Cada vez que niegan que nosotros podemos sanar en Nombre de Cristo, o que los milagros cesaron con Jesucristo, o que no siempre es la voluntad de Dios sanar, están negando una parte del sacrificio de Cristo.
Bien claro lo dijo Isaías:
Isaías 53:4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
Isaías 53:5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
Si la voluntad de Dios no fuera siempre la sanidad para todos, entonces no habría incluido en el sacrificio redentor, la sanidad en las heridas del Señor. Sin embargo está hecho. Tiempo pasado. YA ESTÁ HECHO. Sólo nos resta creer para poder manifestar la sanidad en nuestros cuerpos.
Los cristianos sanamos en Su Nombre porque Jesús dijo que lo íbamos a hacer:
Mar 16:17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
Mar 16:18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
Es un mandato de Nuestro Señor:
Mat_10:8 Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
Así que quienes aún ni siquiera lo han intentado, comiencen a intentarlo, comiencen a considerar estas verdades bíblicas porque es hora de levantarse del sueño de las excusas, pues la noche está avanzada y se acerca del día. Vístanse de las armas de la luz y arremetan contra las obras del diablo (entre ellas la enfermedad).

Bendiciones!