Moraleja: Dios no necesita tus 50 centavos.
Tal cosa no me la escribas a mí.
La doctrina de la predestinación se halla en la Biblia, leemos:
Rom 8:29 Porque a los que antes conoció, también los
predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
Rom 8:30 Y a los que
predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.
Pero no es como la interpretan algunos, que el que no esté predestinado a ser salvó, entonces se pierde.
Una mirada a la expresión del v.29
"a los que antes conoció".
Nos hace entender que antes de nosotros venir a ser, ya éramos conocidos.
Este atributo se conoce con el nombre de la OMNISCIENCIA de Dios.
Dios ha mirado por los pasillos del tiempo y conoce bien quien va a recibir a su Hijo, y quien lo va a rechazar, mediante la predicación del evangelio de la gracia de Dios revelado a Pablo (Hch.20:24).
¿Y los Salvos del AT?
Este pasaje nos da luz sobre la condición espiritual de los santos del AT, leemos:
Heb 7:11 Si, pues, la perfección fuera por el sacerdocio levítico (porque bajo él recibió el pueblo la ley), ¿qué necesidad habría aún de que se levantase
otro sacerdote, según el orden de Melquisedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón?
La ley no salvó a nadie, fue un sistema jurídico que solo sirvió para exhibir la jactancia del ser humano, al considerarse más santos unos de otros.
Jua 7:49 Mas esta gente que no sabe la ley, maldita es.
Heb 7:19 (
pues nada perfeccionó la ley), y de la introducción de una mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios.
La sangre de los sacrificios tampoco afectaron el pecado del ofrendante, leemos:
Heb 10:4 porque la sangre de los toros y de los machos cabríos
no puede quitar los pecados.
Todos los santos del AT llegaron con sus pecados intactos, no borrados, no quitados, no reducidos a cenizas, al Hades.
¿Quién mandaba allí? ¿Quién tenía el control de las almas allí?
EL EMPERADOR DE LA MUERTE
¿Quién era ese varón tan terrible?
Heb 2:14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte
al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo,
Allí, en el Calvario, lo que hubo fue una batalla colosal, donde contemplamos en todo su esplendor, triunfante, a nuestro Amado Señor y Salvador, y como dice el Himno 262 y el 357
Cual vestidura regia allí,
la sangre cubre al Salvador,
y pues murió Jesús por mí,
por Él al mundo muero yo
Con ropa hermosa vendrá otra vez,
Y todos le verán;
Postrándose ante sus santos pies,
Los suyos le adorarán.
Y como dice la Escritura:
Apo 1:18 y el que vivo, y estuve muerto; más he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén.
Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.
El texto que bien citas en tu mensaje anterior:
Tit 3:7 para que
justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.
Merece una mirada de fe al que ha muerto en la Cruz. Leemos:
Rom 4:16
Por tanto, es por fe, para que sea por gracia,
Rom 5:1
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
Porque es allí en el Calvario, donde somos justificados, no en ningún otro lugar, y esto es la gracia de Dios, leemos:
Rom 3:24 siendo
justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
Tenemos ante nosotros una doble justificación, por fe y por gracia y viene una tercera, que la biblia señala como, justificados en su sangre, leemos:
Rom 5:9 Pues mucho más,
estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
—esto es, por la muerte de Cristo en su aplicación a nosotros, porque tal es el significado de la figura sacrificial de la que la palabra «sangre» es la expresión en el Nuevo Testamento.
CONCLUSIÓN
La gracia es el principio por el que Dios justifica al pecador; la fe es el principio por el que se recibe el beneficio; y la muerte de Cristo es la única base sobre la que todo esto es posible: somos «justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús».
Y LOS QUE ESTAMOS JUSTIFICADOS DE ESTA MANERA, EN NINGÚN MOMENTO PODEMOS ACEPTAR QUE LA GRACIA DE DIOS ES CONDICIONAL.