Re: Las 70 semanas
EN OTRO EPÍGRAFE SE PRODUJO EL SIGUIENTE INTERCAMBIO QUE CREO QUE PODRÍA INTERESAR A LOS LECTORES DE ESTE:
Evidencias risibles de "gabriel47":
1. El dice que si el año 2005 fue embolismal entonces el 1844 también lo fue.
JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA, JAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
Aunque del tal "Gabriel47" se puede esperar cualquier cualquier mentira descarada y cualquier payasada, esa es de antología. No conocía esa idea tan descabellada.
Para quien no lo sepa, “año embolísmico” es aquel en el que se produce un cierto ajuste en el calendario (añadiendo días) para mantener el año civil alineado con el año trópico (el que rige las estaciones). El año trópico tiene una duración de 365,2422 días. En el caso de los calendarios juliano (el que siguiendo las indicaciones de intercalación establecidas por Julio César, tiene una duración de 365,25 días) y el gregoriano (el que, por iniciativa de diversos astrónomos y autorización del papa Gregorio XI, corrige al anterior, con una duración de 365,2425 días), la intercalación consiste en añadir un día cada cuatro años (en el juliano; en el gregoriano, cada cuatro, salvo en los años que completan siglo, a no ser que el año sea múltiplo de 400). En los calendarios lunares, como el hebreo, la intercalación consistía en añadir un mes entero cada dos o tres años para mantener el calendario alineado con el sol (de ahí que fuera un calendario lunisolar). Doce meses lunares duran algo más de 354 días, de modo que hay un desfase aproximado de 10 u 11 días al año. De ahí la necesidad de intercalación. Los árabes tienen un calendario lunar puro (no en vano Alá es un dios lunar), y, por ello, no tienen años embolísmicos.
El criterio de cómo intercalar meses en un año lunisolar variaba entre Mesopotamia e Israel. Aunque los babilonios podían añadir, según la ocasión, un mes extra entre el 6º y 7º, o entre el 12º y el 1º, los hebreos, que se sepa, solo intercalaban, cada dos o tres años, un mes entre el 12º y el 1º. Ese mes se llamaba “veadar” (“segundo adar”). Se intercalaba cuando era obvio que el desfase entre el calendario civil y el año trópico era de aproximadamente un mes. Ya cerca de nuestra era, se adoptó un ciclo de 19 años, denominado ciclo metónico, que permitía predecir las intercalaciones con años de antelación, y era también útil para la predicción de eclipses. Según ese ciclo, cada 19 años eran embolísmicos los años 3º, 6º, 8º, 11º, 14º, 17º y 19º.
En la actualidad, con el desarrollo de la informática, el uso del ciclo metónico para el cálculo de intercalaciones es innecesario. Se puede calcular la necesidad de intercalación para cualquier año de un calendario lunisolar en cuestión de segundos. Lo básico es que el primer mes de un calendario lunisolar no puede comenzar antes del equinoccio de primavera, y tampoco puede empezar un mes después del mismo. En el calendario gregoriano, el equinoccio de primavera cae entre el 20 y el 22 de marzo (dependiendo del año embolísmico gregoriano más cercano).
Los siguientes cálculos, realizados con el programa Sky Map para Windows, se basan en la visibilidad al ojo humano del primer creciente lunar (tras la luna nueva invisible) a la puesta del sol en las inmediaciones de Jerusalén. Si sólo habían transcurrido 29 días del mes en curso y las nubes impedían ver la luna, el mes se prolongaba hasta el día 30 aunque un hipotético observador que estuviera por encima de las nubes hubiese podido ver el creciente). En otros lugares del mundo los cálculos podrían variar en un día (por cuestiones de longitud).
Fijémonos en el año 1841 de nuestra era. Se pudo ver el creciente lunar a la puesta de sol del día 22 de febrero, pero ese no fue el primer mes lunisolar, pues faltaba casi un mes para el comienzo de la primavera, de modo que es seguro que el primer mes empezó con el siguiente creciente lunar, que fue el 24 de marzo. Veamos, entonces, la sucesión de los meses (expresadas en fechas a la japonesa: año/mes/día
1841/03/24 - I
1841/04/22 - II
1841/05/21 - III
1841/06/20 - IV
1841/07/18 - V - Observación. Hubo eclipse ese día. Empezó a las 17:22, hora de Jerusalén y acabó a las 18:00. Su fase máxima ocurrió a las 17:41. Si no hubiese habido eclipse, el mes habría empezado el día siguiente
1841/08/17 - VI
1841/09/16 -VII
1841/10/16 -VIII
1841/11/14 - IX
1841/12/14 - X
1842/01/12 - XI
1842/02/11 - XII
La siguiente lunación ocurrió el 13 de marzo, pero, obviamente, tal fecha no puede de ninguna manera ser el primer mes, pues ocurre más de una semana antes del comienzo de la primavera. Por lo tanto, ese mes iniciado el 13 de marzo fue un mes extra, el XIII. Así, completando la secuencia,
1842/03/13 - XIII
Lógicamente, el mes que siguió al añadido fue el primero del siguiente año lunisolar. Los siguientes crecientes señalan los inicios de los años lunisolares:
1842/04/11 - I
1842/05/11 - II
1842/06/09 - III
1842/07/09 - IV
1842/08/07 - V
1842/09/05 - VI
1842/10/05 - VII
1842/11/03 - VIII
1842/12/03 - IX
1843/01/01 - X
1843/01/31 - XI
1843/03/02 - XII
1843/04/01 - I
1843/04/30 - II
1843/05/30 - III
1843/06/28 - IV
1843/07/28 - V
1843/08/26 - VI
1843/09/24 - VII
1843/10/24 - VIII
1843/11/22 - IX
1843/12/22 - X
1844/01/20 - XI
1844/02/19 - XII
Y llegamos así al primer mes lunisolar en lo que, para el adventismo, fue el fatídico año de 1844. El sol alcanzó el punto vernal a las 13:58 del día 20 de marzo. A la puesta de sol de ese mismo día (17:51), la luna era visible en el oeste. Incluso si el mal tiempo hubiese impedido la visibilidad, habría dado igual, pues habían pasado 30 días desde la lunación anterior. Por ello, es seguro que el 20 de marzo de 1844 empezó el primer mes lunisolar (nisán o abib). Entonces, la serie sigue así:
1844/03/20 - I
1844/04/18 - II
1844/05/18 - III
1844/06/17 - IV
1844/07/16 - V
1844/08/15 - VI
1844/09/13 - VII
1844/10/12 - VIII
1844/11/11 - IX
1844/12/10 - X
1845/01/09 - XI
1845/02/07 - XII
1845/03/09 - XIII
Como se ve, el 9 de marzo de 1845 correspondió intercalar un decimotercer mes. Significativamente, el anterior mes séptimo hebreo empezó el 13 de septiembre de 1844, con lo que el décimo día de ese mes (Yom Kippur), habría empezado a la puesta de sol nueve día más tarde, el 22 de septiembre, y, de haber existido, los solemnes ritos de ese día se habrían producido en las horas de luz del día siguiente, 23 de septiembre de 1844.
Lógicamente, es de esperar que algún personaje como el tal “Gabriel47” “conteste” cosas como “Respondo: ¡¡¡FALSO!!!”, o alguna payasada por el estilo, pero las matemáticas y la astronomía son como son, y no se dejan intimidar por sujetos de esas calaña.