decreto autoriza lo que dice que autoriza. Lo que no dice que autoriza no lo autoriza. Y punto. El versículo en cuestión circunscribe el favor del monarca al templo, no a la ciudad de Jerusalén, y, en efecto, el articulado refiere donativos a favor de los ritos del templo, no de la ciudad de Jerusalén. Y no se habla de la reedificación de Jerusalén en sitio alguno.
Luego que Esdras da a conocer esta orden, entonces empezaron a contar las 70 semanas:
No, caballerete. Para empezar, no mezcle usted las setenta semanas con Esdras, porque usted no ha probado que tengan nada que ver. Lo único que puede decir, si quiere (y con falsía), es que el decreto de Esdras 7 empezó a contar “luego que Esdras da a conocer esta orden”, frasecita con la que usted quiere dar a entender que Esdras le enseñó esta orden a algún funcionario persa en Jerusalén. No, señor sofista. No es cierto. Para empezar, la orden empezó a contar cuando se promulgó, y eso no tiene vuelta de hoja, y ya “contaba” cuando Esdras partió de Babilonia. Pero es que usted vuelve a mentir, porque da la casualidad de que usted no puede probar que Esdras “diese a conocer esta orden” en el otoño de 457 a.C. A ver, ¿a quién se la mostró en el otoño de 457 a.C.? ¿Un versiculito? No, verdad. Es usted un completo insensato y una nulidad como maestro.
Según la historia, todo esto ocurrió en el año 457 a C.
Según la historia, Esdras salió de Jerusalén, como muy tarde, en la primavera de 457 a.C., y llegó a Jerusalén, como muy tarde, en pleno verano de ese año. El decreto entró en vigor ANTES DE LA PRIMAVERA DE 457 A.C., jamás en el otoño de ese año.
Su argumentación ha quedado refutada objetivamente en su totalidad.
¿Dónde está el decreto que entró en vigor en el otoño de 457 a.C. y que autorizaba la reedificación de Jerusalén, señor soplagaitas?