Re: Mi don de lenguas
Re: Mi don de lenguas
Como todas las cosas más útiles y necesarias de Dios, HEL es una de las más atacadas y rediculizadas por el adversario.
Siempre por medio de gente religiosa, son sus más fieles servidores.
Saludos.
Re: Mi don de lenguas
Recuerdo que hace varias décadas estuve en una reunión en la que Jorge Himitián nos había regalado varios solos de trompeta.
Al rato, todos a mi alrededor gritaban con una jerigonza incomprensible y ridícula, pues incluía toda clase de sonidos que iban desde los maullidos de gatos, pasando por el "rin-rin" del teléfono y el tableteo de la ametralladora.
Aunque yo no era crédulo, era temeroso de Dios y admití en mi ser interior que lo que estaban haciendo conocidos y respetables hermanos no podía ser una parodia de la carne exacerbada.
Así que permanecí también yo en oración callada diciendo más o menos lo siguiente:
-Padre santo, a fin de que te pueda servir mejor para glorificarte entre mis hermanos y testificar a mi prójimo, te ruego me des el don de la lengua castellana, de modo que vaya adónde vaya, y esté con quienes esté, siempre pueda entender, hablar y escribir de modo que todos comprendan.
El Señor fue tan bueno conmigo, que ha ungido mi lengua, oídos, ojos y dedos, para que use del idioma español como un medio eficaz para edificar la fe de unos y llevarla a otros.
Saludos cordiales
Como todas las cosas más útiles y necesarias de Dios, HEL es una de las más atacadas y rediculizadas por el adversario.
Siempre por medio de gente religiosa, son sus más fieles servidores.
Saludos.