Re: El Libro del Mormon es FALSO!
No me había dado cuenta de que me salió un poco desordenado mi post anterios. Permítanme lo vuelvo a postear.
Ustedes usan la escritura de Jeremías 17:9 que dice:
"Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?"
Desgraciadamente ustedes descontectualizan la escritura presentándola como un principio que anula el uso del corazón en la obra de Dios. Desconociendo, aparentemente, que el discurso de Jeremías se da a un pueblo y a un gobierno inicuo al que el Señor está juzgando al punto de que es entregado (el pueblo) a los babilonios. Y qué es lo que el Señor está juzgando: su corazón. Pero eso no significa que Él no hable al corazón del hombre fiel. El siguiente versículo dice:
17:10 "Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras."
y más adelante Jeremías 24:7 también dice:
"Y les daré corazón para que me conozcan que yo soy Jehová; y me serán por pueblo, y yo les seré a ellos por Dios; porque se volverán a mí de todo su corazón."
Y las escrituras están llenas de asta doctrina.
Y ¿qué es el corazón? La fuente de nuestros sentimientos, de nuestro carácter, de quiénes somos y por qué, como dice el proverbio: “Porque cual es el pensamiento en su corazón, tal es él.” (Prov. 23:7) Y para qué usamos el corazón “… para que me conozcan que yo soy Jehová” acabamos de leer, y esto es tan serio que el Señor dijo: “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quienes has enviado,” (Juan 17:3) y todo esto sucede en el corazón y en la mente por supuesto. Y dónde se siente el Espíritu Santo? ¡En el corazón! Si no fuera así no podríamos seguir el consejo que está en Proverbios 3:5 que dice: “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia”.
Y más; volviendo a Jeremías 17:10 que dice: “…pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.” O sea que del corazón salen las obras como fruto. Y es la misma forma de hablar de Pablo a los gálatas cuando presenta los frutos del Espíritu:
“Mas el fruto de Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza” (Gal. 5:22-23).
¿Dónde se sienten estas cosas? En el corazón por supuesto. La fe está en el corazón, y es un fruto del Espíritu. Así es como yo sé que lo que creo es verdadero, porque lo he sentido en mi corazón y en mi mente de tal manera que llena mi alma entera y me impulsa a hacer el bien y a creer en Dios el Eterno Padre, y en su Hijo Jesucristo, y en el Espíritu Santo. Como lo dijo el Señor: “El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta” (Juan7:17). Y yo conozco porque he seguido Su voluntad, lo he vivido yo mismo y de hecho he sentido Su Espíritu como los discípulos en el camino de Emaús, y lo he sentido muchos años y muchas veces después de ser miembro de la Iglesia de Jesucristo. Ustedes, hermanos cristianos evangélicos, pueden interpretar de diferentes maneras las escrituras, pero no pueden de ninguna manera decir que yo no he sentido lo que he sentido, ni que no sé lo que yo sé, pueden no estar de acuerdo, pero al no saber por ustedes mismos no pueden juzgar si he recibido esto de Dios o no.
Y digo algo más para ser claro. Cualquier persona que haga el bien podrá sentir que ha hecho algo bueno, no importa en qué religión o ideología se encuentre o crea, y esas cosas vienen de Dios porque lo bueno viene de Él, ésa es la manera correcta de juzgar. Y eso no significa que esa ideología o religión esté completa porque tiene cosas buenas, ni significa que toda esa ideología sea buena, no, significa que esas cosas buenas están de acuerdo con lo que Dios ha enseñado. Y así mismo cualquier persona que le pregunte a Dios sobre cualquier cosa, si lo hace con fe, obtendrá una respuesta, “sin reproche, y le será dada” (Sant. 1:5). Y eso no es tentar a Dios, como algunos dicen negando las escrituras, sino buscar a Dios. Y los misterios de Dios le serán revelados. Esa es nuestra invitación.
Y si alguno quisiera saber de entrada cómo juzgarnos mire nuestras obras porque Él dijo: “Por sus obras los conoceréis” porque si nuestras obras son buenas, nosotros también somos buenos. Pero tengan cuidado de no juzgar que lo que es bueno y de Dios sea del diablo, porque actúan como la multitud que no aprobaba la doctrina del Señor diciéndole: “Demonio tienes” (Juan 7:20) Muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está fuera de sí; ¿por qué le oís? (Juan 10:20)
Con respecto a la frase de Moroni 10:4 que dice "…quisiera exhortaos a que preguntéis ..., si no son verdaderas estas cosas;" se entiende o mejor, se sobreentiende al leer el contexto con el versículo anterior:
3 He aquí, quisiera exhortaros a que, cuando leáis estas cosas, si Dios juzga prudente que las leáis, recordéis cuán misericordioso ha sido el Señor con los hijos de los hombres, desde la creación de Adán hasta el tiempo en que recibáis estas cosas, y que lo meditéis en vuestros corazones.
4 Y cuando recibáis estas cosas, quisiera exhortaros a que preguntéis a Dios el Eterno Padre, en el nombre de Cristo, si no son verdaderas estas cosas; y si pedís con un corazón sincero, con verdadera intención, teniendo fe en Cristo, él os manifestará la verdad de ellas por el poder del Espíritu Santo;
5 y por el poder del Espíritu Santo podréis conocer la verdad de todas las cosas.
(Libro de Mormón | Moroni 10:3 - 5)
En el versículo 3 se exhorta a recordar el proceder misericordioso de Dios con sus hijos desde Adán hasta hoy y a meditarlo en el corazón y al sentir el Espíritu del Señor en ese proceder entonces compararlo con lo que estás leyendo en el Libro de Mormón y así poder identificar si es el mismo Espiritu del Señor o no, y para estar seguro de que tu discernimiento del Espíritu es correcto te invita a preguntarle a Dios lo que a Moroni le parece obvio, por lo que pregunta de manera retórica si no es verdad lo que estás sintiendo, lo cual da por hecho que sentirás si eres sincero en tu búsqueda de la verdad y en tu intención verdadera de seguir lo que el Señor te diga que es verdadero.
Con sinceridad de corazón testifico que he recibido respuesta del Señor sobre estas cosas.
No me había dado cuenta de que me salió un poco desordenado mi post anterios. Permítanme lo vuelvo a postear.
Ustedes usan la escritura de Jeremías 17:9 que dice:
"Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?"
Desgraciadamente ustedes descontectualizan la escritura presentándola como un principio que anula el uso del corazón en la obra de Dios. Desconociendo, aparentemente, que el discurso de Jeremías se da a un pueblo y a un gobierno inicuo al que el Señor está juzgando al punto de que es entregado (el pueblo) a los babilonios. Y qué es lo que el Señor está juzgando: su corazón. Pero eso no significa que Él no hable al corazón del hombre fiel. El siguiente versículo dice:
17:10 "Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras."
y más adelante Jeremías 24:7 también dice:
"Y les daré corazón para que me conozcan que yo soy Jehová; y me serán por pueblo, y yo les seré a ellos por Dios; porque se volverán a mí de todo su corazón."
Y las escrituras están llenas de asta doctrina.
Y ¿qué es el corazón? La fuente de nuestros sentimientos, de nuestro carácter, de quiénes somos y por qué, como dice el proverbio: “Porque cual es el pensamiento en su corazón, tal es él.” (Prov. 23:7) Y para qué usamos el corazón “… para que me conozcan que yo soy Jehová” acabamos de leer, y esto es tan serio que el Señor dijo: “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quienes has enviado,” (Juan 17:3) y todo esto sucede en el corazón y en la mente por supuesto. Y dónde se siente el Espíritu Santo? ¡En el corazón! Si no fuera así no podríamos seguir el consejo que está en Proverbios 3:5 que dice: “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia”.
Y más; volviendo a Jeremías 17:10 que dice: “…pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.” O sea que del corazón salen las obras como fruto. Y es la misma forma de hablar de Pablo a los gálatas cuando presenta los frutos del Espíritu:
“Mas el fruto de Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza” (Gal. 5:22-23).
¿Dónde se sienten estas cosas? En el corazón por supuesto. La fe está en el corazón, y es un fruto del Espíritu. Así es como yo sé que lo que creo es verdadero, porque lo he sentido en mi corazón y en mi mente de tal manera que llena mi alma entera y me impulsa a hacer el bien y a creer en Dios el Eterno Padre, y en su Hijo Jesucristo, y en el Espíritu Santo. Como lo dijo el Señor: “El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta” (Juan7:17). Y yo conozco porque he seguido Su voluntad, lo he vivido yo mismo y de hecho he sentido Su Espíritu como los discípulos en el camino de Emaús, y lo he sentido muchos años y muchas veces después de ser miembro de la Iglesia de Jesucristo. Ustedes, hermanos cristianos evangélicos, pueden interpretar de diferentes maneras las escrituras, pero no pueden de ninguna manera decir que yo no he sentido lo que he sentido, ni que no sé lo que yo sé, pueden no estar de acuerdo, pero al no saber por ustedes mismos no pueden juzgar si he recibido esto de Dios o no.
Y digo algo más para ser claro. Cualquier persona que haga el bien podrá sentir que ha hecho algo bueno, no importa en qué religión o ideología se encuentre o crea, y esas cosas vienen de Dios porque lo bueno viene de Él, ésa es la manera correcta de juzgar. Y eso no significa que esa ideología o religión esté completa porque tiene cosas buenas, ni significa que toda esa ideología sea buena, no, significa que esas cosas buenas están de acuerdo con lo que Dios ha enseñado. Y así mismo cualquier persona que le pregunte a Dios sobre cualquier cosa, si lo hace con fe, obtendrá una respuesta, “sin reproche, y le será dada” (Sant. 1:5). Y eso no es tentar a Dios, como algunos dicen negando las escrituras, sino buscar a Dios. Y los misterios de Dios le serán revelados. Esa es nuestra invitación.
Y si alguno quisiera saber de entrada cómo juzgarnos mire nuestras obras porque Él dijo: “Por sus obras los conoceréis” porque si nuestras obras son buenas, nosotros también somos buenos. Pero tengan cuidado de no juzgar que lo que es bueno y de Dios sea del diablo, porque actúan como la multitud que no aprobaba la doctrina del Señor diciéndole: “Demonio tienes” (Juan 7:20) Muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está fuera de sí; ¿por qué le oís? (Juan 10:20)
Con respecto a la frase de Moroni 10:4 que dice "…quisiera exhortaos a que preguntéis ..., si no son verdaderas estas cosas;" se entiende o mejor, se sobreentiende al leer el contexto con el versículo anterior:
3 He aquí, quisiera exhortaros a que, cuando leáis estas cosas, si Dios juzga prudente que las leáis, recordéis cuán misericordioso ha sido el Señor con los hijos de los hombres, desde la creación de Adán hasta el tiempo en que recibáis estas cosas, y que lo meditéis en vuestros corazones.
4 Y cuando recibáis estas cosas, quisiera exhortaros a que preguntéis a Dios el Eterno Padre, en el nombre de Cristo, si no son verdaderas estas cosas; y si pedís con un corazón sincero, con verdadera intención, teniendo fe en Cristo, él os manifestará la verdad de ellas por el poder del Espíritu Santo;
5 y por el poder del Espíritu Santo podréis conocer la verdad de todas las cosas.
(Libro de Mormón | Moroni 10:3 - 5)
En el versículo 3 se exhorta a recordar el proceder misericordioso de Dios con sus hijos desde Adán hasta hoy y a meditarlo en el corazón y al sentir el Espíritu del Señor en ese proceder entonces compararlo con lo que estás leyendo en el Libro de Mormón y así poder identificar si es el mismo Espiritu del Señor o no, y para estar seguro de que tu discernimiento del Espíritu es correcto te invita a preguntarle a Dios lo que a Moroni le parece obvio, por lo que pregunta de manera retórica si no es verdad lo que estás sintiendo, lo cual da por hecho que sentirás si eres sincero en tu búsqueda de la verdad y en tu intención verdadera de seguir lo que el Señor te diga que es verdadero.
Con sinceridad de corazón testifico que he recibido respuesta del Señor sobre estas cosas.