Originalmente enviado por: Rogelio Prestol
Tobi, contestame una pregunta: ¿Obedeces la ley del decalogo?
Por favor contesta si o no. No hagas como Maripaz que tiene miedo de contestar.
Originalmente enviado por: Rogelio Prestol
Tobi, contestame una pregunta: ¿Obedeces la ley del decalogo?
Por favor contesta si o no. No hagas como Maripaz que tiene miedo de contestar.
Si sigo pecando, entonces no he comprendido el amor de Jesús.
Originalmente enviado por: Maripaz
¿miedo?
Originalmente enviado por: Tobi
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Respecto a que Maripaz tiene miedo a responderte...lamento decirte que no le llegas ni a la suela de sus zapatos.
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Originalmente enviado por: ayim
"Los Adventistas NO CREEN EN EL INFIERNO y por lo tanto eso que "...Rogelio Prestol.
No veo porque tienes que atacarme dicendo que mi testimonio es falso...
1.- Realmente fui bautizada como Adventista a los 10 años.
2.- Pertenecí como capitana de mi unidad en el Grupo de Conquistadores de la Iglesia de el Marquez...
3.- Pertenecí por un año a los Guía Mayores de la misma Iglesia.
4.- Fuí a 5 Camparee, Uno de ellos Nacional aquí en Venezuela y a infinidades de Campamentos.
5.- Tengo los botones: Todos los de Aventurero, Amigo y otros...
6.- Fuí la Secretaria de la Iglesia por 1 año.
7.- Fuí maestra de escuelita sabática durante 2 años, a los niños de la clase de cuna.
Inclusive nunca olvidare el voto, blanco, lema y la ley de los conquistadores, ya que lo repetiamos sin cesar:
VOTO:
"Por la gracia de Dios, seré puro, bondadoso y leal. Guardaré la Ley del Conquistador, seré siervo de Dios y amigo de la humanidad. "
BLANCO:
"El mensaje del Advenimiento a todo el mundo en esta generación. "
LEMA: "El Amor de Cristo nos constriñe."
LA LEY
La Ley del Conquistador me manda:
Observar la devoción matutina
Cumplir fielmente con la parte que me toca
Cuidar mi cuerpo.
Tener una mirada franca.
Ser cortés y obediente.
Andar con reverencia en la cada de Dios
Conservar una canción en el corazón
Ir donde Dios me mande.
Bueno si todavía piensas que mi testimonio es falso... es tu mero asunto...
Las palabras exactas que le dijeron a mi madre fue: "TE QUEDRAS ESCONDER ENTRE LAS PIEDRAS DESEANDO MORIR"... refiriendose al Advenimiento de Jesucristo, para mi punto de vista... significa lo mismo...
Efectivamente sé que no puedo juzgar a toda una denominación por mi propia experiencia... pero simplemente fue mi opinión...
Y puedo nombrar muchas malas experiencias más... pero no bienen al caso... como también te puedo decir que siempre era la primera en lo que respecta a camporee y campamentos porque me fascinaba pero sacando eso... MAS NADA...
Si pudieras notar la diferencia que hay entre aquello y la vida actual no hablarías de que quiero ser la luz de este foro... mi Dios conoce mi corazón NADIE MAS...
Que la Paz de mi Jésus te acompañe...
Originalmente enviado por: Rogelio Prestol
No, Yo no obedezco la ley del decálogo para salvarme. Obedezco la ley del decálogo porque ya soy salvo. Jesús me perdonó y me dijo “vete y no peques más.” Si sigo pecando, entonces no he comprendido el amor de Jesús. Ahora contéstame tú. ¿Obedeces la ley del decálogo? No tengas miedo como Maripaz.
Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios. Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte. Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra.
(Y ahora MI RETRATO junto al de Pablo)
Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.
Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado. (Rom. 7)
Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. (1 Juan 2:1)