Al leer en el foro llego a una conclusión: ¡cuánta lucha verbal, sin sentido!
Es un continuo ataque en descalificar al interlocutor.
Los insultos caminan por doquier.
Todos piden “pruebas y señales”: sean mormones o creyentes, evangélicos, etc.
¿Cuál es el tope a tantas palabras?
Creo que el título que inició éste debate, (y con permiso al titular que efectúo éste temario) es una afirmación intransigente. No abre las puertas para compartir – dialogar o disentir, sino que de entrada cierra las puertas en busca de la comprensión de lo que se quiere encontrar, entre los participantes, si es …o…no falso el Libro de Mormón.
Como mormón disidente de la doctrina, (y no me estoy lavando mis vestidos) y conocedor de cómo piensa un mormón, el choque frontal, no es la manera de solucionar o bajar las asperezas, sino de acrecentar la contención.
En Romanos 12:2 dice: “…No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio del la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta…”
Esta es una invitación a buscar continuamente, “renovar nuestro entendimiento”. No quiere decir que se debe cambiar continuamente, sino que se debe buscar la voluntad de Dios.
Tal vez se pueda entender mejor con otra escritura, lo que trato de decir.
Hablando Jesús a los judíos, que lo acusaban de sanar un enfermo en el día de reposo, les habló diciendo en cuanto a la ley de Moisés que ellos tanto creían. Es cuando menciona la famosa y que en varios mensajes se ha escrito aquí: “…Escudriñad las Escrituras porque a vosotros os parece que en ella….y ellas dan testimonios de mí…” (Juan 5:39)
Un poco más adelante el Señor les dice a los judíos, estudiosos de la ley, quien las llevaban atadas las escrituras a su cuerpo, como continuo recordatorio, en demostración de acabado conocimiento y obediencia a la letra, y que por medio de esa manera de adoración, estaban cumpliendo con ser el verdadero linaje de Abraham, y que no había otra forma, ya que esa es la “la verdadera”, que no había otra.
Y en Juan 5:45-46, dice: “…No penséis que yo voy a acusaros delante del Padre; hay quien os acusa, Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza.
Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él…”
Parafraseando estas escrituras puedo decir que lo que ocurre en éste foro es algo similar.
¿Quién haría dudar a los judíos de que estaban equivocados?
¿Cómo demostrarles a los judíos que el que les hablaba era el Mesías?
Hoy hay lucha de igual manera:
¿Cómo demostrarles a los mormones, que puede haber fisuras en la doctrina mormona, o en el Libro de Mormón?
No han abierto su mente a la “renovación del entendimiento”.
Y ¿Cómo establecer la veracidad de que el Libro de Mormón…es falso por parte de los que lo afirman?
Yo como disidente, abrí mi mente, y busco constantemente, aunque se diga que tales respuestas no me ayudaran más o menos en mi salvación. Pero lo que quiero decir es que no se puede ser como los judíos (respetuosamente hablando en cuanto a la forma de vivir la ley de Moisés) que no se daban cuenta que estaban frente al propulsor de la ley mosaica.
A veces está frente nuestro, la respuesta o el principio del conocimiento, y por ser estructurados e inflexibles, incurren en las parodias que están llevando adelante.
Creo que el mensaje de nuestro Salvador, va más allá, de que si el Libro de Mormón es falso o no, sino de la manera que nosotros una vez que conozcamos su “voluntad” ya sea que esté escrita en la Biblia o en L. de Mormón, la hagamos efectiva en nuestras vidas. Al menos ese es mi propósito.
Cuando los fariseos buscaban preguntar al Señor sobre ¿cuál es el gran mandamiento de la ley?
El Señor no le respondió diciendo:
“Creer en la Biblia…”
“Pagar los diezmos…”
“Ir al la iglesia…”
“Creer en el Libro de Mormón…” etc.
Sino de que debían amar a Dios por sobre todas las cosas y el segundo tan importante como el primero…amar a nuestro prójimo…de estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas…”
Entonces ¿Qué más necesito saber?
Sólo las cosas que pueden fortalecer mi fe, y asegurar los principios doctrinales y si se ajustan a la voluntad del Padre.
Siempre encontraremos errores en los libros, sea la Biblia o el Libro de Mormón, y por supuesto no los habrá para los que lo defiende o atestiguan tener fe en los mismos.
Para la doctrina mormona, y sus miembros, se le agrega el testimonio de José Smith.
Y ¿saben una cosa? Tiene razón el joven profeta, porque él lo dijo:
“Tengo más para jactarme de lo que haya tenido nunca ningún hombre. Soy el único hombre que ha sido capaz de mantener unida a toda una iglesia desde los tiempos de Adán…ni Pablo, ni Juan, ni Pedro, ni Jesús lo consiguieron nunca. Presumo que ningún hombre hizo nunca un trabajo como el que yo hago. Los seguidores de Jesús se apartaron corriendo de Él, pero los santos de los últimos días… nunca se apartaran de mí”
¡Que gran verdad, dijo para los miembros de la Iglesia Mormona!
Esta es la imagen que están dando los participantes mormones del foro, hoy día.
Están apegados más en decir lo que es José Smith, predicar a José Smith que en seguir a Jesús.
Y es verdad, los 13.000.000 millones de miembros, (que en realidad los que siguen son menos de la mitad porque el resto se alejó o está en disidencia), nunca se apartaran de José Smith, porque el lo predijo.
En éste tema están lo que promueven la falsedad del Libro de Mormón.
Por otro lado, los mormones que atestiguan de la veracidad del mismo.
Y yo que pregunto… y pregunto constantemente, no sobre la legitimidad, sino por las pequeñas cosas que hacen a la fuente del mismo, como por ejemplo:
Dice José Smith-Historia en el verso 67:
“…Dos días después de la llegada del señor Cowdery (siendo el 7 de Abril – 1829- ) empecé a traducir el Libro de Mormón, y él comenzó a escribir por mí…”
Y en la portada del libro dice: “…y se publicó primeramente al mundo en el año 1830 como El Libro de Mormón…”
Pregunto: Si comenzó con fecha exacta ¿Cómo pudo traducir, y supongo en tan sólo un año y un poco más, al libro, y tener preparada hasta su edición?
Tal vez...fuera posible.
Pero se debe agregar que su dinámica era muy amplia porque para esa fecha hizo muchas cosas más, José Smith:
1º) Entre Junio de 1830, y en Diciembre de 1830, recibió las revelaciones del libro de Moisés, de Perla de Gran Precio.
2º) Recibió revelaciones para el libro de Doctrinas y Convenios desde la sección 7 - con fecha del Abril de 1829 – hasta la sección 37 –con fecha Diciembre de 1830.
Todo en el tiempo que dice que realizaba la traducción del Libro de Mormón y la preparación y culminación de la edición.
No se enerven conmigo hermanos mormones, porque lo que relato es historia de la iglesia, con sus registros, sólo que yo tomo el tiempo para renovar el entendimiento y cuando no lo comprendo, consulto.
Más allá si es falso o no el Libro de Mormón.
Tal vez esté ocurriendo lo mismo que el Señor dijo: “…en quien tenéis vuestras esperanzas…”
Solo que la hago en pregunta: ¿En quien tenéis vuestras esperanzas?