Re: Elena G. de White y su Doctrina de la Amalgama
Estimado valdense. Saludos cordiales.
Tú dices:
Gacevedo te van a excomulgar, estas pensando demasiado, y por alli como que no les gusta eso. A mi cuando decidi pensar por mi mismo me pidieron que no regresara. Me gusta tu posicion que Dios te bendiga
Gabriel de nada sirve seguir en tus discusiones no quiero perder el tiempo
Hn solo hasta el domingode noche, Ofresco 1000 dolares a quien me pruebe oscon la biblia, y la biblia sola que EGW fue una profeta del Senor
Respondo: Es una pena que hayas perdído esa cantidad de dinero que ofreces, aunque sea simbolicamente, ya que desde el primer día en que lo ofrecistes, supe que no ibas a cumplir con tu palabra, pués no está en tu carácter cumplir tus votos.
Haciendo un resumen, vemos que Ellen White nunca señaló que la raza negra proviene del apareamiento entre hombres y monos, esta idea proviene de Pablo Santomauro y de artículos de los testigos como los aparecidos en una de sus publicaciones "The Golden Age"
Muchos de los foristas anti adventistas que discuren aquí, sucumbieron con la lectura equivocada sobre este tema que aparecen en las páginas amarillas anti adventístas.
Ya vimos lo que sucedió con la unión de los hijos de Dios con las hijas de los hombres antes del diluvio, y como se perdío la imagen de Dios en la descendencia: " Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal." Gén 6:5.
"Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia.
Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra." Gén 6:11,12.
Veremos como el hombre se enseñorea del hombre, el egoísmo y el amor al yo que dará origen a la persecución y a la esclavitud, y finalmente a los horrores de la inquisición.
Las cosas del Señor son extraordinarias, así como en la época de 1844 muchos hermanos de diferentes iglesias sin conocerse entre sí, se unieron para la proclamación del mensaje del segundo advenimiento, de la misma manera este tema de la amalgama aparece un argentino, que fue presidente de dicha nación y nos hace un aporte, y no me digas que él plagió a White o viceversa.
Ponte cómodo y lee el aporte de Sarmiento:
Amalgama de razas de color diverso
La filantropía exagerada del obispo de Chiapa, excitada por las crueldades ejercidas por los conquistadores españoles con indios del carácter y en el estado intelectual que hemos descripto, trajeron por su mal consejo la idea de introducir negros esclavos de África, para reemplazar a los indios en el trabajo forzado de las minas y otras faenas americanas. El historiador de México, Wilson, pone en duda las cifras abultadas de víctimas que el padre Las Casas atribuye a la crueldad de sus compatriotas con los indios, mientras que los historiadores ingleses, desde que su gobierno se puso, como antes el Obispo de Chiapa, a favor de los indios, al frente de la moderna cruzada de libertad para la raza negra, hacen subir a veinte millones lo negros transportados de África a América, sin contar los que se tiran al mar por millares al año, pereciendo de nostalgia, de hambre y de enfermedades en la travesía”
… Las Casas no comprendió el principio constitutivo de la familia humana. Sus hermanos, los frailes misioneros, más tarde encontraron empíricamente la causa y el remedio. El indio reducido fue obligado al trabajo. Si sobrevivía a las fatigas de esta nueva condición, era el progenitor de una familia de agricultores, de pueblistas y pueblarios (en Méjico, La Rioja), que es la raza que es tá repoblando ahora la América Española. (Wilson. A new history of México. 35.)
Sea de ello lo que fuere,
la raza negra entró como elemento de aligación del metal de que habría de formarse el pueblo americano, cuando rotas las barreras que los dividían en castas como en la India y el Egipto, acaso como en los Imperios de Méjico y Perú, según lo quieren sus historiadores y lo acepta Buckle, en su “Historia de la Civilización” fuese llamado en virtud del número, a expresar la voluntad común, por el voto, o de otra manera. Es todavía un hecho que notaremos de paso, que habrá de tener sus consecuencias siglos después, que la nación española, que dejaba en España ardiendo las hogueras de la Inquisición, para sustraer la inteligencia de sus moradores a todo contacto de ideas nuevas como las que traía consigo el Renacimiento, y aun el ensanche de la geografía y de la astronomía, prohibió durante tres siglos que entrase en la vasta extensión de sus dominios americanos un solo extranjero u hombre de otra raza, o ideas , o creencias que las de los españoles de aquellos tiempos, después de haber sometido a los moros en Granada, a los italianos en Nápoles, a los belgas en Amberes, saqueados seis días de las riquezas acumuladas en la India.
Iba a verse lo que produciría una mezcla de es pañoles puros, por elemento europeo, con una fuerte aspersión de raza negra, diluido el todo en una enorme masa de indígenas, hombres prehistóricos, de corta inteligencia, y casi los tres elementos sin práctica de las libertades políticas que constituyen el gobierno moderno.
Estas razas distintas de color no forman, sin embargo, un todo homogéneo, como formaron entre sí galos y romanos, sajones y normandos, germanos y longobardos, godos, etc., y aun árabes y sarracenos, que al fin todos son variedades de una sola y misma raza, la caucásica. Agassiz no admite que la progenie de negro y blanco, de blanco e indio, de indio y negro que produce mulatos , mestizos y mamelucos , pueda subsistir sin volver a uno de sus tipos originales; pero el lenguaje común se ha anticipado a la ciencia distinguiendo estos diversos orígenes y las medias castas intermediarias, muy sensibles aún en el Perú y en Bolivia, aunque no sean felizmente muy visibles en nuestra propia sociedad argentina.
Mr . Blackenridge, Secretario de la Misión norteamericana en los años de 1817 y 1818, que nos ha dejado la más extensa colección de notas s obre los sucesos de entonces y aspecto que presentaba la sociedad, nos da una curiosa apreciación de la distribución numérica de las razas y medias razas , sobre la población de las Provincias del Alto Perú.
“Después de deducir, dice, del número, un quinto por las órdenes monásticas, y los antiguos es pañoles peninsulares, con sus adherentes entre la nobleza, quedarán entre tres a cuatrocientos mil, que sostendrán la causa de la Independencia, excepto los indios, cuya extrema ignorancia y el estado de esclavitud en que han sido mantenidos, los hace contar por poco, comparados con su número.” (Blackenridge, pág. 81.)
Por vía de memorándum, en otra parte dice, y cuadra a nuestro propósito: “La gran porción de indios en estos países tiende mucho a favorecer a los españoles, y les da ventajas sobre los patriotas. Los indios son continuamente reclutados para los ejércitos españoles, y acostumbrados como lo han estado por siglos a la más abyecta esclavitud y obediencia, no sólo se someten dócilmente a su suerte, sino que son excelentes soldados.”
Volviendo a la proporción de las razas, añade Blackenridge: “del cálculo anterior resulta que la proporción de blancos con los aborígenes, es de uno a cinco (cien mil); pero aun entre aquéllos, considerados como blancos o españoles, la proporción de razas mezcladas debe ser muy grande, circunstancia que tiende a borrar la línea de distinción entre criollos e indígenas, y acercarlos más y más en punto a sentimientos.
La clase que se sigue en punto a número, es la de mestizos y cholos. Los primeros vienen de la mezcla del indio, hasta ser colocado entre los blancos, aunque en su vestido, maneras y lenguaje poca diferencia se note (el antiguo compadrito). Se ocupan de vendajes y negocio de detalle; saben leer y escribir generalmente; son mayordomos y capataces de las estancias de los ricos; pero rara vez poseen más que un pasar en materia de fortuna. En gran parte son calificados como criollos, o españoles americanos.”
“Los cholos (Perú y Bolivia) vienen de la mezcla de mestizos y de indias. Se dice que sobrepujan a las otras clases en fuerza física, actividad y genio nativo. Reciben poca educación, y en general hablan español y la lengua de la tierra.
Es casi imposible determinar la proporción en que estas clases están con las otras.
El caballero de quien recibí estos datos me asegura, que los habitantes de pura sangre, no eran más que de uno a quince, pues muchos de los que se cuentan por españoles, llevan una porción más o menos pronunciada de sangre india en sus venas.
Los criollos constituyen la tercera clase en cuanto a número. Son ellos los que ocupan el primer lugar en la sociedad; especialmente porque ellos heredan las grandes fortunas de sus antepasados los conquistadores y los primitivos aventureros.
Continuará...