Mi machismo no, la regla del que está encargado de la enseñanza en la iglesia con autoridad sobre sus alumnos. Los pastores maestros tienen autoridad para decirles a sus alumnos lo que tienen que hacer, son maestros. La mujer no puede ejercer autoridad sobre el hombre, punto, ni en la casa ni en la congregación, el mandamiento es categórico.
. 12Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio.
Uno de las pocas prohibiciones que tiene su explicación:
13Porque Adán fue formado primero, después Eva; 14y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión.
Si la mujer no puede ejercer la función de maestro con su marido, ¿Cómo crees que lo pueda hacer con los varones de una congregación?
Aquí se está hablando claramente de la función de enseñar como algo formal, que es donde toma lugar la autoridad del maestro sobre el alumno.
Robertson's Word Pictures of the New Testament
I permit not (ouk epitrepw). Old word epitrepw, to permit, to allow (1 Corinthians 16:7). Paul speaks authoritatively. To teach (didaskein). In the public meeting clearly. And yet all modern Christians allow women to teach Sunday school classes. One feels somehow that something is not expressed here to make it all clear. Nor to have dominion over a man (oude auqentein androß). The word auqentew is now cleared up by Kretschmer (Glotta, 1912, pp. 289ff.) and by Moulton and Milligan's Vocabulary. See also Nageli, Der Wortschatz des Apostels Paulus and Deissmann, Light, etc., pp. 88f. Autodikew was the literary word for playing the master while auqentew was the vernacular term. It comes from aut-enteß, a self-doer, a master, autocrat. It occurs in the papyri (substantive auqenthß, master, verb auqentew, to domineer, adjective auqentikoß, authoritative, "authentic"). Modern Greek has apenteß = Effendi = "Mr."
Como en otros lados has tratado de minimizar la seriedad de este mandamiento, diciendo o insinuando que esta era la opinión de Pablo, tengo que refrescarte algo: Unos versos antes se lee esto:
….Este testimonio Dios lo ha dado a su debido tiempo, 7 y para proclamarlo me nombró heraldo y apóstol. Digo la verdad y no miento: Dios me hizo maestro de los gentiles para enseñarles la verdadera fe (1Tim.2:7).
A continuación comienza el apóstol a dar instrucciones a la iglesia, y entre ellas está ésta:
Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio.
αὐθεντέω (Dominio) (s. αὐθέντης; Philod., Rhet. II p. 133, 14 Sudh.; Jo. Lydus, Mag. 3, 42; Moeris p. 54; cp. Phryn. 120 Lob.; Hesychius; Thom. Mag. p. 18, 8; schol. in Aeschyl., Eum. 42; BGU 1208, 38 [27 B.C.]; s. Lampe s.v.) to assume a stance of independent authority, give orders to, dictate to w. gen. of pers. (Ptolem., Apotel. 3, 14, 10 Boll-B.; Cat. Cod. Astr. VIII/1 p. 177, 7; B-D-F §177) ἀνδρός, w. διδάσκειν, 1 Ti 2:12 (practically = ‘tell a man what to do’ [Jerusalem Bible]; Mich. Glykas [XII A.D.] 270, 10 αἱ γυναῖκες αὐθεντοῦσι τ. ἀνδρῶν. According to Diod S 1, 27, 2 there was a well-documented law in Egypt: κυριεύειν τὴν γυναῖκα τἀνδρός, cp. Soph., OC 337–41; GKnight III, NTS 30, ’84, 143–57; LWilshire, ibid. 34, ’88, 120–34).—DELG s.v. αὐθέντης. M-M.
Esta es una norma del Señor, dada mediante el perito arquitecto, el maestro y apóstol de la iglesia, constituido por Jesucristo resucitado.
Este apóstol que tu menosprecias, fue el dispensador del evangelio revelado y de la doctrina cristiana. Es el mismo que dijo:
15Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.
1Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. 2Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.
3 Al partir para Macedonia, te encargué que permanecieras en Éfeso y les ordenaras a algunos supuestos maestros que dejen de enseñar doctrinas falsas.
13 Con fe y amor en Cristo Jesús, sigue el ejemplo de la sana doctrina que de mí aprendiste. 14 Con el poder del Espíritu Santo que vive en nosotros, cuida la preciosa enseñanzab que se te ha confiado.
3Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, 4está envanecido, nada sabe…
3 Porque llegará el tiempo en que no van a tolerar la sana doctrina, sino que, llevados de sus propios deseos, se rodearán de maestros que les digan las novelerías que quieren oír. 4 Dejarán de escuchar la verdad y se volverán a los mitos (inventos como el pastorado femenino).
Saludos,
Leal
rofetizar.
