La Sanidad

12 Marzo 2009
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Dios siempre sana. Él ya ha provisto la sanidad para cada persona sobre la tierra del mismo modo que Él ha provisto el perdón de los pecados y la redención. La sanidad existe para todos.

Nuestra fe es el resultado de una relación de amor y confianza con Dios. Esa relación es la clave para recibir todas las cosas que Él nos ha prometido, entre ellas la sanidad.

A menudo descuidamos nuestra relación con Dios y podemos permanecer en ese estado sin darnos por enterados, hasta que una prueba difícil, como una enfermedad, se presenta. Lo primero que se suele intentar es “hacer” cosas, buenas obras, con el fin de obtener algo de Dios, pero esto no es lo que producirá la sanidad.

Tenemos que entender que Dios ya ha proporcionado lo que necesitamos. Él no tiene razones misteriosas para impedir lo que Él mismo ha querido entregarnos. Lo que sucede es que no hemos entrado en el “descanso” de la fe. Continuamos luchando con nuestros propias fuerzas, buscando “fórmulas de fe” en lugar de, simplemente, estar recibiendo de Alguien que nos ama y en Quien confiamos.

La sanidad es parte de nuestra naturaleza espiritual nacida de nuevo.

La mayoría de los Cristianos ven la sanidad como que es algo que viene de afuera de ellos, probablemente de lo alto. Se ven asimismo como enfermos tratando de recuperarse. Oran, piden y esperan que algo fuera de ellos los toque.

Por supuesto cuando Jesús caminó en la tierra y sanó a todos los que vinieron a El, El verdaderamente estaba 'fuera' de los que estaban enfermos y la sanidad que El produjo en ellos vino de 'afuera'. Pero, ahora El vive dentro de nosotros, por tanto Su poder sanador esta dentro de nosotros.

Cuando lidiamos con enfermedades en nuestros propios cuerpos, debemos vernos a nosotros mismos como los sanos resistiendo la enfermedad, en lugar de enfermos tratando de recuperarse. La enfermedad es un intruso ilegal que debe de ser expulsado de nuestros cuerpos. Hablamos a nuestros cuerpos por el Espíritu. Lo físico debe someterse a lo espiritual. Lo visible debe someterse a lo invisible.

Toda la sanidad que necesitamos esta disponible a través de nuestros espíritus renacidos que son uno con Dios. La sanidad viene de adentro! La soltamos con nuestras palabras, nuestras actitudes, nuestros pensamientos y nuestras acciones. Actuamos en La Palabra, hablamos La Palabra, meditamos en La Palabra y 'vemos' con los ojos de fe la sanidad.

No es tanto el hecho de que nosotros pidamos a Dios que suelte la sanidad. La sanidad ya ha sido suelta en nosotros desde que Jesús caminó en la tierra y ciertamente desde que El resucitó de la muerte. El asunto ahora es que nosotros soltemos esa sanidad que Dios ya ha soltado.

Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, (Efe. 3:20)

Ese verso merece ser meditado!

Cuando tenemos un claro entendimiento y revelación de fe, y un entendimiento de que El Sanador vive dentro de nosotros, vamos en camino para buscar la manifestación de la sanidad. Si con los ojos de la fe puedes ‘ver’ la sanidad, la puedes recibir!
 
Re: La Sanidad

Muy buena exposicion.
 
Re: La Sanidad

Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, (Efe. 3:20)

Ese verso merece ser meditado!

Entiendo que el poder que actúa en nosotros es la fe para desatar las promesas... como por ejemplo la sanidad ¿a esto se refiere Ud Faitman?
Bendiciones!
 
Re: La Sanidad

Entiendo que el poder que actúa en nosotros es la fe para desatar las promesas... como por ejemplo la sanidad ¿a esto se refiere Ud Faitman?
Bendiciones!

Sí. Dios hace Su voluntad através del poder que actúa en nosotros. Si no actuamos en fe, frenamos Su voluntad. Somos Su cuerpo en la tierra.

Bendiciones..
 
Re: La Sanidad

entonces si entendi bien, ¿toda persona a gtraves de su fe puede ser sana no importa la enfermedad o dolencia?
 
Re: La Sanidad

Dios siempre sana. Él ya ha provisto la sanidad para cada persona sobre la tierra del mismo modo que Él ha provisto el perdón de los pecados y la redención. La sanidad existe para todos.

Nuestra fe es el resultado de una relación de amor y confianza con Dios. Esa relación es la clave para recibir todas las cosas que Él nos ha prometido, entre ellas la sanidad.

A menudo descuidamos nuestra relación con Dios y podemos permanecer en ese estado sin darnos por enterados, hasta que una prueba difícil, como una enfermedad, se presenta. Lo primero que se suele intentar es “hacer” cosas, buenas obras, con el fin de obtener algo de Dios, pero esto no es lo que producirá la sanidad.

Tenemos que entender que Dios ya ha proporcionado lo que necesitamos. Él no tiene razones misteriosas para impedir lo que Él mismo ha querido entregarnos. Lo que sucede es que no hemos entrado en el “descanso” de la fe. Continuamos luchando con nuestros propias fuerzas, buscando “fórmulas de fe” en lugar de, simplemente, estar recibiendo de Alguien que nos ama y en Quien confiamos.

La sanidad es parte de nuestra naturaleza espiritual nacida de nuevo.

La mayoría de los Cristianos ven la sanidad como que es algo que viene de afuera de ellos, probablemente de lo alto. Se ven asimismo como enfermos tratando de recuperarse. Oran, piden y esperan que algo fuera de ellos los toque.

Por supuesto cuando Jesús caminó en la tierra y sanó a todos los que vinieron a El, El verdaderamente estaba 'fuera' de los que estaban enfermos y la sanidad que El produjo en ellos vino de 'afuera'. Pero, ahora El vive dentro de nosotros, por tanto Su poder sanador esta dentro de nosotros.

Cuando lidiamos con enfermedades en nuestros propios cuerpos, debemos vernos a nosotros mismos como los sanos resistiendo la enfermedad, en lugar de enfermos tratando de recuperarse. La enfermedad es un intruso ilegal que debe de ser expulsado de nuestros cuerpos. Hablamos a nuestros cuerpos por el Espíritu. Lo físico debe someterse a lo espiritual. Lo visible debe someterse a lo invisible.

Toda la sanidad que necesitamos esta disponible a través de nuestros espíritus renacidos que son uno con Dios. La sanidad viene de adentro! La soltamos con nuestras palabras, nuestras actitudes, nuestros pensamientos y nuestras acciones. Actuamos en La Palabra, hablamos La Palabra, meditamos en La Palabra y 'vemos' con los ojos de fe la sanidad.

No es tanto el hecho de que nosotros pidamos a Dios que suelte la sanidad. La sanidad ya ha sido suelta en nosotros desde que Jesús caminó en la tierra y ciertamente desde que El resucitó de la muerte. El asunto ahora es que nosotros soltemos esa sanidad que Dios ya ha soltado.

Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, (Efe. 3:20)

Ese verso merece ser meditado!

Cuando tenemos un claro entendimiento y revelación de fe, y un entendimiento de que El Sanador vive dentro de nosotros, vamos en camino para buscar la manifestación de la sanidad. Si con los ojos de la fe puedes ‘ver’ la sanidad, la puedes recibir!

pues muy bonito discurso
pero sn citas biblicas
es como un simbalo resonante que retiñe.


escrito esta

Si alguno habla, hable conforme á las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme á la virtud que Dios suministra: para que en todas cosas sea Dios glorificado por Jesucristo, al cual es gloria é imperio para siempre jamás. Amén.

eso de no usar citas biblicas da lugar a muchos hno
de vivir un un evangelio fantasioso



4:12
 
Re: La Sanidad

pues muy bonito discurso
pero sn citas biblicas
es como un simbalo resonante que retiñe.


escrito esta

Si alguno habla, hable conforme á las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme á la virtud que Dios suministra: para que en todas cosas sea Dios glorificado por Jesucristo, al cual es gloria é imperio para siempre jamás. Amén.

eso de no usar citas biblicas da lugar a muchos hno
de vivir un un evangelio fantasioso



4:12

Para aquellos que no manejan bien las escrituras, con mucho gusto compartiré algunos versículos.

Exo. 15:26
Isa. 53:4-5
Sal. 103:1-3
Mat. 8:17
Hechos 10:38
1 Pet. 2:24
Marc. 16:16-18
Santiago 5:14-16
1 Cor. 12:9
2 Cor. 5:17
Gal. 2:20
Rom. 8:11
Jn. 10:10
1 Cor. 6:17
Juan 14:13
Marcos 11:24

Bendiciones
 
Re: La Sanidad

entonces si entendi bien, ¿toda persona a gtraves de su fe puede ser sana no importa la enfermedad o dolencia?


Hagamos otra pregunta: ¿toda persona através de la fe en Cristo Jesús, puede ser salva, no importa los pecados que han cometidos?

2 Cor. 5:19, Rom. 10:13

Si todos pueden ser salvos, todos pueden ser sanos. Las enfermedades existen por causa del pecado en la raza humana. La redención de Cristo destruyó el poder del pecado, y a la vez, la autoridad de las enfermedades. Entonces, todos pueden recibir la sanidad en la misma manera que reciben la salvación.

'Hijo, tus pecados te son perdonados......Levántate, tomo tu lecho y vete a tu casa." (Marcos 2:1-12)

Bendiciones
 
Re: La Sanidad

Para aquellos que no manejan bien las escrituras, con mucho gusto compartiré algunos versículos.

Exo. 15:26
Isa. 53:4-5
Sal. 103:1-3
Mat. 8:17
Hechos 10:38
1 Pet. 2:24
Marc. 16:16-18
Santiago 5:14-16
1 Cor. 12:9
2 Cor. 5:17
Gal. 2:20
Rom. 8:11
Jn. 10:10
1 Cor. 6:17
Juan 14:13
Marcos 11:24

Bendiciones

aver creo que no entendiste la palabra
si alguno *habla hable* conforme a las palabras de DIOS
SI ALGUNO /*MINISTRA MINISTRE* conforme a la virtud que DIOS suministra

no es que pongas citas biblicas
al ministrar tienes que acomodar la palabra de verdad
ser un dispensador de la palabra
acomodando lo espiritual a lo espiritual


***cuando as leido que EL SEÑOR JESUCRISTO o algun apostol
aventara al aire citas biblicas del A.T.

ellos eran ministros de la palabra de verdad
***no aventavan las escrituras al aire**
 
Re: La Sanidad

Dios siempre sana. Él ya ha provisto la sanidad para cada persona sobre la tierra del mismo modo que Él ha provisto el perdón de los pecados y la redención. La sanidad existe para todos.

Nuestra fe es el resultado de una relación de amor y confianza con Dios. Esa relación es la clave para recibir todas las cosas que Él nos ha prometido, entre ellas la sanidad.

A menudo descuidamos nuestra relación con Dios y podemos permanecer en ese estado sin darnos por enterados, hasta que una prueba difícil, como una enfermedad, se presenta. Lo primero que se suele intentar es “hacer” cosas, buenas obras, con el fin de obtener algo de Dios, pero esto no es lo que producirá la sanidad.

Tenemos que entender que Dios ya ha proporcionado lo que necesitamos. Él no tiene razones misteriosas para impedir lo que Él mismo ha querido entregarnos. Lo que sucede es que no hemos entrado en el “descanso” de la fe. Continuamos luchando con nuestros propias fuerzas, buscando “fórmulas de fe” en lugar de, simplemente, estar recibiendo de Alguien que nos ama y en Quien confiamos.

La sanidad es parte de nuestra naturaleza espiritual nacida de nuevo.

La mayoría de los Cristianos ven la sanidad como que es algo que viene de afuera de ellos, probablemente de lo alto. Se ven asimismo como enfermos tratando de recuperarse. Oran, piden y esperan que algo fuera de ellos los toque.

Por supuesto cuando Jesús caminó en la tierra y sanó a todos los que vinieron a El, El verdaderamente estaba 'fuera' de los que estaban enfermos y la sanidad que El produjo en ellos vino de 'afuera'. Pero, ahora El vive dentro de nosotros, por tanto Su poder sanador esta dentro de nosotros.

Cuando lidiamos con enfermedades en nuestros propios cuerpos, debemos vernos a nosotros mismos como los sanos resistiendo la enfermedad, en lugar de enfermos tratando de recuperarse. La enfermedad es un intruso ilegal que debe de ser expulsado de nuestros cuerpos. Hablamos a nuestros cuerpos por el Espíritu. Lo físico debe someterse a lo espiritual. Lo visible debe someterse a lo invisible.

Toda la sanidad que necesitamos esta disponible a través de nuestros espíritus renacidos que son uno con Dios. La sanidad viene de adentro! La soltamos con nuestras palabras, nuestras actitudes, nuestros pensamientos y nuestras acciones. Actuamos en La Palabra, hablamos La Palabra, meditamos en La Palabra y 'vemos' con los ojos de fe la sanidad.

No es tanto el hecho de que nosotros pidamos a Dios que suelte la sanidad. La sanidad ya ha sido suelta en nosotros desde que Jesús caminó en la tierra y ciertamente desde que El resucitó de la muerte. El asunto ahora es que nosotros soltemos esa sanidad que Dios ya ha soltado.

Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, (Efe. 3:20)

Ese verso merece ser meditado!

Cuando tenemos un claro entendimiento y revelación de fe, y un entendimiento de que El Sanador vive dentro de nosotros, vamos en camino para buscar la manifestación de la sanidad. Si con los ojos de la fe puedes ‘ver’ la sanidad, la puedes recibir!

Abundante en bendición y la gloria para Dios, este testimonio sobre sanidad:
1º D.S. sufrio un accidente de transito en una motocicleta, impacto contra el piso y su craneo fue gravemente afectado y estuvo en coma. El diagnostico médico fue que si vivia quedaria paralita o algo peor.
2º Con fe en Dios, Jehova sanador, la respuesta fue inmediata desperto y se recupero quedo solo una secuela la memoria a corto plazo, pero Dios se ha vuelto a glorificar en esta obediente ovejia, los diagnosticos determinaron que no podia ni debia estudiar, pero Dios se glorifico y esta semana no solo que volvio a estudiar pese a que la Universidad no queria recibirla, sino que luego de oración a Jehova, el Señor se glorifico y su proyecto obtuvo la calificación de 100 puntos sobre 100 y su defensa 95 sobre 100, obtuvo el primer lugar y no obstante que se dijo que no podria hablar sin olvidarse las cosas, no solo que hablo sino que dio toda una conferencia, para asombro de los presentes, que entendieron que solo Dios pudo haberlo hecho, Gloria a Dios, al que cree todo le es posible, Dios hace milagros creativos y nada le es imposible, Dios siempre nos lleva a victoria. Gracias Señor, porque el Justo por fe vivira y la oración del justo con fe es escuchada por Dios, te damos la gloria y la honra en el nombre de Jesús, amen y amen, porque no conocemos derrota no andamos por vista sino por fe.
GLORIA A DIOS POR LA SANIDAD DE LA OVEJITA D.S.
 
Re: La Sanidad

La Palabra de Dios es espíritu, vida y medicina. Una comunión íntima con la Palabra te sanará.

“El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.” (Juan 6:63)

“Hijo mío, está atento a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones. 21 No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón; 22 Porque son vida a los que las hallan, Y medicina a todo su cuerpo.” (Prov. 4:20-22)

Nuestra relación con la Palabra de Dios revela la realidad de nuestra relación con Dios mismo. Dios es Espíritu, entonces la única manera de tener comunión con El es por nuestro espíritu renacido. Nuestra relación con Dios no se basa en las emociones o los 5 sentidos.

Jesús declaró que Sus palabras son espíritu. Eso quiere decir que la Palabra de Dios, la que tenemos en la Bíblia, es una fuente del Espíritu de Dios y la Vida de Dios. Si vamos a relacionarnos con Dios, es necesario hacerlo por medio de Su Palabra, la cual es Espíritu y Vida. Dios se nos reveló por medio de Cristo, y Cristo se nos reveló por medio de la Biblia.

No amamos a Dios más que amamos a Su Palabra. No es posible tener comunión con Él aparte de la revelación de Él en la Palabra de Dios.

La Palabra de Dios es vida. Proverbios declara que es ‘medicina’ a nuestro cuerpo. David declara:

“Envió su palabra, y los sanó, Y los libró de su ruina.” (Salmo 107:20)

En la Palabra de Dios existe la sanidad. Si la leemos como un libro de historia o de teología, vamos a perder el beneficio del poder de la Palabra. Pero si entendemos que la misma Palabra de Dios, Génesis a Apocalipsis, contiene la ‘medicina’ para nuestros cuerpos, cada vez que la leemos en fe, estamos recibiendo vida y sanidad. Es inevitable.

Una revelación del poder de la Palabra de Dios nos puede sanar. Cada vez que la leemos debemos dar gracias a Dios que Su Palabra nos está sanando. Cada vez que proclamos en voz alta las promesas de Dios y las grandes verdades de nuestra redención, el poder de la sanidad se activa en nuestros cuerpos.

“El que sacia de bien tu boca, De modo que te rejuvenezcas como el águila.” (Salmo 103:5)
 
Re: La Sanidad

¡¡Que irrisorio!!!

Como le fabrican un púlpito a este maestro Faithman, para que venga aquí a disertar sobre la sanidad divina... para que se extienda y darle tribuna a exponer su particular doctrina... ¡¡SI ESTO SE VE A LEGUAS DE DISTANCIA!!

Se les olvida a quienes le fabrican un púlpito virtual y le "avivan la cueca" (en buen chileno) a este "maestro"; que en el tema de la sanidad, quedó evidenciado claramente que NUNCA PUDO DEMOSTRAR QUE DIOS SANA A TODOS, y además de eso, ... a quienes lo "levantan en andas"; se les olvida que fue expulsado por insolente, por ofender gratuitamente, ... sin embargo, aquì le dan cobertura, y le hacen "ingenuas preguntas", para darle tribuna y que se explaye en sus comentarios...

¡Buen calibre de !maestro" tienen!!

Bueno sería que los que lo reconocen y lo "inflan" como maestro,. tomaran clases particulares con él, y se deleiten con él privadamente... y no venga a sacar un mismo tema de nuevo, para ocupar espacio en el foro.

Saludos y hasta luego.
 
Re: La Sanidad

Podemos comparar las bendiciones de Dios y los beneficios de la redención a una casa con electricidad. En la casa existen muchos enchufes y en cada enchufe existe el corriente de la electricidad. No depende de la empresa de electricidad cuantos enchufes quieres ocupar, o cuantos aparatos quieres prender. Depende de ti. La electricidad siempre está.

Es lo mismo con la vida de Dios. Sus promesas siempre son Sí y Amén. No depende de El si recibimos de Su vida o no. Depende de nuestra fe. "Según tu fe te será hecho." Cuando nos 'enchufamos' en El, en el Espíritu, la Palabra, las promesas y el Nombre por la fe, recibimos lo que siempre existe. En el caso de la sanidad, la sanidad siempre existe para cada persona en el mundo. Es un beneficio de la redención y la reconciliación.

Para recibir la sanidad es necesario tener una fe nacida en el espíritu. La fe no es mental, ni emocional. No es resultado de ser 'una buena persona,' ni ser fiel a la iglesia, ni desear con todo tu corazón la sanidad, ni es por pedir y pedir. La fe nace por recibir la Palabra de Dios en el corazón. Cuando es fe, siempre logra la meta. La fe de Dios nunca falla. La 'fe' del hombre falla mucho.

Por eso existe mucha confusión y malas enseñanzas en el Cuerpo de Cristo. Muchos no entienden que es la fe de Dios, y por eso siguen enfermos.

Bendiciones
 
Re: La Sanidad

La sanidad tiene varios aspectos. El espiritual, emocional y fisico.

Seria bueno abundar en cada uno de ellos.
 
Re: La Sanidad

La sanidad tiene varios aspectos. El espiritual, emocional y fisico.

Seria bueno abundar en cada uno de ellos.


Claro...

El Señor responde a la fe para transformar el espíritu del hombre y hacer una nueva creación. El espíritu del hombre se hace uno con Dios (1 Cor. 6:17).

El Espíritu Santo comienza a producir Su fruto en la mente y las emociones a la medida que nos empapemos en la Palabra, siendo hacedores de ella.

Y el mismo Espíritu vivifica nuestro cuerpo mortal si lo recibimos por fe. La muerte y la vida están en poder de la lengua. Tenemos el poder para hablar vida, bendición, sanidad y salud sobre nuestros cuerpos.

"El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias....El que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila." (Salmo 103:3, 5)
 
Re: La Sanidad

Sanidades son parte del Avivamiento.
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Marcos 16
 
Re: La Sanidad

Lucas 6:17 Y descendió con ellos, y se detuvo en un lugar llano, en compañía de sus discípulos y de una gran multitud de gente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón, que había venido para oírle, y para ser sanados de sus enfermedades; 18 y los que habían sido atormentados de espíritus inmundos eran sanados. 19 Y toda la gente procuraba tocarle, porque poder salía de él y sanaba a todos.

La Biblia declara que la fe es por el oír y el oír por la Palabra de Dios. (Rom. 10:17) Jesús siempre andaba enseñando y sanado, predicando y sanando, porque Él sabía que la revelación de la Palabra al corazón de los hombres producía la fe para recibir la sanidad.

Si podemos ‘oír’ las verdades presentadas en este tema, la sanidad puede manifestarse en nuestras vidas.

Dios es Vida: Una revelación de la Vida de Dios en ti te sanará.
Juan 1:4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. 5 La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.
Dios es vida y es la fuente de vida. El es el Creador de todo que tiene vida. Aún la presencia de las tinieblas por el pecado no puede apagar la luz/vida que es Dios. Cuando uno nace de nuevo, recibe la vida de Dios en su espíritu.

Juan 3: 6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.

Cuando el Espíritu de Dios vivifica nuestro espíritu, que fue cortado de Él por el pecado de Adán (Rom.5:18-19), llegamos a ser una nueva creación (2 Cor. 5:17) creada en justicia y santidad (Ef. 4:24). La vida de Dios reside en nosotros. Somos templo del Espíritu Santo (1 Cor. 6:19). ¿Y qué hace el Espíritu de Vida en el creyente?

Rom. 8:11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.

Eso no habla únicamente de la resurrección futura. Nuestro ‘cuerpo mortal’ no quiere decir nuestro ‘cuerpo muerto. Veamos:

Rom. 6:12 No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias;

En la misma carta a los Romanos, Pablo habla del cuerpo mortal y declara que no debemos dejar reinar el pecado en el cuerpo mortal. El no habla del cuerpo muerto. Entonces, podemos entender que el Espíritu Santo, la vida de Dios y el poder de Dios, vivificará nuestros cuerpos mortales.

Entonces, ¿No vamos a morir? No dice que no vamos a morir, pero lo que significa es que ¡no tenemos que morir enfermos! Las enfermedades se pueden entender en 2 maneras. Representan la presencia de algo maligno, perverso e ilegal en nuestros cuerpos. Pero, a la vez, representan la ausencia de la vida de Dios en nuestros cuerpos.

Una revelación de la Vida de Dios cruzando por cada célula de nuestro cuerpo nos puede sanar. Nuestra vida debe ser una vida abundante en todos los sentidos: espiritualmente, mentalmente, emocionalmente y físicamente (Juan 10:10). Mientras seguimos en esta ‘morada terrestre’ (2 Cor. 5:1-2), es posible vivir libre de enfermedades. Dios vive en nosotros y Su vida es más poderosa que las enfermedades de las tinieblas.

La vejez no es una enfermedad. El cuerpo puede envejecer y terminar su vida útil cuando el espíritu del hombre va a la presencia del Señor (Stg. 2:26). Las enfermedades solamente sirven para apurar la muerte. Pero una revelación de la vida de Dios puede limpiar el cuerpo de las enfermedades y asegurar que terminemos nuestras carreras y nuestros destinos en esta vida.
 
Re: La Sanidad

La sanidad tiene varios aspectos. El espiritual, emocional y fisico.

Seria bueno abundar en cada uno de ellos.

Los tres aspecto que señalas hay uno que están subordinado al espíritu santo, la sanidad espiritual pues Dios es el que lo da con solamente estar dispuesto a aceptar a Jesucristo como su salvador.

La sanidad física y el emocional Dios la da al que el Espíritu Santo quiera dar sin importar si acepta al Jesucristo como salvador. Cuantas personas se curan de enfermedades y accidentes eso los lleva a acercarse a Jesucristo por agradecimiento y por la bendición recibida de la gloria Dios. Por el contrario hay creyentes que no tiene esa misma bendición??? (no sabemos los designios de Dios) pues tras la enfermedad mueren.
 
Re: La Sanidad

Cuantas personas se curan de enfermedades y accidentes eso los lleva a acercarse a Jesucristo por agradecimiento y por la bendición recibida de la gloria Dios. Por el contrario hay creyentes que no tiene esa misma bendición??? (no sabemos los designios de Dios) pues tras la enfermedad mueren.

rer una pregunta ¿Ud cree que hay creyentes que no se sanan por "designios de Dios que no sabemos?... ¿eso es lo que quiso decir?

Bendiciones!