COMO FUNCIONA LA MENTE DE UN CATÓLICO ROMANISTA
Solo hay dos formas de interpretar al Creador:
1. Mediante la obra de sus manos:
Los cielos cuentan la gloria de Dios,
Y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
2. Mediante su Palabra Escrita.
En la primera forma contemplamos la infinitud de su gloria a traves de la creación.
En la segunda, la eternidad de su Gracia.
Y cuando afirmamos esto, lo hacemos por cuanto antes de la Creación, es decir, antes del comienzo de los siglos, no existía sino el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, reunidos en lugar inaccesible, planeando la Obra de la Redención, antes de la creación.
Tenemos como respaldo de lo que hablamos, el testimonio de las Escrituras, leemos:
2Ti 1:9 quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos,
Dios, mirando por los pasillos del tiempo, en su Omnisciencia, aún antes de la creación material, conoció de antemano, quienes irían a creer en su Hijo y quienes lo irían a rechazar.
De su corazón brota el perdón hacia una raza caída en el pecado, reos al infierno, mediante la encarnación y sacrificio de su propio Hijo, cuya sangre tiene el poder eterno, de quitar el pecado de la tierra en un solo día (Zac.3:9), en el altar de la Cruz.
Dios ha revelado su mente, tanto en la naturaleza como en la Escritura, la primera se adjudica el nombre de "Ciencia", la segunda de "Teología".
Un uso adecuado de nuestra mente en ambas áreas, glorifica al Creador que nos ha hecho racionales a su imagen y semejanza y a la vez enriquece nuestro discipulado cristiano.
Entonces si queremos agradar a Jesucristo, y progresar en nuestro peregrinaje cristiano, debemos utilizar nuestra mente, no quitando los ojos de Jesús, el autor y consumador de nuestra fe, para colocarlos en falsas copias de la teologia genuina, que el diablo mismo se ha encargado de inventar.
LA MENTE DE UN CATÓLICO ROMANISTA NO GLORIFICA A CRISTO
Su mente, de generación en generación, viene siendo condicionada desde bebé, para servir al magisterio católico, con su catecismo, con su veneración a la reina del cielo, a los santos y sus altares, para finalmente ser esclava del Vaticano y su gerente general, el argentino Bergoglio, quien ostenta el título de "Sumo Pontífice, jefe espiritual de millones de ingenuos, a quienes el mismo diablo les ha chupado la mente, la capacidad de glorificar a Cristo, y reconocer su Preeminencia en todo, para reducirlos a esclavitu, engañándolos de tal manera, que cualquier objeción hacia su sistema religioso, es considerada como "protestantismo", causa suficiente, en épocas que han quedado registradas en la historia del catolicismo, con su Inquisición, como causa justificada para ser quemados en la hoguera, o asesinados en las distintas máquinas de muerte, como el "potro de tormento", todo por aferrarse a la eternidad de la gracia de Dios en Cristo Jesús.
Y es que la Gracia de Dios es Soberana y es Libre.
Está al alcance de cualquier habitante de la tierra.
No está sujeta a ningún tribunal humano, por cuanto salio del corazón de Dios antes del comienzo de los siglos.
Somos «justificados por la gracia», «justificados por la fe», «justificados por la sangre» —esto es, por la muerte de Cristo en su aplicación a nosotros, porque tal es el significado de la figura sacrificial de la que la palabra «sangre» es la expresión en el Nuevo Testamento.
La gracia es el principio por el que Dios justifica al pecador; la fe es el principio por el que se recibe el beneficio; y la muerte de Cristo es la única base sobre la que todo esto es posible:
somos «justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús»
La mente de un católico romanista, hace a una lado con desprecio, sin saberlo, la gracia de Dios, y se esclaviza por completo al servicio del magisterio católico, hasta la muerte, porque ha confiado su salvación a la Iglesia católica romana, creyendo la mentira de su bandera publicitaria:
"FUERA DE LA CUAL NO HAY SALVACIÓN"
Esta abominación es el fruto de la mente de un católico enemigo de la gracia de Dios, llamado Bonifacio VIII, su título es "Bula Papal Unan Sanctam" promulgada el 18 de noviembre de 1302, considerada como una de las declaraciones de supremacía espiritual más fuertes hechas por Satanás, a través de esta agencia religiosa.
En ella se afirma que fuera de la iglesia católica romana, no hay salvación ni perdón de los pecados.
LA MENTE DE UN CATÓLICO ROMANISTA NO GLORIFICA A CRISTO, GLORIFICA A SATANÁS.