Re: Las 70 semanas
Ya que algunos son algo lentos para entender la maravillosa profecía de las 70 semanas, se la vamos a repetir por su bien.
El punto de partida
"Sabe pues y entiende que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén..." (Daniel 9:25). Éste sería el punto de partida, tanto de las 70 semanas como de los 2.300 años. ¿En qué año se dio la orden?
La orden se menciona en Esdras 6:14, dice: "Edificaron pues y terminaron, por orden del Dios de Israel, y por mandato de Ciro, de Darío, y de Artajerjes, rey de Persia".
El rey Ciro dio su decreto en el año 538 a.C. el rey Darío emitió su decreto en el año 519 a.C. y el rey Artajerjes dio la orden en el año 457 a.C. Aunque los 3 reyes mencionados por Esdras dieron decretos en el mismo sentido, el último es el que impone la fecha porque disponía medidas para la restauración del estado civil judío como una unidad política y religiosa. Es decir que el decreto de Artajerjes comenzó a regir en el año 457 a.C. y en forma más específica hacia el tercer trimestre de ese año. Esta fecha ha sido establecida con absoluta certeza con base en documentos históricos y cronológicos de indiscutible autoridad, entre los cuales figura el famoso canon de Ptolomeo.
¿Y el otoño, y el otoño, y el otoño?, dicen algunos.
Cómo empleaban los judíos
el calendario que va de otoño
a otoño
El calendario por el que los babilonios y los persas reconocían sus años iba de primavera a primavera. Es decir su año comenzaba en la primavera y terminaba con el fin del invierno. Al computar el año religioso, los judíos también se¬guían un calendario de primavera a primavera. Sin embargo, a veces utilizaban un calendario de otoño a otoño cuando consideraban el reinado de ciertos reyes propios o extranjeros
Los que ignoran o desconocen este hecho, al fechar ciertos episodios bíblicos, pueden errar como mínimo en seis meses, y al intentar ubicar el acontecimiento en nuestra escala AC/DC se lo puede aplicar a un año totalmente diferente. Por ejemplo, si se establece el séptimo año de Artajerjes, del que habla Esdras, según el calenda¬rio que va de primavera a primavera, se ubica la emisión del decreto en el 458 AC que, en consecuencia, establece el fin de la profecía de los 2.300 días en el año 1843 DC, y no en 1844.
Cuatro clases de evidencias —tres bíblicas y una extrabíblica— nos mostrarán que los judíos usaron un calendario de otoño a otoño,
1.La edificación del templo do Salomón
Las Escrituras afirman que Salomón comenzó la edificación del templo en el cuarto año de su reinado durante el mes de Zif, el segundo mes del año judío, y concluyó el templo en el undécimo año de su reinado, en el mes de Bul, el octavo mes del año judío (1Rey. 6:1,37, 38). En el calendario que va de primavera a primavera, estas techas bien podían involucrar siete años literales y medio, que los judíos contabilizaban como ocho años al aplicar el cálculo inclusivo.
Pero si se basa el cálculo en el calendario de otoño a otoño, las mismas fechas podrían arrojar seis años y medio que, con el reconocimiento inclusivo, los judíos pudieron contar como siete años el tiempo que en realidad las Escrituras especifican para la edificación del templo de Salomón (vers. 38).
2.Las reformas de Josías
En 2 Reyes 22: 3-23:23 leernos sobre las re¬formas que Josías llevó a cabo en Judá, y de la celebración de la Pascua cuando efectuó estas reformas. Josías envió a sus hombres a todo el reino invitando al pueblo a olvidar la adoración a los dolos y a volverse al verdadero Dios. Se destruyeron los lugares de adoración de los paganos, se talaron los bosques donde se realizaban ciertos ritos, y se invitó al pueblo para reunirse en Jerusalén para celebrar la Pascua. No es difícil percibir que los hombres de Josías debieron necesitar mucho tiempo para realizar esta tarea. También debió insumirle cierto tiempo al pueblo el viaje a Jerusalén, especialmente a los que vivían en las zonas más remotas del rei¬no. Sin embargo, las Escrituras indican que las reformas se efectuaron y que el pueblo se reunió entre el comienzo del decimoctavo año del reinado de Josías y el tiempo en que se celebró la Pascua ese mismo año.
Como la Pascua se celebraba el día catorce del primer mes del año, si es que estos episodios se reconocen sobre ha base del año que va de primavera a primavera, todos ellos debieron ocurrir en catorce días como máximo. Sin embargo, si aceptamos que los judíos podían haber estado utilizando el calendario de otoño a otoño, hubo unos seis meses y medio para realizar estas reformas antes de la celebración pascual
—un esquema que resulta mucho más verosímil.
3.Nehemías ante el rey
Al comenzar el relato de la obra que realizó en Jerusalén, Nehemías dice que en el mes de Qislew, es decir en el noveno mes del año hebreo, recibió malas noticias acerca de las con¬diciones de la ciudad (Neh. 1: 1-4). Continúa di-ciendo que como resultado de estas malas noticias estuvo triste en la presencia de! rey en el mes de Nisán (Neh. 2: 1-8), el primer mes del año hebreo. Y, además de atraer la atención so¬bre este hecho, el autor fecha la recepción de las malas noticias y la ocasión en la que Artajerjes notó la tristeza del copero en el vigésimo año del monarca. Si él (Nehemías) hubiera seguido el calendario de primavera a primavera, en el que los meses se encontraban en un orden numérico, su, tristeza ante el rey ¡podría haber llegado a ser an¬terior a la recepción de las lamentables noticias que generaron esta tristeza! Pero en el calendario que va de otoño a otoño, la datación de estos eventos no tiene problema, porque en ese calendario el mes noveno precede al mes primero (véase el cuadro 3).
Hay dos factores que hacen a la utilización del calendario de otoño a otoño especialmente importante para la datación del decreto de Artajerjes. En primer lugar, en tanto que los primeros dos ejemplos involucraban fechas basadas en el reinado de reyes hebreos, en este caso Nehemías, al igual que Esdras, estaba basando su sistema de fechar en el reinado de un monarca persa.
Y, en segundo lugar, Nehemías era contemporáneo de Esdras en tiempo y circunstancias —ambos eran judíos criados en Persia que escribieron sus libros con pocos años de diferencia entre ellos, y luego de regresar a Palestina. Esto hace posible que estas dos personas, con un pasado semejante, que estaban escribiendo en el mismo tiempo, y bajo circunstancias similares, utilizasen la misma técnica de datación.
4.Los papiros elefantinos
Los doctores S. H. Horn y L. H. Wood descubrieron evidencias extrabíblicas que apoyarían el uso de un calendario judío de otoño a otoño durante el periodo persa. Algunos de los manuscritos escritos por los soldados judíos estacionados en la fortaleza de la isla Elefantina en el Nilo (alto Egipto) estaban fechadas según dos modalidades: el calendario egipcio y el calendario judío que va de otoño a otoño. Estos manuscritos, originados entre los años 422 AC y 419 AC. ofrecen una evidencia adicional de la utilización de este calendario, aun cuando el rey en cuyo reinado se basaba el sistema de datación era extranjero, en este caso Darlo II. (El papiro Kraeling nº 6 es de especial importancia en este aspec¬to.) Los doctores Horn y Wood proporcionaron los detalles de esta evidencia en su libro The Chronology of Ezra 7.
Todo esto demostraría que, sumando la evidencia blblica y la extrabiblica, se puede afirmar como muy probable que Esdras haya utilizado un calendario que va de otoño a otoño.
Ya que algunos son algo lentos para entender la maravillosa profecía de las 70 semanas, se la vamos a repetir por su bien.
El punto de partida
"Sabe pues y entiende que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén..." (Daniel 9:25). Éste sería el punto de partida, tanto de las 70 semanas como de los 2.300 años. ¿En qué año se dio la orden?
La orden se menciona en Esdras 6:14, dice: "Edificaron pues y terminaron, por orden del Dios de Israel, y por mandato de Ciro, de Darío, y de Artajerjes, rey de Persia".
El rey Ciro dio su decreto en el año 538 a.C. el rey Darío emitió su decreto en el año 519 a.C. y el rey Artajerjes dio la orden en el año 457 a.C. Aunque los 3 reyes mencionados por Esdras dieron decretos en el mismo sentido, el último es el que impone la fecha porque disponía medidas para la restauración del estado civil judío como una unidad política y religiosa. Es decir que el decreto de Artajerjes comenzó a regir en el año 457 a.C. y en forma más específica hacia el tercer trimestre de ese año. Esta fecha ha sido establecida con absoluta certeza con base en documentos históricos y cronológicos de indiscutible autoridad, entre los cuales figura el famoso canon de Ptolomeo.
¿Y el otoño, y el otoño, y el otoño?, dicen algunos.
Cómo empleaban los judíos
el calendario que va de otoño
a otoño
El calendario por el que los babilonios y los persas reconocían sus años iba de primavera a primavera. Es decir su año comenzaba en la primavera y terminaba con el fin del invierno. Al computar el año religioso, los judíos también se¬guían un calendario de primavera a primavera. Sin embargo, a veces utilizaban un calendario de otoño a otoño cuando consideraban el reinado de ciertos reyes propios o extranjeros
Los que ignoran o desconocen este hecho, al fechar ciertos episodios bíblicos, pueden errar como mínimo en seis meses, y al intentar ubicar el acontecimiento en nuestra escala AC/DC se lo puede aplicar a un año totalmente diferente. Por ejemplo, si se establece el séptimo año de Artajerjes, del que habla Esdras, según el calenda¬rio que va de primavera a primavera, se ubica la emisión del decreto en el 458 AC que, en consecuencia, establece el fin de la profecía de los 2.300 días en el año 1843 DC, y no en 1844.
Cuatro clases de evidencias —tres bíblicas y una extrabíblica— nos mostrarán que los judíos usaron un calendario de otoño a otoño,
1.La edificación del templo do Salomón
Las Escrituras afirman que Salomón comenzó la edificación del templo en el cuarto año de su reinado durante el mes de Zif, el segundo mes del año judío, y concluyó el templo en el undécimo año de su reinado, en el mes de Bul, el octavo mes del año judío (1Rey. 6:1,37, 38). En el calendario que va de primavera a primavera, estas techas bien podían involucrar siete años literales y medio, que los judíos contabilizaban como ocho años al aplicar el cálculo inclusivo.
Pero si se basa el cálculo en el calendario de otoño a otoño, las mismas fechas podrían arrojar seis años y medio que, con el reconocimiento inclusivo, los judíos pudieron contar como siete años el tiempo que en realidad las Escrituras especifican para la edificación del templo de Salomón (vers. 38).
2.Las reformas de Josías
En 2 Reyes 22: 3-23:23 leernos sobre las re¬formas que Josías llevó a cabo en Judá, y de la celebración de la Pascua cuando efectuó estas reformas. Josías envió a sus hombres a todo el reino invitando al pueblo a olvidar la adoración a los dolos y a volverse al verdadero Dios. Se destruyeron los lugares de adoración de los paganos, se talaron los bosques donde se realizaban ciertos ritos, y se invitó al pueblo para reunirse en Jerusalén para celebrar la Pascua. No es difícil percibir que los hombres de Josías debieron necesitar mucho tiempo para realizar esta tarea. También debió insumirle cierto tiempo al pueblo el viaje a Jerusalén, especialmente a los que vivían en las zonas más remotas del rei¬no. Sin embargo, las Escrituras indican que las reformas se efectuaron y que el pueblo se reunió entre el comienzo del decimoctavo año del reinado de Josías y el tiempo en que se celebró la Pascua ese mismo año.
Como la Pascua se celebraba el día catorce del primer mes del año, si es que estos episodios se reconocen sobre ha base del año que va de primavera a primavera, todos ellos debieron ocurrir en catorce días como máximo. Sin embargo, si aceptamos que los judíos podían haber estado utilizando el calendario de otoño a otoño, hubo unos seis meses y medio para realizar estas reformas antes de la celebración pascual
—un esquema que resulta mucho más verosímil.
3.Nehemías ante el rey
Al comenzar el relato de la obra que realizó en Jerusalén, Nehemías dice que en el mes de Qislew, es decir en el noveno mes del año hebreo, recibió malas noticias acerca de las con¬diciones de la ciudad (Neh. 1: 1-4). Continúa di-ciendo que como resultado de estas malas noticias estuvo triste en la presencia de! rey en el mes de Nisán (Neh. 2: 1-8), el primer mes del año hebreo. Y, además de atraer la atención so¬bre este hecho, el autor fecha la recepción de las malas noticias y la ocasión en la que Artajerjes notó la tristeza del copero en el vigésimo año del monarca. Si él (Nehemías) hubiera seguido el calendario de primavera a primavera, en el que los meses se encontraban en un orden numérico, su, tristeza ante el rey ¡podría haber llegado a ser an¬terior a la recepción de las lamentables noticias que generaron esta tristeza! Pero en el calendario que va de otoño a otoño, la datación de estos eventos no tiene problema, porque en ese calendario el mes noveno precede al mes primero (véase el cuadro 3).
Hay dos factores que hacen a la utilización del calendario de otoño a otoño especialmente importante para la datación del decreto de Artajerjes. En primer lugar, en tanto que los primeros dos ejemplos involucraban fechas basadas en el reinado de reyes hebreos, en este caso Nehemías, al igual que Esdras, estaba basando su sistema de fechar en el reinado de un monarca persa.
Y, en segundo lugar, Nehemías era contemporáneo de Esdras en tiempo y circunstancias —ambos eran judíos criados en Persia que escribieron sus libros con pocos años de diferencia entre ellos, y luego de regresar a Palestina. Esto hace posible que estas dos personas, con un pasado semejante, que estaban escribiendo en el mismo tiempo, y bajo circunstancias similares, utilizasen la misma técnica de datación.
4.Los papiros elefantinos
Los doctores S. H. Horn y L. H. Wood descubrieron evidencias extrabíblicas que apoyarían el uso de un calendario judío de otoño a otoño durante el periodo persa. Algunos de los manuscritos escritos por los soldados judíos estacionados en la fortaleza de la isla Elefantina en el Nilo (alto Egipto) estaban fechadas según dos modalidades: el calendario egipcio y el calendario judío que va de otoño a otoño. Estos manuscritos, originados entre los años 422 AC y 419 AC. ofrecen una evidencia adicional de la utilización de este calendario, aun cuando el rey en cuyo reinado se basaba el sistema de datación era extranjero, en este caso Darlo II. (El papiro Kraeling nº 6 es de especial importancia en este aspec¬to.) Los doctores Horn y Wood proporcionaron los detalles de esta evidencia en su libro The Chronology of Ezra 7.
Todo esto demostraría que, sumando la evidencia blblica y la extrabiblica, se puede afirmar como muy probable que Esdras haya utilizado un calendario que va de otoño a otoño.