Re: La falsa doctrina de "solo scriptura"
Entonces: ¿Por qué se producirán tantas diferencias e interpretaciones?
Porque hay algunos, dentro de las distintas iglesias, que se dedican a confundir.
¿Quienes son?
Son egocéntricos: (vers.12) Se apacientan a sí mismos; es decir, buscan su propio provecho y satisfacción a expensas de los demás. Ellos son antes que los demás. Son amadores de los deleites más que de Dios (2 Ti. 3: 4b).
No tienen buen fruto: (vers.12) Aunque aparentan ser algo en el Señor, en realidad son sin fruto, como nubes que no transportan agua, o como árboles caducos.
Son implacables, intemperantes, iracundos: (vers.13) Judas los compara con las “fieras ondas del mar”. Aunque tienen apariencia de bondad y de benignidad, en un momento dado sacan a flote lo que realmente son cuando algo les contraria.
Son murmuradores: (vers.16) Muchos de ellos lo son de forma muy sutil, casi imperceptible, pero dejan el puñal clavado con su lengua.
Son querellosos: (vers.16) Nunca dan su brazo a torcer. Siempre han de salirse con la suya, siempre están dispuestos a polemizar. Su rebeldía les lleva a ser así. Son contenciosos por naturaleza.
Andan según sus propios deseos: (vers.16). No es el hacer la voluntad de Dios lo que les dirige en la vida, sino el satisfacer sus propias ambiciones, deseos y metas, aun pretendiendo servir a Dios.
Hablan cosas infladas: Son muy dogmáticos y arrogantes a la hora de exponer sus razones. Ellos siempre conocen y saben lo mejor y siempre tienen el mejor consejo (a veces pueden disimular con supuesta humildad, guardando las apariencias).
Son aduladores: Son manipuladores por excelencia. Saben cómo comportarse y qué decir y cuándo con el fin de sacar de las personas el mejor provecho. Son muy lisonjeros: “…la boca lisonjera hace resbalar”(Prov. 26: 28b). Su lisonja es simple manipulación para sacar algo de las personas a las que lisonjean.
El OBISPO, Monseñor Contreras, indicó que “como Iglesia queremos mirar hacia adelante”.
Casi al final de la conferencia un periodista preguntó a monseñor Contreras por su mensaje a las comunidades católicas ante estos hechos.
El Obispo dijo:
“Estamos en el año de la fe, un año convocado por el Papa, donde lo que tiene que hacer la persona de nuestras comunidades es ver dónde está sustentada su fe”. Puntualizó:
“La fe no puede estar sustentada en las mediaciones, en nosotros -sacerdotes, obispos, religiosas, laicos comprometidos-, la fe tiene que estar sustentada en la roca firme que es Cristo”.
FUENTE www.iglesiadesantiago.cl
Un obispo de la Iglesia Católica, declara y enseña que la fe cristiana "solo se sustenta en Cristo"
(Y la Iglesia católica nos dice que únicamente de las escrituras, toma todo lo que enseña y predica. Las palabras de monseñor Contreras son una declaración pública)
Entonces: ¿Por qué se producirán tantas diferencias e interpretaciones?
Porque hay algunos, dentro de las distintas iglesias, que se dedican a confundir.
¿Quienes son?
Son egocéntricos: (vers.12) Se apacientan a sí mismos; es decir, buscan su propio provecho y satisfacción a expensas de los demás. Ellos son antes que los demás. Son amadores de los deleites más que de Dios (2 Ti. 3: 4b).
No tienen buen fruto: (vers.12) Aunque aparentan ser algo en el Señor, en realidad son sin fruto, como nubes que no transportan agua, o como árboles caducos.
Son implacables, intemperantes, iracundos: (vers.13) Judas los compara con las “fieras ondas del mar”. Aunque tienen apariencia de bondad y de benignidad, en un momento dado sacan a flote lo que realmente son cuando algo les contraria.
Son murmuradores: (vers.16) Muchos de ellos lo son de forma muy sutil, casi imperceptible, pero dejan el puñal clavado con su lengua.
Son querellosos: (vers.16) Nunca dan su brazo a torcer. Siempre han de salirse con la suya, siempre están dispuestos a polemizar. Su rebeldía les lleva a ser así. Son contenciosos por naturaleza.
Andan según sus propios deseos: (vers.16). No es el hacer la voluntad de Dios lo que les dirige en la vida, sino el satisfacer sus propias ambiciones, deseos y metas, aun pretendiendo servir a Dios.
Hablan cosas infladas: Son muy dogmáticos y arrogantes a la hora de exponer sus razones. Ellos siempre conocen y saben lo mejor y siempre tienen el mejor consejo (a veces pueden disimular con supuesta humildad, guardando las apariencias).
Son aduladores: Son manipuladores por excelencia. Saben cómo comportarse y qué decir y cuándo con el fin de sacar de las personas el mejor provecho. Son muy lisonjeros: “…la boca lisonjera hace resbalar”(Prov. 26: 28b). Su lisonja es simple manipulación para sacar algo de las personas a las que lisonjean.