Presentar una jerarquía piramidal es un invento del mismo diablo para desplazar al Espíritu Santo, cuyo oficio es glorificar a Cristo y hacernos entender que todo lo que tiene el Padre es del Hijo (Jn.16:14-15).
Los obispo o ancianos son puestos por el Espíritu Santo (Hch.20:28) para apacentar la grey de Dios bajo este principio bíblico:
Mat 20:26 Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor,
Cristo, Cabeza del Cuerpo:
El Espíritu Santo desplazado por la jerarquía humana
Desde los primeros siglos, el desarrollo de una jerarquía piramidal dentro del cristianismo ha desfigurado la sencillez y gloria del modelo original que Cristo estableció.
Esta estructura, coronada por una figura suprema como el Papa y descendiendo en grados hasta el laicado, no refleja el diseño bíblico, sino que representa —como bien he dicho— un invento del mismo diablo, ideado para suplantar el lugar del Espíritu Santo en la conducción de la Iglesia.
1. El propósito del Espíritu Santo: glorificar a Cristo
En Juan 16:14–15, Jesús anunció que el Espíritu no hablaría por su propia cuenta, sino que glorificaría al Hijo, tomando de lo suyo y haciéndolo conocer a los suyos. Cualquier sistema que desplace esa obra con una estructura humana, visible, autoritaria, y centralizada en hombres, roba la gloria que corresponde únicamente a Cristo y contradice la operación misma del Espíritu.
2. El modelo del liderazgo verdadero: Siervo, no Señor
Cristo reprendió el estilo de gobierno de los gentiles, diciendo: “Entre vosotros no será así” (Mt. 20:26). Él no dejó un patrón imperial o monárquico, sino una comunidad de hermanos con diversidad de dones (1 Cor. 12), todos bajo la única Cabeza: Cristo (Col. 1:18).
El liderazgo en la Iglesia no tiene rango, sino función; no domina, sino que sirve (Jn. 13:14–15).
3. Una usurpación progresiva
El ascenso de un clero piramidal promovió una noción de "mediadores" entre Dios y los hombres, en abierta contradicción con 1 Timoteo 2:5. Al hacerlo, el Espíritu fue progresivamente desplazado, relegado a un papel ceremonial mientras el sistema institucional se convirtió en el “guía espiritual”, sofocando Su dirección libre y soberana.
4. El cuerpo edificado por todos, no gobernado por pocos
1 Corintios 12 enseña que todos los miembros del cuerpo son necesarios.
La jerarquía clerical sugiere lo contrario: que unos son imprescindibles y otros prescindibles. Este error mina la vida del cuerpo y niega el sacerdocio de todos los creyentes (1 Pedro 2:9).
Jesús jamás se propuso establecer semejante perversidad que identifica al mundo denominacional, donde quien gobierna es una estructura humana jerarquizada y no el poder del Espíritu Santo como administrador de los intereses de Cristo por medio de los hermanos con esta responsabilidad de servicio, los ancianos y diáconos.
Forista Católico romanista Eddy González, considera las Escrituras presentadas y que el Señor le de entendimiento en todo, porque escrito está:
RVR60 1Co 7:23: "Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres."