Re: "HOY MISMO ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAISO"
Los muerto bien muertos están. Y convertidos en polvo o cenizas. Nada de dormidos. Y si algo inmaterial salió de ellos, no basta decir, que está escrito, hay qué probar lo que se dice. Y no lo hacéis.
Ninguna invención.
Se que te basas en una falsa doctrina y tomas para "sustentarla" una frase que hay en el libro de Eclesiastes. Pues bien, te informo:
El libro de Eclesiastes versa sobre la vanidad que ocurre bajo el sol a los hombres, sin Dios y sin Cristo. En ellos y para ellos todo es vanidad, son muertos en vida que cuando mueren son echados en el sepulcro y descienden al Seol.
Estos que murieron en tal vanidad no duermen en El Señor sino están muertos. Serán resucitados para juicio y luego para ser enviados al lago de fuego en donde el castigo es eterno.
Tu organización religiosa niega ambas cosas, a puro capricho. Niega por un lado, el castigo eterno; y, niega en consecuencia que el gusano (espíritu) del hombre pueda sufrir eternamente, así que prefieren aniquilar ambas cosas de un plumazo.
Por esto, les resulta inverosímil la historia del rico y Lázaro, por esto, no soportan la idea de que el malhechor haya ido al Paraíso y menos aun, que el Señor de Señores haya ido al Hades, rescatado las llaves del imperio de la muerte, haya predicado a los cautivos, haya tomado la cautividad y haya dado dones a los hombres. En suma, los TJ quieren matar el alma y el espíritu mismo del Señor, como si hubiese muerto en vanidad, cual cita el predicador en Eclesiastes, niegan, los TJ, el sueño de los justos y niegan que estando en la presencia de Dios, su clamor por justicia "hasta cuando", pueda ser escuchada por Dios, ya que según el predicador "nada pueden hacer"; así las cosas, el rico no podía pedir, ni suplicar, por llo que la historia descrita por Jesús es falsa, y el pobre no podría disfrutar nada en el seno de Abraham, y esto, por decreto de la WatchTower.
Pues bien, te informo:
Los muertos que murieron en vanidad, efectivamente, entierran a su muertos y ellos, vendrán a resurrección para juicio, no para vida.
Pero los que mueren en el Señor, no mueren sino duermen en esperanza de resurrección; descansan de sus obras y están en la presencia de Dios.
Así que no confundas más, a los bienaventurados que mueren en el Señor, durmiendo ahora tienen parte en la primera resurrección, con los muertos que van para juicio y muerte segunda, pues no fueron hallados en el Libro de la Vida.
Los muerto bien muertos están. Y convertidos en polvo o cenizas. Nada de dormidos. Y si algo inmaterial salió de ellos, no basta decir, que está escrito, hay qué probar lo que se dice. Y no lo hacéis.