Re: LA IGLESIA ADVENTISTA APOSTATO DEL PROTESTANTISMO
Estimado Patricio. Saludos cordiales.
He tenido serios problemas de conexión a la web. Hoy escribo desde otro PC. y sólo lo puedo hacer de vez en cuando.
Tú dices:
ATENCION TODOS LOS ADVENTISTAS DEL SEPTIMO DIA: APRENDAN AQUI LO QUE NUNCA JAMAS LES ENSENARAN EN SUS IGLESIAS.
Mi respuesta a mi amigo y hno. GABRIEL ( GABRIE 147 ), su Post # 287 de la Pagina 20.
En tu Post me indicas que yo estoy equivocado, pero NO ME MUESTRAS EN QUE ESTOY EQUIVOCADO. Lo que si yo puedo ver en ti es que has CONFUNDIDO el DON DE PROFECIA con "EL ESPIRITU DE LA PROFECIA". Ambas, son cosas muy, pero muy distintas.
Respondo: Al parecer no leiste la cita bíblica, este texto describe lo que ocurriría en el año 1844:
"Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días
Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán."
La iglesia fue bendecida con dicho don y su manifestación no puede esconderse.
Yo creo en el DON DE PROFECIA, dado a quienes han sido verdaderos profetas. Te repito que aunque creo en el DON DE PROFECIA, no creo que este don lo tuvo Elena G. de White, por los muchos errores de sus ensenanzas y contrariedades con la Biblia.
Respondo. La Biblia señala claramente: "
¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido." Isaías 8:20
La obra que realizó esta mensajera escogida en el campo educacional, asistencia social, salud y profecía y literatura, es sorprendentemente interesante, su obra es de verdadera reforma.
Por algo la Biblia señala: "Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen." Apoc. 14:13.
Otra cosa muy distina es "EL ESPIRITU DE LA PROFECIA" (Apocalipsis 19: 10). "EL ESPIRITU DE LA PROFECIA" no tiene nada que ver con el DON DE PROFECIA. Por favor, NO TE CONFUNDAS. La Palabra de Dios DEFINE lo que es "EL ESPIRITU DE LA PROFECIA": Es "EL TESTIMONIO DE JESUS". "EL TESTIMONIO DE JESUS" fue su vida, sus ensenanzas, sus milagros, su muerte y su resurreccion. Jesus dijo que SU TESTIMONIO habia sido MAYOR que el testimonio de Juan el Bautista. Lee Juan 5: 36. ES BLASFEMIA DECIR QUE EN LA VIDA DE JUAN EL BAUTISTA, EL APOSTOL PABLO O ELENA G. DE WHITE, SE DIO "EL ESPIRITU DE LA PROFECIA", PORQUE EL ESPIRITU DE LA PROFECIA ES "EL TESTIMONIO DE JESUS" Y NO ES EL TESTIMONIO DE NADIE MAS. Esto esta claramente ensenado en Apocalipsis 19: 10.
Respondo: En el comienzo de la obra adventista se manifestó el permanente don de la profecía, vemos que el pastor J. N. Loughbororough iba con un plan de demostrar la equivocación de la prédica del sábado por el hno. S. N.
Haskell, pero el Espíritu Santo obró en el corazón de este sincero dirigente, aún antes de ser adventista y se convenció de la verdad, ya que todos los versículos que él llevaba para usarlos en contra de la predica de Haskell, sorprendentemente, los iba escuchando en dicha reunión.
El "Testimonio de Jesús" lo tiene su pueblo remanente, y no es ninguna herejía señalarlo: "
Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo." Apoc. 12:17.
REPITO OTRA VEZ: "EL ESPIRITU DE LA PROFECIA" ES "EL TESTIMONIO DE JESUS" Y DE NINGUN INDIVIDUO MAS.
El testimonio dado por la vida y ensenanzas de Elena G. de White, tuvo errores y enganos. Un simple ejemplo: Cuando Elena G. de White y todos los adventistas Milleristas esperaban la segunda venida de Cristo, dijeron que esa venida de Jesus a la tierra ocurriria el 22 de Octubre del ano 1844. Jesus no vino en esa fecha. Elena G. de White tuvo una revelacion de Dios, en la cual Dios le explico que lo que habia ocurrido el 22 de Octubre del ano 1844, fue que Jesus habia pasado fisicamente del lugar Santo al lugar Santisimo del Santuario celestial. El gran chasco tuvo esa explicacion DIVINA. Lamentablemente, esa explicacion DIVINA fue otra gran falsedad, porque, segun la Biblia, Cristo entro en el lugar Santisimo del santuario celestial al momento de ascender al cielo, despues de su muerte, y no el 22 de Octubre del ano 1844. Vease esto en Hebreos 10: 19 y 20, y Hebreos 9: 11 y 12.
Respondo: Guillermo Miller, un predicador bautista, había estudiado con sincera devoción la profecía de Daniel 8:14 que señalaba que el "santuario" iba a ser purificado.
Tanto él como otros estudiosos, llegaron a la conclusión de que el santuario era la tierra, por lo tanto era factible pensar que nuestro Señor ya estaba pronto a venir a nuestro planeta en su segunda venida, pero Jesús no vino como se lo esperaba, ya que el estaba cumpliendo esta parte de la profecía: "
Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él." Daniel 7:13.
Conforme a lo que señala el original, en Hebreos, Cristo al ascender al cielo, no se dirige al "lugar santísimo" sino al santuario, es por eso que en la primera visión que el Señor le da a Ellen White, se ve el pueblo adventista en marcha hacia la Nueva Jerusalén.
"Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido." Apoc. 21:2
[SIZE=+1]Es así como el mensaje del primer ángel: "¡Temed a Dios y dadle gloria; porque ha llegado la hora de su juicio!" señalaban al ministerio de Cristo en el lugar santísimo, al juicio investigador, y no a la venida de Cristo para la redención de su pueblo y la destrucción de los impíos. El error no estaba en el cómputo de los períodos proféticos, sino en el acontecimiento que debía verificarse al fin de los 2,300 días. Debido a este error los creyentes habían sufrido un desengaño; sin embargo se había realizado todo lo predicho por la profecía, y todo lo que alguna garantía bíblica permitía esperar. En el momento mismo en que estaban lamentando la defraudación de sus esperanzas, se había realizado el acontecimiento que estaba predicho por el mensaje, y que debía cumplirse antes de que el Señor pudiese aparecer para recompensar a Sus siervos.
Cristo había venido, no a la tierra, como ellos lo esperaban, sino, como estaba simbolizado en el símbolo, al [/SIZE][SIZE=+1]lugar[/SIZE][SIZE=+1] santísimo del templo de Dios en el cielo. el profeta Daniel le representa como viniendo en ese tiempo al Anciano de días: "Estaba mirando en visiones de la noche, y he aquí que sobre las nubes del cielo venía Uno parecido a un hijo de hombre; y vino" - no a la tierra, sino - "al Anciano de días, y le trajeron delante de El." Daniel 7:13.
Esta venida está predicha también por el profeta Malaquías: "Repentinamente vendrá a su Templo el Señor a quien buscáis: es decir, el Ángel del Pacto, en quien os deleitéis; he aquí que vendrá, dice Jehová de los Ejércitos." Malaquías 3:1. La venida del Señor a su templo fue repentina, de modo inesperado, para su pueblo. Este no le esperaba allí. Esperaba que vendría a la tierra, "en llama de fuego, para dar el pago a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio." 2 Tesalonicenses 1:8.
Pero el pueblo no estaba aún preparado para ir al encuentro de su Señor. Todavía le quedaba una obra de preparación que cumplir. Debía serle comunicada una luz que dirigiría su espíritu hacia el templo de Dios en el cielo; y mientras siguiera allí por fe a su Sumo Sacerdote en el desempeño de su ministerio se le revelarían nuevos deberes. Había de darse a la iglesia otro mensaje de aviso e instrucción.
El profeta dice: "¿Pero quién es capaz de soportar el día de su advenimiento? ¿y quién podrá estar en pie cuando el apareciere? porque será como el fuego del acrisolador, y como el jabón de los bataneros; pues que se sentará como acrisolador y purificador de la plata; y purificará a los hijos de Leví, y los afinará como el oro y la plata, para que presenten a Jehová ofrenda en justicia." Malaquías 3:2, 3. Los que vivan en la tierra cuando cese la intercesión de Cristo en el santuario celestial deberán estar en pie en la presencia del Dios santo sin mediador. Sus vestiduras deberán estar sin mácula; sus caracteres, purificados de todo pecado por la sangre de la aspersión. Por la gracia de Dios y sus propios y diligentes esfuerzos deberán ser vencedores en la lucha con el mal. Mientras se prosigue el juicio investigador en el cielo, mientras que los pecados de los creyentes arrepentidos son quitados del santuario, debe llevarse a cabo una obra especial de purificación, de liberación del pecado, entre el pueblo de Dios en la tierra. Esta obra está presentada con mayor claridad en los mensajes del capítulo 14 del Apocalipsis.
Cuando esta obra haya quedado consumada, los discípulos de Cristo estarán listos para su venida. "Entonces la ofrenda de Judá y de Jerusalem será grata a Jehová, como en los días de la antigüedad, y como en los años de remotos tiempos." Malaquías 3:4. Entonces la iglesia que nuestro Señor recibirá para sí será una "Iglesia gloriosa, no teniendo mancha, ni arruga, ni otra cosa semejante." Efesios 5:27. Entonces ella aparecerá "como el alba; hermosa como la luna, esclarecida como el sol, imponente como ejército con banderas tremolantes." Cantares 6:10.
Además de la venida del Señor a su templo, Malaquías predice también su segundo advenimiento, su venida para la ejecución del juicio, en estas palabras: "Y yo me acercaré a vosotros para juicio; y seré veloz testigo contra los hechiceros, y contra los adúlteros, y contra los que juran en falso, y contra los que defraudan al jornalero de su salario, y oprimen a la viuda y al huérfano, y apartan al extranjero de su derecho; y no me temen a Mí, dice Jehová de los Ejércitos." Malaquías 3:5. Judas se refiere a la misma escena cuando dice: "¡He aquí que viene el Señor, con las huestes innumerables de Sus santos ángeles, para ejecutar juicio sobre todos, y para convencer a todos los impíos de todas las obras impías que han obrado impíamente!" Judas :14, 15. Esta venida y la del Señor a su templo son acontecimientos distintos que han de realizarse por separado.
La venida de Cristo como nuestro Sumo Sacerdote al[/SIZE][SIZE=+1]lugar[/SIZE][SIZE=+1] santísimo para la purificación del santuario, de la que se habla en Daniel 8:14; la venida del Hijo del hombre al [/SIZE][SIZE=+1]lugar[/SIZE][SIZE=+1] donde está el Anciano de días, tal como está presentada en Daniel 7:13; y la venida del Señor a su templo, predicha por Malaquías, son descripciones del mismo acontecimiento representado también por la venida del Esposo a las bodas, descrita por Cristo en la parábola de las diez vírgenes, según Mateo 25.
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.
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