"HOY MISMO ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAISO"

Re: "HOY MISMO ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAISO"

Si la frase se hubiera prestado a ambigüedad, el propio destinatario de la misma hubiera sido el primero en damandar aclaración. No lo hizo.

Probablemte fuese Juan (el único discípulo junto a la cruz) quien la refiriera a Lucas. Tampoco él dice que debió pedirle a Juan explicación alguna.

No recuerdo haber leído en los escrítos patrísticos que se planteara alguna duda al respecto.

Lo ambiguo o confuso es solo un pretexto moderno para desvirtuar la declaración original de Jesús.

Así, personas escépticas como Martamaria siempre están prontas y listas para subirse al carro de los que cuestionan el texto bíblico.

Como lo que argumentamos es incuestionable, nos demandan textos bíblicos en apoyo de lo que sostenemos; si esto es lo que Jesús dijo, todo apoyo sobra y es lastre.


Saludos cordiales
¡Es que es ahora, cuando se pretende darle un significado ambiguo!

Para tratar de hacer prevalecer ideas y pensamientos humanos, aunque para ello tengan que mutilar y desechar lo registrado en Los Sagrados Escritos.

Es lógico qué tanto el escritor como los demás apóstoles y cristianos, no tuvieran problemas de interpretación.

El secreto era, qué ellos estaban embuidos en Las Escrituras y sabían perfectamente lo que les sucedía a los muertos Esc.9:5.

Los seguidores de Cristo, no se dejaban influenciar por mitos platónicos, como sucede ahora desde el siglo IV, ellos estaban persuadidos de la resurrección de los muertos.

Y las pruebas -porque yo si las presento- se hallan en Jn. 11:24 MARTA LE DIJO: "Yo sé que se levantará en la resurrección en el último día".

Saludos
 
Re: "HOY MISMO ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAISO"

¡Es que es ahora, cuando se pretende darle un significado ambiguo!

Para tratar de hacer prevalecer ideas y pensamientos humanos, aunque para ello tengan que mutilar y desechar lo registrado en Los Sagrados Escritos.

Es lógico qué tanto el escritor como los demás apóstoles y cristianos, no tuvieran problemas de interpretación.
....

1 - Hasta aquí tienes toda la razón y estoy totalmente de acuerdo contigo; solo que no te das cuenta que lo que nos achacas a nosotros es lo que ustedes hacen.

2 - Ustedes toman Ecl 9:5 y con ese versículo pretenden regir sobre lo que en una revelación progresiva dijeran Jesucristo y los apóstoles en sus escritos.

3 - Mejor que llamarse de "testigos cristianos" -que no les cuadra- mejor fuera que se denominasen testigos salomonianos, lo que mejor les sienta.

De todos modos, la discusión aquí no versa sobre vuestras conocidas herejías, sino sobre el HOY ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAÍSO, según reza el epígrafe.

Como esa sola frase pulveriza toda vuestra mala doctrina, no les queda otra que apelar a todos los conceptos errados que sustentan, para que con el peso abrumador de tantos desnaturalicen el sentido de las palabras de Jesús, proponiendo otro muy distinto.

¡Pero no pueden!

Y si creen que les asiste razón, razonen con nosotros racionalmente pero no de una forma artificiosa en la que no hablamos los hispano hablantes.


Saludos cordiales
 
Re: "HOY MISMO ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAISO"

Que las almas separadas de sus cuerpos no permanecen inactivas ni privadas de senti*miento, lo muestra claramente la parábola del mendigo Lázaro y del rico vestido de púrpura. El primero merece la más honrosa y feliz de las condiciones, esto es, el descanso en el seno de Abraham; el otro es presa de las intolerables llamas del infierno’. Y si consideramos las pa*labras dirigidas al buen ladrón: «Hoy estarás conmigo en el Paraíso» [35]43, ¿qué otra cosa signi*fican sino que en las almas queda la noticia de las cosas de aquí abajo, y, además, guardan una especie de armonía con sus méritos, de suerte que se les da el lugar a que se hicieron acreedo*ras en la tierra? Jamás el Señor le hubiera hecho al ladrón semejante promesa si su alma, una vez separada de su cuerpo, hubiera tenido que verse privada de todo afecto o sentimiento, o quedar reducida a la nada. Porque no era su cuerpo, sino su alma, la que debía entrar con Cristo en el paraíso.

Es menester aquí ponerse en guardia contra la puntuación torcida que han dado algunos he*rejes a este pasaje. Hay que rechazarla de pla*no, pues es un error a todas luces evidente. No queriendo creer que Cristo pudo encontrarse en el cielo el mismo día que bajó a los infiernos, leen así la frase: «En verdad te lo digo hoy.» Aquí separan el texto; luego prosiguen: «Tú estarás conmigo en el Paraíso.» Con ello preten*den explicar que esta promesa no se cumplió in*mediatamente después de la muerte del Señor, sino sólo después de su resurrección. Y no comprenden que mucho antes del día de su resurrección decía Jesús a los judíos, que le creían sujeto como ellos a las miserias y estrecheces de la carne: «Nadie sube al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre, que está en el cielo»“.

Todo esto muestra bien a las claras que las almas de los difuntos no sólo no están privadas de sus facultades intelectuales, sino que inclu*so puede experimentar el sentimiento de la esperanza y de la tristeza, de la alegría y del temor; que antes del juicio universal empiezan ya a pregustar algo de lo que les está reservado (p. 60) para después[36] *. En fin, no es cierto—como querían algunos infieles-que las almas queden reduci*das a la nada al salir de este mundo; al contra*rio, entonces es cuando viven una vida más intensa y se emplean más activamente en la ala*banza divina.

Pero prescindamos ahora por un instante de los testimonios de la Escritura, para razonar un poco sobre la naturaleza del alma, en cuanto es posible a la mediocridad de mi inteligencia. ¿No será el colmo, no digo ya de la necedad, sino de la demencia, suponer que la porción más preciosa del hombre, la que lleva en si, según el Apóstol, la imagen de Dios y su semejanza”, pueda, una vez libre de la carga de este cuerpo mortal que la debilita, llegar a ser insensible, ella que, poseyendo en sí misma toda la vitali*dad de la razón, da por participación la sensi*bilidad a la misma materia inanimada e in*sensible? ¿Por ventura no exigen más bien la lógica y la razón que, libertada del peso de esta carne grosera que ahora entorpece su vida, el alma halle de nuevo y con ventaja sus faculta*des intelectuales, y, lejos de perderlas, cobren más pureza, haciéndose más límpidas y delicadas?

El Apóstol estaba tan firmemente persuadido de esta verdad, que llegó hasta desear salir de esta carne, para que, separado de ella, pudiera unirse más íntimamente a Dios: «Tengo* – dice – deseo de verme libre de las ataduras de este cuerpo y estar con Cristo, lo cual es mucho mejor» 46, porque «mientras moramos en este cuerpo, estamos distantes del Señor»[37]“. Y tam*bién: «Llenas de una intrepidez confiada, prefe*rimos más ser separados del cuerpo, a fin de gozar de la vista del Señor. Por esta razón todo nuestro conato consiste en hacernos agradables a El, ora habitemos en el cuerpo, ora salgamos de él» 4g. Así declara que la permanencia del alma en la carne es como un destierro que la mantiene alejada del Señor, una separación o ausencia de Cristo. Tiene, por lo demás, toda la confianza, de que salir de este cuerpo es un acercarse, un ir a juntarse con Cristo. Con más evidencia aún, hace hincapié, en otro pasaje, so*bre el estado de vida intensa propio de las almas: «Pero vosotros, dice, os habéis allegado al monte de Sión, a la ciudad del Dios vivo, a la Jerusa*lén celestial y a las miríadas de ángeles, a la asamblea de los primogénitos que_ están escritos en los cielos, y a los espíritus de los justos per*fectos» °’. Aludiendo aún a los espíritus bien*aventurados, afirma: «Por otra parte, hemos te*nido a nuestros padres carnales, que nos corregían y nosotros los respetábamos; ¿no hemos de so*meternos mucho más al Padre de los espíritus para alcanzar la vida?» [38]“‘

(De las Colaciones de san Casiano)
 
Re: "HOY MISMO ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAISO"

De todos modos, la discusión aquí no versa sobre vuestras conocidas herejías, sino sobre el HOY ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAÍSO, según reza el epígrafe.

Saludos cordiales
Te consta que lo que pretendes presentar cómo "argumento", no tiene ningún sustento bíblico, Jesús, no pudo -aunque hubiera querido- ir a ningún lado después de su deceso, y es él mismo quien lo declara, Jn 20:17.

Y es así, como ni siquiera es necesario objetar sobre Lucas 23:43.

Saludos
 
Re: "HOY MISMO ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAISO"

Te consta que lo que pretendes presentar cómo "argumento", no tiene ningún sustento bíblico, Jesús, no pudo -aunque hubiera querido- ir a ningún lado después de su deceso, y es él mismo quien lo declara, Jn 20:17.

Y es así, como ni siquiera es necesario objetar sobre Lucas 23:43.

Saludos

En esos tres días y tres noches Jesús no fue al Padre, fue al Hades a predicar a los cautivos y quitar al diablo las llaves del imperio de la muerte. Luego iría al Padre, antes no.

Veamos

Jn 20:17 Jesús le DIJO: No me toques, Porque aun no se Subido a mi Padre; Mas ve un mis hermanos, Y diles: Subo a mi Padre ya Vuestro Padre, a mi Dios ya Vuestro Dios.

La palabra "aun", significa que hubo algo antes, hizo algo antes, y eso que hizo, fue:

Veamos.

1 de Pedro 3:18-20
“Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados, los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua.”

Así es, "los cautivos" es otro grupo que debía redimir

Veamos:

Luc 4:18 EL ESPIRITU DEL SEÑOR ESTA SOBRE MI, PORQUE ME HA UNGIDO PARA ANUNCIAR EL EVANGELIO A LOS POBRES. ME HA ENVIADO PARA PROCLAMAR LIBERTAD A LOS CAUTIVOS, Y LA RECUPERACION DE LA VISTA A LOS CIEGOS; PARA PONER EN LIBERTAD A LOS OPRIMIDOS-

¿a donde fue el Señor?

Veamos.

…7Pero a cada uno de nosotros se nos ha concedido la gracia conforme a la medida del don de Cristo. 8Por tanto, dice: CUANDO ASCENDIO A LO ALTO, LLEVO CAUTIVA UNA HUESTE DE CAUTIVOS, Y DIO DONES A LOS HOMBRES. 9(Esta expresión: Ascendió, ¿qué significa, sino que El también había descendido a las profundidades de la tierra?…

¿Para qué?

Veamos.

Hebreos 2:14: “para que por medio de la muerte destruyera al que tenía el dominio sobre la muerte, es decir, al diablo”

 
Última edición:
Re: "HOY MISMO ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAISO"

Te consta que lo que pretendes presentar cómo "argumento", no tiene ningún sustento bíblico, Jesús, no pudo -aunque hubiera querido- ir a ningún lado después de su deceso, y es él mismo quien lo declara, Jn 20:17.

Y es así, como ni siquiera es necesario objetar sobre Lucas 23:43.

En mi post anterior -que es el que ahora contestas-, digo algunas cosas pero no presento nada como "argumento" por ser innecesario a la frase de Jesús que se discute.

No se trata aquí que el cadáver de Jesús fuese a parte alguna ya que estaba en el sepulcro, sino que su misma persona descendiera al Hades (Ef 4:9, 10; 1Pe 3:18-20) donde estaba entonces el Paraíso o seno de Abraham, en lo que nada tiene que ver tu cita de Jn 20:17 pues allí ya está con su glorioso cuerpo de resurrección.

Me agrada que digas que no es necesario objetar Lc 23:43 pero eso no condice con la discrepante lectura que hace la TNM, a la que adhieres.

Si repasas mis aportes comprobarás que en ellos presento no ya argumentos sino clarísimas razones de pura lógica, los que pasas por arriba como si nada hubiese dicho.

Toda discusión normal estriba sobre lo que ambos interlocutores alegan y no sobre lo que dice solo uno de ellos.


Saludos cordiales
 
Re: "HOY MISMO ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAISO"

Que las almas separadas de sus cuerpos no permanecen inactivas ni privadas de senti*miento, lo muestra claramente la parábola del mendigo Lázaro y del rico vestido de púrpura. El primero merece la más honrosa y feliz de las condiciones, esto es, el descanso en el seno de Abraham; el otro es presa de las intolerables llamas del infierno’. Y si consideramos las pa*labras dirigidas al buen ladrón: «Hoy estarás conmigo en el Paraíso» [35]43, ¿qué otra cosa signi*fican sino que en las almas queda la noticia de las cosas de aquí abajo, y, además, guardan una especie de armonía con sus méritos, de suerte que se les da el lugar a que se hicieron acreedo*ras en la tierra? Jamás el Señor le hubiera hecho al ladrón semejante promesa si su alma, una vez separada de su cuerpo, hubiera tenido que verse privada de todo afecto o sentimiento, o quedar reducida a la nada. Porque no era su cuerpo, sino su alma, la que debía entrar con Cristo en el paraíso.

Es menester aquí ponerse en guardia contra la puntuación torcida que han dado algunos he*rejes a este pasaje. Hay que rechazarla de pla*no, pues es un error a todas luces evidente. No queriendo creer que Cristo pudo encontrarse en el cielo el mismo día que bajó a los infiernos, leen así la frase: «En verdad te lo digo hoy.» Aquí separan el texto; luego prosiguen: «Tú estarás conmigo en el Paraíso.» Con ello preten*den explicar que esta promesa no se cumplió in*mediatamente después de la muerte del Señor, sino sólo después de su resurrección. Y no comprenden que mucho antes del día de su resurrección decía Jesús a los judíos, que le creían sujeto como ellos a las miserias y estrecheces de la carne: «Nadie sube al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre, que está en el cielo»“.

Todo esto muestra bien a las claras que las almas de los difuntos no sólo no están privadas de sus facultades intelectuales, sino que inclu*so puede experimentar el sentimiento de la esperanza y de la tristeza, de la alegría y del temor; que antes del juicio universal empiezan ya a pregustar algo de lo que les está reservado (p. 60) para después[36] *. En fin, no es cierto—como querían algunos infieles-que las almas queden reduci*das a la nada al salir de este mundo; al contra*rio, entonces es cuando viven una vida más intensa y se emplean más activamente en la ala*banza divina.

Pero prescindamos ahora por un instante de los testimonios de la Escritura, para razonar un poco sobre la naturaleza del alma, en cuanto es posible a la mediocridad de mi inteligencia. ¿No será el colmo, no digo ya de la necedad, sino de la demencia, suponer que la porción más preciosa del hombre, la que lleva en si, según el Apóstol, la imagen de Dios y su semejanza”, pueda, una vez libre de la carga de este cuerpo mortal que la debilita, llegar a ser insensible, ella que, poseyendo en sí misma toda la vitali*dad de la razón, da por participación la sensi*bilidad a la misma materia inanimada e in*sensible? ¿Por ventura no exigen más bien la lógica y la razón que, libertada del peso de esta carne grosera que ahora entorpece su vida, el alma halle de nuevo y con ventaja sus faculta*des intelectuales, y, lejos de perderlas, cobren más pureza, haciéndose más límpidas y delicadas?

El Apóstol estaba tan firmemente persuadido de esta verdad, que llegó hasta desear salir de esta carne, para que, separado de ella, pudiera unirse más íntimamente a Dios: «Tengo* – dice – deseo de verme libre de las ataduras de este cuerpo y estar con Cristo, lo cual es mucho mejor» 46, porque «mientras moramos en este cuerpo, estamos distantes del Señor»[37]“. Y tam*bién: «Llenas de una intrepidez confiada, prefe*rimos más ser separados del cuerpo, a fin de gozar de la vista del Señor. Por esta razón todo nuestro conato consiste en hacernos agradables a El, ora habitemos en el cuerpo, ora salgamos de él» 4g. Así declara que la permanencia del alma en la carne es como un destierro que la mantiene alejada del Señor, una separación o ausencia de Cristo. Tiene, por lo demás, toda la confianza, de que salir de este cuerpo es un acercarse, un ir a juntarse con Cristo. Con más evidencia aún, hace hincapié, en otro pasaje, so*bre el estado de vida intensa propio de las almas: «Pero vosotros, dice, os habéis allegado al monte de Sión, a la ciudad del Dios vivo, a la Jerusa*lén celestial y a las miríadas de ángeles, a la asamblea de los primogénitos que_ están escritos en los cielos, y a los espíritus de los justos per*fectos» °’. Aludiendo aún a los espíritus bien*aventurados, afirma: «Por otra parte, hemos te*nido a nuestros padres carnales, que nos corregían y nosotros los respetábamos; ¿no hemos de so*meternos mucho más al Padre de los espíritus para alcanzar la vida?» [38]“‘

(De las Colaciones de san Casiano)

Unos ponen la coma y otros la quitan.
¿Cómo saber cuál es la verdadera promesa?
Jesús no resucitó hasta el tercer día.
Jesús estuvo muchos días en el mundo antes de subir al Padre.
O sea, que HOY, no estuvo en el paraíso.
 
Re: "HOY MISMO ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAISO"

No existe tal "ambigüedad; existe eso si, un prejuicio religioso muy bien identificado dentro de la secta russellita para quien estas palabras del Señor, "hoy estarás conmigo en el Paraíso", derrumban de un solo golpe toda la falsa doctrina de "la inexistencia del alma".

Esa es la triste realidad, no otra.

No es así por mucho que te empeñes.

Lo que está claro es que cada uno pone la coma donde le interesa.
 
Re: "HOY MISMO ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAISO"

En esos tres días y tres noches Jesús no fue al Padre, fue al Hades a predicar a los cautivos y quitar al diablo las llaves del imperio de la muerte. Luego iría al Padre, antes no.

Veamos

Jn 20:17 Jesús le DIJO: No me toques, Porque aun no se Subido a mi Padre; Mas ve un mis hermanos, Y diles: Subo a mi Padre ya Vuestro Padre, a mi Dios ya Vuestro Dios.

La palabra "aun", significa que hubo algo antes, hizo algo antes, y eso que hizo, fue:

Veamos.

1 de Pedro 3:18-20
“Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados, los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua.”

Así es, "los cautivos" es otro grupo que debía redimir

Veamos:

Luc 4:18 EL ESPIRITU DEL SEÑOR ESTA SOBRE MI, PORQUE ME HA UNGIDO PARA ANUNCIAR EL EVANGELIO A LOS POBRES. ME HA ENVIADO PARA PROCLAMAR LIBERTAD A LOS CAUTIVOS, Y LA RECUPERACION DE LA VISTA A LOS CIEGOS; PARA PONER EN LIBERTAD A LOS OPRIMIDOS-

¿a donde fue el Señor?

Veamos.

…7Pero a cada uno de nosotros se nos ha concedido la gracia conforme a la medida del don de Cristo. 8Por tanto, dice: CUANDO ASCENDIO A LO ALTO, LLEVO CAUTIVA UNA HUESTE DE CAUTIVOS, Y DIO DONES A LOS HOMBRES. 9(Esta expresión: Ascendió, ¿qué significa, sino que El también había descendido a las profundidades de la tierra?…

¿Para qué?

Veamos.

Hebreos 2:14: “para que por medio de la muerte destruyera al que tenía el dominio sobre la muerte, es decir, al diablo”

Mira Oso, en ningún lugar de Las Escrituras sé puede obtener la certeza, de que Jesús haya ido a predicar a los espíritus encarcelados, precisamente esos tres días que estuvo muerto, por razones obvias.

Eso -como de costumbre- es un agregado muy tuyo, tratando de no perder tu "prestigio" -ante tus "admiradores"- de "gran exsejeta".

Porque lo que se relata en 1Pd. 3:19, -además de no especificar cuando ocurrió- dice que fueron es-pi-ri-tus, no supuestas almas de difuntos,

Quiero suponer que sabrás la diferencia, ¿verdad?
 
Re: "HOY MISMO ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAISO"

PHP:
Que las almas separadas de sus cuerpos no permanecen inactivas ni privadas de senti*miento, lo muestra claramente la parábola del mendigo Lázaro y del rico vestido de púrpura. El primero merece la más honrosa y feliz de las condiciones, esto es, el descanso en el seno de Abraham; el otro es presa de las intolerables llamas del infierno’. Y si consideramos las pa*labras dirigidas al buen ladrón: «Hoy estarás conmigo en el Paraíso» [35]43, ¿qué otra cosa signi*fican sino que en las almas queda la noticia de las cosas de aquí abajo, y, además, guardan una especie de armonía con sus méritos, de suerte que se les da el lugar a que se hicieron acreedo*ras en la tierra? Jamás el Señor le hubiera hecho al ladrón semejante promesa si su alma, una vez separada de su cuerpo, hubiera tenido que verse privada de todo afecto o sentimiento, o quedar reducida a la nada. Porque no era su cuerpo, sino su alma, la que debía entrar con Cristo en el paraíso.

Es menester aquí ponerse en guardia contra la puntuación torcida que han dado algunos he*rejes a este pasaje. Hay que rechazarla de pla*no, pues es un error a todas luces evidente. No queriendo creer que Cristo pudo encontrarse en el cielo el mismo día que bajó a los infiernos, leen así la frase: «En verdad te lo digo hoy.» Aquí separan el texto; luego prosiguen: «Tú estarás conmigo en el Paraíso.» Con ello preten*den explicar que esta promesa no se cumplió in*mediatamente después de la muerte del Señor, sino sólo después de su resurrección. Y no comprenden que mucho antes del día de su resurrección decía Jesús a los judíos, que le creían sujeto como ellos a las miserias y estrecheces de la carne: «Nadie sube al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre, que está en el cielo»“.

Todo esto muestra bien a las claras que las almas de los difuntos no sólo no están privadas de sus facultades intelectuales, sino que inclu*so puede experimentar el sentimiento de la esperanza y de la tristeza, de la alegría y del temor; que antes del juicio universal empiezan ya a pregustar algo de lo que les está reservado (p. 60) para después[36] *. En fin, no es cierto—como querían algunos infieles-que las almas queden reduci*das a la nada al salir de este mundo; al contra*rio, entonces es cuando viven una vida más intensa y se emplean más activamente en la ala*banza divina.

Pero prescindamos ahora por un instante de los testimonios de la Escritura, para razonar un poco sobre la naturaleza del alma, en cuanto es posible a la mediocridad de mi inteligencia. ¿No será el colmo, no digo ya de la necedad, sino de la demencia, suponer que la porción más preciosa del hombre, la que lleva en si, según el Apóstol, la imagen de Dios y su semejanza”, pueda, una vez libre de la carga de este cuerpo mortal que la debilita, llegar a ser insensible, ella que, poseyendo en sí misma toda la vitali*dad de la razón, da por participación la sensi*bilidad a la misma materia inanimada e in*sensible? ¿Por ventura no exigen más bien la lógica y la razón que, libertada del peso de esta carne grosera que ahora entorpece su vida, el alma halle de nuevo y con ventaja sus faculta*des intelectuales, y, lejos de perderlas, cobren más pureza, haciéndose más límpidas y delicadas?

El Apóstol estaba tan firmemente persuadido de esta verdad, que llegó hasta desear salir de esta carne, para que, separado de ella, pudiera unirse más íntimamente a Dios: «Tengo* – dice – deseo de verme libre de las ataduras de este cuerpo y estar con Cristo, lo cual es mucho mejor» 46, porque «mientras moramos en este cuerpo, estamos distantes del Señor»[37]“. Y tam*bién: «Llenas de una intrepidez confiada, prefe*rimos más ser separados del cuerpo, a fin de gozar de la vista del Señor. Por esta razón todo nuestro conato consiste en hacernos agradables a El, ora habitemos en el cuerpo, ora salgamos de él» 4g. Así declara que la permanencia del alma en la carne es como un destierro que la mantiene alejada del Señor, una separación o ausencia de Cristo. Tiene, por lo demás, toda la confianza, de que salir de este cuerpo es un acercarse, un ir a juntarse con Cristo. Con más evidencia aún, hace hincapié, en otro pasaje, so*bre el estado de vida intensa propio de las almas: «Pero vosotros, dice, os habéis allegado al monte de Sión, a la ciudad del Dios vivo, a la Jerusa*lén celestial y a las miríadas de ángeles, a la asamblea de los primogénitos que_ están escritos en los cielos, y a los espíritus de los justos per*fectos» °’. Aludiendo aún a los espíritus bien*aventurados, afirma: «Por otra parte, hemos te*nido a nuestros padres carnales, que nos corregían y nosotros los respetábamos; ¿no hemos de so*meternos mucho más al Padre de los espíritus para alcanzar la vida?» [38]“‘

(De las Colaciones de san Casiano)
¿Se puede llegar a notar lo impregnado de la filosofía Platónica, en estos escritos?

“El concepto de la inmortalidad es un producto del pensamiento griego, mientras que la esperanza de una resurrección pertenece al pensamiento judío. [...] Después de las conquistas de Alejandro, el judaísmo fue absorbiendo gradualmente conceptos griegos.” (Dictionnarie Encyclopédique de la Bible, Valence, Francia, 1935, edición preparada por Alexandre Westphal, tomo 2, pág. 557.)

“La inmortalidad del alma es una idea griega formada en cultos misteriosos antiguos y elaborada por el filósofo Platón.” (Revista Presbyterian Life, 1 de mayo de 1970, pág. 35.)
“¿Creemos que haya tal cosa como la muerte? [...] ¿No es la separación del alma y el cuerpo? Y el estar muerto es la consumación de esto; cuando el alma existe en sí, y es liberada del cuerpo y el cuerpo es liberado del alma, ¿qué es esto sino la muerte? [...] ¿Y admite el alma la muerte? No. Entonces, ¿es inmortal el alma? Sí.” (“Phaedo” (Fedón) de Platón, secciones 64, 105, según se publicó en Great Books of the Western World [Libros importantes del mundo Occidental], 1952, edición preparada por R. M. Hutchins, tomo 7, págs. 223, 245, 246
 
Re: "HOY MISMO ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAISO"


En mi post anterior -que es el que ahora contestas-, digo algunas cosas pero no presento nada como "argumento" por ser innecesario a la frase de Jesús que se discute.

No se trata aquí que el cadáver de Jesús fuese a parte alguna ya que estaba en el sepulcro, sino que su misma persona descendiera al Hades (Ef 4:9, 10; 1Pe 3:18-20) donde estaba entonces el Paraíso o seno de Abraham, en lo que nada tiene que ver tu cita de Jn 20:17 pues allí ya está con su glorioso cuerpo de resurrección.


Me agrada que digas que no es necesario objetar Lc 23:43 pero eso no condice con la discrepante lectura que hace la TNM, a la que adhieres.

Si repasas mis aportes comprobarás que en ellos presento no ya argumentos sino clarísimas razones de pura lógica, los que pasas por arriba como si nada hubiese dicho.

Toda discusión normal estriba sobre lo que ambos interlocutores alegan y no sobre lo que dice solo uno de ellos.


Saludos cordiales
Daría la impresión que Efesios, no dijera como tu quisiera.

Ef.4:9 Ahora bien, la expresión “ascendió”, ¿qué significa, sino que también descendió a las regiones inferiores, es decir, a la tierra?

Y aquí la comprobación.

Mt.12:40 Porque así como Jonás estuvo en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así el Hijo del hombre estará en el corazón de la tierra tres días y tres noches.
 
Re: "HOY MISMO ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAISO"

TEDIGOHOYCONMIGOESTARASENELPARAISO
TE- DIGO- HOY- CONMIGO- ESTARAS- EN-EL- PARAÍSO.

Si la frase se presta a ambigüedad, ¿no es razonable esclarecerla con Las Escrituras?

A preferir por razones personales, darle el significado que más nos atraiga.

Para el Señor del universo, da lo mismo hoy que mañana porque no cuenta el tiempo como nosotros. ¡Él está en el tiempo desde siempre y hasta siempre!

No hay ninguna ambigüedad más que aquella que se quiere adjudicar para masturbar el ego.
 
Re: "HOY MISMO ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAISO"

Para el Señor del universo, da lo mismo hoy que mañana porque no cuenta el tiempo como nosotros. ¡Él está en el tiempo desde siempre y hasta siempre!

No hay ninguna ambigüedad más que aquella que se quiere adjudicar para masturbar el ego.
Esta es la forma en que debaten los que se dicen "cristianos".
 
Re: "HOY MISMO ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAISO"

El Señor del universo no computa el tiempo como nosotros. ¿O serás tú más fuerte o inteligente que Dios? No te creo tan torpe...

Ah, y tampoco quienes que poner letrotas de colores; aquí nadie es tarado ni débil visual.


TEDIGOHOYCONMIGOESTARÁSENELPARAÍSO
No hay diferencia, en tus sabias incoherencias.
Jesús, nunca le dijo algo relacionado al ladrón que ese mismo día estaría con Jesús.
El ladrón, nunca le pidió a Jesús absolutamente nada en ese preciso momento, fue muy claro en su petición futurista,....CUANDO VINIERES EN TU REINO.
Ese reino está allá arriba, y Jesús vendrá con el, como "Rey de Reyes."
Si te molesta el color , ? usa otra clase de lentes, y no esos de manufactura barata.


 
Re: "HOY MISMO ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAISO"

Mira Oso, en ningún lugar de Las Escrituras sé puede obtener la certeza, de que Jesús haya ido a predicar a los espíritus encarcelados, precisamente esos tres días que estuvo muerto, por razones obvias.

Por favor define cuales son tus "razones obvias";

Por que la escritura dice que El Señor de señores, el Alfa y la Omega, el que vive y estuvo muerto, fue ese mismo día al Paraíso, que estuvo tres días y tres noches en el corazón de la tierra y que fue a predicar a los cautivos, que él todos los días trabaja, que fue a traer consigo la cautividad, a quitar las llaves del imperio de la muerte y, en su asenso, dio dones a los hombres.

Tu dices que no. Que simplemente murió su alma y que se quedó en el sepulcro ¿cierto?.

Pues bien, la escritura muestra otra cosa y ya te lo he explicado.
 
Re: "HOY MISMO ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAISO"

Por favor define cuales son tus "razones obvias";

Por que la escritura dice que El Señor de señores, el Alfa y la Omega, el que vive y estuvo muerto, fue ese mismo día al Paraíso, que estuvo tres días y tres noches en el corazón de la tierra y que fue a predicar a los cautivos, que él todos los días trabaja, que fue a traer consigo la cautividad, a quitar las llaves del imperio de la muerte y, en su asenso, dio dones a los hombres.

Tu dices que no. Que simplemente murió su alma y que se quedó en el sepulcro ¿cierto?.

Pues bien, la escritura muestra otra cosa y ya te lo h
e explicado.
Lo sabes perfectamente hombre, los muertos nada saben ni pueden hacer.

Lo demás es invención tuya.
 
Re: "HOY MISMO ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAISO"

Lo sabes perfectamente hombre, los muertos nada saben ni pueden hacer.

Lo demás es invención tuya.

Ninguna invención.

Se que te basas en una falsa doctrina y tomas para "sustentarla" una frase que hay en el libro de Eclesiastes. Pues bien, te informo:

El libro de Eclesiastes versa sobre la vanidad que ocurre bajo el sol a los hombres, sin Dios y sin Cristo. En ellos y para ellos todo es vanidad, son muertos en vida que cuando mueren son echados en el sepulcro y descienden al Seol.

Estos que murieron en tal vanidad no duermen en El Señor sino están muertos. Serán resucitados para juicio y luego para ser enviados al lago de fuego en donde el castigo es eterno.

Tu organización religiosa niega ambas cosas, a puro capricho. Niega por un lado, el castigo eterno; y, niega en consecuencia que el gusano (espíritu) del hombre pueda sufrir eternamente, así que prefieren aniquilar ambas cosas de un plumazo.

Por esto, les resulta inverosímil la historia del rico y Lázaro, por esto, no soportan la idea de que el malhechor haya ido al Paraíso y menos aun, que el Señor de Señores haya ido al Hades, rescatado las llaves del imperio de la muerte, haya predicado a los cautivos, haya tomado la cautividad y haya dado dones a los hombres. En suma, los TJ quieren matar el alma y el espíritu mismo del Señor, como si hubiese muerto en vanidad, cual cita el predicador en Eclesiastes, niegan, los TJ, el sueño de los justos y niegan que estando en la presencia de Dios, su clamor por justicia "hasta cuando", pueda ser escuchada por Dios, ya que según el predicador "nada pueden hacer"; así las cosas, el rico no podía pedir, ni suplicar, por llo que la historia descrita por Jesús es falsa, y el pobre no podría disfrutar nada en el seno de Abraham, y esto, por decreto de la WatchTower.

Pues bien, te informo:

Los muertos que murieron en vanidad, efectivamente, entierran a su muertos y ellos, vendrán a resurrección para juicio, no para vida.

Pero los que mueren en el Señor, no mueren sino duermen en esperanza de resurrección; descansan de sus obras y están en la presencia de Dios.

Así que no confundas más, a los bienaventurados que mueren en el Señor, durmiendo ahora tienen parte en la primera resurrección, con los muertos que van para juicio y muerte segunda, pues no fueron hallados en el Libro de la Vida.

 
Re: "HOY MISMO ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAISO"

Ninguna invención.

Se que te basas en una falsa doctrina y tomas para "sustentarla" una frase que hay en el libro de Eclesiastes. Pues bien, te informo:

El libro de Eclesiastes versa sobre la vanidad que ocurre bajo el sol a los hombres, sin Dios y sin Cristo. En ellos y para ellos todo es vanidad, son muertos en vida que cuando mueren son echados en el sepulcro y descienden al Seol.

Estos que murieron en tal vanidad no duermen en El Señor sino están muertos. Serán resucitados para juicio y luego para ser enviados al lago de fuego en donde el castigo es eterno.

Tu organización religiosa niega ambas cosas, a puro capricho. Niega por un lado, el castigo eterno; y, niega en consecuencia que el gusano (espíritu) del hombre pueda sufrir eternamente, así que prefieren aniquilar ambas cosas de un plumazo.

Por esto, les resulta inverosímil la historia del rico y Lázaro, por esto, no soportan la idea de que el malhechor haya ido al Paraíso y menos aun, que el Señor de Señores haya ido al Hades, rescatado las llaves del imperio de la muerte, haya predicado a los cautivos, haya tomado la cautividad y haya dado dones a los hombres. En suma, los TJ quieren matar el alma y el espíritu mismo del Señor, como si hubiese muerto en vanidad, cual cita el predicador en Eclesiastes, niegan, los TJ, el sueño de los justos y niegan que estando en la presencia de Dios, su clamor por justicia "hasta cuando", pueda ser escuchada por Dios, ya que según el predicador "nada pueden hacer"; así las cosas, el rico no podía pedir, ni suplicar, por llo que la historia descrita por Jesús es falsa, y el pobre no podría disfrutar nada en el seno de Abraham, y esto, por decreto de la WatchTower.

Pues bien, te informo:

Los muertos que murieron en vanidad, efectivamente, entierran a su muertos y ellos, vendrán a resurrección para juicio, no para vida.

Pero los que mueren en el Señor, no mueren sino duermen en esperanza de resurrección; descansan de sus obras y están en la presencia de Dios.

Así que no confundas más, a los bienaventurados que mueren en el Señor, durmiendo ahora tienen parte en la primera resurrección, con los muertos que van para juicio y muerte segunda, pues no fueron hallados en el Libro de la Vida.

Todo un experto guionista, en ficción y fantasía. Muy bien eh, muy bien.
 
Re: "HOY MISMO ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAISO"


Los ateos, los agnósticos y los escépticos no nos llevamos ni con los herejes ni con los creyentes. Bastante tenemos con buscar la verdad entre tanta confusión cristiana como hay, que cada uno predica según SU creencia.