El que come mi carne y bebe mi sangre, habita en mí y yo en él, y tiene vida eterna.

Re: El que come mi carne y bebe mi sangre, habita en m y yo en l, y tiene vida eter

Re: El que come mi carne y bebe mi sangre, habita en m y yo en l, y tiene vida eter

Es verdaderamente alarmante notar en tu comentario como te apartas del contexto biblico, y sobre todo tu total desconocimiento de que los simbolos en lo servicios del santuario, en los sacrificios que ofrecian los grandes patriarcas del antiguo testamento tengan su cumplimiento en Cristo.

El cordero representa a cristo mismo hermana, por eso debia ser sin ningun defecto y la sangre, sin sangre no hay que hermana?

¿Conoces la tradición o rito judio del cordero que cargaba con los pecados del pueblo? ¿Un cordero sin mancha que sacrificaban y cuya sangre ofrecían a Dios para el perdón de los pecados del pueblo judío?
Pues de ahí viene el trasladarlo luego a Jesús. Pero eso significa que muriera por nuestros pecados personales. Que "cargara" con nuestros pecados significa otra cosa.
 
Re: El que come mi carne y bebe mi sangre, habita en mí y yo en él, y tiene vida eter

Amigo Alfonso! ¡Gracias por tus deseos de bendiciones, no puedo menos que corresponderte y esperar la bendición de Dios sobre ti, faltaría más!
Hermano, yo no desvío la verdad bíblica ni mucho menos, sino que me fundamento en el trabajo de grandes teólogos.
Me sorprende que saques a colación el contenido de la Carta a los Hebreos para defender tu tesis, cuando su autor en nigún momento dice que no sea sacrificio actualizado; por supuesto que ese sacrificio se realizó una sóla vez en la Historia; ¡pero es que eso lo dice el Catecismo de la Iglesia Católica, amigo (si quieres te paso el texto, ya me dirás)! Eso no quiere decir, y el autor de la Carta a los Hebreos en ningún momento habla en ese sentido, que el sacrificio de Cristo no sea actualizado cada vez que partimos el Pan y el Vino, tal y como se desprende de otros versículos del Nuevo Testamento. Mira, en Hb 5, 6, leemos Tú eres sacerdote para siempre, a semejanza de Melquisedec. La citada carta pone en relación el sacerdocio de Cristo con el de Aarón, y con el de Melquisedec; amigo, ¿puede haber, en el contexto del judaísmo, sacerdote sin sacrificio? ¿Para qué necesitamos entonces un sacerdote para siempre, si no hay sacrifico que presentar, si sólo es memorial? Y no olvides que el sacerdote actual actúa siempre En persona de Cristo. Ello no contradice que la Carta diga que Cristo se ofreció una sola vez, porque para eso vino al mundo. Pero su labor salvadora no termina aún.
Por otra parte, fíjate en lo que nos dicen San Pablo en la Primera Carta a los Corintios Por tanto, quien coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor. ¿Podría hablar San Pablo con esa dureza si verdaderamente no estuivera presente Cristo en el Pan y en el Vino? No parece nada problable...
Por otra parte, hay otro argumento que refuerza esta tesis; si las palabras de Cristo en la institución de la Eucaristía no hubiera que entenderlas de forma literal (creyendo que ahí están su Cuerpo y su Sangre), sino de forma figurada, ¿cómo que todas las fuentes originales, tres de los cuatro Evangelios (los sinópticos), y la Primera Carta a los Corintios, recogen así sus palabras, y ninguna de otra forma? No olvidemos que mientras el Evangelio de Mateo iba dirigido al pueblo judío, el de Lucas era principalmente para los paganos, y de influencia Paulina, mientras que detrás del del Marcos parece que está la voluntad de San Pedro, y depende más del de Mateo. Y cierto es que usan fuentes comunes, pero los estilos son distintos; ¿por qué cada uno, teniendo distintos estilos, expresa el episodio de la misma forma en su núcleo principal? ¿Por qué ninguna de las fuentes dice: "Este Pan es símbolo de mi cuerpo...? ¡Es que en ninguno de los cuatro casos! ¿No será más normal pensar que ese era el significado de sus palabras? Y eso no es desviar la verdad bíblica, amigo Alfonso, sino interpretarla según lo que verdaderamente parece decir ¿O es que no dijo "Este es mi cuerpo, esta es mi sangre (ver el Evangelio de Mateo)"; como ves, no nos complicamos.
Y vuelo a decir lo mismo que en los anteriores posts: "¿Alguien me puede explicar cómo San Ignacio de Antioquía, discípulo de San Juan, ya abogaba por este significado al hablar de la Eucaristía, si el mismo San Juan, el discípulo Amado y autor de uno de los cuatro Evangelios (al menos como el cabecilla de la llamada Escuela Joánica), no participaba de este sentir?
¡Un abrazo fuerte Alfonso, que Dios te bendiga hermano, y muchas gracias por tu atención!

Saludos afectuosos Gollum y que las bediciones del buen Dios sobreabuden en tu casa y con tus seres queridos.

Hermano, yo no desvío la verdad bíblica ni mucho menos, sino que me fundamento en el trabajo de grandes teólogos.
Me sorprende que saques a colación el contenido de la Carta a los Hebreos para defender tu tesis, cuando su autor en nigún momento dice que no sea sacrificio actualizado

Gollum no hace falta que hebreos no diga que es sacrificio actualizado lee esto:

Heb.9.28. así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.

Cristo fue ofrecido una sola vez, el sacrificio de Cristo fue solo una vez, no se actualiza como tu dices

Ahora checa esto:

Heb.7.27. que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.

Te das cuenta que lo del sacrificio actualizado no tiene apoyo biblico, querer interpretar las palabras de Jesús "comed que este es mi cuerpo" "bebed que esta es mi sangre" como un sacrificio actualizado se contrapone con lo expresamente escrito en la misma biblia.

Por eso las palabras de Jesus "Haced esto en memoria de mi" armonizan con todo el texto biblico.


Tú eres sacerdote para siempre, a semejanza de Melquisedec. La citada carta pone en relación el sacerdocio de Cristo con el de Aarón, y con el de Melquisedec; amigo, ¿puede haber, en el contexto del judaísmo, sacerdote sin sacrificio? ¿Para qué necesitamos entonces un sacerdote para siempre, si no hay sacrifico que presentar, si sólo es memorial? Y no olvides que el sacerdote actual actúa siempre En persona de Cristo. Ello no contradice que la Carta diga que Cristo se ofreció una sola vez, porque para eso vino al mundo. Pero su labor salvadora no termina aún.

Apreciado amigo y hermanito en Cristo Jesus, el problema es que ya no hay sacrificios, los servicios del santuario representan 100% a cristo, desde el cordero sin defecto que era sacrificado cuya sangre expiaba el pecado cuyo simbolismo (tipo) tiene su realidad en Jesus (antetipo) hasta las labores sacerdotales de los levitas (tipo)que representan también las labores sacerdotales de Jesus en el cielo (antetipo)

Heb.7.27. que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.

Heb.9.24. Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios;
Heb.9.25. y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena.
Heb.9.26. De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado.

Dice Pablo que Jesús esta ejerciendo labores sacerdotales derivado de su sacrificio único y inrepetitivo.

Por otra parte, fíjate en lo que nos dicen San Pablo en la Primera Carta a los Corintios Por tanto, quien coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor. ¿Podría hablar San Pablo con esa dureza si verdaderamente no estuivera presente Cristo en el Pan y en el Vino? No parece nada problable...

Sera que Pablo se este contradiciendo con lo expresado con el el en hebreos o lo estes mal interpretando?

Mi posicion es que lo escrito por Pablos en Corintos no contradice a lo de escrito en Hebreos, si no que estas mal interpretando a Pablo, y sobre todo si tu analizas todo el contexto biblico de esta tema empezando por lo servicios del santuario y su cumplimiento en Jesus y lo expresado por Pablo y otros escritores del nuevo testamento encontraras que el sacrificio de Jesus no se repite, es unico, es una sola vez:

Heb.9.28. así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.

Heb.7.27. que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.

Por eso creer en la transubstanciación no tiene apoyo biblico.

Que nos quiere dicir Pablo en 1 de Corintos 11:27

De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.

Primero tienes que entender el motivo por el cual se escribe Corintos y el entorno que se dan las palabras de Pablo en 1 de Corintos reprende a los hermanos porque en las reuniones santas (vers 4 )los hombres oraban con la cabeza cubierta, y (vers 6) las mujeres con la cabeza descubierta claro despues Pablo aclara que la Iglesia de Dios no tiene tal costumbre; (vers 17) y porque sus reuniones generalmente no eran para lo mejor sino para lo peor, (vers 21) como, por ejemplo, la profanación de la Cena del "Señor con sus propias fiestas. (vers 23) Finalmente los amonesta a practicar la Cena tal como, fue originalmente instituida.

Cuando tu lees corintos y específicamente a partir del versículo 17, te daras cuenta que Pablo comienza reprender a esta Iglesia:

1Co.11.17. Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor.

No os alabo
En vista de su empecinamiento y a que no guardaban el debido decoro en el culto, especialmente en cuanto a la manera en que celebraban la Cena del Señor, Pablo no podía dirigirles palabras de alabanza. Las contiendas dentro de la iglesia indicaban que había un grupo que deseaba tener un grado de libertad mayor que el permitido dentro de las disposiciones que Dios había dado a su pueblo.

No... para lo mejor.

Las reuniones regulares de los creyentes tienen el propósito de fomentar el crecimiento espiritual y de animar a los que participan en la reunión, para que libren la batalla de la vida con mayor fe y esperanza. Pero lejos de alabar su comportamiento y la forma en que celebraban los ritos de la casa del Señor, el apóstol estimó necesario reprenderlos. Primero afirmó categóricamente que las reuniones de ellos no daban sino malos resultados; después prosiguió ampliando esa afirmación y mostrando cómo habían permitido que algunas falsas prácticas despojaran al servicio de la comunión de su santidad e inspiración.


1Co.11.18. Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo.

Pablo ya había tratado de las divisiones y luchas de la iglesia de Corinto que habían surgido debido a las diferenciase de creencias y prácticas (cf. cap. 1: 10-12) Ahora puede estarse refiriendo al hábito de congregarse en grupos separados para celebrar la Cena del Señor. Esa separación e fracciones era lo primero que debía ser reprobado. En los cap. 12 y 14, se ocupa del segundo asunto que necesitaba corrección; a saber, una tergiversación de la natural y el propósito de los diversos dones espirituales.

1Co.11.20. Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor.

Bajo las condiciones que describe Pablo el mismo enfatiza esto no es comer la cena del señor es decir, cualquiera que fuera la intención, no era posible en esas circunstancias observar el sagrado servicio de la comunión. Se reunían para una cena, no cabe duda, pero no era la Cena del Señor. Eso no se debía a falta de recursos, sino a la ausencia de la atmósfera espiritual necesaria y a la carencia de discernimiento espiritual que podían producir el debido aprecio del significado del rito. Los corintios no debían pensar que las prácticas que se permitían entre ellos en tales ocasiones correspondían con la celebración de la Cena del Señor. La codicia, el egoísmo y la intemperancia se oponen completamente al espíritu de Aquel que dejó los goces del ciclo para dar todo lo que tenía por la salvación de los pecadores (ver 1 Cor. 11: 21-22; Juan 3: 16; Fil. 2: 6-8).


En los siguientes versiculos que te voy a citar Pablo le dice a esta iglesia el proposito de la cena del señor:

1Co.11.23. Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan;
1Co.11.24. y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.
1Co.11.25. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.
1Co.11.26. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.


Bajos circunstancias entonces entenderemos que quiere decir Pablo en :

1Co.11.27. De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.

que todo es en memoria se hace en memoria de Jesus ver 24 y 25, no es un sacrificio actualizado.

Por otra parte, hay otro argumento que refuerza esta tesis; si las palabras de Cristo en la institución de la Eucaristía no hubiera que entenderlas de forma literal (creyendo que ahí están su Cuerpo y su Sangre), sino de forma figurada, ¿cómo que todas las fuentes originales, tres de los cuatro Evangelios (los sinópticos), y la Primera Carta a los Corintios, recogen así sus palabras, y ninguna de otra forma? No olvidemos que mientras el Evangelio de Mateo iba dirigido al pueblo judío, el de Lucas era principalmente para los paganos, y de influencia Paulina, mientras que detrás del del Marcos parece que está la voluntad de San Pedro, y depende más del de Mateo. Y cierto es que usan fuentes comunes, pero los estilos son distintos; ¿por qué cada uno, teniendo distintos estilos, expresa el episodio de la misma forma en su núcleo principal? ¿Por qué ninguna de las fuentes dice: "Este Pan es símbolo de mi cuerpo...? ¡Es que en ninguno de los cuatro casos! ¿No será más normal pensar que ese era el significado de sus palabras? Y eso no es desviar la verdad bíblica, amigo Alfonso, sino interpretarla según lo que verdaderamente parece decir ¿O es que no dijo "Este es mi cuerpo, esta es mi sangre (ver el Evangelio de Mateo)"; como ves, no nos complicamos.
Y vuelo a decir lo mismo que en los anteriores posts: "¿Alguien me puede explicar cómo San Ignacio de Antioquía, discípulo de San Juan, ya abogaba por este significado al hablar de la Eucaristía, si el mismo San Juan, el discípulo Amado y autor de uno de los cuatro Evangelios (al menos como el cabecilla de la llamada Escuela Joánica), no participaba de este sentir?
¡Un abrazo fuerte Alfonso, que Dios te bendiga hermano, y muchas gracias por tu atención!

Es una tesis que no soporta el escrutinio biblico, esa tesis implicitamente por lo que expresas intenta decir que no existe congruencia doctrinal entre los escritores del evangelio lo cual no es cierto ya que el mismo pablo es congruente con lo expresado en los evangelio checalo

1Co.11.24. y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.
1Co.11.25. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.

existe alguna incongruencia de pablo con lo expresado en los evangelios respecto a este tema?

Saludos Gollum, bendiciones
 
Re: El que come mi carne y bebe mi sangre, habita en mí y yo en él, y tiene vida eter


El sacrificio de la misa es un sacrificio incruento..

tu problema es que no lees la biblia..

incruento significa sin derramamiento de sangre ,,,,,y sin derramamiento de sangre no hay perdon de pecados. asi que ,,por eso la misa es inutil y fraudulenta.

Heb 9:21 Y además de esto roció también con la sangre el tabernáculo y todos los vasos del ministerio.
Heb 9:22 Y casi todo es purificado según la ley con sangre; y sin derramamiento de sangre no hay perdon de pecados.
 
Re: El que come mi carne y bebe mi sangre, habita en mí y yo en él, y tiene vida eter

tu problema es que no lees la biblia..

incruento significa sin derramamiento de sangre ,,,,,y sin derramamiento de sangre no hay perdon de pecados. asi que ,,por eso la misa es inutil y fraudulenta.

Heb 9:21 Y además de esto roció también con la sangre el tabernáculo y todos los vasos del ministerio.
Heb 9:22 Y casi todo es purificado según la ley con sangre; y sin derramamiento de sangre no hay perdon de pecados.

Y tu problema es que la lees pero no la entiendes, porque la aceptas literalmente.
Mira a ver si te enteras de lo que significaba para los judios el rito del sacrificio del cordero que les quitaba los pecados a ellos. A ellos.
Lo de que Jesús es el cordero que quita los pecados del mundo, es una imagen de aquel rito. No es la sangre de Jesús la que nos salva de nuestras miserias. Es el seguir sus enseñanzas, cosa que nos enseñó hasta la muerte.
La misa no se hace para que nos perdonen los pecados oyéndola. Es para recordar la última cena y sentirnos hermanos, y amarnos como quería Jesús. De modo que no es inútil.
 
Re: El que come mi carne y bebe mi sangre, habita en mí y yo en él, y tiene vida eter

Y tu problema es que la lees pero no la entiendes, porque la aceptas literalmente.
Mira a ver si te enteras de lo que significaba para los judios el rito del sacrificio del cordero que les quitaba los pecados a ellos. A ellos.
Lo de que Jesús es el cordero que quita los pecados del mundo, es una imagen de aquel rito. No es la sangre de Jesús la que nos salva de nuestras miserias. Es el seguir sus enseñanzas, cosa que nos enseñó hasta la muerte.
La misa no se hace para que nos perdonen los pecados oyéndola. Es para recordar la última cena y sentirnos hermanos, y amarnos como quería Jesús. De modo que no es inútil.

no martita ,,,nada sabes del evangelio de cristo ...

aquel rito de animales aunque era representativo y sombra del sacrificio perfecto de cristo no funcionaba pues la sangre de animales no pueden limpiar los pecados ..


Heb 10:4 Porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.


por otra parte ,,,,


puedes darme un solo texto biblico que diga que seguir las ensenansas de jesus nos limpia de los pecados????


espero ,,,

mientras buscas ,,medita en estos textos,,,


Act 20:28 Por tanto mirad por vosotros y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual ganó por su sangre.

Rom 3:25 Al cual Dios ha propuesto en propiciación por la fe en su sangre, para manifestación de su justicia, atento á haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,


Rom 5:9 Luego mucho más ahora, justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.



Eph 1:7 En el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados por las riquezas de su gracia,


Eph 2:13 Mas ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.


Col 1:14 En el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados:

Col 1:20 Y por él reconciliar todas las cosas á sí, pacificando por la sangre de su cruz, así lo que está en la tierra como lo que está en los cielos.

Heb 9:12 Y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, mas por su propia sangre, entró una sola vez en el santuario, habiendo obtenido eterna redención.

Heb 9:14 ¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció á sí mismo sin mancha á Dios, limpiará vuestras conciencias de las obras de muerte para que sirváis al Dios vivo?


Heb 10:19 Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el santuario por la sangre de Jesucristo,

Heb 12:24 Y á Jesús el Mediador del nuevo testamento, y á la sangre del esparcimiento que habla mejor que la de Abel.

Heb 13:12 Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo por su propia sangre, padeció fuera de la puerta.

Heb 13:20 Y el Dios de paz que sacó de los muertos á nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del testamento eterno,

1Pe 1:2 Elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sea multiplicada.


1Pe 1:19 Sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación:

1Jn 1:7 Mas si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión entre nosotros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.

Rev 1:5 Y de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y príncipe de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre,

Rev 5:9 Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro, y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y nos has redimido para Dios con tu sangre, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;

Rev 7:14 Y yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han venido de grande tribulación, y han lavado sus ropas, y las han blanqueado en la sangre del Cordero.

Rev 12:11 Y ellos le han vencido por la sangre del Cordero, y por la palabra de su testimonio; y no han amado sus vidas hasta la muerte.


Rev 19:13 Y estaba vestido de una ropa teñida en sangre: y su nombre es llamado EL VERBO DE DIOS.
 
Re: El que come mi carne y bebe mi sangre, habita en mí y yo en él, y tiene vida eter

La misa no se hace para que nos perdonen los pecados oyéndola. Es para recordar la última cena y sentirnos hermanos, y amarnos como quería Jesús. De modo que no es inútil.

para colmo tampoco conoces la doctrina catolica romana. te las inventas en el aire ,pero nada sabes lo que es una misa.

La Santa Misa, en la Iglesia católica, es el acto litúrgico dentro del cual se ofrece el sacrificio eucarístico

y por si no lo sabias ,,ni tan siquiera se nesecita la presencia del pueblo o asamblea para realisarla ...

la puede haser el cura solito . veamos lo que dice el magisterio catolico romano,,,,


"la Santa Misa es "El sacrificio de la Nueva Ley en el cual Nuestro Señor Jesucristo, por el ministerio del sacerdote, se ofrece a Sí mismo a Dios de manera incruenta bajo las apariencias del pan y del vino". (Catecismo de Baltimore). , la presencia del pueblo no es requerida en absoluto para la esencia de la Santa Misa. Un sacerdote puede celebrar válidamente sin la asistencia de los fieles."

porfa ,,,no hable de parte de los catolicos romanos ,,,hase el ridiculo cada ves con sus ideas locas . que mucho usted inventa,,,,me voy ,,,
 
Re: El que come mi carne y bebe mi sangre, habita en mí y yo en él, y tiene vida eter

Y tu problema es que la lees pero no la entiendes, porque la aceptas literalmente.
Mira a ver si te enteras de lo que significaba para los judios el rito del sacrificio del cordero que les quitaba los pecados a ellos. A ellos.
Lo de que Jesús es el cordero que quita los pecados del mundo, es una imagen de aquel rito. No es la sangre de Jesús la que nos salva de nuestras miserias. Es el seguir sus enseñanzas, cosa que nos enseñó hasta la muerte.
La misa no se hace para que nos perdonen los pecados oyéndola. Es para recordar la última cena y sentirnos hermanos, y amarnos como quería Jesús. De modo que no es inútil.

por otra parte matitita ,,,

le recomiendo ,,vallase a estudiar .
 
Re: El que come mi carne y bebe mi sangre, habita en mí y yo en él, y tiene vida eter

¡Saludos hermano Alfonso! Gracias de nuevo por tus bendiciones, dicen mucho de ti. Y gracias por tu tono siempre tan conciliador. Mañana tendrás mi respuesta, perdona que hoy no pueda, pero es largo de escribir... ¡Un abrazo fuerte y que Dios te bendiga!
 
Re: El que come mi carne y bebe mi sangre, habita en mí y yo en él, y tiene vida eter

hectorlugo;1169915]para colmo tampoco conoces la doctrina catolica romana. te las inventas en el aire ,pero nada sabes lo que es una misa.
A lo mejor es la doctrina católica actual la que no sabe qué es una misa y qué se celebra realmente.

La Santa Misa, en la Iglesia católica, es el acto litúrgico dentro del cual se ofrece el sacrificio eucarístico
Pues en la Iglesia católica, puede, pero para muchos fieles y sacerdotes es otra cosa.

Ya lo creo que lo sé que un cura puede celebrar él solito la misa. ¿Y para qué sirve una misa celebrada a solas? ¿Acaso Jesús cenó solo?


"la Santa Misa es "El sacrificio de la Nueva Ley en el cual Nuestro Señor Jesucristo, por el ministerio del sacerdote, se ofrece a Sí mismo a Dios de manera incruenta bajo las apariencias del pan y del vino". (Catecismo de Baltimore). , la presencia del pueblo no es requerida en absoluto para la esencia de la Santa Misa. Un sacerdote puede celebrar válidamente sin la asistencia de los fieles."
No es cuestión de que sea válida o no. Si no de que sea comunitaria. Jesús no dijo que cada uno haga esto en memoria mía. Lo dijo en plural: haced esto en memoria mía, o sea, reuníos y recordad todo cuanto os he enseñado. Pero sus seguidores han hecho de su capa un sayo. Han escrito todo un derecho canónico, y hasta mandamientos propios, como si los de Dios no fueran suficientes. Si Jesús volviera, no dejaría ni una hoja de él.

porfa ,,,no hable de parte de los catolicos romanos ,,,hase el ridiculo cada ves con sus ideas locas . que mucho usted inventa,,,,me voy ]
Pues vete con Dios a ver si te refresca las ideas y te enteras de la diferencia que hay entre lo que enseñó y mandó Jesús y lo que enseña y manda la Iglesia católica. Y conste que no me refiero a las parroquias, que hacen lo que pueden por seguir a Jesús, aunque no siempre les dejan...
 
Re: El que come mi carne y bebe mi sangre, habita en mí y yo en él, y tiene vida eter

Hola, la Misa la puede celebrar solamente el sacerdote, tal como en Israel los sacrificios los podía ofrecer una sola persona.
Tiene sentido porque lo esencial de la Misa es ofrecer al Padre el sacrificio de Jesús. Eso es lo esencial, lo medular.
 
Re: El que come mi carne y bebe mi sangre, habita en mí y yo en él, y tiene vida eter

Saludos afectuosos Gollum y que las bediciones del buen Dios sobreabuden en tu casa y con tus seres queridos.



Gollum no hace falta que hebreos no diga que es sacrificio actualizado lee esto:

Heb.9.28. así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.

Cristo fue ofrecido una sola vez, el sacrificio de Cristo fue solo una vez, no se actualiza como tu dices

Ahora checa esto:

Heb.7.27. que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.

Te das cuenta que lo del sacrificio actualizado no tiene apoyo biblico, querer interpretar las palabras de Jesús "comed que este es mi cuerpo" "bebed que esta es mi sangre" como un sacrificio actualizado se contrapone con lo expresamente escrito en la misma biblia.

Por eso las palabras de Jesus "Haced esto en memoria de mi" armonizan con todo el texto biblico.




Apreciado amigo y hermanito en Cristo Jesus, el problema es que ya no hay sacrificios, los servicios del santuario representan 100% a cristo, desde el cordero sin defecto que era sacrificado cuya sangre expiaba el pecado cuyo simbolismo (tipo) tiene su realidad en Jesus (antetipo) hasta las labores sacerdotales de los levitas (tipo)que representan también las labores sacerdotales de Jesus en el cielo (antetipo)

Heb.7.27. que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.

Heb.9.24. Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios;
Heb.9.25. y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena.
Heb.9.26. De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado.

Dice Pablo que Jesús esta ejerciendo labores sacerdotales derivado de su sacrificio único y inrepetitivo.



Sera que Pablo se este contradiciendo con lo expresado con el el en hebreos o lo estes mal interpretando?

Mi posicion es que lo escrito por Pablos en Corintos no contradice a lo de escrito en Hebreos, si no que estas mal interpretando a Pablo, y sobre todo si tu analizas todo el contexto biblico de esta tema empezando por lo servicios del santuario y su cumplimiento en Jesus y lo expresado por Pablo y otros escritores del nuevo testamento encontraras que el sacrificio de Jesus no se repite, es unico, es una sola vez:

Heb.9.28. así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.

Heb.7.27. que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.

Por eso creer en la transubstanciación no tiene apoyo biblico.

Que nos quiere dicir Pablo en 1 de Corintos 11:27

De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.

Primero tienes que entender el motivo por el cual se escribe Corintos y el entorno que se dan las palabras de Pablo en 1 de Corintos reprende a los hermanos porque en las reuniones santas (vers 4 )los hombres oraban con la cabeza cubierta, y (vers 6) las mujeres con la cabeza descubierta claro despues Pablo aclara que la Iglesia de Dios no tiene tal costumbre; (vers 17) y porque sus reuniones generalmente no eran para lo mejor sino para lo peor, (vers 21) como, por ejemplo, la profanación de la Cena del "Señor con sus propias fiestas. (vers 23) Finalmente los amonesta a practicar la Cena tal como, fue originalmente instituida.

Cuando tu lees corintos y específicamente a partir del versículo 17, te daras cuenta que Pablo comienza reprender a esta Iglesia:

1Co.11.17. Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor.

No os alabo
En vista de su empecinamiento y a que no guardaban el debido decoro en el culto, especialmente en cuanto a la manera en que celebraban la Cena del Señor, Pablo no podía dirigirles palabras de alabanza. Las contiendas dentro de la iglesia indicaban que había un grupo que deseaba tener un grado de libertad mayor que el permitido dentro de las disposiciones que Dios había dado a su pueblo.

No... para lo mejor.

Las reuniones regulares de los creyentes tienen el propósito de fomentar el crecimiento espiritual y de animar a los que participan en la reunión, para que libren la batalla de la vida con mayor fe y esperanza. Pero lejos de alabar su comportamiento y la forma en que celebraban los ritos de la casa del Señor, el apóstol estimó necesario reprenderlos. Primero afirmó categóricamente que las reuniones de ellos no daban sino malos resultados; después prosiguió ampliando esa afirmación y mostrando cómo habían permitido que algunas falsas prácticas despojaran al servicio de la comunión de su santidad e inspiración.


1Co.11.18. Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo.

Pablo ya había tratado de las divisiones y luchas de la iglesia de Corinto que habían surgido debido a las diferenciase de creencias y prácticas (cf. cap. 1: 10-12) Ahora puede estarse refiriendo al hábito de congregarse en grupos separados para celebrar la Cena del Señor. Esa separación e fracciones era lo primero que debía ser reprobado. En los cap. 12 y 14, se ocupa del segundo asunto que necesitaba corrección; a saber, una tergiversación de la natural y el propósito de los diversos dones espirituales.

1Co.11.20. Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor.

Bajo las condiciones que describe Pablo el mismo enfatiza esto no es comer la cena del señor es decir, cualquiera que fuera la intención, no era posible en esas circunstancias observar el sagrado servicio de la comunión. Se reunían para una cena, no cabe duda, pero no era la Cena del Señor. Eso no se debía a falta de recursos, sino a la ausencia de la atmósfera espiritual necesaria y a la carencia de discernimiento espiritual que podían producir el debido aprecio del significado del rito. Los corintios no debían pensar que las prácticas que se permitían entre ellos en tales ocasiones correspondían con la celebración de la Cena del Señor. La codicia, el egoísmo y la intemperancia se oponen completamente al espíritu de Aquel que dejó los goces del ciclo para dar todo lo que tenía por la salvación de los pecadores (ver 1 Cor. 11: 21-22; Juan 3: 16; Fil. 2: 6-8).


En los siguientes versiculos que te voy a citar Pablo le dice a esta iglesia el proposito de la cena del señor:

1Co.11.23. Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan;
1Co.11.24. y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.
1Co.11.25. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.
1Co.11.26. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.


Bajos circunstancias entonces entenderemos que quiere decir Pablo en :

1Co.11.27. De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.

que todo es en memoria se hace en memoria de Jesus ver 24 y 25, no es un sacrificio actualizado.



Es una tesis que no soporta el escrutinio biblico, esa tesis implicitamente por lo que expresas intenta decir que no existe congruencia doctrinal entre los escritores del evangelio lo cual no es cierto ya que el mismo pablo es congruente con lo expresado en los evangelio checalo

1Co.11.24. y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.
1Co.11.25. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.

existe alguna incongruencia de pablo con lo expresado en los evangelios respecto a este tema?

Saludos Gollum, bendiciones

¡¡Saludos hermano Alfonso!! Gracias por tu respuesta, por ser tan educado y por defender tu fe con argumentos, así da gusto. Disculpa la demora de mi respuesta.
Empecemos; verás, tú me dices que el dogma de la Presencia Real de Cristo en el Pan y en el Vino no tiene base bíblica, y desde mi humilde punto de vista no es cierto, te voy a explicar por qué:
Me hablas del contexto bíblico y del de las Cartas de San Pablo, especialmente de 1Co, pero no le das la importancia que merece en todo ese contexto a los rituales de los sacrificios, tanto paganos como judíos. Es imposible hablar de sacrificio si no hay víctima y sacerdote. Y si algo está claro, es que San Pablo, al hablar a la comunidad corintia sobre el Banquete Eucarístico, lo hace comparándolo (no igualándolo, ojo) con los sacrificios paganos. Pienso que está clarísimo. Leamos:

Por esto, queridos míos, eviten la idolatría.
Les hablo como a gente sensata; juzguen ustedes mismos lo que voy a decirles.
La copa de bendición que bendecimos, ¿no es acaso comunión con la Sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión con el Cuerpo de Cristo?
Ya que hay un solo pan, todos nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo Cuerpo, porque participamos de ese único pan.
Pensemos en Israel según la carne: aquellos que comen las víctimas, ¿no están acaso en comunión con el altar?
¿Quiero decir con esto que la carne sacrificada a los ídolos tiene algún valor, o que el ídolo es algo?
No, afirmo sencillamente que los paganos ofrecen sus sacrificios a los demonios y no a Dios. Ahora bien, yo no quiero que ustedes entren en comunión con los demonios.
Ustedes no pueden beber de la copa del Señor y de la copa de los demonios; tampoco pueden sentarse a la mesa del Señor y a la mesa de los demonios.
¿O es que queremos provocar los celos del Señor? ¿Pretendemos ser más fuertes que él? (1Co, 10, 14-22).
Es evidente que Pablo está hablando de sacrificios, y es imposible que haya sacrificio sin víctima. El Apóstol de los gentiles escribe a una comunidad como la corintia, que vive en un ambiente completamente pagano (la misma Grecia, vaya), en el que los nuevos cristianos tienen presente siempre la tentación de volver a los viejos ritos sacrificiales paganos, y es ello lo que quiere San Pablo evitar.​
Pero amigo, esta presencia real no está en contra con ningún otro texto bíblico, ni siquiera con la Carta a los Hebreos, ya que la misma Iglesia Católica defiende, desde tiempos remotos, lo que esta epístola nos dice; que se había ofrecido una sola vez para quitar los pecados de la multitud (Hb 9, 28). Amigo Alfonso, comprendería que dijeras que la Carta a los Hebreos no trata el tema del sacramento claramente, pero no puedes decir que el contenido de ella niegue la presencia real de Cristo, lo cual emana claramente del texto de San Pablo en 1Co que he transcrito, y de otros, tras un análisis profundo. No es incompatible la Presencia Real de Cristo con la afirmación de que él había dado su vida de una vez para siempre por nosotros. Porque es cierto que ya vino al mundo para ello, pero no es menos cierto que en la Eucaristía se acutualiza el sacrificio redentor de Nuestro Señor, de manera sacramental. Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec, nos dice el autor de la Carta a los Hebreos, en el versículo 6 del capítulo 5. Podemos observar que no se encuentra ninguna contradicción.​
Verás como la Iglesia, desde sus primeros tiempos, no veía ninguna incompatibilidad entre ambas "ideas":​
San Juan Crisóstomo, obispo de Contantinopla, que vivió a lo largo de la segunda mitad del siglo IV, y en los primeros años del V, y que consituye una figura esencial en la Historia de la Iglesia, nos legó en una de sus obras esta clara prueba de que creía en la Presencia Real: Inclinémonos ante Dios; y no le contradigamos, aun cuando lo que Él dice pueda parecer contrario a nuestra razón y a nuestra inteligencia; que su palabra prevalezca sobre nuestra razón e inteligencia. Observemos esta misma conducta respecto al misterio [eucarístico], no considerando solamente lo que cae bajo los sentidos, sino atendiendo a sus palabras, porque su palabra no puede engañar (In Mat. hom. 82, 4 PG. 58, 743). Después de ver este bello pasaje, leamos este otro: También hoy nosotros ofrecemos (prosphéromen) aquel sacrificio (thysía), que fue ofrecido de una vez para siempre y de modo inagotable. Lo hacemos en memoria (anámnesis) de lo que ocurrió entonces; de hecho él dijo: `Haced esto en mi memoria'. Nosotros no llevamos a efecto otro sacrificio, como hacía antiguamente el sumo sacerdote, sino que siempre ofrecemos el mismo; mejor aún, nosotros realizamos (ergázomen) el memorial del único sacrificio. Como nos dice el experto el Liturgia Neunheuser, es un comentario a Hb 10, 10: Y en virtud de esta voluntad quedamos santificados pro la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha de una vez para siempre. ¿Has visto? Nosotros no llevamos a efecto otro sacrificio, como hacía antiguamente el sumo sacerdote, sino que siempre ofrecemos el mismo (...) La Iglesia siempre ha defendido ambos pensamientos!
Pero supongo que algunos diréis... ¡claro, me sacas a un obispo del siglo IV, cuando ya estaba el Canon de las Escrituras más o menos formado, y cuando ya se había hecho un esfuerzo por acomodar la creencia en la Presencia Real con la Carta a los Hebreos! Pues esto se demuestra claramente que no es así, porque San Ignacio, discípulo de San Juan apóstol y evangelista, y obispo de Antioquía con posterioridad a cuando San Pedro ocupó la sede antioquena (¡una buena fuente, desde luego, que muestra el sentir de los primeros cristianos, y el camino que siguió la tradición, en consonancia con las enseñanzas evangélico/apostólicas!), era también un férreo defesor de la presencia de Cristo en el Pan y el Vino, como vemos cuando le echó el broncazo a unos herejes que no confiesan que la Eucaristía es la carne de Jesucristo nuestro Salvador, carne que sufrió por nuestros pecados y que en su amorosa bondad el Padre resucitó. Pero he aquí que el mismo San Ignacio, que no lo olviemos, murió en los primeros años del siglo II, ya hace referencia a la Carta a los Hebreos. ¿Cómo podría ser que un discípulo del mismísimo San Juan, el apóstol al que tanto amaba Cristo, y que debía estar en plena concordancia con la doctrina apostólica, a la vez que defiende la Presencia Real, comente la Carta a los Hebreos, si esta hubiera sido vista como un argumento contrario a dicha Presencia? ¡Es que todo indica que San Ignacio estaba en la misma "onda" que Jesucristo, Nuestro Señor, el Hijo de Dios, Dios mismo!
Bueno amigo Alfonso, gracias por tu atención. Disculpa que me haya enrollado tanto hermano; te iba a dar otros argumentos de estilo y lingüísticos en la redacción de los Evangelios, para mostrar la congruencia de los cuatro relatos de la Institución de la Eucaristía (porque la Biblia no se contradice en nigún punto, ni en los Evangelios, ni en las Cartas de Pablo ni en la de los Hebreos -que posiblemente no era de San Pablo), pero es mejor que lo dejemos aquí. Si eso en otra ocasión. Un fuerte abrazo, que Dios te colme de sus bendiciones, y ¡que nuestros pueblos puedan un día darse un abrazo de plena comunión en Cristo Nuestro Señor! ¡Cuenta con mis oraciones, que yo contaré con las tuyas!
 
Re: El que come mi carne y bebe mi sangre, habita en mí y yo en él, y tiene vida eter

¡¡Saludos hermano Alfonso!! Gracias por tu respuesta, por ser tan educado y por defender tu fe con argumentos, así da gusto. Disculpa la demora de mi respuesta.
Empecemos; verás, tú me dices que el dogma de la Presencia Real de Cristo en el Pan y en el Vino no tiene base bíblica, y desde mi humilde punto de vista no es cierto, te voy a explicar por qué:
Me hablas del contexto bíblico y del de las Cartas de San Pablo, especialmente de 1Co, pero no le das la importancia que merece en todo ese contexto a los rituales de los sacrificios, tanto paganos como judíos. Es imposible hablar de sacrificio si no hay víctima y sacerdote. Y si algo está claro, es que San Pablo, al hablar a la comunidad corintia sobre el Banquete Eucarístico, lo hace comparándolo (no igualándolo, ojo) con los sacrificios paganos. Pienso que está clarísimo. Leamos:

Por esto, queridos míos, eviten la idolatría.

Les hablo como a gente sensata; juzguen ustedes mismos lo que voy a decirles.
La copa de bendición que bendecimos, ¿no es acaso comunión con la Sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión con el Cuerpo de Cristo?
Ya que hay un solo pan, todos nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo Cuerpo, porque participamos de ese único pan.
Pensemos en Israel según la carne: aquellos que comen las víctimas, ¿no están acaso en comunión con el altar?
¿Quiero decir con esto que la carne sacrificada a los ídolos tiene algún valor, o que el ídolo es algo?
No, afirmo sencillamente que los paganos ofrecen sus sacrificios a los demonios y no a Dios. Ahora bien, yo no quiero que ustedes entren en comunión con los demonios.
Ustedes no pueden beber de la copa del Señor y de la copa de los demonios; tampoco pueden sentarse a la mesa del Señor y a la mesa de los demonios.
¿O es que queremos provocar los celos del Señor? ¿Pretendemos ser más fuertes que él? (1Co, 10, 14-22).
Es evidente que Pablo está hablando de sacrificios, y es imposible que haya sacrificio sin víctima. El Apóstol de los gentiles escribe a una comunidad como la corintia, que vive en un ambiente completamente pagano (la misma Grecia, vaya), en el que los nuevos cristianos tienen presente siempre la tentación de volver a los viejos ritos sacrificiales paganos, y es ello lo que quiere San Pablo evitar.
Pero amigo, esta presencia real no está en contra con ningún otro texto bíblico, ni siquiera con la Carta a los Hebreos, ya que la misma Iglesia Católica defiende, desde tiempos remotos, lo que esta epístola nos dice; que se había ofrecido una sola vez para quitar los pecados de la multitud (Hb 9, 28). Amigo Alfonso, comprendería que dijeras que la Carta a los Hebreos no trata el tema del sacramento claramente, pero no puedes decir que el contenido de ella niegue la presencia real de Cristo, lo cual emana claramente del texto de San Pablo en 1Co que he transcrito, y de otros, tras un análisis profundo. No es incompatible la Presencia Real de Cristo con la afirmación de que él había dado su vida de una vez para siempre por nosotros. Porque es cierto que ya vino al mundo para ello, pero no es menos cierto que en la Eucaristía se acutualiza el sacrificio redentor de Nuestro Señor, de manera sacramental. Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec, nos dice el autor de la Carta a los Hebreos, en el versículo 6 del capítulo 5. Podemos observar que no se encuentra ninguna contradicción.
Verás como la Iglesia, desde sus primeros tiempos, no veía ninguna incompatibilidad entre ambas "ideas":
San Juan Crisóstomo, obispo de Contantinopla, que vivió a lo largo de la segunda mitad del siglo IV, y en los primeros años del V, y que consituye una figura esencial en la Historia de la Iglesia, nos legó en una de sus obras esta clara prueba de que creía en la Presencia Real: Inclinémonos ante Dios; y no le contradigamos, aun cuando lo que Él dice pueda parecer contrario a nuestra razón y a nuestra inteligencia; que su palabra prevalezca sobre nuestra razón e inteligencia. Observemos esta misma conducta respecto al misterio [eucarístico], no considerando solamente lo que cae bajo los sentidos, sino atendiendo a sus palabras, porque su palabra no puede engañar (In Mat. hom. 82, 4 PG. 58, 743). Después de ver este bello pasaje, leamos este otro: También hoy nosotros ofrecemos (prosphéromen) aquel sacrificio (thysía), que fue ofrecido de una vez para siempre y de modo inagotable. Lo hacemos en memoria (anámnesis) de lo que ocurrió entonces; de hecho él dijo: `Haced esto en mi memoria'. Nosotros no llevamos a efecto otro sacrificio, como hacía antiguamente el sumo sacerdote, sino que siempre ofrecemos el mismo; mejor aún, nosotros realizamos (ergázomen) el memorial del único sacrificio. Como nos dice el experto el Liturgia Neunheuser, es un comentario a Hb 10, 10: Y en virtud de esta voluntad quedamos santificados pro la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha de una vez para siempre. ¿Has visto? Nosotros no llevamos a efecto otro sacrificio, como hacía antiguamente el sumo sacerdote, sino que siempre ofrecemos el mismo (...) La Iglesia siempre ha defendido ambos pensamientos!
Pero supongo que algunos diréis... ¡claro, me sacas a un obispo del siglo IV, cuando ya estaba el Canon de las Escrituras más o menos formado, y cuando ya se había hecho un esfuerzo por acomodar la creencia en la Presencia Real con la Carta a los Hebreos! Pues esto se demuestra claramente que no es así, porque San Ignacio, discípulo de San Juan apóstol y evangelista, y obispo de Antioquía con posterioridad a cuando San Pedro ocupó la sede antioquena (¡una buena fuente, desde luego, que muestra el sentir de los primeros cristianos, y el camino que siguió la tradición, en consonancia con las enseñanzas evangélico/apostólicas!), era también un férreo defesor de la presencia de Cristo en el Pan y el Vino, como vemos cuando le echó el broncazo a unos herejes que no confiesan que la Eucaristía es la carne de Jesucristo nuestro Salvador, carne que sufrió por nuestros pecados y que en su amorosa bondad el Padre resucitó. Pero he aquí que el mismo San Ignacio, que no lo olviemos, murió en los primeros años del siglo II, ya hace referencia a la Carta a los Hebreos. ¿Cómo podría ser que un discípulo del mismísimo San Juan, el apóstol al que tanto amaba Cristo, y que debía estar en plena concordancia con la doctrina apostólica, a la vez que defiende la Presencia Real, comente la Carta a los Hebreos, si esta hubiera sido vista como un argumento contrario a dicha Presencia? ¡Es que todo indica que San Ignacio estaba en la misma "onda" que Jesucristo, Nuestro Señor, el Hijo de Dios, Dios mismo!
Bueno amigo Alfonso, gracias por tu atención. Disculpa que me haya enrollado tanto hermano; te iba a dar otros argumentos de estilo y lingüísticos en la redacción de los Evangelios, para mostrar la congruencia de los cuatro relatos de la Institución de la Eucaristía (porque la Biblia no se contradice en nigún punto, ni en los Evangelios, ni en las Cartas de Pablo ni en la de los Hebreos -que posiblemente no era de San Pablo), pero es mejor que lo dejemos aquí. Si eso en otra ocasión. Un fuerte abrazo, que Dios te colme de sus bendiciones, y ¡que nuestros pueblos puedan un día darse un abrazo de plena comunión en Cristo Nuestro Señor! ¡Cuenta con mis oraciones, que yo contaré con las tuyas!

Saludos hermanito me da muchisimo gusto que hayas respondido y es un verdero placer platicar con personas como tu que presentas argumentos biblicos, no te preocupes por la demora, en tu respuesta se justifica.

Un comentario adicional antes de dar respuesta, apreciado amigo a mejor en algunas expresiones suene un poco duras, de te comento que son sin la menor intencion de ofender y pido disculpas anticipadas si esto sucede.

Me hablas del contexto bíblico y del de las Cartas de San Pablo, especialmente de 1Co, pero no le das la importancia que merece en todo ese contexto a los rituales de los sacrificios, tanto paganos como judíos. Es imposible hablar de sacrificio si no hay víctima y sacerdote. Y si algo está claro, es que San Pablo, al hablar a la comunidad corintia sobre el Banquete Eucarístico, lo hace comparándolo (no igualándolo, ojo) con los sacrificios paganos. Pienso que está clarísimo. Leamos:

Por esto, queridos míos, eviten la idolatría.

Les hablo como a gente sensata; juzguen ustedes mismos lo que voy a decirles.
La copa de bendición que bendecimos, ¿no es acaso comunión con la Sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión con el Cuerpo de Cristo?
Ya que hay un solo pan, todos nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo Cuerpo, porque participamos de ese único pan.
Pensemos en Israel según la carne: aquellos que comen las víctimas, ¿no están acaso en comunión con el altar?
¿Quiero decir con esto que la carne sacrificada a los ídolos tiene algún valor, o que el ídolo es algo?
No, afirmo sencillamente que los paganos ofrecen sus sacrificios a los demonios y no a Dios. Ahora bien, yo no quiero que ustedes entren en comunión con los demonios.
Ustedes no pueden beber de la copa del Señor y de la copa de los demonios; tampoco pueden sentarse a la mesa del Señor y a la mesa de los demonios.
¿O es que queremos provocar los celos del Señor? ¿Pretendemos ser más fuertes que él? (1Co, 10, 14-22).

Gollum no se cual es la parte te confunde de esta tema, Pablo por supuesto usa ejemplos de sacrificios y sobre todo pone enfasis en el ritual judio que bien como tu dices hay una victima que debe ser sin defecto, un sacerodote y un derramiento de sangre para perdon de pecado, todo tuvo su cumpliento en Jesus.

Ahora si a ti te queda duda que los comentarios de Pablo vayan encaminados a pretender enseñar la Presencia Real de Cristo en el Pan y en el Vino,solo tienes que juntar todo lo que pablo habla respecto al tema y analizarlo.

Recuerda que en tu mensaje anterior mencionaste que a mi analisis le habia faltado tomar en cuenta que Pablo en 1 de Corintios 11:27 dice

1Co.11.27. De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.


Sin embargo se te olvida que dos versiculos cuando Pablo se refiere a la Cena del Seños menciona que se realiza en memoria de el:

1Co.11.24. y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.
1Co.11.25. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.

Por eso te comento el debido respeto que primera de corinto 10 no puedes aislarlo del contexto de estos dos vesiculos que tan dan luz y son especificos.

Si esto le agregas lo que pablo escribio en Hebreos tienes el panorama completo para decir con seguridad que la Santa Cena es en Memoria de el.

Pero amigo, esta presencia real no está en contra con ningún otro texto bíblico, ni siquiera con la Carta a los Hebreos, ya que la misma Iglesia Católica defiende, desde tiempos remotos, lo que esta epístola nos dice; que se había ofrecido una sola vez para quitar los pecados de la multitud (Hb 9, 28). Amigo Alfonso, comprendería que dijeras que la Carta a los Hebreos no trata el tema del sacramento claramente, pero no puedes decir que el contenido de ella niegue la presencia real de Cristo, lo cual emana claramente del texto de San Pablo en 1Co que he transcrito, y de otros, tras un análisis profundo. No es incompatible la Presencia Real de Cristo con la afirmación de que él había dado su vida de una vez para siempre por nosotros. Porque es cierto que ya vino al mundo para ello, pero no es menos cierto que en la Eucaristía se acutualiza el sacrificio redentor de Nuestro Señor, de manera sacramental. Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec, nos dice el autor de la Carta a los Hebreos, en el versículo 6 del capítulo 5. Podemos observar que no se encuentra ninguna contradicción.

Entonces como entender la doctrina de la ICAR que enseña que Cristo se ofrecio una vez y que la Eucaristia es el sacrificio actualizado de Cristo, esta conclusion a la que llegas es inverosimil apreciado amigo, tanto en logica como en apoyo biblico.

San Juan Crisóstomo, obispo de Contantinopla, que vivió a lo largo de la segunda mitad del siglo IV, y en los primeros años del V, y que consituye una figura esencial en la Historia de la Iglesia, nos legó en una de sus obras esta clara prueba de que creía en la Presencia Real: Inclinémonos ante Dios; y no le contradigamos, aun cuando lo que Él dice pueda parecer contrario a nuestra razón y a nuestra inteligencia; que su palabra prevalezca sobre nuestra razón e inteligencia. Observemos esta misma conducta respecto al misterio [eucarístico], no considerando solamente lo que cae bajo los sentidos, sino atendiendo a sus palabras, porque su palabra no puede engañar (In Mat. hom. 82, 4 PG. 58, 743). Después de ver este bello pasaje, leamos este otro: También hoy nosotros ofrecemos (prosphéromen) aquel sacrificio (thysía), que fue ofrecido de una vez para siempre y de modo inagotable. Lo hacemos en memoria (anámnesis) de lo que ocurrió entonces; de hecho él dijo: `Haced esto en mi memoria'. Nosotros no llevamos a efecto otro sacrificio, como hacía antiguamente el sumo sacerdote, sino que siempre ofrecemos el mismo; mejor aún, nosotros realizamos (ergázomen) el memorial del único sacrificio. Como nos dice el experto el Liturgia Neunheuser, es un comentario a Hb 10, 10: Y en virtud de esta voluntad quedamos santificados pro la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha de una vez para siempre. ¿Has visto? Nosotros no llevamos a efecto otro sacrificio, como hacía antiguamente el sumo sacerdote, sino que siempre ofrecemos el mismo (...) La Iglesia siempre ha defendido ambos pensamientos!
Pero supongo que algunos diréis... ¡claro, me sacas a un obispo del siglo IV, cuando ya estaba el Canon de las Escrituras más o menos formado, y cuando ya se había hecho un esfuerzo por acomodar la creencia en la Presencia Real con la Carta a los Hebreos! Pues esto se demuestra claramente que no es así, porque San Ignacio, discípulo de San Juan apóstol y evangelista, y obispo de Antioquía con posterioridad a cuando San Pedro ocupó la sede antioquena (¡una buena fuente, desde luego, que muestra el sentir de los primeros cristianos, y el camino que siguió la tradición, en consonancia con las enseñanzas evangélico/apostólicas!), era también un férreo defesor de la presencia de Cristo en el Pan y el Vino, como vemos cuando le echó el broncazo a unos herejes que no confiesan que la Eucaristía es la carne de Jesucristo nuestro Salvador, carne que sufrió por nuestros pecados y que en su amorosa bondad el Padre resucitó. Pero he aquí que el mismo San Ignacio, que no lo olviemos, murió en los primeros años del siglo II, ya hace referencia a la Carta a los Hebreos. ¿Cómo podría ser que un discípulo del mismísimo San Juan, el apóstol al que tanto amaba Cristo, y que debía estar en plena concordancia con la doctrina apostólica, a la vez que defiende la Presencia Real, comente la Carta a los Hebreos, si esta hubiera sido vista como un argumento contrario a dicha Presencia? ¡Es que todo indica que San Ignacio estaba en la misma "onda" que Jesucristo, Nuestro Señor, el Hijo de Dios, Dios mismo!
Bueno amigo Alfonso, gracias por tu atención. Disculpa que me haya enrollado tanto hermano; te iba a dar otros argumentos de estilo y lingüísticos en la redacción de los Evangelios, para mostrar la congruencia de los cuatro relatos de la Institución de la Eucaristía (porque la Biblia no se contradice en nigún punto, ni en los Evangelios, ni en las Cartas de Pablo ni en la de los Hebreos -que posiblemente no era de San Pablo), pero es mejor que lo dejemos aquí. Si eso en otra ocasión. Un fuerte abrazo, que Dios te colme de sus bendiciones, y ¡que nuestros pueblos puedan un día darse un abrazo de plena comunión en Cristo Nuestro Señor! ¡Cuenta con mis oraciones, que yo contaré con las tuyas!

Apreciado amigo en cristo, voy a hacerte un comentario pero no te ofendas,es sin la menor intencion.

Tu me hablas de que Padres de la Iglesia de la ICAR han sostenido y avalado esta tesis, pero siento decirte que es una doctrina sin apoyo biblico, por donde quiera que lo veas.

saludos gollum bendiciones y ha sido un placer intercambiar contigo puntos de vista
 
Re: El que come mi carne y bebe mi sangre, habita en mí y yo en él, y tiene vida eter

Saludos hermanito me da muchisimo gusto que hayas respondido y es un verdero placer platicar con personas como tu que presentas argumentos biblicos, no te preocupes por la demora, en tu respuesta se justifica.

Un comentario adicional antes de dar respuesta, apreciado amigo a mejor en algunas expresiones suene un poco duras, de te comento que son sin la menor intencion de ofender y pido disculpas anticipadas si esto sucede.



Gollum no se cual es la parte te confunde de esta tema, Pablo por supuesto usa ejemplos de sacrificios y sobre todo pone enfasis en el ritual judio que bien como tu dices hay una victima que debe ser sin defecto, un sacerodote y un derramiento de sangre para perdon de pecado, todo tuvo su cumpliento en Jesus.

Ahora si a ti te queda duda que los comentarios de Pablo vayan encaminados a pretender enseñar la Presencia Real de Cristo en el Pan y en el Vino,solo tienes que juntar todo lo que pablo habla respecto al tema y analizarlo.

Recuerda que en tu mensaje anterior mencionaste que a mi analisis le habia faltado tomar en cuenta que Pablo en 1 de Corintios 11:27 dice

1Co.11.27. De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.


Sin embargo se te olvida que dos versiculos cuando Pablo se refiere a la Cena del Seños menciona que se realiza en memoria de el:

1Co.11.24. y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.
1Co.11.25. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.

Por eso te comento el debido respeto que primera de corinto 10 no puedes aislarlo del contexto de estos dos vesiculos que tan dan luz y son especificos.

Si esto le agregas lo que pablo escribio en Hebreos tienes el panorama completo para decir con seguridad que la Santa Cena es en Memoria de el.



Entonces como entender la doctrina de la ICAR que enseña que Cristo se ofrecio una vez y que la Eucaristia es el sacrificio actualizado de Cristo, esta conclusion a la que llegas es inverosimil apreciado amigo, tanto en logica como en apoyo biblico.



Apreciado amigo en cristo, voy a hacerte un comentario pero no te ofendas,es sin la menor intencion.

Tu me hablas de que Padres de la Iglesia de la ICAR han sostenido y avalado esta tesis, pero siento decirte que es una doctrina sin apoyo biblico, por donde quiera que lo veas.

saludos gollum bendiciones y ha sido un placer intercambiar contigo puntos de vista

¡Saludos hermano Alfonso! Gracias de nuevo por tu paciencia y de nuevo, como no, por tu tono tan conciliador. No te preocupes, que no ofendes, tienes derecho a decir lo que quieras.
Mira, por supuesto que no se puede entender 1Co sin los versículos 11, 24, y 11, 25. Pero tampoco se puede entender su contexto completo sín 1Co 11, 26-29; y como también, no lo olvides, hay que tener en cuenta 1Co 10, 14-22. Hay que considerar la Carta paulina en su totalidad, sin dejar nada aparte. Así, echando un vistazo a todos estos versículos, tenemos:

Por esto, queridos míos, eviten la idolatría.
Les hablo como a gente sensata; juzguen ustedes mismos lo que voy a decirles.
La copa de bendición que bendecimos, ¿no es acaso comunión con la Sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión con el Cuerpo de Cristo?
Ya que hay un solo pan, todos nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo Cuerpo, porque participamos de ese único pan.
Pensemos en Israel según la carne: aquellos que comen las víctimas, ¿no están acaso en comunión con el altar?
¿Quiero decir con esto que la carne sacrificada a los ídolos tiene algún valor, o que el ídolo es algo?
No, afirmo sencillamente que los paganos ofrecen sus sacrificios a los demonios y no a Dios. Ahora bien, yo no quiero que ustedes entren en comunión con los demonios.
Ustedes no pueden beber de la copa del Señor y de la copa de los demonios; tampoco pueden sentarse a la mesa del Señor y a la mesa de los demonios.
¿O es que queremos provocar los celos del Señor? ¿Pretendemos ser más fuertes que él? (1Co 10, 14-22).
Lo que yo recibí del Señor, y a mi vez les he transmitido, es lo siguiente: El Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó el pan,
dio gracias, lo partió y dijo: «Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía».
De la misma manera, después de cenar, tomó la copa, diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza que se sella con mi Sangre. Siempre que la beban, háganlo en memora mía» (1Co 11, 23-25).
Y así, siempre que coman este pan y beban esta copa, proclamarán la muerte del Señor hasta que él vuelva.
Por eso, el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente tendrá que dar cuenta del Cuerpo y de la Sangre del Señor.
Que cada uno se examine a sí mismo antes de comer este pan y beber esta copa;
porque si come y bebe sin discernir el Cuerpo del Señor, come y bebe su propia condenación (1Co 11, 26-29).
Entonces, teniendo en cuenta todos estos versículos, logramos obtener una visión mucho más completa de la Primera Carta a los Corintios escrito por Pablo, y vemos que es exactamente lo que desde siempre ha dicho la Santa Iglesia Católica:​
-Memorial de la Pasión de Cristo: (1Co 11, 24-25).​
-Sacrificio verdadero actualizado (siempre sacramentalmente e incruento) de su entrega en el Calvario (1Co 11, 26-29): vemos que no es cualquier cosa el participar del Banquete Eucarístico; no se comprende el riesgo que corre quien come del Pan y bebe del Vino si lo hace de forma impura, sin analizar primero su conciencia, si no estuviera verdaderamente presente Cristo bajo las especies en la Eucaristía. Por otra parte, en 1Co 10, 14-22, vemos la comparación (que nunca igualación, porque el Sacrifico de la Nueva Alianza es el que Cristo ha realizado) entre la Eucaristía y los sacrificios a los ídolos paganos; es muy difícil de creer que San Pablo hubiera hecho esta comparación entre Eucaristía y sacrificios paganos si no considerara un sacrificio la Santa Cena.​
Respecto a la tradición de los Padres de la Iglesia, no es cuestión de verlo como algo ajeno a la tradición evangélica, sino al contrario: viendo la intención de los cuatro relatos de la Institución Eucarística (Mc 14, 22-25; Mt 26, 26-29; Lc 22, 19-29; 1Co 11, 23-25), y la tan pronta constatación en los Padres de esta creencia en la Presencia Real -por ejemplo San Ignacio de Antioquía, discípulo de San Juan, y ocupante de la sede antioquena poco después de San Pedro y figura esencial para comprender el período inmediato a los discípulos coetaneos de Cirsto (Él mismo fue coetaneo de Nuestro Señor)- todo encaja desde un punto de vista histórico y racional.​
¡Un abrazo fuerte hermano Alfonso y que Dios te bendiga siempre! ¡Cuenta con mis oraciones amigo! Gracias por tu paciencia.​
 
Re: El que come mi carne y bebe mi sangre, habita en mí y yo en él, y tiene vida eter

¿Pero cómo va a exigir Dios que los pecados se limpien con sangre? ¿Qué clase de disparate es ése? Los pecados se perdonan por amor. No derramando la sangre de nadie y menos de un ser humano, y menos si es inocente...¿Qué clase de Dios Padre exigiría eso?
 
Re: El que come mi carne y bebe mi sangre, habita en mí y yo en él, y tiene vida eter

¿Pero cómo va a exigir Dios que los pecados se limpien con sangre? ¿Qué clase de disparate es ése? Los pecados se perdonan por amor. No derramando la sangre de nadie y menos de un ser humano, y menos si es inocente...¿Qué clase de Dios Padre exigiría eso?

En la sangre de Cristo, conjugas el amor de Dios y su justicia. Dios no sólo nos ama, sino que además es justo. Dios no puede perdonar sin pagar el precio, sería injusto. En la obra de Jesucristo en la cruz se conjugan en forma perfecta la justicia de Dios y su inmenso amor. ¿Y que dice el amor? Nadie tiene mayor amor, sino el que da su vida por sus amigos; y la vida del hombre está en la sangre (eso dice la Biblia); Jesús dió su vida por la humanidad (su sangre). ¿Y nosotros seguimos incrédulos?
Saludos.
 
Re: El que come mi carne y bebe mi sangre, habita en mí y yo en él, y tiene vida eter

¿Pero cómo va a exigir Dios que los pecados se limpien con sangre? ¿Qué clase de disparate es ése? Los pecados se perdonan por amor. No derramando la sangre de nadie y menos de un ser humano, y menos si es inocente...¿Qué clase de Dios Padre exigiría eso?[/QUOTE
 
Re: El que come mi carne y bebe mi sangre, habita en mí y yo en él, y tiene vida eter

En la sangre de Cristo, conjugas el amor de Dios y su justicia. Dios no sólo nos ama, sino que además es justo. Dios no puede perdonar sin pagar el precio, sería injusto. En la obra de Jesucristo en la cruz se conjugan en forma perfecta la justicia de Dios y su inmenso amor. ¿Y que dice el amor? Nadie tiene mayor amor, sino el que da su vida por sus amigos; y la vida del hombre está en la sangre (eso dice la Biblia); Jesús dió su vida por la humanidad (su sangre). ¿Y nosotros seguimos incrédulos?
Saludos.

¡Saludos Martamaría! Me alegro mucho de volver a charlar contigo. Perdona que antes me he equivocado y he enviado dos mensajes; es que el ordenador se pone tonto... o que yo soy muy torpe, que también puede ser, jejeje.
Verás; no se trata de un sacrificio de esos del antiguo Israel en los que tú cogías un cordero y se lo ofrecías a Dios, sino que en este caso es el Verdadero Cordero de Dios, Dios mismo, quien ha querido sacrificarse para el perdón de los pecados del mundo; nadie le obliga, Él es q quien se ofrece voluntariamente, y siguiendo la voluntad del Padre. Recuerda las palabras de San Juan Bautista: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo (Jn 1, 29); y es el sacrificio vivo y santo del Calvario el que se actualiza en la Eucaristía de manera incruenta, sacramentalmente. Como bien dice El menor, no hay mayor amor que el que da la vida por sus amigos (Jn 15, 13); nada más y nada menos que es eso lo que Cristo hizo por nosotros: hasta las últimas consecuencias. Es un sacrificio completamente diferente, la víctima es el mismo Dios, y Él se ofrece. Por tanto nuestra ofrenda eucarística es legítima.
¡Un abrazo Martamaría, que Cristo te acompañe siempre, y no pares de buscar la Verdad!
 
Re: El que come mi carne y bebe mi sangre, habita en mí y yo en él, y tiene vida eter

¡Ay Madre mía que lío! Al final respondí a El menor... Bueno, para los dos es la respuesta. ¡Un abrazo y Dios con vosotros!
 
Re: El que come mi carne y bebe mi sangre, habita en mí y yo en él, y tiene vida eter

Estimada Martamaría, el tema que hay que mirar es el tema de la justicia. Si alguien te ha robado tu automóvil, y tú te encuentras con el ladrón y él te pide perdón, imagínate que tú decides perdonarlo. Ok. Hasta aquí es todo razonable.

Pero imagina que el tipo despues de ser perdonado, se sube a tu auto y se va. Eso ya no es razonable.

Entonces hay dos cosas distintas. Una el perdón de la culpa. Otra, la reparación por el daño causado.

Mientras no se pague el daño causado, el proceso queda inconcluso. Incluso uno puede perdonar, pero la situación queda siempre pendiente. Como te decían más atrás, el perdón tiene que ver con la misericordia y el amor, mientras que la reparación tiene que ver con la justicia.

El tema del sacrificio de Jesús tiene que ver con ambas cosas. En el sacrificio de Cristo, hemos conocido cuanto nos ha amado Dios Padre, que no ha escatimado en dar a su Hijo único en recate por nosotros. Y por otro lado, el Hijo libremente y movido solo por amor a los hombres, se ha ofrecido a sí mismo como un sacrificio perfecto para compensar la gravedad del pecado humano, cuyo precio es imposible de pagar por nosotros. Asumió la naturaleza humana y entregó su vida humana por nosotros, como sacrificio perfectop y de valor infinito, que de alguna manera otorga justicia a la reconciliación de nostros con Dios.