SEGUNDA PARTE
SEGUNDA PARTE
Parece que usted tiene ciertamente más tiempo que yo, porque propuso una cosa y después cambió de idea.
Yo por mi parte, sigo mi plan y solamente volveré sobre los primeros textos después de terminar con la lista, a ver si encuentro el dichoso decreto de la caída.
¿¿¿Dónde dice aquí que todo está determinado???
¿¿¿Cómo lo distingue del fatalismo???
¿¿¿Cómo va alguien a creer y perseverar si Dios ya ha decretado que no lo hará???
Lo que enseña este versículo es que toda cosa buena procede de Dios, quien al finalizar su labor creadora vio que todo lo que había creado era bueno.
Todo cuanto procede de Dios se corresponde con su naturaleza, y ésta no puede cambiar.
Nada se dice aquí de determinación exhaustiva ni mucho menos "decreto de caída". Más bien queda excluido, a menos que se crea que el decreto de caída es bueno y también un "don perfecto".
Esta es, de nuevo, una profecía contra Babilonia y Asiria, ya cumplida hace muchísimos siglos.
Usted parece creer que con textos que ilustran la soberanía de Dios, su sabiduría y poder para llevar adelante sus propósitos, se demuestra un "decreto exhaustivo" que comprende todos los pensamientos y acciones de las criaturas.
Yo no admito esta premisa, por lo cual puede apilar esta clase de textos, que sobrabundan en las Escrituras, sin que quede demostrado su punto.
La razón es simple: No hace falta que me demuestre aquello de lo que no tengo duda alguna, a saber, que Dios es soberano sobre su creación, y que tiene el poder necesario para llevar adelante sus planes.
De nuevo, y para evitar repeticiones, lo diré una sola vez más:
lo que yo cuestiono no es la soberanía de Dios, sino su tesis de que esta solamente sea posible mediante un decreto eterno y exhaustivo.
Ver la respuesta al texto anterior y mi comentario sobre éste en la primera parte de mi respuesta.
¿Que "pudiéramos tomar como la eternidad"? ¿A quién le habló entonces?
Si se molesta en ver el contexto, verá que se trata de una profecía de Balaam, quien le anuncia a Balac que no puede maldecir a Israel porque Dios ha determinado bendecirlo. ¿Y quién duda esto?
Ningún decreto eterno de caída ni de reprobación a la vista...
SEGUNDA PARTE
Originalmente enviado por: SolaGratia
Aquí tiene lo que me pidió estimado Jetonius
(las negritas son mías, aclaro que no quiero dogmatizar en el sentido que lo que he escrito sea lo mas atinado o fiel)
Parece que usted tiene ciertamente más tiempo que yo, porque propuso una cosa y después cambió de idea.
Yo por mi parte, sigo mi plan y solamente volveré sobre los primeros textos después de terminar con la lista, a ver si encuentro el dichoso decreto de la caída.
EL PLAN DE DIOS ES INMUTABLE
Stg.1:17, Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
Todo esta determinado Dios no cambia, lo que va a suceder sucederá (no es fatalismo) Ya que esto no implica que debamos de comer y beber que mañana moriremos, sino que o crees y perseveras o serás condenado.
¿¿¿Dónde dice aquí que todo está determinado???
¿¿¿Cómo lo distingue del fatalismo???
¿¿¿Cómo va alguien a creer y perseverar si Dios ya ha decretado que no lo hará???
Lo que enseña este versículo es que toda cosa buena procede de Dios, quien al finalizar su labor creadora vio que todo lo que había creado era bueno.
Todo cuanto procede de Dios se corresponde con su naturaleza, y ésta no puede cambiar.
Nada se dice aquí de determinación exhaustiva ni mucho menos "decreto de caída". Más bien queda excluido, a menos que se crea que el decreto de caída es bueno y también un "don perfecto".
Is.14:24, Jehová de los ejércitos juró diciendo: ciertamente se hará de la manera que lo he pensado, y será confirmado como lo he determinado.
Otro texto de claridad, Dios decreta lo que sucederá no sucederá como los hombres quieren sino como Jehová quiere. Los roboticos de los arminianos salen sobrando. Ya que actuamos libremente pero esa libertad la maneja Dios sin que sea de ninguna manera el autor de los pecados, sino que permite a Satanás que seamos tentados como lo hizo con Job. Dios no tienta a nadie. De nuestro corazón nace lo malo y lo malo viene del tentador.
Esta es, de nuevo, una profecía contra Babilonia y Asiria, ya cumplida hace muchísimos siglos.
Usted parece creer que con textos que ilustran la soberanía de Dios, su sabiduría y poder para llevar adelante sus propósitos, se demuestra un "decreto exhaustivo" que comprende todos los pensamientos y acciones de las criaturas.
Yo no admito esta premisa, por lo cual puede apilar esta clase de textos, que sobrabundan en las Escrituras, sin que quede demostrado su punto.
La razón es simple: No hace falta que me demuestre aquello de lo que no tengo duda alguna, a saber, que Dios es soberano sobre su creación, y que tiene el poder necesario para llevar adelante sus planes.
De nuevo, y para evitar repeticiones, lo diré una sola vez más:
lo que yo cuestiono no es la soberanía de Dios, sino su tesis de que esta solamente sea posible mediante un decreto eterno y exhaustivo.
Is.46:10,11, Mi consejo permanecerá y haré todo lo que quiero. Yo hablé y lo haré venir; lo he pensado, y también lo haré.
Igualmente claro. El Hablo ¿Cuándo? Desde la eternidad ¿y que pasara en el futuro? Llevara a cabo su consejo, ¿Qué? Todas las cosas, o todo lo que quiere.
Ver la respuesta al texto anterior y mi comentario sobre éste en la primera parte de mi respuesta.
Núm.23:19, Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿Y no lo hará? Habló y no lo ejecutará?
Hablando en un pasado que pudiéramos tomar como la eternidad. Lo hablo, lo diseño, lo decreto y al final todo habrá pasado según sus planes.
¿Que "pudiéramos tomar como la eternidad"? ¿A quién le habló entonces?
Si se molesta en ver el contexto, verá que se trata de una profecía de Balaam, quien le anuncia a Balac que no puede maldecir a Israel porque Dios ha determinado bendecirlo. ¿Y quién duda esto?
Ningún decreto eterno de caída ni de reprobación a la vista...
Mal.3:6, Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob no habéis sido consumidos.
El no cambiara sus planes siempre los ejecuta, aunque vemos que si hubo algunos cambios estos no estuvieron fuera de sus decretos.
Su comentario es lo que en lógica se denomina "petición de principio"; en otras palabras, da por demostrado precisamente lo que se discute.
Usted dice que Dios no cambia sus planes, que siempre los ejecuta. De inmediato admite que sí hubo cambios, pero no fuera de los (supuestos) decretos divinos.
Digo yo, ¿no percibe la contradicción de sus términos?
O hubo cambios, o no hubo cambios en absoluto porque lo que Dios hizo es lo que en realidad había "decretado".
Este texto no dice que Dios cambie o no sus planes, sino que Dios no cambia. O como lo pone Pablo, "no puede negarse a sí mismo", " Aunque seamos infieles, él permanece fiel".
Pero lea unos versículos más abajo:
Con maldición estáis malditos, porque vosotros, la nación entera, me estáis robando.
Traed todo el diezmo al alfolí, para que haya alimento en mi casa; y ponedme a prueba en esto - dice Yahveh de los ejércitos- si no os abriré las ventanas del cielo, y derramaré para vosotros bendición hasta que sobreabunde.
Por vosotros reprenderé al devorador, para que no os destruya los frutos del suelo; ni vuestra vid en el campo será estéril - dice Yahveh de los ejércitos.
Y todas las naciones os llamarán bienaventurados, porque seréis una tierra de delicias - dice Yahveh de los ejércitos.
(vv. 9-12)
El texto comienza con una severísima maldición y termina con una gran bendición. La maldición era actual, por el pecado de Judá; la bendición es condicional a la obediencia del pueblo en la cuestión de los diezmos.
Bendiciones en Cristo
Jetonius
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