¿Qué separa al patriarcado romano de los orientales?

Re: ¿Qué separa al patriarcado romano de los orientales?

A proposito, todos los Padres y los concilios reconocieron la supremacia de la catedra de Pedro. ¿A donde se dirigian los cristianos orientales como ultimo juez, cuando no habia acuerdo entre ellos? Pues a Roma.¿Quien aprobaba o derogaba las actas de los concilios ecumenicos? El papa.¿Quien establecia la paz entre los patriarcados orientales cuando habia disensiones entre ellos? El papa. ¿Por que tras el cisma los orientales llenaron el vacio del papa con los emperadores imperiales(cesaropapismo)?

Me gustaría que ponga las citas de esos padres y concilios en un tema aparte, por ahi Palermo hizo el favor de publicar una lista bastante interesante.

de hecho cada uno de los puntos expresados en este epígrafe da para una discusión por separado.

Saludos
 
Re: ¿Qué separa al patriarcado romano de los orientales?

Tecnicamente ningun concilio local tiene caracter universal entre los ortodoxos, porque esto va en contra de su concepcion sobre la colegialidad y la autocelía en las distintas iglesias nacionales. Intentar hacer pasar un concilio local como ecumenico entre ustedes, les llevara a replantearse, si son coherentes, el concilio local de Toledo.

Insisto, no tienen obligatoriedad universal hasta que son reconocidos y ratificados por un concilio ecuménico.

Saludos
 
Re: ¿Qué separa al patriarcado romano de los orientales?

Vale. Pero los 27 libros del NT fueron establecidos en concilios locales de occidente, no tengo noticias que hayan sido confirmados en concilios ecumenicos posteriores. Sin embargo todo oriente se sometio a estos concilios locales,al menos en relacion al NT.
Por otro lado te replanteo las preguntas:
¿Por que desde el cisma los orientales no han celebrado ni siquiera un concilio ecumenico?
Básicamente la Iglesia Ortodoxa ha estado mas preocupada por sobrevivir al islam y a las cruzadas a los mongoles a los zares y bolcheviques, las dificultades internas en Rusia comenzaron con la presión del zar Pedro el Grande intentando controlar a la Iglesia.
¿No es esto un indicio objetivo de que sin el papa no se pueden celebrar concilios?
No, de hecho hasta ahorita los problemas que se han presentado ha sido suficiente con realizar sínodos pan-ortodoxos, el último que se realizó fue para confirmar la deposición del patriarca de Jerusalén Ireneo realizada por el sínodo de Jerusalen y confirmar en el patriarcado Teofilo III elegido por el mismo sínodo.

En Constantinopla 1341 y 1352 se realizaron concilios para resolver la controversia hesicasta y las energias increadas de Dios, donde resultó victorioso san Gregorio Palamás el nuevo teólogo, considerado uno de los últimos padres de la Iglesia.

No ha habido grandes cuestiones que tratar y las que ha habido se han podido resolver en base a las cuestiones ya establecidas.

Cabe también señalar que la iglesia duró al principio aproximadamente 300 años sin concilios ecuménicos despues de celebrado el primer concilio en Jerusalén, y también hay que destacar la importancia del papel de los emperadores al convocar a los concilios, de hecho esto agravó en calcedonia el problema con los coptos quienes al no estar en el imperio romano exigían la salida del emperador del concilio, al no retirarse el emperador los coptos salieron con la consecuencia de que no participaron en el concilio, no tuvieron oportunidad de rectificar sus ideas y se separaron de la Iglesia.
¿Puede haber concilio ecumencio sin el Patriarca de Occidente?
En mi opinión ha habido varios sino es que los primeros siete concilios ecuménicos de hecho el patriarca de occidente no estuvo presente, todos se realizaron en el lado oriental del imperio, convocados por el Emperador y ratificados por los patriarcados.
¿Por que los orientales siguen divididos sobre el canon XXVIII de Calcedonia, canon que rechazo la sede Romana?
No estamos divididos, los 4 patriarcados aceptaron el canon 28 mismo que rechazó el patriarca Romano Leo
¿No es esto otro indicio de que Roma ejerce primacia sobre los demas patriarcados?
No, de hecho el canon 28 es un indicio de que
1.- la mayoría de los obispos del concilio no creian en la superioridad del papa si no no hubieran emitido tal canon
2.- que los cuatro patriarcados tampoco aceptaban tal superioridad dado que aceptaron y ratificaron el canon 28.


Saludos
 
Re: ¿Qué separa al patriarcado romano de los orientales?

Oye Herman tengo una duda. ¿Quien tiene autoridad suprema entre ustedes para llamar a un Concilio?


Como los concilios eran convocados por los emperadores o la madre de estos, no te sabría responder, ahora que no hay emperadores sería un experimento interesante, seguramente el patriarca de constantinopla podría hacerlo, tal vez también podría hacerlo un sínodo pan-ortodoxo.

Hubo un patriarca rumano que decía que no hacemos concilios para conservar las cosas como están esperando el retorno de los católicos a la ortodoxia, en lo personal no comparto esa idea, en todo caso creo que o no ha sido necesario o no ha habido capacidad para hacerlo, aunque si suponemos que la Iglesia Ortodoxa es la iglesia de Dios e intentaramos reunir un concilio ecuménico sin poder lograrlo eso significaría que no es necesario debido a que en todo caso la providencia proveeria y se podría realizar sin dudas.

Saludos
 
Re: ¿Qué separa al patriarcado romano de los orientales?

Ya veo. Pero entiendo que por eso el Patriarca de Constantinopla fallo en los 70's en llamar a un Concilio Ecumenico, creo que por eso se buscan terminar el Cisma y con la Autoridad de Dos Patriarcas (Roma y Constantinopla) llamar a un Concilio Ecumenico, algo asi me dijo un amigo que vive en grecia pero pues seria interesante ver hacia donde sopla el viento.

Gracias.
 
Re: ¿Qué separa al patriarcado romano de los orientales?

¿Volveran los orientales a restaurar lo que se quebro en el 1054?

ecumenismo.jpg

No puedo dejar de fijarme en una cosa en esta foto, desde luego no debe ser la más apropiada.

Por un lado el papa está jubiloso, ahí todo happy saludando a las masas; cómo diciendo !Ya lo tengo metido en el bote! !Este ya es mío!.

El patriarca yo le veo más serio, como pensando... ¿Qué hago yo aquí? Espero que acabe este circo pronto. Parece que lo secuestraron o algo...

En fin.
 
Re: ¿Qué separa al patriarcado romano de los orientales?

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Re: ¿Qué separa al patriarcado romano de los orientales?

No puedo dejar de fijarme en una cosa en esta foto, desde luego no debe ser la más apropiada.

Por un lado el papa está jubiloso, ahí todo happy saludando a las masas; cómo diciendo !Ya lo tengo metido en el bote! !Este ya es mío!.

El patriarca yo le veo más serio, como pensando... ¿Qué hago yo aquí? Espero que acabe este circo pronto. Parece que lo secuestraron o algo...

En fin.

Puede ser debido a algunas razones, la mayoría de los ortodoxos no vemos con buenos ojos el diálogo ecuménico (otra cosa es decir diálogo interreligioso), no obstante se aprovechan los espacios de los foros ecuménicos para dar a conocer las doctrinas de la Iglesia Ortodoxa.

Básicamente no está permitido al clero usar los ornamentos para ceremonias con los miembros de otras iglesias, (aqui parece que viste los ornamentos) no es lo mismo vestir la túnica negra que vestir los ornamentos, aqui en México Sayedna Chedraui y Su Eminencia Alejo asisitieron a la consagración de una iglesia copta en México, no se revistieron.

Y finalmente todo obispo ortodoxo es monje, está obligado a permanecer en constante oración y a estar vigilante de las posibles tentaciones y trampas de satanás y a estar atento todo el tiempo.

Saludos
 
Re: ¿Qué separa al patriarcado romano de los orientales?

Herman, en estos últimos 1000 años os perdisteis una de las mejores funciones de teatro de la Iglesia Romana, mientras los papas excomulgaban cometas (Calixto III), vendían indulgencias para sacarte "días, meses y años" del purgatorio, otros se dedicaban hacer guerras por toda Italia (por eso me da la risa cuando os critican por "Cesaropapistas" cuando ellos son "peores que el César, (por cierto título que llegaron a usar en el siglo XVI)...

Una de cosas que te puedes estremecer.

Son mu inteligentes y sutiles, volvéis a la jurisdicción papista (que habría que ver si es volver....) y os dejan mantener vuestros cultos orientales, como "LITURGIAS AUTORIZADAS"... por que para ellos de "Divina liturgia" no tiene nada, pues ya la han cambiado tantas veces que deberían repasar la liturgia bizantina para enterarse de algunas cosas....

Bueno. Ya sabes: "Todos los caminos conducen a Roma"
 
Re: ¿Qué separa al patriarcado romano de los orientales?

A veces pienso en el ecumenismo de los romanistas y los ortodoxos, se suele decir que hay mucha proximidad, pero no entiendo cómo ambas iglesias se acercan si están separadas por asuntos de tanto peso!!!

Os pongo unas cuantas diferencias, para mí son muy graves la 1 y la 2. Los protestantes subscribimos históricamente la validez del concilio de Toledo.

Los ortodoxos
1. No aceptan que el Espíritu Santo proceda del Hijo (Concilio de Toledo), por lo que heréticamente mantienen una idea de la Trinidad incompleta y por ello no católica. La Iglesia Romana acepta la validez de los sacramentos de la Iglesia ortodoxa, pero bien se podría invalidar su bautismo: pues se requiere para el bautismo que se comprenda bien la trinidad. (No sé si la Iglesia Ortodoxa acepta los sacramentos de los romanistas)
Algunas iglesias luteranas y anglicanas consideran que pueden presindir del filioque, de hecho una federación luterana firmó un acuerdo con una iglesia ortodoxa para suprimir el filioque, el filioque no se incluye en el texto griego de la iglesia romana.

El tema del filioque es manejado en la Iglesia Ortodoxa como una opinión que no puede ser enseñada como dogma, sino que es permitido a los creyentes aceptarlo o rechazarlo, el principal tema de controversia con roma no es el tema doctrinal por si mismo si no por actuar sin la aprobación de un concilio ecuménico desacatando lo establecido en el concilio de Calcedonia, que prohibe modificar el el credo agregando el filioque.

Con respecto al bautismo algunas iglesias creen que fuera de la Iglesia no hay sacramentos y que la crismación (confirmación) subsana la deficiencia del sacramento, en otras iglesias se cree que es sacramento del bautismo católico es válido así como la confirmación y la recepción se hace por confesión si la persona ya está confirmada (confirmación de la iglesia romana o bien de una iglesia que tenga sucesión apostólica) o por crismación si no esta confirmada, en el caso de los protestantes si se considera válido el bautismo entonces son recibidos por crismación (al bautismos de iglesias protestantes y evangélicas que no se consideran válidos, se recomienda revisar cada caso).

Saludos
 
Re: ¿Qué separa al patriarcado romano de los orientales?

Herman, en estos últimos 1000 años os perdisteis una de las mejores funciones de teatro de la Iglesia Romana, mientras los papas excomulgaban cometas (Calixto III), vendían indulgencias para sacarte "días, meses y años" del purgatorio, otros se dedicaban hacer guerras por toda Italia (por eso me da la risa cuando os critican por "Cesaropapistas" cuando ellos son "peores que el César, (por cierto título que llegaron a usar en el siglo XVI)...
La iglesia ortodoxa mantuvo la idea de que el estado debe regir en lo correspondiente a las necesidades físicas de los hombres mientras que la iglesia debería regir en lo que corresponde a las necesidades espirituales, es cierto que a veces la iglesia ortodoxa abusó del privilegio de estar tan cerca del poder del estado persiguiendo a los que les estorbaban sin embargo Rusia es un ejemplo donde podían vivir católicos, protestantes y judios sin ser perseguidos (aunque a veces a los judios no les fue tan bien en cuanto a la tolerancia popular).

En el caso de la iglesia Romana parecía que si trató de unir el poder terrenal y el poder espiritual y no se trata de una simple alianza Papa-emperador, sino que el Papa asumiera el rol del emperador, o de estar por encima del emperador.
Una de cosas que te puedes estremecer.

Son mu inteligentes y sutiles, volvéis a la jurisdicción papista (que habría que ver si es volver....) y os dejan mantener vuestros cultos orientales, como "LITURGIAS AUTORIZADAS"... por que para ellos de "Divina liturgia" no tiene nada, pues ya la han cambiado tantas veces que deberían repasar la liturgia bizantina para enterarse de algunas cosas....

Bueno. Ya sabes: "Todos los caminos conducen a Roma"

No volvemos a la jurisdicción papista, este es un tema que esta pendiente en el diálogo católico-ortodoxo, es decir cual es el papel del primado y si efectivamente tiene un primado de jurisdicción, en caso de que no lo tenga, no habría que volver a la jurisdicción romana por que esta no se extiende mas allá de la iglesia de occidente.

el tema de la unión no es simplemente de que se les permita a los ortodoxos seguir con sus rituales y costumbres sino la dificultad que implica para nosotros aceptar un papado con jurisdicción sobre toda la iglesia y con el añadido de que sea infalible, además del problema del filioque y otros que han ido añadiendose después de la roptura.

De hecho los ortodoxos han observado como los "católicos orientales" (uniatos) han ido occidentalizando sus rituales, es decir han ido perdiendo sus tradiciones, por lo que no creemos que una union con roma sea garantía de que se tratará de conservar los rituales.

Actualmente en Toledo la ICAR sigue utilizando la liturgia visigoda, claro después de que la suprimió en toda españa la conserva como reliquia en una sola ciudad y me parece que solo en una iglesia.

Esta supresión de liturgias locales se dió al poco tiempo del cisma con la Iglesia Ortodoxa

Saludos
 
Re: ¿Qué separa al patriarcado romano de los orientales?

Bueno me he equivocado dos veces al tratar de citar el concilio ecuménico que prohibe la alteración del credo

Efeso Canon 7. Luego de haber leído todo esto, el santo Concilio determinó: que no se le permita a nadie pronunciar, escribir o componer otra fe que no sea la que estipularon los Santos Padres reunidos en la ciudad de Nicea con el Espíritu Santo. Para aquellos que osen componer otra fe o presentarla, u ofrecerla a quienes desean convertirse al conocimiento de la verdad — sea del paganismo, o del judaísmo, o de cualquier otra herejía: que ellos, si son Obispos o pertenecen al clero, que sean privados: los obispos del Obispado, y los clérigos, del clero; si son laicos, que sean anatematizados. Del mismo modo, si se descubre a cualquier Obispo, clérigo o laico filosofando o enseñando los contenidos de la disertación presentada por el presbítero Carisio con respecto a la encarnación del Hijo Unigénito de Dios, o los perversos y tergiversados dogmas de Nestorio (que han sido anexados) que sean sometidos a las reglas de este santo Concilio ecuménico, es decir: si es Obispo, que sea privado de su Obispado y que sea destituido; si es clérigo, que también sea destituido del clero; si es laico, que sea anatematizado, como fue dicho.

Se entiende por la Fe de Nicea el credo completo incluyendo la parte con la que fue completado en Constantinopla en el segundo concilio ecuménico.
 
Re: ¿Qué separa al patriarcado romano de los orientales?

No puedo dejar de fijarme en una cosa en esta foto, desde luego no debe ser la más apropiada.

Por un lado el papa está jubiloso, ahí todo happy saludando a las masas; cómo diciendo !Ya lo tengo metido en el bote! !Este ya es mío!.

El patriarca yo le veo más serio, como pensando... ¿Qué hago yo aquí? Espero que acabe este circo pronto. Parece que lo secuestraron o algo...

En fin.

Nseigi, no hay que ponerse a hacer psicoanalisis. De cualquier forma la foto no revela lo que esta pasando a nivel teologico y ecumencio entre Roma y el oriente. Lo que en verdad refleja las posiciones mutuas son los acuerdos que desde Pablo VI hasta hoy se han logrado. Pero si lo que quieres es muestra de cercania y afecto, pues ahi te va:
536495.jpg
 
Re: ¿Qué separa al patriarcado romano de los orientales?

http://www.mercaba.org/FICHAS/Papa/papa_soloviev.htm

Durante los últimos seis o siete siglos, sucesivos pontífices llevan invitando repetidamente a las Iglesias orientales separadas para que vuelvan a la comunión con Roma. Las pocas respuestas del Este han sido negativas, a mi entender con una sola excepción. Un miembro de una Iglesia ortodoxa oriental respondió positivamente por escrito... Se trata de un laico ortodoxo ruso que se llama Vladimir Soloviev (1853-1900). Soloviev fue un filósofo, un teólogo, un poeta, un místico, un pensador político y un crítico literario. En la Gloria del Señor: Una estética teológica, Hans Urs von Balthasar se refirió a él como el segundo, sólo después de Santo Tomás de Aquino, ''mayor artista del orden y organización en la historia del pensamiento''. Soloviev era un amigo íntimo de Fyodor Dostoyevsky, y el modelo para uno de los personajes más admirables de Dostoyevsky, Alyosha Karamazov (en Los Hermanos Karamazov).

Recientemente, el libro Rusia y la Iglesia Universal de Soloviev, publicado en 1895, ha aparecido en una versión reducida. La obra más breve es La Iglesia Rusa y el Papado (San Diego: Catholic Answers, 2001), un trabajo que contiene el desarrollo de dos temas de Soloviev: uno es un análisis del daño infligido en la Iglesia rusa (y, por tanto, en todas las Iglesias ortodoxas orientales) por la separación de la jurisdicción romana; y la otra, una apología del papado, que en mi opinión no ha sido superada por ningún otro argumento.

Cuando está cortada la cabeza…

El efecto más grave del cisma de la Iglesia rusa (Soloviev no elude este término) es el cesaropapismo, es decir, el control de la Iglesia por parte de los poderes laicos. Antes del cisma, cada vez que los emperadores intentaban dirigir la Iglesia Oriental, los Padres Orientales acudían a Roma. El Papa siempre defendía su causa y vencía los designios imperiales. Pero llegó un momento en que las Iglesias orientales se separaron de la comunión católica, entregando su libertad a los poderes laicos.

La Iglesia rusa heredó el cesaropapismo de Bizancio, ''donde este principio anticristiano se fue estableciendo cada vez más sólidamente a partir del siglo IX'' (La Iglesia Rusa y el Papado; mientras no se indique lo contrario, todas las citas siguientes se refieren a este volumen). Habiendo cortado sus vínculos con Roma, la Iglesia rusa se convirtió puramente en una Iglesia nacional, y es imposible que una iglesia así exista independientemente del control estatal.

Así pues, dice Soloviev que sólo está justificado que un Estado ejerza su supremacía sobre una autoridad espiritual cuando ésta sólo representa a una Iglesia nacional concreta. La verdadera libertad eclesiástica -la libertad del cuerpo eclesiástico para gobernar sus propios asuntos- sólo es posible cuando la jerarquía de la Iglesia nacional está vinculada con ''el reino internacional de Cristo'', es decir, relacionada con la Iglesia católica romana. A diferencia de las Iglesias nacionales, la católica siempre ha mantenido su libertad eclesial.

Aparte de la comunión con Roma, las Iglesias nacionales concretas no pueden tener verdadera unidad. Como saben los que están familiarizados con la ortodoxia, la Iglesia Ortodoxa Oriental no existe como tal entidad. Soloviev explica que, en el Este, no hay más que Iglesias nacionales separadas e aisladas. La unidad que reclaman las orientales separadas es ''una unidad basada en una indiferencia amplia pero profunda, que no implique un vínculo orgánico y que no requiera asociaciones efectivas entre Iglesias concretas.'' Por tanto, insiste Soloviev, desde la Iglesia Oriental, la Iglesia universal no es más que un concepto, una abstracción.

Soloviev utiliza varios términos peyorativos para describir a los oponentes ortodoxos orientales y a los críticos de Roma. Son ''anticatólicos'', ''polemistas anticatólicos'', ''cismáticos ortodoxos'', ''semi-ortodoxos'', ''ortodoxos anticatólicos'', ''pseudo-ortodoxos''. Para todos los que niegan la necesidad del Papado como centro permanente de la unidad de la Iglesia universal, propone un reto: dejar que esos oponentes nos muestren la unidad de la Iglesia universal aparte del papado. Que nombren una sola acción que haya sido realizada afectando al cristianismo en su totalidad, sin tener en cuenta el Papado.

En su argumento, Soloviev recurre a una leyenda popular rusa para ilustrar la diferencia en el concepto entre la Iglesia católica y las diversas Iglesias ortodoxas orientales. Un día, San Nicolás y Casiano fueron enviados desde el Paraíso para visitar la Tierra. Se encontraron a un campesino con un carro muy cargado, atascado en el lodo. San Nicolás propuso ayudar al campesino, pero San Casiano objetó que no quería ensuciarse el abrigo. San Nicolás se metió en el lodo y, gracias a sus esfuerzos, los caballos pudieron sacar el carro de ahí. Al regresar al Paraíso, la ropa de San Nicolás estaba hecha jirones y cubierta de barro. Cuando San Pedro pidió explicaciones, San Nicolás le explicó lo que había hecho. San Pedro preguntó a San Casiano si había estado con San Nicolás para ayudar al campesino. La excusa de San Casiano fue: ''Sí, pero no me meto en cosas que no son de mi incumbencia, y además me angustiaba especialmente que se ensuciara mi abrigo tan bonito y limpio''.

San Pedro elogió a San Nicolás por desafiar el barro para ayudar a su prójimo. Y prometió a San Nicolás que, después de sí mismo, San Nicolás sería el santo más querido por los campesinos rusos. Tendría dos fiestas cada año. Por su parte, San Casiano debería contentarse con su abrigo limpio. Únicamente tendría una fiesta, que se celebraría sólo en años bisiestos. Soloviev dice que la Iglesia católica nunca ha tenido miedo de meter su abrigo en el lodo de la historia. Atendiendo a la gente en su comunión, el Papado, al igual que San Nicolás, ha mostrado más interés por su rebaño que por las apariencias. En cambio, la Iglesia oriental ha dado prioridad al aislamiento por delante de la implicación, una elección que la sitúa firmemente en el lado de San Casiano. Ésta ''es la principal diferencia y la causa fundamental del cisma entre las dos Iglesias''.

En la mente de Soloviev, el contraste entre Oriente y Occidente se puede resumir de una forma muy simple: Mientras la Iglesia Oriental reza, la Iglesia occidental reza y trabaja. Los monjes ortodoxos del Monte Athos son ejemplos perfectos de ello. Pasan sus vidas en oración y contemplación de la luz no creada. Si bien estas actividades son vitales para la vida cristiana, no constituyen su totalidad. Sin embargo, lejos de ser un obstáculo, este contraste entre Este y Oeste podría incluso servir como base para la reunificación, un tipo de complementariedad necesaria. Soloviev suplicó a sus compatriotas rusos que reconocieran que los católicos tienen ''exactamente la misma base religiosa que tenemos nosotros. Todo lo que es sagrado y santo para nosotros también es sagrado y santo para ellos''.

Efectivamente, la reconciliación de las Iglesias orientales con Roma no implicaría crear nada nuevo. El advenedizo ruso no pidió que cambiasen su naturaleza o que repudiaran su propia herencia. Por el contrario, llamó a la Iglesia rusa (y a las orientales separadas) a restaurar el carácter universal de su fe por la reunificación con la únicamente verdadera Iglesia universal: Roma.

Controversia y escándalo

Lógicamente, la posición de Soloviev no fue bien recibida por sus compatriotas ortodoxos. Los más agresivos le atacaron duramente, pero él les despachó, a ellos y a sus argumentos. Según decía, los ortodoxos acérrimos tenían muy poco interés en todo lo que compartían el Este y el Oeste. En lugar de fijarse en sus puntos en común, se habían aferrado a sus diferencias. Para ellos, la religión rusa parecía distinguirse más bien por sus meras negaciones de la doctrina católica: la Inmaculada Concepción, el filioque, el Papado (incluso llegó a describir la ortodoxia como una ''simple protesta nacional contra el poder universal del Papa'').

Así pues, ¿los ortodoxos protestan contra la jurisdicción universal del Papa? ¿Y en nombre de qué protestan?, preguntó. ¿Qué alternativa ofrecen? ¿Un concilio ecuménico? Desde su ruptura con Roma, las Iglesias orientales no han sido capaces de convocar un concilio ecuménico, y probablemente nunca lo harán. Por su parte, los polemistas intentan ''confrontar los concilios actuales de la Iglesia católica con un concilio que nunca podrá tener lugar y mantener su causa con armas que han perdido y bajo una bandera que les ha sido robada''.

Los polemistas a los que se oponía Soloviev no tenían ningún problema en ver a cada obispo o sacerdote como un vicario de Jesucristo, y en cambio negaban esa misma calidad al sucesor de Pedro. Con ello, ponían límites a lo que podía hacer Jesús para establecer su Reino en la Tierra. Estaban dispuestos a aceptar que Cristo tiene autoridad para actuar a través de sus ministros en cualquier parte de su Reino visible pero, según ellos, imaginar que Jesús dio las llaves del Reino entero a Pedro es ir demasiado lejos.

Reconciliación y retorno

Según dijo Soloviev, el Papado es la única autoridad eclesiástica internacional e independiente por la cual puede ser realizada la misión universal de la Iglesia. Él estaba convencido de que todo aquél que anhela el Reino de Dios en la Tierra, como él mismo anhelaba, también debe desear la Iglesia universal y el papado, que son el único medio por el que el hombre puede ser guiado hacia ese reino. La Iglesia católica es única en muchos aspectos fundamentales. Se trata de la única Iglesia que aboga por una unidad social universal por encima de los intereses individuales y nacionales. Y se trata de la única Iglesia que ha defendido con éxito la libertad del poder espiritual del control del Estado. ''En una palabra'', dice Soloviev, ''es la única Iglesia contra la cual no han prevalecido las puertas de Hades''.

Está documentado que Soloviev aceptó los últimos ritos de un sacerdote ortodoxo ruso. Sin embargo, cuatro años antes de morir, comulgó de un sacerdote católico oriental después de hacer una profesión de fe de la que nunca se retractó: Como miembro de la Iglesia oriental u ortodoxa grecorrusa verdadera y venerable, que no habla ni a través de un sínodo anticanónico ni a través de los empleados del poder laico, sino a través de las palabras de los grandes Padres y Doctores, reconozco como juez supremo en materia de religión al que ha sido reconocido como tal por San Ireneo, San Dionisio el Grande, San Atanasio el Grande, San Juan Crisóstomo, San Cirilo, San Flavián, el santo Teodoreto, San Máximo el confesor, San Teodoro Studita, San Ignacio, y un largo etcétera, es decir, al apóstol Pedro, quien vive en sus sucesores y quien no escuchó las palabras del Señor en vano: ''Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia'' (Mt. 16:18); ''fortalece tu hermandad'' (Lucas 22:32); ''alimenta a mi ganado, alimenta a mis ovejas'' (Juan 21:15, 16, 17)…
Hacia el final de su profesión, este papista ortodoxo recordó las voces de Occidente que llamaron a la reconciliación. Sus ruegos, dijo, ''sólo requieren un sencillo amén de los eslavos orientales''. ''Yo vengo a dar este amén,'' dijo, ''en nombre de 100 millones de cristianos rusos, en la plena y firme confianza de que no me repudiarán''. Sólo cabe desear que el amén de Soloviev se propague por todo Oriente.
 
Re: ¿Qué separa al patriarcado romano de los orientales?

Nseigi, no hay que ponerse a hacer psicoanalisis. De cualquier forma la foto no revela lo que esta pasando a nivel teologico y ecumencio entre Roma y el oriente. Lo que en verdad refleja las posiciones mutuas son los acuerdos que desde Pablo VI hasta hoy se han logrado. Pero si lo que quieres es muestra de cercania y afecto, pues ahi te va:
536495.jpg

Pues fíjate en el tipo de la izquierda, el que está todo serio... mmm... a ese no le parece bien lo que está viendo.

Esta foto me ha estremecido más que la anterior, es algo terrible.

(Sólo quiero darle un poco de humor al asunto, nada más.)
 
Re: ¿Qué separa al patriarcado romano de los orientales?

Puede ser debido a algunas razones, la mayoría de los ortodoxos no vemos con buenos ojos el diálogo ecuménico (otra cosa es decir diálogo interreligioso), no obstante se aprovechan los espacios de los foros ecuménicos para dar a conocer las doctrinas de la Iglesia Ortodoxa.

Básicamente no está permitido al clero usar los ornamentos para ceremonias con los miembros de otras iglesias, (aqui parece que viste los ornamentos) no es lo mismo vestir la túnica negra que vestir los ornamentos, aqui en México Sayedna Chedraui y Su Eminencia Alejo asisitieron a la consagración de una iglesia copta en México, no se revistieron.

Y finalmente todo obispo ortodoxo es monje, está obligado a permanecer en constante oración y a estar vigilante de las posibles tentaciones y trampas de satanás y a estar atento todo el tiempo.

Saludos

Por lo que yo sé, el papa en esa foto no lleva ornamentos ceremoniales, es decir, en la Iglesia Católica son básicamente:

Amito, (algo que no se ve y va en la espalda por debajo el alba; hoy en día en desuso), Alba, Estola (siempre obligatoria cuando se celebra cualquier sacramento), casulla (para celebrar misa), capa pluvial (estrictamente no necesaria pero recomendable cuando llueve y se celebra a la intemperie).

Puede que alguno más.
 
Re: ¿Qué separa al patriarcado romano de los orientales?

http://www.mercaba.org/FICHAS/Papa/papa_soloviev.htm

Durante los últimos seis o siete siglos, sucesivos pontífices llevan invitando repetidamente a las Iglesias orientales separadas para que vuelvan a la comunión con Roma. Las pocas respuestas del Este han sido negativas, a mi entender con una sola excepción. Un miembro de una Iglesia ortodoxa oriental respondió positivamente por escrito... Se trata de un laico ortodoxo ruso que se llama Vladimir Soloviev (1853-1900). Soloviev fue un filósofo, un teólogo, un poeta, un místico, un pensador político y un crítico literario. En la Gloria del Señor: Una estética teológica, Hans Urs von Balthasar se refirió a él como el segundo, sólo después de Santo Tomás de Aquino, ''mayor artista del orden y organización en la historia del pensamiento''. Soloviev era un amigo íntimo de Fyodor Dostoyevsky, y el modelo para uno de los personajes más admirables de Dostoyevsky, Alyosha Karamazov (en Los Hermanos Karamazov).

Recientemente, el libro Rusia y la Iglesia Universal de Soloviev, publicado en 1895, ha aparecido en una versión reducida. La obra más breve es La Iglesia Rusa y el Papado (San Diego: Catholic Answers, 2001), un trabajo que contiene el desarrollo de dos temas de Soloviev: uno es un análisis del daño infligido en la Iglesia rusa (y, por tanto, en todas las Iglesias ortodoxas orientales) por la separación de la jurisdicción romana; y la otra, una apología del papado, que en mi opinión no ha sido superada por ningún otro argumento.

Cuando está cortada la cabeza…

El efecto más grave del cisma de la Iglesia rusa (Soloviev no elude este término) es el cesaropapismo, es decir, el control de la Iglesia por parte de los poderes laicos. Antes del cisma, cada vez que los emperadores intentaban dirigir la Iglesia Oriental, los Padres Orientales acudían a Roma. El Papa siempre defendía su causa y vencía los designios imperiales. Pero llegó un momento en que las Iglesias orientales se separaron de la comunión católica, entregando su libertad a los poderes laicos.

La Iglesia rusa heredó el cesaropapismo de Bizancio, ''donde este principio anticristiano se fue estableciendo cada vez más sólidamente a partir del siglo IX'' (La Iglesia Rusa y el Papado; mientras no se indique lo contrario, todas las citas siguientes se refieren a este volumen). Habiendo cortado sus vínculos con Roma, la Iglesia rusa se convirtió puramente en una Iglesia nacional, y es imposible que una iglesia así exista independientemente del control estatal.

Así pues, dice Soloviev que sólo está justificado que un Estado ejerza su supremacía sobre una autoridad espiritual cuando ésta sólo representa a una Iglesia nacional concreta. La verdadera libertad eclesiástica -la libertad del cuerpo eclesiástico para gobernar sus propios asuntos- sólo es posible cuando la jerarquía de la Iglesia nacional está vinculada con ''el reino internacional de Cristo'', es decir, relacionada con la Iglesia católica romana. A diferencia de las Iglesias nacionales, la católica siempre ha mantenido su libertad eclesial.

Aparte de la comunión con Roma, las Iglesias nacionales concretas no pueden tener verdadera unidad. Como saben los que están familiarizados con la ortodoxia, la Iglesia Ortodoxa Oriental no existe como tal entidad. Soloviev explica que, en el Este, no hay más que Iglesias nacionales separadas e aisladas. La unidad que reclaman las orientales separadas es ''una unidad basada en una indiferencia amplia pero profunda, que no implique un vínculo orgánico y que no requiera asociaciones efectivas entre Iglesias concretas.'' Por tanto, insiste Soloviev, desde la Iglesia Oriental, la Iglesia universal no es más que un concepto, una abstracción.

Soloviev utiliza varios términos peyorativos para describir a los oponentes ortodoxos orientales y a los críticos de Roma. Son ''anticatólicos'', ''polemistas anticatólicos'', ''cismáticos ortodoxos'', ''semi-ortodoxos'', ''ortodoxos anticatólicos'', ''pseudo-ortodoxos''. Para todos los que niegan la necesidad del Papado como centro permanente de la unidad de la Iglesia universal, propone un reto: dejar que esos oponentes nos muestren la unidad de la Iglesia universal aparte del papado. Que nombren una sola acción que haya sido realizada afectando al cristianismo en su totalidad, sin tener en cuenta el Papado.

En su argumento, Soloviev recurre a una leyenda popular rusa para ilustrar la diferencia en el concepto entre la Iglesia católica y las diversas Iglesias ortodoxas orientales. Un día, San Nicolás y Casiano fueron enviados desde el Paraíso para visitar la Tierra. Se encontraron a un campesino con un carro muy cargado, atascado en el lodo. San Nicolás propuso ayudar al campesino, pero San Casiano objetó que no quería ensuciarse el abrigo. San Nicolás se metió en el lodo y, gracias a sus esfuerzos, los caballos pudieron sacar el carro de ahí. Al regresar al Paraíso, la ropa de San Nicolás estaba hecha jirones y cubierta de barro. Cuando San Pedro pidió explicaciones, San Nicolás le explicó lo que había hecho. San Pedro preguntó a San Casiano si había estado con San Nicolás para ayudar al campesino. La excusa de San Casiano fue: ''Sí, pero no me meto en cosas que no son de mi incumbencia, y además me angustiaba especialmente que se ensuciara mi abrigo tan bonito y limpio''.

San Pedro elogió a San Nicolás por desafiar el barro para ayudar a su prójimo. Y prometió a San Nicolás que, después de sí mismo, San Nicolás sería el santo más querido por los campesinos rusos. Tendría dos fiestas cada año. Por su parte, San Casiano debería contentarse con su abrigo limpio. Únicamente tendría una fiesta, que se celebraría sólo en años bisiestos. Soloviev dice que la Iglesia católica nunca ha tenido miedo de meter su abrigo en el lodo de la historia. Atendiendo a la gente en su comunión, el Papado, al igual que San Nicolás, ha mostrado más interés por su rebaño que por las apariencias. En cambio, la Iglesia oriental ha dado prioridad al aislamiento por delante de la implicación, una elección que la sitúa firmemente en el lado de San Casiano. Ésta ''es la principal diferencia y la causa fundamental del cisma entre las dos Iglesias''.

En la mente de Soloviev, el contraste entre Oriente y Occidente se puede resumir de una forma muy simple: Mientras la Iglesia Oriental reza, la Iglesia occidental reza y trabaja. Los monjes ortodoxos del Monte Athos son ejemplos perfectos de ello. Pasan sus vidas en oración y contemplación de la luz no creada. Si bien estas actividades son vitales para la vida cristiana, no constituyen su totalidad. Sin embargo, lejos de ser un obstáculo, este contraste entre Este y Oeste podría incluso servir como base para la reunificación, un tipo de complementariedad necesaria. Soloviev suplicó a sus compatriotas rusos que reconocieran que los católicos tienen ''exactamente la misma base religiosa que tenemos nosotros. Todo lo que es sagrado y santo para nosotros también es sagrado y santo para ellos''.

Efectivamente, la reconciliación de las Iglesias orientales con Roma no implicaría crear nada nuevo. El advenedizo ruso no pidió que cambiasen su naturaleza o que repudiaran su propia herencia. Por el contrario, llamó a la Iglesia rusa (y a las orientales separadas) a restaurar el carácter universal de su fe por la reunificación con la únicamente verdadera Iglesia universal: Roma.

Controversia y escándalo

Lógicamente, la posición de Soloviev no fue bien recibida por sus compatriotas ortodoxos. Los más agresivos le atacaron duramente, pero él les despachó, a ellos y a sus argumentos. Según decía, los ortodoxos acérrimos tenían muy poco interés en todo lo que compartían el Este y el Oeste. En lugar de fijarse en sus puntos en común, se habían aferrado a sus diferencias. Para ellos, la religión rusa parecía distinguirse más bien por sus meras negaciones de la doctrina católica: la Inmaculada Concepción, el filioque, el Papado (incluso llegó a describir la ortodoxia como una ''simple protesta nacional contra el poder universal del Papa'').

Así pues, ¿los ortodoxos protestan contra la jurisdicción universal del Papa? ¿Y en nombre de qué protestan?, preguntó. ¿Qué alternativa ofrecen? ¿Un concilio ecuménico? Desde su ruptura con Roma, las Iglesias orientales no han sido capaces de convocar un concilio ecuménico, y probablemente nunca lo harán. Por su parte, los polemistas intentan ''confrontar los concilios actuales de la Iglesia católica con un concilio que nunca podrá tener lugar y mantener su causa con armas que han perdido y bajo una bandera que les ha sido robada''.

Los polemistas a los que se oponía Soloviev no tenían ningún problema en ver a cada obispo o sacerdote como un vicario de Jesucristo, y en cambio negaban esa misma calidad al sucesor de Pedro. Con ello, ponían límites a lo que podía hacer Jesús para establecer su Reino en la Tierra. Estaban dispuestos a aceptar que Cristo tiene autoridad para actuar a través de sus ministros en cualquier parte de su Reino visible pero, según ellos, imaginar que Jesús dio las llaves del Reino entero a Pedro es ir demasiado lejos.

Reconciliación y retorno

Según dijo Soloviev, el Papado es la única autoridad eclesiástica internacional e independiente por la cual puede ser realizada la misión universal de la Iglesia. Él estaba convencido de que todo aquél que anhela el Reino de Dios en la Tierra, como él mismo anhelaba, también debe desear la Iglesia universal y el papado, que son el único medio por el que el hombre puede ser guiado hacia ese reino. La Iglesia católica es única en muchos aspectos fundamentales. Se trata de la única Iglesia que aboga por una unidad social universal por encima de los intereses individuales y nacionales. Y se trata de la única Iglesia que ha defendido con éxito la libertad del poder espiritual del control del Estado. ''En una palabra'', dice Soloviev, ''es la única Iglesia contra la cual no han prevalecido las puertas de Hades''.

Está documentado que Soloviev aceptó los últimos ritos de un sacerdote ortodoxo ruso. Sin embargo, cuatro años antes de morir, comulgó de un sacerdote católico oriental después de hacer una profesión de fe de la que nunca se retractó: Como miembro de la Iglesia oriental u ortodoxa grecorrusa verdadera y venerable, que no habla ni a través de un sínodo anticanónico ni a través de los empleados del poder laico, sino a través de las palabras de los grandes Padres y Doctores, reconozco como juez supremo en materia de religión al que ha sido reconocido como tal por San Ireneo, San Dionisio el Grande, San Atanasio el Grande, San Juan Crisóstomo, San Cirilo, San Flavián, el santo Teodoreto, San Máximo el confesor, San Teodoro Studita, San Ignacio, y un largo etcétera, es decir, al apóstol Pedro, quien vive en sus sucesores y quien no escuchó las palabras del Señor en vano: ''Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia'' (Mt. 16:18); ''fortalece tu hermandad'' (Lucas 22:32); ''alimenta a mi ganado, alimenta a mis ovejas'' (Juan 21:15, 16, 17)…
Hacia el final de su profesión, este papista ortodoxo recordó las voces de Occidente que llamaron a la reconciliación. Sus ruegos, dijo, ''sólo requieren un sencillo amén de los eslavos orientales''. ''Yo vengo a dar este amén,'' dijo, ''en nombre de 100 millones de cristianos rusos, en la plena y firme confianza de que no me repudiarán''. Sólo cabe desear que el amén de Soloviev se propague por todo Oriente.

Soloviev es un racionalista mas, obviamente es un teologo romano de nacionalidad rusa.

Ignoro en calidad de que pudo recibir los sacramentos de un sacerdote ortodoxo ruso, pero los ortodoxos rusos no mantienen intercomunión ni cuando no hay ministros ortodoxos, ni aceptan en los sacramentos a los católicos romanos sin mediar conversión.

Si Soloviev recibió los sacramentos solo hay 3 formas de haberlo hecho, se retractó y retornó a la ortodoxia, o bien engañó al sacerdote haciendole creer que es ortodoxo o bien el sacerdote no quiso fijarse en la situación de Soloviev para negarle los sacramentos, una última puede ser una ignorancia por las diferentes partes que confluyen en algo incorrecto.

Por la forma descrita de la vida de los monjes del monte athos cabe destacar que soloviev desconoce la cartuja y la vida contemplativa no solo la católica sino también la ortodoxa, en ambas se trabaja.

Soloviev también desconoce la riqueza espiritual del movimiento hesicasta.

Soloviev solo mira quien hecha mas monedas en el cepo de las limosnas.

Saludos
 
Re: ¿Qué separa al patriarcado romano de los orientales?

Herman no es valido poner un titulo de racionalista a alguien sin antes probarlo. Sobre todo a alguien de la estatura de Soloviev. No ha habido en la ortodoxia muchos pensadores como el y eso lo reconocen los mismos ortodoxos.
Por otro lado te tengo una preguntaen la eclesiologia catolica las iglesias de oriente ocupan un lugar: son Iglesias particulares, verdaderas iglesias, si bien carecen de la plenitud de que goza la Iglesia Catolica por no reconocer el primado de Pedro y otras doctrinas como el filioque. Ahora bien en la eclesiologia ortodoxa ¿que lugar ocupa los latinos?¿son iglesias verdaderas las de occidente?¿conservan la sucesion apostolica?